domingo, 21 de octubre de 2018

Pequeñas Semillitas 3798

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3798 ~ Domingo 21 de Octubre de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
 
Alabado sea Jesucristo…
El Evangelio de hoy nos narra un pasaje muy poco edificante: las ambiciones de dos apóstoles (Santiago y Juan) que quieren ser los primeros, y los otros se enfadan con ellos.
Esto da pie para hablar que en la Iglesia hay santos y pecadores. Personas con deseos de perfección, y personas con defectos humanos. La Iglesia Católica es santa, no porque todos los católicos sean santos, sino porque son llamados a serlo.
Pero es imposible que una organización con mil millones de personas, todas sean santas; aunque cada uno de nosotros debería desear serlo. Muchos acusan a la Iglesia por la actuación de los malos católicos. Es lamentable el mal ejemplo de algunos católicos, pero eso es inevitable en un colectivo de hombres libres.
Pero, ¿por qué no se fijan en los ejemplos heroicos de muchos católicos? La Iglesia Católica, a través de sus fieles, ha hecho y hace maravillosas obras en favor de la Humanidad. 

¡Buenos días!

Bendición maternal
En los meses de este año, como otros años, te transmito tres mensajes de la Reina de la Paz. Hoy ella misma te recomienda “vivir esos mensajes y ponerlos en práctica en tu propia vida”. Son orientaciones de quien tuvo en sus brazos maternales a Jesús, sabiduría increada, Verbo eterno, “en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia”.

“¡Queridos hijos! Hoy también me regocijo por la presencia de ustedes aquí. Yo los bendigo con mi bendición maternal e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Los llamo de nuevo a vivir mis mensajes y a ponerlos en práctica en sus vidas. Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos día a día. Queridos hijos, éstos son tiempos particulares y por eso, yo estoy con ustedes para amarlos y proteger sus corazones de Satanás y para llevarlos a todos más cerca del Corazón de Jesús, mi Hijo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Esta Madre celestial te ama y protege. Que fortalezcas los lazos de afecto filial, confianza y veneración a María, renovando a menudo tu consagración a ella con los conocidos versos que concluyen así: “A ti celestial princesa, Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes, madre mía”.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
Primera Lectura: Is 53, 10-11

Salmo: Sal 32, 4-5. 18-20. 22

Segunda Lectura: Heb 4, 14-16

SANTO EVANGELIO: Mc 10, 35-45
En aquel tiempo, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercan a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».
Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».

Comentario:
Hoy, nuevamente, Jesús trastoca nuestros esquemas. Provocadas por Santiago y Juan, han llegado hasta nosotros estas palabras llenas de autenticidad: «Tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida» (Mc 10,45).
¡Cómo nos gusta estar bien servidos! Pensemos, por ejemplo, en lo agradable que nos resulta la eficacia, puntualidad y pulcritud de los servicios públicos; o nuestras quejas cuando, después de haber pagado un servicio, no recibimos lo que esperábamos. Jesucristo nos enseña con su ejemplo. Él no sólo es servidor de la voluntad del Padre, que incluye nuestra redención, ¡sino que además paga! Y el precio de nuestro rescate es su Sangre, en la que hemos recibido la salvación de nuestros pecados. ¡Gran paradoja ésta, que nunca llegaremos a entender! Él, el gran rey, el Hijo de David, el que había de venir en nombre del Señor, «se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres (…) haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Fl 2,7-8). ¡Qué expresivas son las representaciones de Cristo vestido como un Rey clavado en cruz! En Cataluña tenemos muchas y reciben el nombre de “Santa Majestad”. A modo de catequesis, contemplamos cómo servir es reinar, y cómo el ejercicio de cualquier autoridad ha de ser siempre un servicio.
Jesús trastoca de tal manera las categorías de este mundo que también resitúa el sentido de la actividad humana. No es mejor el encargo que más brilla, sino el que realizamos más identificados con Jesucristo-siervo, con mayor Amor a Dios y a los hermanos. Si de veras creemos que «nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos» (Jn 15,13), entonces también nos esforzaremos en ofrecer un servicio de calidad humana y de competencia profesional con nuestro trabajo, lleno de un profundo sentido cristiano de servicio. Como decía la Madre Teresa de Calcuta: «El fruto de la fe es el amor, el fruto del amor es el servicio, el fruto del servicio es la paz».
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Palabras de San Juan Pablo II
«El mes de octubre es el mes del Rosario. Hubo un tiempo en que esta plegaria sencilla y profunda, rezada en particular y en familia, se hallaba muy difundida en el pueblo cristiano. ¡Cuánto beneficiaría, si también hoy se redescubriera y valorara, especialmente en el seno de los hogares! Ayuda a contemplar la vida de Cristo y los misterios de la salvación; aleja los gérmenes de la disgregación familiar, gracias a la incesante invocación a la Virgen; y es vínculo seguro de comunión y de paz. Exhorto a todos, y de modo especial a las familias cristianas, a encontrar en el santo rosario el consuelo y el apoyo diarios para avanzar por el camino de la fidelidad».

