PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3516 ~ Miércoles 29 de Noviembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor
de mi vida, hoy quiero pedirte que abras mi mente y corazón y me hagas saber
que caminando contigo no puedo temer a ningún mal. Ayúdame a vivir en libertad,
a dejarme conducir por tu sabiduría dando pasos de victoria en cada labor que
realice. Para ser feliz, debo entender definitivamente que debo estar unido a
Ti, a tu gracia, a tu amor. Bendíceme con el don de la alegría para saber dar
ánimo y felicidad a los míos. En tus manos pongo todo este nuevo día y dejo a
tu providencia toda solución a cada reto que se me presente. Amén
¡Buenos días!
Patinar en la montaña
San
Ignacio, fundador de los jesuitas, decía: “Me gusta ver reír a la gente. Un
cristiano no tiene ningún motivo para estar triste y tiene muchos para estar
alegre”. Es conocido el proverbio: “Un santo triste es un triste santo”; esto
significa que no tiene nada de santo, sino que da lástima. El buen humor es un
aspecto social de la alegría y se manifiesta en la conversación cotidiana.
Un Papa con gran sentido del humor fue Juan Pablo II.
La siguiente anécdota trasluce una de las características más importantes del
humor que fue típico en los hombres de Dios: la humildad. Durante el Sínodo de
obispos de Roma, el cardenal de Cracovia, después Juan Pablo II, propuso a
varios cardenales ir a esquiar al Terminillo. — ¿A esquiar? —Sí, claro. En
Italia, ¿no esquían los cardenales? —Pues... francamente, no. —En Polonia, en
cambio, el 40% de los cardenales esquían. — ¿40%? Si en Polonia sólo hay dos
cardenales. —Claro, pero no me negarán que Wyszynski vale por lo menos el 60%.
El
sentido del humor es una herramienta básica para la sobrevivencia: rompe la
tensión en un momento de crisis, ayuda a encarar situaciones estresantes,
disipa las preocupaciones... Cuando
rías, se te aliviarán las cargas. Que el Señor te ayude a defender y cultivar
con acciones concretas el don de la alegría.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán,
entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores
por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en
vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una
sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros
adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y
matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi
nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra
perseverancia salvaréis vuestras almas». (Lc 21,12-19)
Comentario:
Hoy
ponemos atención en esta sentencia breve e incisiva de nuestro Señor, que se
clava en el alma, y al herirla nos hace pensar: ¿por qué es tan importante la
perseverancia?; ¿por qué Jesús hace depender la salvación del ejercicio de esta
virtud?
Porque
no es el discípulo más que el Maestro —«seréis odiados de todos por causa de mi
nombre» (Lc 21,17)—, y si el Señor fue signo de contradicción, necesariamente
lo seremos sus discípulos. El Reino de Dios lo arrebatarán los que se hacen
violencia, los que luchan contra los enemigos del alma, los que pelean con
bravura esa “bellísima guerra de paz y de amor”, como le gustaba decir a san
Josemaría Escrivá, en que consiste la vida cristiana. No hay rosas sin espinas,
y no es el camino hacia el Cielo un sendero sin dificultades. De ahí que sin la
virtud cardinal de la fortaleza nuestras buenas intenciones terminarían siendo
estériles. Y la perseverancia forma parte de la fortaleza. Nos empuja, en
concreto, a tener las fuerzas suficientes para sobrellevar con alegría las
contradicciones.
La
perseverancia en grado sumo se da en la cruz. Por eso la perseverancia confiere
libertad al otorgar la posesión de sí mismo mediante el amor. La promesa de
Cristo es indefectible: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas»
(Lc 21,19), y esto es así porque lo que nos salva es la Cruz. Es la fuerza del
amor lo que nos da a cada uno la paciente y gozosa aceptación de la Voluntad de
Dios, cuando ésta —como sucede en la Cruz— contraría en un primer momento a nuestra
pobre voluntad humana.
