sábado, 27 de octubre de 2018

Pequeñas Semillitas 3804

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3804 ~ Sábado 27 de Octubre de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
 
Alabado sea Jesucristo…
Jesús, te doy gracias por todos los motivos de alegría que a diario me regalas. Quiero que orientes mi vida. Nunca alcanzaré a comprender este misterio de Amor generoso con el que nos amas a todos. Gracias por la manera en que sanas mis heridas, me renuevas y me impulsas a vivir momentos felices y llenos de bendiciones. Hoy me pregunto: ¿Cómo puedes ser tan generoso conmigo si mis continuos pecados, son los que hoy intentan apedrearte? Quiero estar de tu parte siempre, hacer el bien como Tú lo hiciste a tu paso por este mundo, dando testimonio del amor del Padre. Muchas son las distracciones que a todos nos arropan a diario y que intentan cegar mi mente y endurecer mi corazón, y además habrán muchos que querrán quitarme de tu camino de vida, pero tu gracia es la que me mantiene firme y auténtico, la que me hace dar testimonio verdadero de ese amor tan rico en perdón y misericordia para ayudar a los míos a y los que tengo cerca. No quiero rendirme de esta misión, porque, aunque sea a una de ellas a la que logre acercar a Ti, sentiré el gozo profundo de haber retribuido un poco de ese amor del que Tú vives regalándome en abundancia. ¡Seguiré apostando por tu amor!, porque, aunque yo falle a veces, Tú nunca dejas de apostar por mí. Oh mi Señor, dame la gracia de vivir en fidelidad a tu Palabra, de hacer también como Tú, obras agradables para el Padre. Amén

¡Buenos días!

Pedalea
Confiar en Dios es depositar toda tu fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo. Reposa en él “como un niño en brazos de su madre” (Salmo 131). Confía sobre todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.

Aquel día estaba sentado junto a un camino que conducía a lo alto de una colina. Observé a un muchacho montado en bicicleta que se esforzaba en subir por la colina teniendo incluso el viento en contra. Evidentemente el esfuerzo que tenía que hacer era tremendo. Cuando estaba más fatigado apareció afortunadamente un ómnibus que subía la colina en la misma dirección. Su marcha no era muy acelerada y el joven pudo agarrarse con una mano de los barrotes de subida de la parte trasera del autobús. Puedes imaginarte lo que sucedió. El muchacho subió la cuesta a las mil maravillas.

Cuántas veces tú también estás pedaleando cuesta arriba contra toda clase de oposiciones y te encuentras casi extenuado por el esfuerzo. Recuerda que tienes a mano un poder disponible, la energía que te da la confianza en Dios. Ora así: “El Señor es mi fuerza y mi poder, confiaré y no temeré”. El transformará tu debilidad en fortaleza y tu cansancio en renovado vigor.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy 
Primera Lectura: Ef 4, 7-16

Salmo: Sal 121, 1-5

SANTO EVANGELIO: Lc 13,1-9
En aquel tiempo, llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».
Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».

