PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3162 ~ Miércoles 19 de Octubre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi
buen Jesús, sé que me quieres feliz, que me bendices y en todo momento me haces
llegar tu amor de distintas maneras, a través de manifestaciones, detalles y
gestos en los otros y en las acciones de mi vida misma. No hago más que dar
gracias por todo lo que haces en mi vida y por todas las oportunidades que me
brindas para ser feliz y hacer feliz a los míos. Te suplico que me ayudes a
actuar de manera coherente con la fe, aunque eso signifique que sufra de
rechazos y habladurías. Seguirte no es sencillo, Tú mismo lo has advertido y
hasta dices que seremos odiados por tu nombre. Somos como ovejas en medio de
lobos en esta vida, pero Tú nos consuelas y nos dices que aquel que persevere
hasta al final se salvará. Creo en tu promesa, en tu fidelidad y en tu
protección, es tu promesa de amor, por ello, confiado en tu Palabra, proclamaré
siempre tu nombre y tus obras a donde vayan mis pasos, y es que mi corazón ya
no puede contener la alegría de tenerte, de adorarte, de proclamarte. Dame la
fuerza y tu poder para vencer los miedos y estar libre de angustias. Guía
corazón y mi mente con el Espíritu Santo, esa presencia poderosa contenida en
tus tres divinas personas que ilumina nuestras vidas y nos hace ser personas
decididas y valientes en la fe. Te amo Jesús, aunque camine por sendas oscuras,
no vacilare ni temeré, porque tu fuerza y tu poder están conmigo y me infundes
confianza. Amén
¡Buenos días!
Vida sencilla
A
veces la vida del hombre moderno corre inquieta, agitada por la locura de tener
más y más. Ganarás en paz y serenidad de espíritu cuando reduzcas esas
necesidades ficticias que nos imponen los que sólo anhelan vender más.
Como buen filósofo que era, Sócrates creía que la
persona sabia viviría por intuición natural de manera sencilla. Él mismo ni
siquiera llevaba zapatos; sin embargo, una y otra vez cedía al atractivo de la
plaza del mercado y solía acudir allí a ver las mercancías que se exhibían.
Cuando un amigo le preguntó la razón, Sócrates le dijo: —Me encanta ir allí y
descubrir que soy perfectamente feliz, sin tantas bagatelas superfluas.
¿No
podrías simplificar tu vida, volviéndola más sencilla, para dedicarte a tus
aspiraciones profundas? El salmista nos informa que ha llegado a “acallar y
moderar sus deseos como un niño en brazos de su madre; ya no pretende grandezas
que superan su capacidad, ni fomenta ambiciones desmedidas” (131).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a
qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También
vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo
del hombre».
Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?».
Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien
el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración
conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre
haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se
pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a
emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el
momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.
»Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni
ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y
hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le
reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más». (Lc
12,39-48)
Comentario:
Hoy, con la
lectura de este fragmento del Evangelio, podemos ver que cada persona es un
administrador: cuando nacemos, se nos da a todos una herencia en los genes y
unas capacidades para que nos realicemos en la vida. Descubrimos que estas
potencialidades y la vida misma son un don de Dios, puesto que nosotros no
hemos hecho nada para conseguirlas. Son un regalo personal, único e
intransferible, y es lo que nos confiere nuestra personalidad. Son los
“talentos” de los que nos habla el mismo Jesús (cf. Mt 25,15), las cualidades
que debemos hacer crecer a lo largo de nuestra existencia.
«En el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (Lc 12,40), acaba
diciendo Jesús en el primer párrafo. Nuestra esperanza está en la venida del
Señor Jesús al final de los tiempos; pero ahora y aquí, también Jesús se hace
presente en nuestra vida, en la sencillez y la complejidad de cada momento. Es
hoy cuando, con la fuerza del Señor, podemos vivir su Reino. San Agustín nos lo
recuerda con las palabras del Salmo 32,12: «Dichosa la nación cuyo Dios es el
Señor», para que podamos ser conscientes de ello, formando parte de esta
nación.
