jueves, 31 de enero de 2019

Pequeñas Semillitas 3900

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 3900 ~ Jueves 31 de Enero de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy celebramos a uno de los “grandes” santos de la Iglesia: San Juan Bosco, fundador de la congregación de los Salesianos.
Don Bosco, padre de los jóvenes, tuvo carismas especiales, como leer las conciencias, revelar el fin de la vida de sus alumnos, descubrir el porvenir de sus religiosos, amigos e  interlocutores. También anunció, a través de revelaciones nocturnas, el futuro de la Iglesia y de la Congregación Salesiana.
Por la intercesión del santo, personas atacadas de diversas enfermedades se curaron milagrosamente. Y hubo hasta multiplicación de panecillos, hostias y avellanas. Afrontando toda suerte de dificultades, Don Bosco erigió la Basílica de María Auxiliadora en Turín, de la que dijo que “cada una de sus piedras eran señal de gracias y milagros obrados por la Virgen María”. Nosotros añadimos “obtenidos por la gran fe del santo promotor de su devoción”.
San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que tanto trabajaste por la salvación de las almas: sé nuestro guía en buscar el bien de la nuestra y la salvación del prójimo. Ayúdanos a vencer las pasiones y el respeto humano; enséñanos a amar a Jesús Sacramentado a María Auxiliadora y al Papa, y alcánzanos de Dios una santa muerte, para que podamos un día hallarnos juntos en el Cielo. Amén.

¡Buenos días!

Don Bosco te anima
Entre los múltiples talentos que tuvo san Juan Bosco está el de escritor. Por varios años cada mes producía un opúsculo popular para una colección llamada “Lecturas católicas”. Se empeñó en redactar con estilo sencillo y claro para que cualquiera pudiera entender fácilmente. Con ese fin leía los borradores a su madre Margarita, y corregía toda palabra que no comprendiera. He aquí algunos pensamientos simples pero luminosos de este admirable santo.

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un rinconcito del paraíso lo arregla todo.

Como los santos, Don Bosco vivió en la tierra sumergido en múltiples tareas y aspiraciones, en especial buscaba la promoción de los jóvenes humildes a una vida más digna. Pero se notaba siempre que su corazón estaba en la eternidad, en los bienes celestiales que pagarían con creces su dedicación total a sus queridos jóvenes.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
Primera Lectura: Heb 10, 19-25

Salmo: Sal 23, 1-6

SANTO EVANGELIO: Mc 4,21-25
En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará».

Comentario:
Hoy, Jesús nos explica el secreto del Reino. Incluso utiliza una cierta ironía para mostrarnos que la “energía” interna que tiene la Palabra de Dios —la propia de Él—, la fuerza expansiva que debe extenderse por todo el mundo, es como una luz, y que esta luz no puede ponerse «debajo del celemín o debajo del lecho» (Mc 4,21).
¿Acaso podemos imaginarnos la estupidez humana que sería colocar la vela encendida debajo de la cama? ¡Cristianos con la luz apagada o con la luz encendida con la prohibición de iluminar! Esto sucede cuando no ponemos al servicio de la fe la plenitud de nuestros conocimientos y de nuestro amor. ¡Cuán antinatural resulta el repliegue egoísta sobre nosotros mismos, reduciendo nuestra vida al marco de nuestros intereses personales! ¡Vivir bajo la cama! Ridícula y trágicamente inmóviles: “ausentes” del espíritu.
El Evangelio —todo lo contrario— es un santo arrebato de Amor apasionado que quiere comunicarse, que necesita “decirse”, que lleva en sí una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio a los otros. «Si dices: ¡Basta!, estás muerto», dice san Agustín. Y san Josemaría: «Señor: que tenga peso y medida en todo..., menos en el Amor».
«‘Quien tenga oídos para oír, que oiga’. Les decía también: ‘Atended a lo que escucháis’» (Mc 4,23-24). Pero, ¿qué quiere decir escuchar?; ¿qué hemos de escuchar? Es la gran pregunta que nos hemos de hacer. Es el acto de sinceridad hacia Dios que nos exige saber realmente qué queremos hacer. Y para saberlo hay que escuchar: es necesario estar atento a las insinuaciones de Dios. Hay que introducirse en el diálogo con Él. Y la conversación pone fin a las “matemáticas de la medida”: «Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará» (Mc 4,24-25). Los intereses acumulados de Dios nuestro Señor son imprevisibles y extraordinarios. Ésta es una manera de excitar nuestra generosidad.
Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
San Juan Bosco
Presbítero y Fundador