Comentario:
Hoy, las palabras de Jesús nos invitan a meditar sobre el inconveniente de la hipocresía: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró» (Lc 13,6). El hipócrita aparenta ser lo que no es. Esta mentira llega a su cima al fingir virtud (aspecto moral) siendo vicioso, o devoción (aspecto religioso) al buscarse uno mismo y sus propios intereses y no a Dios. La hipocresía moral abunda en el mundo, la religiosa perjudica a la Iglesia.
Las invectivas de Jesús contra los escribas y fariseos —más claras y directas en otros pasajes evangélicos— son terribles. No podemos leer o escuchar lo que acabamos de leer o escuchar sin que estas palabras nos lleguen al fondo del corazón, si realmente las hemos escuchado y entendido.
Lo diré en plural personal, ya que todos experimentamos la distancia entre lo que aparentamos ser y lo que somos de veras. Lo somos los políticos cuando nos aprovechamos del país proclamando que estamos a su servicio; los cuerpos de seguridad cuando protegemos a grupos corruptos en nombre del orden público; el personal sanitario cuando suprimimos vidas incipientes o terminales en nombre de la medicina; los medios de comunicación social cuando falseamos las noticias y pervertimos al personal diciendo que lo estamos divirtiendo; los administradores de los fondos públicos cuando desviamos una parte de ellos hacia nuestros bolsillos (individuales o de partido) y alardeamos de honestidad pública; los laicistas cuando impedimos la dimensión pública de la religión en nombre de la libertad de conciencia; los religiosos cuando vivimos de nuestras instituciones con infidelidad al espíritu y a las exigencias de los fundadores; los sacerdotes cuando vivimos del altar pero no servimos abnegadamente a nuestros feligreses con espíritu evangélico; etc.
¡Ah!: y tú y yo también, en la medida en que nuestra conciencia nos dice lo que tenemos que hacer y dejamos de hacerlo para dedicarnos únicamente a ver la paja en el ojo ajeno sin querer darnos cuenta siquiera de la viga que ciega el nuestro. ¿O no?
+ Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret  (Vic, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santos Vicente, Sabina y Cristeta
 
Vicente, Sabina y Cristeta son hermanos. Han nacido y viven en Talavera (Toledo). Los tres disfrutan de su juventud -Cristeta, casi niña- y, como en tantos hogares después del fallecimiento de los padres, hace cabeza Vicente que es el mayor.
El gobernante en España es Daciano hombre cruel, bárbaro y perverso, que odia sin límites el nombre cristiano y que va dejando un riego de mártires en Barcelona y en Zaragoza. Llega a Toledo y sus colaboradores buscan en Talavera seguidores de Cristo. Allí es conocido como tal Vicente, que se desvive por la ayuda al prójimo y es ejemplo de alegría, nobleza y rectitud.
Bueno, pues el caso es que a Vicente lo condenan a muerte por su pertinacia en perseverar en la fe cristiana. Lo meten en la cárcel y, en espera de que se cumpla la sentencia, es visitado por sus dos hermanas que, entre llantos y confirmándole en su decisión de ser fiel a Jesucristo, le sugieren la posibilidad de una fuga con el fin de que, sin padres que les tutelen, siga él siendo su apoyo y valedor. La escapada se realiza, pero los soldados romanos los encuentran en la cercana Ávila donde son los tres martirizados, en el año 304.
Para más información hacer clic acá.
© Catholic.net

Palabras del Santo Padre Pío
"El que medita y piensa en Dios,
que es espejo de su alma,
busca conocer sus defectos,
intenta corregirlos,
se reprime en sus impulsos
y pone su conciencia a punto"

Grandes Biografías:
Cristóbal Colón 
No se sabe con total seguridad donde nació Cristóbal Colón. Todos los datos parecen indicar que nació en Génova, en una fecha que va entre el 25 de agosto y el 31 de octubre de 1451.

Provenía de una familia humilde pero acomodada de tejedores. Por este motivo Colón nunca quiso después hablar de su infancia y por eso se sabe tan poco de él en este período de su vida. Hijo de Domeneghino Colombo y Susana Fontanarossa., tenía dos hermanos pequeños Bartolomé y Diego. Su padre tenía un negocio de telares y un pequeño comercio de quesos.

Colón empezó a aficionarse al mar y cuando era adolescente se enroló como grumete en una embarcación de su ciudad. Participó en la flota genovesa que salió a defender la Isla de Quíos, asediada por los turcos. Allí fue donde los genoveses adquirieron la goma. Un año después entra a formar parte de una flota genovesa que va a vender goma de Quíos a los puertos de Portugal, Francia e Inglaterra pero atacarán el barco y Colón tuvo que ir a nado hasta Lisboa, en Portugal. Allí conoce y se casa con Felipa Moniz de Perestrello, hija de uno de los primeros colonos de Porto Santo y de familia noble.