Sólo
en un primer momento, porque después se libera la desbordante energía de la
perseverancia que nos lleva a comprender la difícil ciencia de la cruz. Por
eso, la perseverancia engendra paciencia, que va mucho más allá de la simple
resignación. Más aún, nada tiene que ver con actitudes estoicas. La paciencia
contribuye decisivamente a entender que la Cruz, mucho antes que dolor, es
esencialmente amor.
Quien
entendió mejor que nadie esta verdad salvadora, nuestra Madre del Cielo, nos
ayudará también a nosotros a comprenderla.
Rvdo. D. Manuel COCIÑA Abella (Madrid, España)
Santoral Católico:
San Saturnino de Toulouse
Obispo y Mártir
Saturnino,
obispo de Tolosa, es uno de los santos más populares en Francia y en España. La
Passio Saturnini es ante todo un documento muy importante para el conocimiento
de la antigua Iglesia de la Galia. Según el autor de la Pasión, escrita entre
el 430 y el 450, Saturnino, proveniente de África, fijó su residencia en Tolosa
en el 250, bajo el consulado de Decio y Grato. En ese tiempo, refiere el autor,
en Galia había pocas comunidades cristianas, con escaso número de fieles,
mientras los templos paganos se llenaban de fieles que sacrificaban a los
ídolos.
Se
dedicó a predicar y evangelizar, pues en aquel tiempo había allí pocas
comunidades cristianas y estaban mal organizadas. Los paganos querían obligarlo
a ofrecer un toro a los ídolos, a lo que él se negó rotundamente. Entonces la
multitud pagana lo ató al cuello del toro y lo precipitó desde lo alto del capitolio.
Murió con la cabeza destrozada y el cuerpo lleno de magulladuras. Esto sucedió
hacia el año 257, en tiempo del emperador Decio.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Palabras del Papa Francisco
"Y
cuando nosotros vamos a Misa, tal vez llegamos cinco minutos antes y comenzamos
a conversar con quien está al lado nuestro. Pero no es el momento de conversar:
es el momento del silencio para prepararnos al diálogo. Es el momento de recogernos
en nuestro propio corazón para prepararnos al encuentro con Jesús. ¡El silencio
es muy importante! Recuerden lo que les he dicho la semana pasada: no vamos a
un espectáculo, vamos al encuentro con el Señor y el silencio nos prepara y nos
acompaña. Permanecer en silencio junto a Jesús. Y del misterioso silencio de
Dios emerge su Palabra que resuena en nuestro corazón... "
Tema del día:
Manual para vivir bien
En la salud:
1.
Beba mucha agua.
2.
Coma más lo que nace en los árboles y plantas.
3.
Viva con las 3 E:
*Energía,
*Entusiasmo
*Empatía
4.
Tome 30 minutos por día para orar a solas.
5.
Realice actividades que activen su cerebro.
6.
Lea más libros.
7.
Siéntese en silencio, por lo menos 10 minutos por día.
8.
Duerma 8 horas por día.
9.
Haga caminatas de 20 a 60 minutos por día y mientras camina, sonría.
10.
Inspire profundo el aire del campo.
En la personalidad:
11.
No compare su vida con la de otras personas.
12.
No tenga pensamientos negativos.
13.
No se exceda.
14.
No se vuelva demasiado serio.
15.
No desperdicie su energía con disparates.
16.
Hable pausado, no grite.
17.
La envidia es una pérdida de tiempo. Agradezca a Dios por lo que posee.
18.
Olvide cosas del pasado. Jesús ya las lanzó al mar del olvido, haga lo mismo.
19.
La vida es muy corta para odiar a alguien. Perdone.
20.
Haga las paces con su pasado para no echar a perder su presente.
21.
Nadie dirige su felicidad, únicamente usted.
22.
La vida es una escuela y usted está en ella para aprender. No quede repitiendo
el año.
23.
Sonría y ría más.
24.
