PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3800 ~ Martes 23 de Octubre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Nadie
tiene la solución de todos los problemas pero todos podemos hacer pequeñas
aportaciones.
Nadie
tiene el secreto de toda la verdad, pero todos podemos ofrecer nuestra opinión
sincera.
La
disponibilidad y el servicio tienen que ir acompañados de la sencillez.
El
trato que empequeñece y crea dependencia molesta y humilla a los demás.
Seamos
mansos y humildes de corazón... como Jesús.
¡Buenos días!
El esclavo y el león
Grande es la bondad de Dios que puso al hombre en
medio del escenario maravilloso de su creación. Además de variadísimas especies
de plantas, creó los animales, siempre sorprendentes, en todas las zonas y
paisajes de nuestro planeta. Tratemos de no “hacer de la Tierra un Infierno
para los pobres animales”.
El esclavo Androcles se
escapó un día y corrió a ocultarse en el bosque. Mientras caminaba sin rumbo
halló a un león acurrucado, que gimiendo le suplicó: —Por favor, ayúdame.
Tropecé con una planta y una espina se me enterró en la garra y me duele mucho.
El esclavo lo examinó y extrajo la espina. El león lo invitó a su cueva donde
compartieron el alimento. Pero días después el esclavo y el león fueron
encontrados. Conducido Androcles ante el emperador, fue condenado a ser
devorado por los leones. Una vez en la arena, fue soltado un león, y al
acercarse a él reconoció a su bienhechor y lo lamió cariñosamente como un gato
a su dueño. Sorprendido el emperador por lo que veía y conocida la historia,
perdonó al esclavo y liberó en el bosque al león (Esopo).
El filósofo Arthur Schopenhauer escribió: “La
compasión con los animales está ligada con la bondad de carácter, de tal suerte
que se puede afirmar que, quien es cruel con los animales, no puede ser buena
persona. Una conmiseración por todos los seres vivos es prueba firme y segura
de la conducta moral”. Admiremos y respetemos la naturaleza.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Ef 2, 12-22
♥ Salmo: Sal 84, 9ab. 10-14
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 12,35-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén
ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que
esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame,
al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre
despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de
uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si
los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».
♥ Comentario:
Hoy es preciso fijarse en estas palabras de Jesús:
«Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en
cuanto llegue y llame, al instante le abran» (Lc 12,36). ¡Qué alegría descubrir
que, aunque sea pecador y pequeño, yo mismo abriré la puerta al Señor cuando
venga! Sí, en el momento de la muerte seré yo quien abra la puerta o la cierre,
nadie podrá hacerlo por mí. «Persuadámonos de que Dios nos pedirá cuentas no
sólo de nuestras acciones y palabras, sino también de cómo hayamos usado el
tiempo» (San Gregorio Nacianceno).
Estar en la puerta y con los ojos abiertos es un
planteamiento clave y a mi alcance. No puedo distraerme. Estar distraído es
olvidar el objetivo, querer ir al cielo, pero sin una voluntad operativa; es
hacer pompas de jabón, sin un deseo comprometido y evaluable. Tener puesto el
delantal significa estar en la cocina, preparado hasta el último detalle. Mi
padre, que era agricultor, decía que no se puede sembrar si la tierra está
"enfadada"; para hacer una buena siembra hay que pasearse por el
campo y tocar las semillas con atención.
El cristiano no es un náufrago sin brújula, sino que
sabe de dónde viene, a dónde va y cómo llegar; conoce el objetivo, los medios
para ir y las dificultades. Tenerlo en cuenta nos ayudará a vigilar y a abrir
la puerta cuando el Señor nos avise. La exhortación a la vigilancia y a la
responsabilidad se repite con frecuencia en la predicación de Jesús por dos razones
obvias: porque Jesús nos ama y nos “vela”; el que ama no se duerme. Y, porque
el enemigo, el diablo, no para de tentarnos. El pensamiento del cielo y del
infierno no podrá distraernos nunca de las obligaciones de la vida presente,
pero es un pensamiento saludable y encarnado, y merece la felicitación del
Señor: «Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así,
¡dichosos de ellos!» (Lc 12,38). Jesús, ayúdame a vivir atento y vigilante cada
día, amándote siempre.