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, y recibió de su madre Margarita Occhiena una sólida educación cristiana y humana. Dotado de inteligencia, memoria, voluntad y agilidad física no comunes, desde niño fue seguido por sus coetáneos, a quienes organizaba juegos que interrumpía al toque de las campanas para llevarlos a la iglesia. Fue ordenado sacerdote en Turín en 1841, y allí comenzó su actividad pastoral con San José Cafasso.

Su programa, o mejor, su pasión era la educación de los jóvenes, los más pobres y abandonados. Reunió un grupito que llevaba a jugar, a rezar y a menudo a comer con él. La incómoda y rumorosa compañía de Don Bosco (así se lo llamaba y se lo llama familiarmente) tenía que estar cambiando de lugar continuamente hasta que por fin encontró un lugar fijo bajo el cobertizo Pinardi, que fue la primera célula del Oratorio. Con la ayuda de mamá Margarita, sin medios materiales y entre la persistente hostilidad de muchos, Don Bosco dio vida al Oratorio de San Francisco de Sales: era el lugar de encuentro dominical de los jóvenes que quisieran pasar un día de sana alegría, una pensión con escuelas de arte y oficios para los jóvenes trabajadores, y escuelas regulares para los estudios humanísticos, según una pedagogía que sería conocida en todo el mundo como “método preventivo” y basada en la religión, la razón y el amor. “La práctica del método preventivo se base toda en las palabras de San Pablo que dice: La caridad es benigna y paciente; sufre todo, pero espera todo y aguanta todo”.

Para asegurar la continuidad de su obra, San Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (los Salesianos) y Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas). Fue un fecundísimo escritor popular, fundó escuelas tipográficas, revistas y editoriales para el incremento de la prensa católica, la “buena prensa”. Aunque ajeno a las luchas políticas, prestó su servicio como intermediario entre la Santa Sede, el gobierno italiano y la casa Saboya.

Fue un santo risueño y amable, se sentía “sacerdote en la casa del pobre; sacerdote en el palacio del Rey y de los Ministros”. Buen polemista contra la secta de los Valdeses, según la mentalidad del tiempo, nunca se avergonzó de sus amistades con los protestantes y los hebreos de buena voluntad: “Condenamos los errores, escribió en el “Católico”, pero respetamos siempre a las personas”. San Juan Bosco murió el 31 de enero de 1888 y fue canonizado por Pío XI en 1934.

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© Catholic.net

Pensamientos de Don Bosco
🌸 “Alegría, estudio y piedad: es el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma”

🌸 “El dinero no puede satisfacer el corazón del hombre, sino el buen uso que de él se hace, es esto lo que produce la verdadera satisfacción”

🌸 “A los niños se hace mucho bien tratándolos siempre con amabilidad. Hay que amarlos y estimarlos a todos por igual, aunque alguna que otra vez no lo merezcan”

🌸 “Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente que hable”

🌸 “Haced todo el bien que esté a vuestro alcance, pero sin ostentación; la violeta aunque esté escondida, se descubre por su fragancia”

Historias:  
Don Bosco y María Auxiliadora  
Esta es una historia sobre la total confianza de Don Bosco en los cuidados maternales de Nuestra Madre María.

San Juan Bosco necesitaba construir una Iglesia en honor a María Auxiliadora, pero no tenía nada de dinero. Se lanzó, pero las deudas también se lanzaron sobre él. Para conseguir dinero en un momento en que no podía retrasar más los pagos, un día le dijo a la Virgen: “¡Madre mía! Yo he hecho tantas veces lo que tú me has pedido… ¿Consentirás en hacer hoy lo que yo te voy a pedir?”

