PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3156 ~ Jueves 13 de Octubre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Con
una inédita "semana brocheriana" en Roma, el Vaticano se prepara para
la histórica canonización del cura gaucho
José Gabriel Brochero, que el próximo domingo se convertirá en el primer santo que
nació, vivió y murió en Argentina. También en su provincia de Córdoba hay
variadas manifestaciones de fe y de júbilo popular por la inminente
canonización, viviéndose con intensidad la preparación con encuentros, charlas,
películas, caminatas y cabalgatas a través de las sierras, y una gran vigilia
que congregará a los fieles desde la noche del sábado, tanto en la ciudad
capital como en Villa Cura Brochero (centro de su acción apostólica y
misionera) y en su poblado natal, Villa Santa Rosa de Río Primero.
Por
tal motivo, dedicamos esta y otras ediciones venideras de “Pequeñas Semillitas”
a resaltar la figura de este pastor gaucho tan querido en Córdoba y en
Argentina toda.
¡Buenos días!
Sé responsable con tu dinero
La
codicia es la idolatría del dinero, es un deseo de poseer sin límites que puede
llevar a la explotación del prójimo, o a no compartir los bienes con los
necesitados. Tan perjudicial es una carencia como un exceso. La felicidad está
en disfrutar de lo que tenemos, y no en desear lo que no podemos tener.
Salda tus deudas. Intenta pagar siempre que puedas al
contado; gastarás menos. Haz ajustes para vivir dentro de tus posibilidades.
Analiza y recorta tus gastos. Calcula cuánto podrías ahorrarte si no compraras
ciertos productos de marca. Que tu austeridad sea desde la alegría. Motívate
con un compromiso solidario: lo que te sobra es lo que otra persona necesita
para llevar una vida digna (Juan Yzuel).
“Con
el dinero puedes comprar una casa, pero no un hogar; una cama, pero no el
sueño; un libro, pero no la sabiduría; la compañía, pero no el amor; la
diversión, pero no la alegría; un crucifico, pero no la fe; un magnífico ataúd,
pero no un lugar en el cielo. Preocúpate primero por las cosas de Dios. No
siempre te dará todo lo que pidas, pero siempre te dará todo lo que necesitas”.
Sabias orientaciones.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros
de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis
de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y
vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les
enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que
se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada
desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de
Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se
pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis
llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando
se lo habéis impedido».
Y
cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle
implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar
alguna palabra de su boca. (Lc 11,47-54)
Comentario:
Hoy,
se nos plantea el sentido, aceptación y trato dado a los profetas: «Les enviaré
profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» (Lc 11,49). Son
personas de cualquier condición social o religiosa, que han recibido el mensaje
divino y se han impregnado de él; impulsados por el Espíritu, lo expresan con
signos o palabras comprensibles para su tiempo. Es un mensaje transmitido
mediante discursos, nunca halagadores, o acciones, casi siempre difíciles de
aceptar. Una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta
molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente, y es incómodo para
su entorno, que hoy, gracias a Internet o los satélites, puede extenderse a
todo el mundo.
Los
contemporáneos del profeta pretenden condenarlo al silencio, lo calumnian, lo
desacreditan, así hasta que muere. Llega entonces el momento de erigirle el
sepulcro y de organizarle homenajes, cuando ya no molesta. No faltan
actualmente profetas que gozan de fama universal. La Madre Teresa, Juan XXIII,
Monseñor Romero... ¿Nos acordamos de lo que reclamaban y nos exigían?, ¿ponemos
en práctica lo que nos hicieron ver? A nuestra generación se le pedirá cuentas
de la capa de ozono que ha destruido, de la desertización que nuestro
despilfarro de agua ha causado, pero también del ostracismo al que hemos
reducido a nuestros profetas.
Todavía
hay personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que
lo comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les
permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el
paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal
vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡Ay de vosotros, los legistas, que
os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que
están entrando se lo habéis impedido» (Lc 11,52).
Ahora,
como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para
desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder?
«No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos
humanos» (San Juan Crisóstomo).