Predicación del Evangelio:
No ha de ser así
Hoy nos enseña Jesús algo esencial y muy difícil de cumplir en nuestra religión. Se trata de tener una actitud totalmente diferente de lo que piensa el mundo. La mayoría de las personas piensan que es más importante quien tiene más poder o está por encima de los demás en dignidad, en dinero y en otras cosas materiales. Sin embargo Jesús nos dice que es más importante quien más está al servicio de los demás. La mayoría de los “cristianos” no nos lo creemos. Y sin embargo miles y miles de cristianos verdaderos sí lo han creído y lo han practicado y lo siguen practicando.

Jesús iba con sus apóstoles camino de Jerusalén. Ya les había anunciado por tres veces que iban a Jerusalén, donde él moriría a manos de las autoridades. Ellos estaban perplejos y no lo entendían o no lo querían entender. Ciertamente que también Jesús les decía que a los tres días resucitaría; pero esto menos lo entendían, porque se quedaban a pensar lo primero, lo cual les parecía extraño y casi como una blasfemia. Ellos habían aprendido desde niños que cuando viniera el Mesías, sería el rey triunfante que les haría dominar sobre todas las naciones. Algunos pensaban que con las armas; otros al menos pensaban que sería mediante las creencias religiosas en el Dios todopoderoso, protector especialmente de ellos. Los apóstoles, al ir caminando hacia Jerusalén, pensaban en su interior, que ésta sería la hora en que se declararía rey y sería proclamado así en la capital. Seguro que entre ellos lo comentaban.

Con ese pensamiento, Santiago y Juan, hermanos, se atreven a proponer algo grande para ellos. Al fin y al cabo ellos eran de los más estimados por Jesús. Dice el evangelista san Mateo que fue la madre de los dos hermanos quien se atrevió a hacer la proposición. Le proponen los dos puestos más importantes en ese reino. Jesús no les reprendió, porque veía una buena voluntad. Por eso les dijo que no sabían lo que pedían. Sin embargo les puso las condiciones, que eran beber el mismo cáliz que Él y ser bautizados en el mismo bautismo. Cuando el evangelista escribía esto, ya sabían que se trataba de imitar a Jesús en la entrega total, hasta dar su sangre para que otros puedan conseguir el Reino. Los dos hermanos dijeron a Jesús que estaban dispuestos a ello. Seguro que en ese momento no sabían lo que prometían, pero manifestaban su decisión y buena voluntad. A Jesús le gustó esa decisión; sin embargo les dijo que la cuestión de puestos no entraba en sus planes, pues estaba ya determinado.