Con la sensación de que la Virgen se ha puesto en sus manos, don Bosco penetra en el palacio de un enfermo que tenía bastante dinero pero que también era bastante tacaño. Este enfermo, que hace tres años vive crucificado por los dolores y no podía siquiera moverse de la cama, al ver a don Bosco le dijo: “Si yo pudiera sentirme aliviado, haría algo por usted”.

“Muchas gracias; su deseo llega en el momento oportuno; necesito precisamente ahora tres mil liras”.

“Está bien; obténgame siquiera un alivio, y a fin de año se las daré”.

“Es que yo las necesito ahora mismo”.

El enfermo cambia con mucho dolor de postura, y mirando fijamente a don Bosco, le dice: “¿Ahora? Tendría que salir, ir yo mismo al Banco Nacional, negociar unas cédulas ¡ya ve!, es imposible”.

“No, señor, es muy posible replica don Bosco mirando su reloj. Son las dos de la tarde… Levántese, vístase y vamos allá dando gracias a María Auxiliadora”.

“¡Este hombre está chiflado!” Protesta el viejo entre las cobijas. “Hace tres años que no me muevo en la cama sin dar gritos de dolor, ¿y usted dice que me levante? ¡Imposible!”.

“Imposible para usted, pero no para Dios… ¡Ánimo! Haga la prueba”.

Al rumor de las voces han acudido varios parientes, la habitación está llena. Todos piensan de don Bosco lo mismo que el enfermo: que está chiflado.

“Traigan la ropa del señor, que va a vestirse dice don Bosco, y hagan preparar el coche, porque va a salir. Entretanto, nosotros recemos”.

Llega el médico. “¿Qué imprudencia está por cometer señor mío?”

Pero ya el enfermo no escuchaba más que a don Bosco; se arroja de la cama y empieza a vestirse solo, y solo, ante los ojos maravillados de sus parientes, sale de la habitación y baja las escaleras y sube al coche. Detrás de él, don Bosco. “¡Cochero, al Banco Nacional!”

Ya la gente no se acuerda de él: llevaba tres años sin salir a la calle. Vende sus cédulas y entrega a don Bosco sus tres mil liras.
© Padre José Pedro Manglano Castellary

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Un minuto con María
Leemos en las Crónicas Franciscanas que el hermano Leo vio un día dos escaleras: una roja, sobre la cual estaba Jesucristo; otra blanca donde estaba María.
Enseguida, vio unas almas subiendo por la escalera roja. Subían unos peldaños, luego caían; lo intentaban de nuevo y siempre terminaban cayendo.
Luego se les instó a subir por la escalera blanca y el hermano Leo las vio subir alegremente, porque la Santísima Virgen les tendía la mano. Así llegaron sin dificultad al Paraíso.
San Alfonso de Ligorio: Las Glorias de María

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las víctimas y damnificados del tornado que pasado domingo 27 azotó a varios municipios de La Habana, Cuba. También por las víctimas del grave accidente de un dique que se rompió hace pocos días en Brasil con muchos muertos y desaparecidos. Y seguimos rezando por la pacificación de Venezuela, en el ámbito de la justicia y la democracia verdadera que respete y dé soluciones humanitarias a su sufrido pueblo.