* Rev. D. Pedro-José YNARAJA i Díaz (El Montanyà,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
Beata Alejandrina María da Costa
Laica (1904-1955)
Nació
en Balasar (Oporto, Portugal) el año 1904. Estaba dotada de un temperamento
feliz y comunicativo. En 1918, para salvar su pureza amenazada por un hombre,
no dudó en tirarse por la ventana desde una altura de cuatro metros,
lastimándose la columna vertebral. Su parálisis fue progresando hasta que, en
1925, quedó postrada en cama. Hasta 1928 no dejó de pedirle al Señor, por
intercesión de la Virgen, la gracia de la curación, pero luego comprendió que
el sufrimiento era su vocación y la abrazó con prontitud. Se remontan a este
período los primeros fenómenos místicos extraordinarios, cuando Alejandrina
inició una vida de grande unión con Jesús en los Sagrarios, por medio de María
Santísima. Llegaron los éxtasis relativos a la Pasión del Señor. Desde 1942
Alejandrina dejó de alimentarse, viviendo sólo de la Eucaristía. En medio de
sus sufrimientos se interesaba por los pobres y por sus parroquianos. Murió en
Balasar el 13 de octubre de 1955, aniversario de la última aparición de la
Virgen de Fátima, de la que era muy devota. Fue beatificada el año 2004.
© Directorio Franciscano
Palabras del Cura Brochero
"La
hostia consagrada es un milagro de amor, es un prodigio de amor,
es
una maravilla de amor, es un complemento de amor,
y
es la prueba más acabada de su amor infinito
hacia
mí, hacia ustedes, hacia el hombre"
Biblioteca de archivos
Recuerda
que en la página (blog) de "Pequeñas Semillitas" y también en
"Juan Pablo II inolvidable", en la columna lateral derecha, hay un
enlace con la misma imagen que ves arriba de este escrito, desde donde se
ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando allí encontrarás una selección
de los mejores artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o
descargar a tu computadora.
Entre
los archivos de texto (pdf) están en forma completa los documentos papales:
"Lumen Fidei", "Evangelii Gaudium", "Misericordiae Vultus" y "Laudato Si". También está el Diario
de Santa Faustina y hay enlaces para ver películas con la vida de grandes
santos de la Iglesia.
Biblioteca
de archivos: http://pequesemillitas.wix.com/bibliotecadearchivos
Temas del día:
Vida y obra del Cura Brochero
José
Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Santa Rosa de Río
Primero, Córdoba, República Argentina.
Entró
al Seminario Mayor de Córdoba, “Nuestra Señora de Loreto”, el 5 de marzo de
1856, cuando tenía 16 años. Un amigo suyo escribió: “Muchas veces le he oído contar [a Brochero] que la constante
preocupación de su juventud fue el sacerdocio… No sabía qué vocación seguir: la
laical o la sacerdotal… Su espíritu fluctuaba y su corazón sufría con esta
indecisión. Un día, dominado por esta preocupación, asistió a un sermón en que
se bosquejaron las exigencias y sacrificios de una y otra… y apenas concluyó de
escucharlo, la duda ya no atormentaba su alma, y ser sacerdote era para él una
resolución inquebrantable” (CÁRCANO, RAMÓN J., José Gabriel Brochero, en:
Periódico Los Principios, Córdoba, 30 de enero de 1916.)
Es
ordenado presbítero el 4 de noviembre de 1866 por el Obispo Vicente Ramírez de
Arellano. El 10 de diciembre del mismo año celebra su primera misa en la
capilla del Colegio Seminario “Nuestra Señora de Loreto”, cuando ésta se
encontraba en la casa detrás de la Catedral, donde hoy se encuentra la
Plazoleta del Fundador.
En
diciembre de 1869 asume el Curato de San Alberto, siendo San Pedro la villa que
hacía de cabecera en aquel departamento. Por aquel tiempo el extenso Curato de
San Alberto (de 4.336 kilómetros cuadrados) contaba con poco más de 10.000
habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas,
desperdigados por las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. Era
triste el estado moral y la indigencia material de la gente. El corazón
apostólico de Brochero no se desanima, sino que desde ese momento dedicará su
vida toda no sólo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus
habitantes.
Al
año siguiente de llegar, comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba, para
hacer los Ejercicios Espirituales ignacianos recorriendo unos 200 kilómetros
cruzando las sierras. Dicha travesía requería tres días a lomo de mula y las
caravanas muchas veces superaban las quinientas personas. Más de una vez fueron
sorprendidos por fuertes tormentas de nieve. Al regresar, luego de nueve días
de silencio, oración y penitencia sus feligreses iban cambiando de vida,
siguiendo el Evangelio y buscando el desarrollo económico de la zona.
En
1875, con la ayuda de sus feligreses, comenzó la construcción de la Casa de
Ejercicios de la entonces Villa del Tránsito (localidad que hoy lleva su nombre:
Villa Cura Brochero). Fue inaugurada en 1877 con tandas que superaron las 700
personas, pasando por la misma, durante su ministerio parroquial, más 40.000
personas. También construyó la casa para las religiosas, el Colegio de niñas y
la residencia para los sacerdotes.