Durante varios años trabajó en el comercio y trataba con las gentes del mar que iban contándole muchas historias sobre la existencia de tierra más allá del mar. Durante esta época haría Colón muchos viajes en barco. Viajó por la ruta africana hacia la India y estuvo también en Guinea. Además debió estar algún tiempo en Porto Santo ya que allí nació su hijo David. Aquí comenzó su proyecto de ir a la India por una nueva ruta. Este proyecto lo presentó al monarca portugués hacia 1484 quién lo rechazó asesorado por expertos.

Entonces, probó suerte en España con el Duque de Medina Sidonia y con los Reyes Católicos. Fue en 1486 cuando los Reyes Católicos le conceden audiencia por primera vez pero en un principio también ellos lo rechazaron ya que lo consideraban inviable. Pero los reyes empezaron a pensar sobre el tema. Mientras tanto, Bartolomé Colón fue a Francia para ofrecer el plan de su hermano a Ana de Beaujeu, regente durante la minoría de edad de Carlos VIII. En Francia tampoco creerán realmente en el proyecto y es rechazado.

Pero finalmente, tras años de deliberación en los que Colón se queda en España y va ganando adeptos dentro de la corte, la Reina Isabel aprobó el proyecto de Colón y con la ayuda del tesorero del rey, Luis de Santángel, a raíz de la toma de Granada, que ponía fin a la Reconquista Cristiana de la Península frente al Islam en 1492. En abril de 1492 la reina otorgó las Capitulaciones de Santa Fe, por las que concedía a Colón una serie de privilegios y estipulaban las condiciones en las que realizaría el viaje a los territorios orientales.

El 3 de agosto de 1492 partirá Colón desde el Puerto de Palos de la Frontera, en Huelva con una flota de tres carabelas: La Pinta, La Niña y La Santa María. Así comenzaba el primer viaje de Cristóbal Colón.

En las carabelas también se enrolaron el marinero Martín Alonso Pinzón, sus hermanos, Francisco Martínez, Vicente Yánez Pinzón y el piloto Juan de la Cosa. Navegó hasta Canarias y luego hacia el oeste, alcanzando la isla de Guanahaní (San Salvador, en las Bahamas) el 12 de octubre de 1492. En aquel viaje descubrió también Cuba y La Española (Santo Domingo) e incluso construyó allí un primer establecimiento español con los restos del naufragio de la Santa María (el Fuerte Navidad). Persuadido de que había alcanzado las costas asiáticas, regresó a España con las dos naves restantes en 1493.

A lo largo de su vida Colón realizaría tres viajes más para continuar la exploración de aquellas tierras: en el segundo (1493-96) estuvo en Cuba, Jamaica y Puerto Rico y fundó la ciudad de La Isabela; pero hubo de regresar a España para hacer frente a las acusaciones surgidas del descontento por su forma de gobernar La Española. En el tercer viaje (1498- 1500) descubrió Trinidad y tocó tierra firme en la desembocadura del Orinoco; pero la sublevación de los colonos de La Española forzó su destitución como gobernador fue enviado a España como prisionero. Colón vino encadenado, junto a sus hermanos Bartolomé y Diego por orden del nuevo Gobernador de las Indias, Francisco de Bobadilla.

En 1502 inicia su cuarto y último viaje al Nuevo Mundo intentando buscar sin éxito el paso definitivo al rico Oriente. Tenía prohibido acercarse a La Española. Recorrió la costa centroamericana de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. En 1504 ya muy enfermo regresa a Castilla y reclama sin éxito la reposición de sus privilegios perdidos.

El 20 de mayo de 1506 Cristóbal Colón fallece en Valladolid sin conocer que en su exploración había dado con un continente desconocido hasta entonces por los europeos de su época y al que se dará el nombre de América, fruto de un error al asignar su descubrimiento a Américo Vespucio.