Pedimos oración para Delia Marcelina L. y su hija Karina, de Lanús, Buenos Aires, Argentina. Karina es mamá de una niña de 8 años y ayer comenzó quimioterapia para luego ser operada por cáncer de mama. Que tenga fuerzas y todo salga bien. Delia será operada de un tumor en su riñón. Rogamos para ambas que Jesús les conceda todas sus gracias de sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos con Jesús
Enero 31
Jesús se compadeció de la gente a la que veía fatigada y abatida como ovejas que no tienen pastor; y esta situación se repite también hoy: hay un desconcierto universal por falta de buenos guías; viendo el Señor esta situación, que se iría repitiendo a lo largo de los siglos, invistió de su poderes a los discípulos y los envió por todo el mundo ya lo largo de los siglos para que cumplieran su misión de salvar a todos los hombres.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

miércoles, 30 de enero de 2019

Pequeñas Semillitas 3899

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 3899 ~ Miércoles 30 de Enero de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Todos los días la vida nos invita a crecer. Para proyectarse en el tiempo como algo duradero, este cambio debe ser paulatino y consciente. Observemos a la naturaleza, y más particularmente a los árboles: en otoño pierden su follaje y se liberan de la carga innecesaria, recogiéndose dentro de sí  para recibir el invierno. Por fuera, parecieran no tener vida, pero preparan sus raíces para que en la primavera sus ramas puedan ver surgir los primeros brotes, dando lugar a las hojas y luego los frutos del verano. Si logramos desprendernos de esas hojas que no necesitamos mientras desarrollamos nuestra esencia, también podremos dar frutos y transformarnos.

¡Buenos días!

El cabrito y el lobo
La concentración en tus propósitos es fundamental para llegar a las metas que deseas. En la medida en que dispersas tu atención, se retardan o se pierden los objetivos anhelados. La concentración es una disciplina de la mente y voluntad para hacer efectivos los deseos profundos del corazón. Una curiosa fábula ilustra bien este principio de la conducta humana. 

Un cabrito cansado se quedó atrás del rebaño y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se volvió hacia éste y le dijo: —Ya sé, señor lobo, que estoy condenado a ser tu almuerzo. Pero para no morir sin honor, toca la flauta y yo bailaré por última vez. Y así lo hicieron, pero los perros, que no estaban lejos, oyeron el sonido de la flauta y enseguida corrieron a perseguir al lobo. Viendo frustrada su comida, se dijo el lobo: —Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo yo cazador, no debí meterme a flautista. (Esopo)

San Pablo les recordaba a los corintios que ”los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible”. Entre todos los objetivos que tenemos hay uno importantísimo: alcanzar la corona de gloria en la vida eterna con Cristo. Que tengas la disciplina necesaria para no olvidarlo.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
Primera Lectura: Heb 10, 11-18

Salmo: Sal 109, 1-4

SANTO EVANGELIO: Mc 4,1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso otra vez a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó enseguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento». Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. Él les dijo: «A vosotros se os ha dado comprender el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone».
Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben enseguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento».

Comentario:
Hoy escuchamos de labios del Señor la “Parábola del sembrador”. La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y... de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.
El mar, la barca y las playas son substituidos por estadios, pantallas y modernos medios de comunicación y de transporte. Pero Jesús es hoy el mismo de ayer. Tampoco ha cambiado el hombre y su necesidad de enseñanza para poder amar. También hoy hay quien —por gracia y gratuita elección divina: ¡es un misterio!— recibe y entiende más directamente la Palabra. Como también hay muchas almas que necesitan una explicación más descriptiva y más pausada de la Revelación.
En todo caso, a unos y otros, Dios nos pide frutos de santidad. El Espíritu Santo nos ayuda a ello, pero no prescinde de nuestra colaboración. En primer lugar, es necesaria la diligencia. Si uno responde a medias, es decir, si se mantiene en la “frontera” del camino sin entrar plenamente en él, será víctima fácil de Satanás.
Segundo, la constancia en la oración —el diálogo—, para profundizar en el conocimiento y amor a Jesucristo: «¿Santo sin oración...? —No creo en esa santidad» (San Josemaría).
Finalmente, el espíritu de pobreza y desprendimiento evitará que nos “ahoguemos” por el camino. Las cosas claras: «Nadie puede servir a dos señores...» (Mt 6,24).
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Jacinta Mariscotti
Terciaria Franciscana