Rev. D. Miquel VENQUE i To (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Juan de Capistrano
Presbítero
Nació en Capistrano (Abruzzo, Italia) el año 1386.
Estudió Derecho en Perusa y durante algún tiempo ejerció el oficio de juez,
hasta que en una revuelta popular lo encarcelaron. Al verse libre como por
milagro, experimentó una profunda crisis religiosa, que le llevó a entrar en la
Orden franciscana en 1416. Ordenado de sacerdote, ejerció incansablemente el
apostolado de la predicación por gran parte de Europa, trabajando en la reforma
de costumbres, la formación del clero y la lucha contra las herejías. Fue amigo
íntimo de san Bernardino de Siena y colaboró con él en la reforma de la Orden y
en la difusión de la devoción al nombre de Jesús. Fue Vicario general de los
Observantes cismontanos y ocupó otros cargos. Alentó a los cristianos a
participar en la cruzada y trató de lograr la unión de los príncipes cristianos
europeos frente a la invasión de los turcos mahometanos hacia Belgrado.
Escribió obras ascéticas y jurídicas. Murió en Illok el 23 de octubre de 1456.
Oración: Oh
Dios, que suscitaste a san Juan de Capistrano para confortar a tu pueblo en las
adversidades, te rogamos humildemente que reafirmes nuestra confianza en tu
protección y conserves en paz a tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Señor, ten a bien darme un
alma que desconozca el aburrimiento, que desconozca las murmuraciones, los
suspiros y las lamentaciones; y no permitas que me preocupe demasiado en torno
de ese algo que impera tanto, y que se llama yo... Obséquiame con el sentido
del humor. Concédeme la gracia de entender las bromas, para que pueda conocer
algo de felicidad, y sea capaz de donársela a otros. Amén”.
Santo Tomás Moro
Tema del día:
Un santo de 19 años
1) Para saber
Este domingo 14 de octubre fue la canonización de 7
beatos, entre ellos al Papa Pablo VI, Mons. Oscar Arnulfo Romero y Nazaria
Ignacia de Santa Teresa de Jesús, que se convirtió en la primera santa de
Bolivia y el joven laico Nunzio.
Inicialmente estaban programadas seis canonizaciones
para este día, sin embargo, en el marco del Sínodo de los Jóvenes, el Papa
Francisco decidió canonizar también a Nunzio Sulprizio, fallecido a los 19 años
de edad. Quiso presentar un modelo de santidad para los millennials, como se
denomina a los miembros de la generación actual.
Nunzio es considerado como el patrono de los niños
explotados y los trabajadores, pues se distinguió por su alma fuerte y audaz,
capaz de resistir muchos sufrimientos. Pero, ¿quién es Nunzio? Veamos a algo
sobre su vida.
2) Para pensar
Nunzio Sulprizio nació en Pescosansonesco, Italia, el
13 de abril de 1817. Durante su infancia padeció las consecuencias de la
pobreza, la enfermedad y el maltrato; especialmente de su tío.
Quedó huérfano a los seis años de edad. Desde
entonces, su tío lo obligó a trabajar como herrero en condiciones inhumanas, lo
golpeaba sin razón, lo dejaba sin comer y lo enviaba a hacer recados peligrosos
en medio del frío y el hielo. Ello provocaría un tumor óseo que lo llevó a la
muerte. Lejos de lamentarse, el pequeño Nunzio vio en sus sufrimientos el modo
de santificarse. Cumplió sin protestar las duras tareas que le obligaba a
realizar su tío, que, además, le prohibió acudir a la escuela. Sin importar que
estuviera enfermo y con una pierna gangrenada, Nunzio tenía que trabajar.
Cuando podía, el joven se refugiaba en una iglesia
para buscar consuelo en Jesús Eucaristía, a quien consideraba su gran amigo, y
asistir a la Misa dominical era para él un gran alivio.