Humor de sábados
Preguntas curiosas
 
- ¿Por qué el sol aclara el cabello y sin embargo oscurece la piel?
- ¿Por qué las mujeres no se pueden pintar las pestañas con la boca cerrada?
- ¿Por qué nunca se ha visto en los titulares de un periódico: "Adivino gana la lotería"?
- ¿Por qué el jugo de limón está hecho con sabor artificial y el lavavajillas está hecho con limones naturales?
- ¿Por qué no hay comida para gatos con sabor a ratón?
- ¿Por qué se esterilizan las agujas para las inyecciones letales?
- ¿Por qué los aviones no están hechos del mismo material que la caja negra?
- ¿Por qué las ovejas no encogen cuando llueve y los jerseys de lana sí?
- Si volar es tan seguro... ¿por qué se le llama al aeropuerto "Terminal"?
- ¿Hasta dónde se lava la cara un calvo?
- Un parto en la calle, ¿es alumbrado público?
- ¿Por qué apretamos más fuerte los botones del control remoto cuando tiene pocas pilas?
- ¿Por qué se lavan las toallas? ¿No se supone que estamos limpios cuando las usamos?
- El mundo es redondo y lo llamamos planeta, ¿si fuera plano lo llamaríamos redondeta?
- ¿Por qué las ciruelas negras son rojas cuando están verdes?
- ¿Dónde está la otra mitad de Medio Oriente?
- ¿Por qué cuando llueve levantamos los hombros? ¿Acaso nos mojamos menos?
- Y por último... ¿Por qué para apagar Windows hay que ir al botón de Inicio?

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” 
Dios no nos ha creado para la ruina sino para la felicidad, y por eso todo lo que Él disponga será para nuestro bien. Lo que tenemos que poner de nuestra parte es la confianza en Él, y así el Señor podrá actuar en nosotros y en nuestras vidas con libertad, y entonces daremos muchos frutos.
Nosotros estamos embarcados, porque no hemos pedido nacer, no hemos pedido existir, Dios simplemente nos ha creado, pero nos ha creado por amor, por soberana voluntad y libertad suya. ¿Y acaso estamos arrepentidos de existir? Ya no podemos mirar para otro lado sino que debemos enfrentar esta aventura que se nos presenta, que es la vida sobre la tierra; aventura que terminará en el más radiante gozo, o en el más horrendo dolor.
Si estamos leyendo esto, es porque Dios nos quiere hacer un llamado de atención para ver cómo estamos utilizando nuestros dones, sus dones, que nos ha dado para que, haciéndolos producir buenos frutos, merezcamos la Vida eterna.
No tengamos miedo de Dios, porque Él es bueno, y sólo quiere el bien para nosotros. De modo que estando seguros de que Él nos cuida, animémonos a emprender grandes obras y apostolados por su gloria y por la salvación de las almas.

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Octubre 27
Es muy sano descubrir que mi vida es un regalo, que no tengo que comprarla ni fabricarla. Sería una tarea demasiado grande tratar de producir mi propia vida, tratar de merecerla. Además, es imposible, porque la vida sólo puede ser creada por el Señor todopoderoso.
Muchas personas se enferman y se llenan de nerviosismos y tensiones porque creen que deben hacer miles de cosas para sentir que están mereciendo la vida. Ese es un tremendo engaño. La vida es puro don, sólo hay que recibirla.
Por eso es bueno ayudarse con la imaginación, para tratar de reconocer que en nuestro interior hay una fuente de la vida, que no somos nosotros, es el Espíritu Santo. Así, poco a poco, vamos tratando de sentir que somos generados, producidos por él, como si fuera una turbina que produce corriente eléctrica sin parar.
Imaginemos que somos como una flor, y dentro de nosotros está esa raíz que nos hace florecer con su sabia. Es el Espíritu que da vida.
Somos un don, puro don, puro regalo. Vivámoslo con permanente gratitud.
* Mons. Víctor Manuel Fernández 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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