Nació en Vignanello, cerca de Viterbo (Italia), en 1585, de familia noble. Sus padres la enviaron a las clarisas, que pronto abandonó. A los 20 años ingresó en el monasterio de las Franciscanas de la Tercera Orden Regular de Viterbo. Tanto en el siglo como en el claustro llevó una vida ligera y disipada hasta que, a los treinta años y a raíz de una grave enfermedad, se convirtió del todo al Señor. A partir de entonces llevó una vida de gran austeridad y penitencia, y se afanó en obras de caridad; fundó cofradías para la adoración de la Eucaristía y para atender a los pobres, enfermos y ancianos. Dios adornó su intensa oración y contemplación con carismas extraordinarios. Murió en Viterbo el 30 de enero de 1640.
Oración: Oh Dios, que nos has dejado en santa Jacinta un ejemplo vivo de mortificación y amor a ti, concédenos, por su intercesión, reconocer nuestros pecados, llorarlos y permanecer en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Catholic.net

Pensamiento del día

"Los caminos del Señor no son cómodos,
pero tampoco hemos sido creados para la comodidad,
sino para cosas grandes, para el bien.
Confiemos en el Señor: un cristiano jamás está solo"
(Benedicto XVI)

Historias:  
Angelitos por nacer  
Cuenta la historia que estaban en un lugar en el cielo, todos los bebés que nacerían al día siguiente, todos lo bebés hermosos con el mismo brillo angelical, estos eran cuidados por los ángeles del reino.

Dios acostumbraba visitarlos un día antes de su nacimiento. Dios entró en ese lugar a ver a los bebés, recorriendo todos los lugares, dando las mismas caricias a cada bebé, y un beso a cada uno de ellos, pero en un momento Dios tomó en sus brazos a uno de los bebés y lo empezó a arrullar en sus brazos, besó sus mejillas; era una nenita, los ángeles callaron y sólo se miraron entre sí, Dios salió de la habitación.

Los ángeles pocas veces miraban a Dios tener un cariño de más con unos de sus hijos, porque tenía amor igual para todos, pero no dieron más importancia; después de un minutos Dios volvió a entrar, fue directamente con la nenita, le susurró al oído unas palabras, la bebé sonrío, Dios la abrazó y la dejó en su cuna. Preguntó a los ángeles si todo estaba bien, ellos contestaron que sí, Dos volvió a salir.  Los ángeles cuando miraron a Dios salir fueron a ver al bebé para ver lo especial que este era, pero no notaron nada raro en ella.

Unos minutos antes de que los bebés dejaran el cielo para ir a la tierra Dios entró para ver su partida y para darle a cada unos su regalo, a cada uno de ellos, se les dio dos corazones, cada uno en su manitas, en él tenían escrito algo: era el nombre de su Padre y su Madre.

Uno de los ángeles más pequeños le preguntó a Dios por qué les regalaba dos corazones. Dios le respondió: "Este es mi regalo porque esos bebés desde su nacimiento tiene en sus manos el corazón y el amor para siempre de sus padres".

Cuando tocó el turno de la nenita que había abrazado Dios, al darle sus corazones Dios con lágrimas en los ojos, sólo le entregó un corazón, lo puso en su manita, Dios vio tan solo ese corazón, tomó un pedazo del suyo y lo unió al corazón solitario.

Todos los ángeles vieron esto y peguntaron al Creador por qué había hecho eso, por qué sólo le había entregado un corazón. Dios todavía con lágrimas en los ojos les contestó:

"Vean en el corazón que le di a ella, verán que dice solo el nombre de su madre, porque sólo ella estará a su lado en este momento y solo tendrá su amor, por eso también la abracé, la arrullé, la besé, porque no tendrá el amor de su padre, pues él se lo negará, por eso que también le di parte de mi corazón al de su madre, porque ella tendrá que darle más amor"

Cuando Dios despidió a la nenita, lo hizo con una sonrisa en los labios, no más llanto en sus ojos, en ese momento escondió algo en la manita que tenía vacía la bebé, uno de los ángeles lo miró, era otro corazón, pero este no tenía escrito nada, y le preguntó:

“¿Es que acaso el padre de la bebé se arrepentirá y tendrá la oportunidad de volver con ellas?”, y con la sonrisa en los labios Dios le dijo al ángel:

“No mi pequeño, ese corazón sin nombre que le di, es porque, a la vida de ella y de su madre llegará un hombre que las amará, como hombre y como padre, les dará el amor, el cariño, respeto que ellas necesitan y merecen.

