PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3512 ~ Sábado 25 de Noviembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
José
Ingenieros fue un médico, psiquiatra, psicólogo, sociólogo, filósofo, escritor
y docente que nació en 1877 en Italia y falleció en 1925 en Buenos Aires. De
sus múltiples escritos, tan llenos de sabiduría, extraemos esta breve
motivación:
"Si
después de constantes esfuerzos los resultados son frustrantes y te golpean
fuerte, tienes razón en estar triste por tu trabajo malogrado. Pero no te eches
a morir ni bajes la guardia. ¡Ánimo! Y... ¡Adelante! Llevas mucho camino
andado. Sólo los constantes triunfan. El secreto de una vida meritoria no está
en los éxitos fáciles sino en el empeño perseverante al servicio del más alto
ideal. Asimila las experiencias y aprovéchalas para superarte. De todos los
caminos que conducen a la fortuna los más seguros son la constancia y el
trabajo"
¡Buenos días!
La paz interior
La
paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La
ambición desmedida, por ejemplo, puede entregarte de tal manera a una vida
inquieta y agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabas destruido por
dentro. Un mensaje de la Reina de la Paz para que aprecies y cultives la paz
interior.
“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a
orar por la paz. Queridos hijos, sin la paz, ustedes no podrán experimentar la
presencia de Jesús en su vida diaria. Por eso, oren al Señor de la Paz para que
él los proteja con su manto y para que
los ayude a comprender la grandeza y la importancia de la paz en sus
corazones. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Oren, porque
Satanás quiere destruir mis planes de paz. Reconcíliense unos con otros y, por
medio de sus vidas, ayuden a que la paz reine en toda la tierra. ¡Gracias por
haber respondido a mi llamado!”
La
paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que
perturban y agitan el cielo tranquilo de tu corazón. Hombres sabios que
sondearon su interior con la luz del Espíritu les han puesto nombre:
insatisfacción, ansiedad, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda,
abatimiento, impaciencia… Vigila y no les abras la puerta.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, acercándose a Jesús algunos de los saduceos, esos que sostienen
que no hay resurrección, le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que
si muere el hermano de alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su
hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete
hermanos; habiendo tomado mujer el primero, murió sin hijos; y la tomó el
segundo, luego el tercero; del mismo modo los siete murieron también sin dejar
hijos. Finalmente, también murió la mujer. Ésta, pues, ¿de cuál de ellos será
mujer en la resurrección? Porque los siete la tuvieron por mujer».
Jesús
les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen
a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los
muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, ni pueden ya morir, porque son
como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Y que los
muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama
al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios
de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven».
Algunos
de los escribas le dijeron: «Maestro, has hablado bien». Pues ya no se atrevían
a preguntarle nada. (Lc 20,27-40)
Comentario:
Hoy,
la Palabra de Dios nos habla del tema capital de la resurrección de los
muertos. Curiosamente, como los saduceos, también nosotros no nos cansamos de
formular preguntas inútiles y fuera de lugar. Queremos solucionar las cosas del
más allá con los criterios de aquí abajo, cuando en el mundo que está por venir
todo será diferente: «Los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel
mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni
ellas marido» (Lc 20,35). Partiendo de criterios equivocados llegamos a
conclusiones erróneas.
Si
nos amáramos más y mejor, no se nos antojaría extraño que en el cielo no haya
el exclusivismo del amor que vivimos en la tierra, totalmente comprensible a
causa de nuestra limitación, que nos dificulta el poder salir de nuestros
círculos más próximos. Pero en el cielo nos amaremos todos y con un corazón
puro, sin envidias ni recelos, y no solamente al esposo o a la esposa, a los
hijos o a los de nuestra sangre, sino a todo el mundo, sin excepciones ni
discriminaciones de lengua, nación, raza o cultura, ya que el «amor verdadero
alcanza una gran fuerza» (San Paulino de Nola).
Nos
hace un gran bien escuchar estas palabras de la Escritura que salen de los
labios de Jesús. Nos hace bien, porque nos podría ocurrir que, agitados por
tantas cosas que no nos dejan ni tiempo para pensar e influidos por una cultura
ambiental que parece negar la vida eterna, llegáramos a estar tocados por la
duda respecto a la resurrección de los muertos. Sí, nos hace un gran bien que
el Señor mismo sea el que nos diga que hay un futuro más allá de la destrucción
de nuestro cuerpo y de este mundo que pasa: «Y que los muertos resucitan lo ha
indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de
vivos, porque para Él todos viven» (Lc 20,37-38).
Rev. D. Ramon CORTS i Blay (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Catalina de Alejandría
Virgen y Mártir
No
tenemos noticias seguras sobre su vida. Según las leyendas y tradiciones, fue
una virgen y mártir de Alejandría en Egipto, de finales del siglo III o
principios del siglo IV. Era una joven cristiana llena de agudeza, de ingenio y
de sabiduría, no menos que de fortaleza de ánimo. Su cuerpo se honra con
piadosa veneración en el célebre monasterio del Monte Sinaí que lleva su
nombre. Desde el siglo IX su culto comenzó a extenderse por toda la Iglesia,
por lo que existen numerosas iglesias dedicadas a su nombre en todo el mundo, y
son muchas las entidades e instituciones que la tienen por patrona.