«También vosotros estad preparados» (Lc 12,40), esta exhortación representa una
llamada a la fidelidad, la cual nunca está subordinada al egoísmo. Tenemos la
responsabilidad de saber “dar respuesta” a los bienes que hemos recibido junto
con nuestra vida. «Conociendo la voluntad de su señor» (Lc 12,47), es lo que
llamamos nuestra “conciencia”, y es lo que nos hace dignamente responsables de
nuestros actos. La respuesta generosa por nuestra parte hacia la humanidad,
hacia cada uno de los seres vivos, es algo justo y lleno de amor. * Rev. D. Josep Lluís SOCÍAS i Bruguera (Badalona,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Pablo de la Cruz
Presbítero y Fundador de los Pasionistas
[Murió
el 18 de octubre y su memoria se celebra el 19 del mismo mes]. Nació en Ovada
(Liguria, Italia) el año 1694. De joven fue soldado y ayudó a su padre en su
profesión de mercader. Movido por el deseo de perfección, renunció a todo y
comenzó a servir a pobres y enfermos, a la vez que se mortificaba con duras
penitencias. En 1720 el obispo de Alessandria lo revistió de la túnica negra de
los ermitaños, y se retiró a Castellazzo. Ordenado de sacerdote en Roma el año
1727, trabajó con intensidad creciente por la salvación de las almas, fundando
casas de su congregación, en la que se conciliaba la vida eremítica con la
predicación apostólica. Fue misionero popular, director de almas, propagador de
la devoción a la Pasión del Señor. En una sociedad escéptica como la suya,
volvió a poner en primer plano el misterio de la Cruz. En 1771 se abrió la
primera casa de las religiosas pasionistas. Murió en Roma el 18 de octubre de
1775.
Oración: Concédenos, Señor, que san Pablo de la Cruz,
cuyo único amor fue Cristo crucificado, nos alcance tu gracia, para que,
estimulados por su ejemplo, nos abracemos con fortaleza a la cruz de cada día.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“Oración
por la paz:
Señor
Jesús, por tu gloriosa pasión,
vence
la dureza de los corazones,
prisioneros
del odio y del egoísmo;
por
el poder de tu resurrección,
arranca
de su condición
a
las víctimas de la injusticia y de la opresión;
por
la fidelidad de tu venida,
confunde
a la cultura de la muerte
y
haz brillar el triunfo de la vida”
Tema del día:
Cuatro clases de perdón
1) Para saber
Jesús
nos invita a ser misericordiosos, como Dios Padre es misericordioso. Señala el
Papa Francisco que no se trata de un slogan, sino de un compromiso de vida.
Para comprender mejor esta expresión, podemos confrontarla con la otra
invitación de Jesús a ser perfectos como es perfecto el Padre que está en el
cielo (cfr. Mt 5,48). ¿En qué radica esa perfección? Consiste en amar y, por
tanto, en ser misericordiosos.
Se
pregunta el Papa: ¿Una persona que no es misericordiosa es perfecta? Y responde
enfáticamente: ¡No! Y ¿Una persona que no es misericordiosa es buena? ¡No! La
bondad y la perfección radican en la misericordia.
Mirar
la perfección de Dios nos puede hace sentir su imposibilidad, pero al mirar a
Dios como misericordioso, podemos verlos más accesible y animarnos a ser
también misericordiosos.
2) Para pensar
Se
dice que puede haber cuatro clases de perdón.
Primero
es perdonarse a uno mismo. Sucede que al no ser todavía perfectos, hemos
cometido hechos que nos humillan y avergüenzan y pueden producir desilusión.
Perdonarnos a nosotros mismos consistirá en aceptar nuestra condición de ser
humano. Aceptar con humildad que fallamos. Y así, podemos seguir caminando, sin
detenernos en el pasado lamentándonos. Así nos liberamos de pretender obtener
la perfección ahora mismo, sino caminamos en un camino de perfección que se
alcanzará en la Vida eterna por la gracia de Dios.
El
segundo perdón, es el de perdonar a los demás. Cuando no perdonamos a alguien,
nos atamos a esa persona, perdiendo libertad. Es un acto de caridad perdonar a
los que nos hirieron. Además, si Dios nos ha perdonado, ¿por qué no debo
perdonar a los demás? ¿Acaso soy más grande de Dios?