Con
sus feligreses construyó más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias,
fundó pueblos y se preocupó por la educación de todos. Solicitó ante las
autoridades y obtuvo mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas.
Proyectó el ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra uniendo
Villa Dolores y Soto para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en que se
encuentran, “abandonados de todos pero no por Dios”, como solía repetir.
“Un sacerdote que vivió una verdadera pasión por el
evangelio que testimonió y transmitió en medio de una considerable
transformación cultural en nuestro país después de los acontecimientos de la
organización nacional. Sin ingenuidad, pero también sin ceder a lamentos o
enfrentamientos estériles se dedicó con empeño y con espíritu constructivo a la
maravillosa tarea de la evangelización. De su pasión por el evangelio brotaba
también su pasión por sus hermanos y el deseo de brindarles las condiciones de
una vida digna. Por eso trabajó incansablemente por levantar templos o
capillas, la casa de ejercicios espirituales en la Villa del Tránsito, escuelas
y otras obras que aseguraran a todos una existencia que mereciera el título de
humana y cristiana.” (Mons. Carlos Ñáñez, Arzobispo
de Córdoba, homilía Misa Crismal 1º de abril de 2010).
Pocos
días después de su muerte, el diario católico de Córdoba escribe: “Es sabido que el Cura Brochero contrajo la
enfermedad que lo ha llevado a la tumba, porque visitaba largo y hasta abrazaba
a un leproso abandonado por ahí”. Debido a su enfermedad, renunció al
Curato, viviendo unos años con sus hermanas en su pueblo natal. Pero
respondiendo a la solicitud de sus antiguos feligreses, regresó a su casa de
Villa del Tránsito, muriendo leproso y ciego el 26 de enero de 1914.
El
proceso de canonización se inició en la década de 1960. Fue declarado venerable
por el papa Juan Pablo II en 2004. Fue beatificado en la pequeña localidad
cordobesa de Villa Cura Brochero el 14 de septiembre de 2013, luego de que se
comprobara su intercesión milagrosa ante el niño Nicolás Flores, que estuvo al
borde de la muerte con pérdida de masa ósea del cráneo y masa encefálica como
resultado de un accidente automovilístico sufrido en Falda del Cañete (Córdoba).
La
recuperación de la niña sanjuanina Camila Brusotti luego de haber sido golpeada
por su madre y su padrastro y de sufrir un infarto masivo en el hemisferio
cerebral derecho, se consideró como un hecho extraordinario por parte de una
junta de siete médicos, y como un milagro por parte de un tribunal eclesiástico
de Roma. Según la Comisión Teológica, ese hecho se produjo por la intercesión
de Brochero. El 22 de enero de 2016 el papa Francisco firmó el decreto que
confirma un segundo milagro, y el consistorio celebrado el 15 de marzo de 2016
fijó la fecha de su canonización: este próximo domingo 16 de octubre. Así, el
cura Brochero se convertirá en la
primera persona canonizada que nació y murió en este país.
* Fuente: Seminario Mayor de Córdoba
El rincón del lector
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hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón del lector” destinada a dar cabida a los mensajes,
opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han
podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en
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vamos a mantener esta sección para los que deseen expresarse por esta vía. Para
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nadie.
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medida que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán
réplicas o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.
Los cinco minutos de Dios
Octubre 13
Todos
pedimos y todos esperamos conseguir lo que pedimos: mejoras, confort,
comodidades, excepciones...
Todos
pedimos y son pocos los que dan.
Son
pocos los que imitan a Cristo, cuyas manos nunca pidieron y siempre dieron; y
porque siempre dieron, se le fueron gastando de tal forma, que hasta se le
llegaron a perforar.
Nuestras
manos, a semejanza de las suyas, también pueden gastarse y hasta romperse de
tanto dar; dar consuelo, dar ayuda, dar comprensión, dar fuerza, dar, dar y
siempre dar.
Es
la mejor manera de realizarse uno mismo, aún a costa de que se nos perforen las
manos, como las de Cristo.
No
debemos contentarnos con dar, ni aún con darnos esporádicamente; debemos estar
en constante disposición y actitud de darnos; debemos hacer del
"darnos" algo así como una especie de estado de vida.
“¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca
su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor!... ¡Bendito el
hombre que confía en el Señor y en Él tiene puesta su confianza, es como árbol
plantado al borde del agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme
cuando viene el calor…” (Jer 17, 5-8). El verdadero hijo de Dios no teme, ni
aun cuando oiga rugir la tempestad. Sabe que está en Dios y que en Él encuentra
seguridad.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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