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que diste a tu
pueblo la virgen y mártir invicta santa Catalina, concédenos, por su
intercesión, ser fortalecidos en una fe constante y trabajar sin desmayo por la
unidad de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Palabras del Santo Padre Pío
“Sed
como pequeñas abejas espirituales, que no tienen en sus colmenas más que miel y
cera. Que vuestra casa, gracias a vuestra conversación, esté llena de dulzura,
de paz, de concordia, de humildad y de piedad […] Tienes que cultivar atentamente
ese corazón bien formado y no ahorrar nada que le pueda ser útil para su
felicidad. Y si es cierto que esto puede y debe hacerse en toda estación, es
decir, toda edad, la edad que tú tienes es la más apropiada”
Tema del día:
El Purgatorio
La
Iglesia Católica señala en el Catecismo que el purgatorio es una “purificación
final” que deben hacer para llegar al cielo todos aquellos “que mueren en la
gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están
seguros de su eterna salvación”.
Sin
embargo, se sabe poco de esta realidad y por ello presentamos siete cosas que
debes saber sobre su existencia y la forma de ayudar concretamente a quienes
están allí.
1.- Su existencia es mencionada en la Biblia
En
diversos pasajes de la Biblia se encuentran referencias sobre el purgatorio.
Están en Mt 12, 32; Lc. 12, 59; en Lc. 12, 59; en 1 Co. 3, 15; y 2 Mac 12,
44-4.
2.- Existe un museo que recoge 15 pruebas sobre su
existencia
En
Roma (Italia), cerca del Vaticano, se encuentra el Museo de las Almas del
Purgatorio que está dentro de la Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio. Fue
creado en 1897 por el P. Víctor Jouët, un sacerdote francés misionero del
Sagrado Corazón.
Allí
se exhiben 15 testimonios y objetos, como libros y vestimentas, que probarían
las “visitas” de estas almas a sus seres queridos para pedirles que recen por
ellas.
3.- Una Santa pudo ver el purgatorio
Santa
Faustina Kowalska recibió la gracia de poder ver el purgatorio, el cielo y el
infierno. Ella cuenta que una noche su Ángel de la Guarda le pidió que la
siguiera y se encontró en un lugar lleno de fuego y almas sufrientes. Ella les
preguntó qué era lo que más las hacía sufrir y le contestaron que era sentirse
abandonadas por Dios. Cuando salió, escuchó que la voz del Señor que le dijo:
“Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi Justicia”.
4.- La Virgen María consuela a las almas que están
allí
En
su visión sobre el purgatorio, Santa Faustina Kowalska notó que la Virgen María
visitaba a las almas que estaban allí y escuchó que estas la llamaban “Estrella
del Mar”.
Por
otro lado, la Madre de Dios le reveló a Santa Brígida que “no hay pena alguna
en el Purgatorio que, mediante mi auxilio, no se vuelva más suave y más fácil
de soportar”.
5.- Se puede ofrecer una indulgencia por un alma del
purgatorio
La
Indulgentiarum Doctrina (Norma 15) señala que un católico puede obtener una
indulgencia plenaria por un difunto “en todas las iglesias, oratorios públicos
o —por parte de quienes los empleen legítimamente— semipúblicos” y siguiendo
las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y
oración por las intenciones del Papa.
Cada
2 de noviembre se celebra la Fiesta de los Fieles Difuntos y ese día se puede
ganar una indulgencia plenaria para el alma de un ser querido, familiar o
amigo.
6.- Los santos escribieron oraciones por las almas
del purgatorio
San
Nicolás de Tolentino es conocido como el patrono de las almas del purgatorio
porque en vida los fieles le pedían que rezara por los difuntos debido a las
conversiones que obtenía.
Otros
santos que escribieron una plegaria para obtener la liberación de las almas del
purgatorio fueron San Agustín y Santa Brígida.
7.- Las almas del purgatorio pueden ser intercesores
Santa
Catalina de Siena decía que las almas del purgatorio que han sido libradas de
sus penas nunca se olvidarán de sus benefactores en la tierra e intercederán
por ellos ante Dios. Además, cuando esa persona llegue al cielo, ellas saldrán
a recibirlo.
Además
sus plegarias protegen a sus amigos de los peligros y los ayudan a superar
dificultades. Santa Catalina de Bologna expresó en una ocasión: "He
recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho más grandes de las
Santas Almas (del Purgatorio)".
San
Juan Masías era otro santo que tenía una gran devoción por las ánimas del
purgatorio y con sus oraciones, especialmente el Rosario, logró liberar a un
millón cuatrocientas mil. Como retribución, obtuvo extraordinarias y abundantes
gracias y ellas lo consolaron en su muerte.
© Aciprensa
Meditaciones
Las
penas del purgatorio son comparadas con las corrientes pues duran cierto
tiempo, a diferencia de las penas del infierno que no se terminan nunca, y son
comparadas con las corrientes marinas por su extrema amargura.
“Penetré
en las profundidades del abismo” (Si 24,8). Este abismo, nos cuenta San
Buenaventura, no es otro que el purgatorio donde María desciende para consolar
con su presencia a las almas que ahí se
encuentran.
La
Virgen no se contenta solamente con consolar y aliviar a sus servidores en el
purgatorio. Intercediendo por ellos, ella rompe sus cadenas y los libera de la
prisión.
Si
nosotros deseamos auxiliar las santas almas del purgatorio, no olvidemos
encomendarlas a la Virgen en todos nuestros actos de piedad y especialmente
recemos por ellas el Rosario que es tan eficaz.
San Alfonso María de Ligorio
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Los cinco minutos de María
Noviembre 25
La
Virgen se dio a sí misma y nos dio lo que amaba más que a su propia vida, su
Hijo Jesús, porque nos amaba entrañablemente; ese amor fue el que la invitó a
sufrir por nosotros y a entregar a su Hijo para que nosotros fuéramos salvados.
Su
amor fue un amor sincero y por lo tanto oblativo; el que ama, se da; María nos
amó como hijos y se nos dio como Madre.
Nuestra
Señora de la entrega, concédeme darme sin medida a los que me rodean.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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