El
tercero es perdonar a Dios. No es que Dios se equivoque, sino que en ocasiones
somos nosotros, que por nuestra ignorancia y orgullo, le echamos la culpa
injustamente a Dios y creemos que nos ha fallado, que se ha olvidado de
nosotros, cuando realmente nunca ha dejado de amarnos y de ver por nuestro
mejor bien. Si estamos enojados con Dios, habría que cambiar de actitud y dejar
de ser necios, porque Él quiere siempre lo mejor para nosotros. “Perdonarlo”
significará reconocer su bondad y nuestro desatino al enfadarnos.
Y
el cuarto perdón es el de Dios. Muchas veces le fallamos a Dios. Y aunque es
juez, la Justicia misma, más que juzgarnos, nos perdona cuando se lo pedimos
sinceramente y con contrición. El Papa Francisco ha dicho que perdonar es lo
que más le gusta hacer a Dios, pues es una manera de amarnos. A tal extremo
llegó su amor, que nos entregó a su Hijo para que pudiéramos ser perdonados. La
muerte de Jesús en la cruz es el culmen de la historia de amor de Dios con el
hombre. Además, nos perdona todo, la misericordia de Dios es infinita.
3) Para vivir
Perdonar
significa ser generosos. La misma palabra perdón, deriva de per-don, es un
sorprenderse de tal don.
El
camino a la santidad es de amor, y una de sus facetas, es perdonar. Los santos
son quienes se han dejado llenar el corazón con la divina misericordia. Vivamos
imitando esa misericordia.
El
Papa Francisco afirma que la misericordia significa perdonar y donar. Se ha
comentado el perdón, para la próxima meditaremos sobre el donar.
*
Pbro. José Martínez Colín
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por la salud del cura párroco franciscano Ángel Gabriel G., 68 años de edad, de Parroquia San Lorenzo Mártir
de la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina... quien el domingo se sintió
mal al finalizar la Santa Misa matinal en dicha Parroquia y debió ser internado
en la ciudad de Rosario, donde permanece aislado y esperando resultados de los
estudios siguen intensivos que le están haciendo.
Pedimos
oración por varias personas que residen en Colombia: Luz María, que sigue sufriendo su crónico y doloroso padecimiento;
su esposo Alfonso, su hija Goretti, su hijo Javier que unido a Jennifer
tienen un niño (Guillermo) de un
añito… Oramos por toda esta familia, por salud física y espiritual, por conversión
plena, y para que Jesús los colme de bendiciones. También rezamos por el señor William, que está afectado de síndrome
de Guillain Barré, para que Dios misericordioso le conceda poder recuperarse.
Finalmente pedimos por la familia de Carlos
C. O., su esposa Trini, sus
hijos Carlos y María Paula, y su mamá Carlota,
rogando para ellos que el Señor derrame todas las gracias celestiales.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Octubre 19
¿Has
pensado alguna vez en la maravilla que son tus ojos? En ellos cabe todo el
universo, con ellos abarcas la inmensidad, pues puedes posarlos en la flor que
crece a tu paso y en las estrellas que voltean sobre tu cabeza.
En
esa pequeña flor, lo mismo en esas estrellas... en las nubes arreboladas, lo
mismo que en las montañas cubiertas con el turbante de la nieve bruñida, debes
contemplar la grandeza de Dios, que pudo hacer la violeta humilde e
insignificante y la montaña majestuosa.
Cada
lucero en la noche es como una volada de amor que se asoma al ventanal de la creación.
Cada estrella es una firma divina sobre el pergamino del cielo.
Es
bueno que nos acostumbremos a saber leer las firmas de Dios en todo lo que nos
rodea; al fin, Dios lo escribió para nosotros.
“Exaltado por el poder de Dios, Él ha recibido del Padre el Espíritu Santo
prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen” (Hch 2,33). También en
ti derramará Dios su Espíritu, si es que sabes disponerte con verdadera
humildad; y con el Espíritu de Dios podrás hacer y decir cosas que nunca
soñaste.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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