"Padre" no es aquel hombre que engendra un hijo, padre es aquel hombre que cría y lleva por buen camino a esa personita…

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Un minuto con María
El 21 de mayo de 2015, la organización terrorista del Estado Islámico secuestró al padre Jacques Mourad, sacerdote sirio-católico de Alepo, Siria. Después de cinco meses de cautiverio, logró escapar milagrosamente, tras haber sido torturado y haberse librado de la muerte varias veces. He aquí un extracto de su testimonio:
"Como todos los días después de nuestro secuestro, yo me ponía a rezar el Rosario en silencio (...). Sin embargo, durante todos esos años vividos en Mar Moussa y Mar Elian (Siria), había perdido el hábito de rezarlo porque la repetición de cincuenta Avemarías me aburría. Pero cuatro días después, todo cambió: el Avemaría es como un SOS que lanzo al cielo con la inexplicable certeza de que será escuchado.
Ahora estoy convencido de que María, por medio del Rosario, me acerca a Jesús. Además, ya no es una recitación mecánica, sino una verdadera meditación: me detengo largamente en cada misterio de la vida de Jesús y todos le hablan a mi alma con una fuerza asombrosa (...)
A través del Rosario, estas escenas de la vida de Jesús desfilan en mi cabeza, como si estuviera en el cine (...): entendemos muchos aspectos del sufrimiento de Jesús cuando nosotros mismos pasamos por una dura prueba y aislamiento. Hoy el Rosario me resulta de una dulzura que antes desconocía. 

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Violeta, 71 años, de Miami, USA, le han detectado cuatro costillas rotas por un traumatismo; Marco M., 37 años, de Argentina, oramos por salud y trabajo; Mariana M., de Argentina, joven casada y con niños, por sanación física y espiritual; Ana A., 59 años, de Argentina, por sanación física y espiritual; Juan G. V., 50 años, de Seattle, USA, con cáncer; Samuel P., 81 años, de Buenos Aires, Argentina, con problemas renales y prostáticos; y para Ishiwar Bathia, de India, sigue muy delicada en Singapur.

Pedimos oración por la recuperación de la salud de Piedad Rocio M. G., de la ciudad de Bogotá, quien se encuentra diagnosticada de carcinoma ductal infiltrante izquierdo grado III e inicia su respectivo tratamiento, para que Dios Padre por la invocación del nombre de nuestro Señor Jesus, la intercesión de la Virgen Maria y Santa Laura Montoya le conceda en el Espíritu Santo aumento de su Fe y Fortaleza para afrontar esta prueba y si es su Divina voluntad la restablezca Sana para honra y Gloria de su nombre. 

Pedimos oración para la señora Michelle de C., que vive en Guatemala, tuvo un accidente y se encuentra internada en terapia intensiva, rogando al Señor que actúe sobre ella para que reciba todas sus gracias de sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos con Jesús
Enero 30
Jesús tocó los ojos de los ciegos y al instante ellos vieron; frecuentemente los evangelistas describen a Cristo tocando a los enfermos, al tiempo que los cura.
Hoy también todos necesitamos que se abran nuestros ojos, para poder ver mejor las cosas de Dios. Nuestros ojos con frecuencia o se cierran o se enturbian para ver las cosas del Espíritu. Y Jesús nos advierte en otro lugar del Evangelio, que para ver las cosas de Dios se necesita tener el corazón limpio (Sal 27, 3-4).
Limpieza de ojos, limpieza de corazón, rectitud de conciencia para poder ver a Dios y llegar al conocimiento de los secretos divinos.
(Padre Alfonso Milagro) 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)