PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3169 ~ Miércoles 26 de Octubre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Tienes
todas las condiciones para alcanzar lo que anhelas; en ti están todas las
posibilidades que puedas imaginar.
Apunta
siempre más alto de lo que crees que podrás alcanzar. Siempre descubrirás que
cuando libres tu talento en alas de tu imaginación, todo lo podrás alcanzar.
Por
el sendero de la vida cuando te ofrezcan ayuda o sabiduría, acéptalas con
gratitud. Mucho podrás aprender de
aquellos que ya recorrieron el camino. No temas ni titubees al salirte del
rumbo establecido y dirigir tus pasos hacia tu propio norte si el corazón te
dice que ese es el camino para ti.
No
dudes jamás que siempre triunfarás en lo que emprendas, pero no olvides jamás
las virtudes de la persistencia, la disciplina y la determinación. Entonces tu
destino será la cristalización de tus sueños en tu futuro.
Edmund
O´Neill
¡Buenos días!
El águila y los gallos
“No
cantes victoria antes de gloria”: este refrán enseña a no dejarse ofuscar por
un triunfo pasajero, que todavía necesita asegurarse bien. Este error cometes
si te entregas al descanso prematuramente, si descuidas la vigilancia, si
pierdes el estado físico o intelectual, si festejas antes de tiempo. Una fábula
de Esopo lo ilustra muy bien.
Dos gallos reñían por la preferencia de las gallinas;
y al fin uno puso en fuga al otro. Resignadamente se retiró el vencido a un
matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una
tapia alta dándose a cantar con gran estruendo. Pero no tardó un águila en
caerle encima y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se
quedó con todo el gallinero (Esopo).
El
refrán comentado se aplica también al combate espiritual, que terminará sólo
con la gloria del Cielo. Antes de esa hora debemos permanecer siempre en
vigilancia y oración, como Jesús enseña en el Evangelio, y lo ejemplificó con
la parábola del servidor a quien su señor al regresar lo encuentra velando. Don
Bosco decía: “¡Descansaremos en el Paraíso!”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba
hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les
dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos
pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre
la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo:
‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis
a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’, y
os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de
injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a
Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a
vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur,
y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y
hay primeros que serán últimos». (Lc 13,22-30)
Comentario:
Hoy,
camino de Jerusalén, Jesús se detiene un momento y alguien lo aprovecha para
preguntarle: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Quizás, al
escuchar a Jesús, aquel hombre se inquietó. Por supuesto, lo que Jesús enseña
es maravilloso y atractivo, pero las exigencias que comporta ya no son tan de
su agrado. Pero, ¿y si viviera el Evangelio a su aire, con una “moral a la
carta”?, ¿qué probabilidades tendría de salvarse?
Así
pues, pregunta: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Jesús no acepta este
planteamiento. La salvación es una cuestión demasiado seria como para
resolverla mediante un cálculo de probabilidades. Dios «no quiere que alguno se
pierda, sino que todos se conviertan» (2Pe 3,9).
Jesús
responde: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos
pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre
la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo:
‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’» (Lc 13,24-25).
¿Cómo pueden ser ovejas de su rebaño si no siguen al Buen Pastor ni aceptan el
Magisterio de la Iglesia? «¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes» (Lc 13,27-28).
Ni
Jesús ni la Iglesia temen que la imagen de Dios Padre quede empañada al revelar
el misterio del infierno. Como afirma el Catecismo de la Iglesia, «las
afirmaciones de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito
del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe
usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo
tiempo un llamamiento apremiante a la conversión» (n. 1036).
Dejemos
de “pasarnos de listos” y de hacer cálculos. Afanémonos para entrar por la
puerta estrecha, volviendo a empezar tantas veces como sea necesario, confiados
en su misericordia. «Todo eso, que te preocupa de momento —dice san Josemaría—,
importa más o menos. —Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te
salves».
* Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)
Santoral Católico:
San Evaristo
Papa y Mártir
San
Evaristo sucedió a Clemente en la sede romana durante el reinado de Trajano. Gobernó
la Iglesia alrededor de 8 años y fue el cuarto sucesor de San Pedro. Se le da
el título de mártir, por más que su martirio no esté probado. Fue enterrado
cerca del sepulcro de San Pedro, en el Vaticano.
© Aciprensa
Palabras del Papa Francisco
“Por
muchos aspectos, la oración del Rosario es la síntesis de la historia de la
misericordia de Dios que se transforma en historia de salvación para quienes se
dejan plasmar por la gracia […] La oración del Rosario no nos aleja de las
preocupaciones de la vida; por el contrario, nos pide encarnarnos en la
historia de todos los días para saber reconocer en medio de nosotros los signos
de la presencia de Cristo […] Cuando acogemos y asimilamos dentro de nosotros
algunos acontecimientos destacados de la vida de Jesús, participamos de su obra
de evangelización para que el Reino de Dios crezca y se difunda en el mundo”
Tema del día:
La felicidad nunca se va
La
felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar oscurecida, pero nunca se va
porque tú eres felicidad.
La
felicidad es tu esencia, tu estado natural
y, por ello, cuando algo se interpone, la oscurece, y sufres por miedo a
perderla.
Te
sientes mal, porque ansías aquello que eres.
Es
el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace
sufrir. No has de apegarte a ninguna
cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el
miedo es un impedimento para amar.