No necesita ganar todas las discusiones. Sepa perder.
En la sociedad:
25.
Póngase en más contacto con su familia.
26.
Cada día dé algo bueno a otros.
27.
Perdone todo a todos.
28.
Pase más tiempo con personas mayores de 70 años y menores de 6 años.
29.
Intente hacer sonreír por lo menos a tres personas por día.
30.
No le importe lo que otros piensen de usted.
31.
En su trabajo no tomarán en cuenta cuando estuvo enfermo. No se estrese.
En su vida diaria:
32.
Haga lo que es correcto.
33.
Deshágase de lo que no es útil.
34.
Recuerde: Dios cura todo.
35.
Por buena o mala que sea su situación... cambiará... Todo pasa.
36.
No importa cómo se sienta, levántese, arréglese y salga.
37.
Lo mejor aún está por venir. Usted puede, con la ayuda de Dios.
38.
Cuando despierte en la mañana, agradezca a DIOS por la gracia de estar vivo.
39.
Mantenga su corazón siempre feliz.
Por último...
40.
¿Qué tal si envía éste manual a las personas que usted aprecia, quiere o ama?
©
Paula André Chenso
No más PPS
Una
vez más les recuerdo a los lectores
que
reciben “Pequeñas Semillitas” por correo electrónico,
que
–lamentablemente– los PPS no se envían más por cuestiones técnicas.
Meditaciones
Cada
uno de nosotros se hace la pregunta del nacimiento de Dios en nuestro interior.
A cada instante el Ángel nos interpela y constata que el Señor está con
nosotros, que nos ama no importa quienes seamos o lo que hayamos hecho. Pero
esto no se detiene aquí.
Dios
bendice también el fruto de nuestras entrañas, lo que producimos y lo que
creamos. La mayor cosa extraordinaria del mundo es que el hombre participa en
la creación divina. La más grande blasfemia y causa de desdicha es impedir a la
fuerza de la creación individual renovarse.
Si
respondemos con un « si » a la invitación de Dios, Él hará crecer lo que
poseemos en germen, Él mismo crecerá en nosotros, se hará intimo o aún más
íntimo en nuestro ser, para hacer surgir nuestra verdadera personalidad, que se
esconde bajo las máscaras y las heridas que la vida del mundo nos ha impuesto;
ya que nuestro verdadero yo es como una semilla sumergida profundamente en
nosotros.
Cuando
aceptamos como María a Cristo en nuestra vida, le permitimos actuar y
desarrollar un modo de existencia que no se limita a nuestro mundo temporal
sino que se inscribe desde ahora en la Eternidad.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para tres personas de Bogotá, Colombia: Germán A., de 58 años, quien se encuentra atravesando una situación
difícil desde lo sentimental, emocional y económico. Rogamos al Señor ilumine
su mente para que tome las decisiones acertadas que contribuyan a su
realización como persona y a la estabilidad de su vida futura. Y María Trinidad (Trini) A. y su esposo Carlos C. O., pues se han practicado
sendos estudios clínicos completos, con plena confianza en Jesús y la Santísima
Virgen, que los resultados saldrán bien y su salud seguirá bendecida por Dios.
Pedimos oración para Bárbara, de La Plata, Argentina, que hoy será sometida a una cirugía abdominal. La encomendamos a la Virgen Santísima, para que la acompañe e interceda ante Jesús por el éxito de la cirugía.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Noviembre 29
Cristo
es el que te pide que en la vida llegues a ser fermento que haga levantar la
masa, que la haga apta para formar un pan capaz de apagar el hambre del mundo
de hoy.
La
función y misión personal de María es esencialmente maternal: hace posible la
vida de Cristo en nosotros. Como Madre nuestra, nos la da diariamente -y nos la
aumenta-, de suerte que cada día vamos viviendo más y mejor.
María, que comuniquemos a los hombres la vida divina
y seamos así “fermento” en la masa de la humanidad.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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