Entonces Jesús enseñó cuáles son los planes de Dios en cuanto a la importancia. Resulta que los otros diez apóstoles, que todavía estaban bastante “verdes” en cuanto al verdadero seguimiento de Cristo, se pusieron a discutir sobre quiénes debían ser los primeros en ese Reino. En ese momento es cuando Jesús nos enseña que en ese Reino de Dios la importancia es totalmente diferente de lo mundano. El más importante va a ser quien más sea servidor de los demás. Él mismo se pone de ejemplo.

No es que todos los que mandan sean perversos; pero la realidad es que el poder es una gran tentación y la realidad de la historia nos dice que la mayoría de los que tienen el poder lo aprovechan para su propio beneficio material. Y ello aunque en la propaganda electoral digan que están al servicio del pueblo. ¡Ojalá sea verdad! Se nos ha metido demasiado el concepto mundano de importancia. Y esto hasta en muchos ámbitos eclesiales y de trabajo por la Iglesia. Alguno puede sacar la conclusión de que, si es así, la mayoría de “cristianos” no son cristianos. Pues es verdad. O podemos decir que son cristianos a medias. El estar al servicio de otros no es sólo hacer obras buenas de caridad, que se pueden hacer para ganar “méritos” y mejores puestos, sino que es sobre todo una actitud. Es el desear una vida plena y gozosa para los demás; es el aplaudir las obras buenas de otros y procurar aumentarlo. Una cosa es procurar aumentar económicamente en una familia para el bien de los hijos y otra el querer estar por encima de los demás. Servir es el hacer el bien, dejando que el premio lo dé Dios.
Padre Silverio Velasco

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde Bahía Blanca, Argentina, nos informan que la difícil operación de Ana Graciela fue un éxito. Su familia está feliz y dan gracias a Dios y a todos los que rezaron por ella hace diez días aproximadamente.

Desde Canadá nos escriben para agradecer las plegarias por Rosita (46 años) y su hija Lina (27 años), pues el primero de octubre se realizó el trasplante de riñón (Lina fue la donante y Rosita la receptora). ¡Gloria a Dios!

Desde Texas (USA) llega un agradecimiento por Pilar (60 años) que estuvo hospitalizada muy delicada desde hace mucho tiempo. Luego de varias operaciones de abdomen se está recuperando y seguiremos rezando por su salud. 

 Desde Madrid, España, nuestro querido amigo José Luis, expresa su agradecimiento a Dios y a la Virgen María, por la plena recuperación de su esposa Fátima que había sufrido una fractura de brazo tiempo atrás.

Cinco minutos del Espíritu Santo
Octubre 21
La libertad que nos da el Espíritu Santo nos permite aceptar que la felicidad se realice de maneras muy diversas. El Espíritu nos hace descubrir que no hay una sola manera de ser felices, sino muchas.
Nosotros nos apegamos a una forma de ser felices, porque creemos que es la única. Hemos imaginado que sólo se puede ser felices cuando no tenemos ningún problema, ninguna enfermedad, ningún desafío. Pero eso es un engaño más que nos ata y nos limita.
Es necesario entregarse al Espíritu Santo y aceptar que él nos regale la felicidad como sea. Porque un modo de felicidad no es la felicidad, es sólo un modo. Y el Espíritu Santo quiere hacerme conocer muchas maneras de felicidad.
Es feliz quien en medio de un problema es capaz de unirse a otro que tiene el mismo problema para encontrar juntos una salida. Es feliz quien tiene una enfermedad, y es capaz de descubrir el amor del Señor y descansar en su presencia en medio de esa enfermedad. Es feliz quien es capaz de postergar sus deseos y no pretende vivirlo todo ahora. Es feliz quien no pudo viajar a Europa, pero puede pasar una tarde soleada a la orilla de un pequeño arroyo.
Pidamos al Espíritu Santo que nos regale esa capacidad de adaptación que nos permite aceptar la forma de felicidad que es posible hoy, sin angustiamos por lo que ahora no es posible.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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