El
responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el
conflicto, el apego y no el conflicto, es lo que te hace sufrir.
Es
el miedo a la imagen, que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su
amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo
a que la imagen de ti, la que tú sueñas que él tenga de ti, se rompa.
Todo
tiempo es un impedimento para que al amor surja. Y el miedo no es algo innato
sino aprendido. El miedo es provocado por lo que no existe. Tienes miedo porque
te sientes amenazado por algo que ha registrado la memoria.
Todo
hecho que has vivido con angustias, por unas ideas que te metieron, queda
registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situación que te lo
recuerda.
No
es la nueva situación la que le llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras
situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que
no has sabido resolver.
Si
despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el
miedo no se volverá a producir, porque eliminarás el recuerdo.
Autor: Anthony de Mello
Sacerdote, jesuita revoltoso, contador de cuentos y meditador sorprendente
Anthony
de Mello es un personaje inclasificable, pero que irá encontrando su lugar con
el transcurso del tiempo. Nacido en India en 1931, y fallecido en Nueva York en
1987 -dónde estaba impartiendo un curso-, se formó como sacerdote jesuita en su
India natal, para pasar a abrir un centro de orientación pastoral en Lonavla,
al mismo tiempo que escribía su primer libro sobre temas de meditación y
ejercicios espirituales.
De
mente inquieta y casi revolucionaria, De Mello prosiguió su formación personal
interesándose por diversas tradiciones religiosas asiáticas y del Medio
Oriente. Captó enseguida que los cuentos y los pequeños relatos -nacidos en la
profunda noche de los tiempos, como una forma de transmisión de enseñanzas-,
seguían siendo tan útiles y necesarios hoy en día como lo habían sido siempre.
Es por ello que muchos de los libros que siguió escribiendo De Mello fueron una
recopilación y adaptación de estas enseñanzas de origen sufí y zen, relatos del
medio oriente, dichos y hechos que aparecen en las leyendas hindúes, y también
de las mismas enseñanzas cristianas y judías.
El
común denominador entre todos estos cuentos breves -generalmente de una sola
página- es su cualidad paradójica. Con ello, Toni pretendía ofrecer un
revulsivo a las personas que sentían un interés en la espiritualidad, pero que
tenían las mentes adormecidas: consciente del embotamiento que había producido
en el cristianismo occidental décadas de formalismo moral y doctrinal, sabía
que para que la fuente de los prodigios brotara de nuevo hacía falta remover
los rescoldos del fondo del pozo. Y este es el efecto que producen sus
narraciones: una confusión paradójica que apunta a un despertar.
Tarde
o temprano estas enseñanzas tradicionales -y revolucionarias- encontraron sus
detractores, que acusaron a De Mello de olvidar el aspecto formal de la
religión cristiana para lanzarse a una exploración sin límites que diluía las
enseñanzas de unas y otras religiones. Algo de cierto habrá en ello, pues
algunos cuentos apuntan a un lugar que va más allá de la doctrina: abren un
espacio al misticismo, en el que encuentran su fuente diversas tradiciones
espirituales. Aun así, y quizás por este motivo, la aceptación popular de sus libros
ha sido más que fenomenal: han sido traducidos a más de 40 idiomas de todo el
mundo, y muchas personas -cristianas o agnósticas-, han reconocido que Anthony
de Mello tendió un puente espiritual entre oriente y occidente, un puente que
tiene circulación en ambos sentidos.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por Federico, joven
deportista de Córdoba, Argentina, que en un partido de rugby sufrió una grave
lesión en la columna cervical, ha sido operado y ahora afronta un largo período
de recuperación para poder volver a su vida normal. Que el buen Jesús lo lleve
de la mano en todo el tiempo que tenga que pasar hasta volver a la normalidad.
Pedimos
oración para Vilma V. y su familia.
Ellos viven en Puerto Rico y tienen la custodia de tres nietos pequeños, de 8,
7 y 5 años, por lo que necesitan la fortaleza física y espiritual para cumplir
con su misión de cuidarlos y educarlos para que crezcan como personas sanas y
útiles para la sociedad.
Pedimos oración para estas
personas de México: Emilia y su bebita,
para que sanen completamente; María
Elena, para que la misericordia de Dios la acompañe; y Marisol, para que todo marche bien en su vida. Las dejamos en las
manos de nuestra Señora de Guadalupe.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Octubre 26
Cuando
el grano de uva es deshecho por la prensa que lo tritura, se convierte en jugo
dulce y vitalizador.
Cuando
la aceituna pasa por el molino, se hace aceite suave y acariciante.
El
dolor nos ayuda a comprender a los demás y sirve como bálsamo sobre los
desgarros y heridas de todos.
Es
bello vivir una vida difícil, pero con la sencillez del ambiente diario; a cada
acto difícil, a cada momento arduo, pongamos el beso de la sencillez.
Las
horas más difíciles de nuestra vida son las que mejor nos moldean; las
dificultades tallan la verdadera personalidad de cada uno de nosotros.
Así,
no te acostumbres a quejarte de las cosas que a diario te suceden; más bien
acostúmbrate a ir subiendo la cuesta del cumplimiento de tu deber, repechando
sus empinadas laderas y entonando al mismo tiempo un canto a tu cruz.
“Esta es la Alianza que haré con ellos, después de
aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en
su conciencia, y no me acordaré de sus pecados” (Heb 10,16-17.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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