La infección de la pierna aumentó y como ya no podía
trabajar, su tío lo expulsó de casa dejándolo en una pobreza extrema. A pesar
de ello, el pequeño nunca alimentó un rencor hacia su tío. Acudía a Misa
siempre que podía y procuraba rezar el Rosario a diario.
Cuando ingresó en el Hospital de Incurables preparaba
a los pequeños para la confesión y la primera comunión y desarrolló una
profunda vida interior en la que la santificación del dolor era la base de su
espiritualidad. Tras meses de grandes dolores y fiebre alta, Nunzio Sulprizio
falleció el 5 de mayo de 1836 en Nápoles contando con solo 19 años.
3) Para vivir
La curación milagrosa de un joven en estado
vegetativo por un accidente de moto es el milagro por el que el Beato Nunzio
Sulprizio fue canonizado.
Nunzio fue proclamado beato por Pablo VI en el año
1963 y lo puso de ejemplo de santificación de la enfermedad y del trabajo.
Durante la ceremonia, el Papa indicó que “el periodo de la juventud no debe
considerarse como la edad del libertinaje, de las caídas inevitables, de crisis
invencibles, de pesimismos desalentadores y de egoísmos exacerbados… Él os dirá
que ser joven es una gracia”, afirmó.
La santidad de Nunzio muestra que la juventud, con su
vida santa, es capaz de regenerar la sociedad en donde viven, una sociedad que
está necesitada de espíritus fuertes y decididos, afirmó el Santo Padre.
© Pbro. José Martínez Colín
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
En el norte de Italia, a principios de 1830, en un
suburbio de Turín, un joven solía visitar todos los días, en la iglesia
cercana, una imagen de la Santísima Virgen, Madre de los Dolores, traspasada
por siete espadas.
Una noche, tuvo la desgracia de cometer un pecado
mortal. Habiendo ido a la mañana siguiente a visitar a la Virgen Madre de las
Penas en su altar habitual, se sorprendió al ver, en lugar de siete, ocho
espadas en el Corazón de la Santísima Virgen.
Mientras consideraba este prodigio, una voz le
sugirió que era su pecado el que había agregado esa octava espada. Molesto y
arrepentido, inmediatamente se confesó y recuperó la paz del corazón. Lleno de
gratitud a la Santísima Virgen por su intercesión, volvió a la vida de la
gracia.
Extracto de Las Glorias de María de
san Alfonso María de Ligorio.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Octubre 23
A veces el Espíritu Santo no puede regalarme su vida
y su paz, y no puede obrar en mi existencia, porque yo estoy obsesionado con
algo y quiero conseguirlo por un camino equivocado.
Es cierto que necesitamos amor, todos lo necesitamos.
Y si alguien dice que no necesita amor está mintiendo, se está engañando a sí
mismo, se ha cauterizado para no sufrir.
En el fondo de su corazón hay un niño necesitado que
está gritando de frío y abandono.
Pero nunca lograremos el verdadero amor que
necesitamos vendiéndonos a los demás, tratando de hacer todo lo que esperan de
nosotros para que nos quieran, violentándonos por dentro y tratando de ser lo
que no somos.
Si renunciamos a ser nosotros mismos, ellos no amarán
nuestro ser real; amarán sólo esa máscara, esa apariencia que hemos fabricado.
No seamos injustos con nosotros mismos y con Dios.
Seamos lo que tenemos que ser, nuestro verdadero ser, el que Dios ha creado. Es
cierto que tendremos que cultivarnos, pero sin dejar de ser nosotros mismos.
Por eso, es mejor dejarnos amar por el Espíritu
Santo. Cualquier amor verdadero no es más que un reflejo del Espíritu, que es
amor sin límites. Y es un amor que me quiere como soy, y que sólo espera que
sea yo mismo. Cuando él me toca por dentro para embellecerme, lo hace
respetando esa identidad que él ama. Pidámosle entonces que destruya nuestra
máscara y haga brillar nuestra realidad más bella.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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