PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 10 - Número 2658 ~ Sábado 18 de Abril de 2015
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Gabriela Bossis (1874-1950), actriz, escritora y mística
francesa, escribió lo que copio a continuación:
“Vive sólo para mí. Cuando hables, que se vea bien que lo
único que te importa soy Yo. No temas mencionar mi nombre en la conversación,
pues todos, sin saberlo, tienen necesidad de mí. Y el Nombre de Dios puede
suscitar el bien en las almas. Trata de adquirir este hábito y Yo te ayudaré.
Vendrán a ti para oír hablar de mí. ¿Qué podrías temer, si Yo me tomo la parte
más grande de tu trabajo? Que te dé placer sembrar mi Nombre en las palabras
que pronuncias; como una tierna reparación por el dolor que me causan todos
aquéllos que quieren borrarme en todas partes, aún en el alma de los niños
pequeños. Siembra mi Nombre. Yo daré el crecimiento”. (“Él y yo”, n° 738)
¡Buenos días!
El águila y la zorra
La fidelidad es
un valor que hoy por hoy anda rebajado y atenuado. No hay compromisos firmes.
No pocos cambian de esposa como se deja una camiseta por otra. Señal de
inmadurez e inconsistencia. Madurez es la capacidad de tomar una decisión y
sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin
no hacer nada. Madurez significa confiabilidad, mantener la propia palabra,
superar las crisis.
Un águila y una zorra que eran amigas
decidieron vivir juntas para ayudarse. El águila eligió un árbol elevado para
poner allí sus huevos, mientras que la zorra crió a sus hijos bajo unas zarzas
junto al mismo árbol. Un día la zorra salió a buscar alimento. El águila,
acosada por el hambre, bajó a las zarzas, atrapó los zorritos y con sus crías
se dieron un banquete. Al regresar la zorra, le dolió más no poder vengarse que
la muerte de sus pequeños. ¿Cómo podría ella alcanzar a un ave voladora? Se
consoló maldiciendo de lejos a su ahora enemiga. Al poco tiempo mientras unos
pastores sacrificaban una cabra, el águila cayó sobre ella y se llevó una
víscera humeante, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento que transmitió
el fuego a las pajas, ardiendo también los aguiluchos que aún no sabían volar.
Cayeron al suelo, la zorra corrió y se los devoró uno tras otro, ante los ojos
de su enemiga.
En la base de
esas decisiones firmes que dan continuidad a los esfuerzos, hay siempre serias
y sólidas motivaciones. Esto requiere tiempo de reflexión para medir el alcance
del compromiso, la propia capacidad de superar crisis, y el auténtico valor de
la meta que nos atrapa y entusiasma. Es el precio del crecimiento y la madurez.
Pero vale la pena.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Al atardecer, los discípulos de Jesús bajaron a la orilla
del mar, y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm.
Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos; soplaba un
fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. Cuando habían remado unos
veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se
acercaba a la barca, y tuvieron miedo. Pero Él les dijo: «Soy yo. No temáis».
Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el
lugar a donde se dirigían. (Jn 6,16-21)
Comentario
Hoy, Jesús nos desconcierta. Estábamos acostumbrados a un
Redentor que, presto para atender todo tipo de indigencia humana, no dudaba en
recorrer a su poder divino. De hecho, la acción transcurre justo después de la
multiplicación de los panes y peces a favor de la multitud hambrienta. Ahora, en
cambio, nos desconcierta un milagro —el hecho de andar sobre las aguas— que
parece, a primera vista, una acción de cara a la galería. ¡Pero no!, Jesús ya
había descartado el uso de su poder divino para buscar el lucimiento o el
provecho personal cuando al inicio de su misión rechazó las tentaciones del
Maligno.
Al andar sobre las aguas, Jesucristo está mostrando su
señorío sobre las cosas creadas. Pero también podemos ver una escenificación de
su dominio sobre el Maligno, representado por un mar embravecido en la
oscuridad.
«No temáis» (Jn 6,20), les decía Jesús en aquella
ocasión. «Confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), les dirá después en el
Cenáculo. Finalmente, es Jesús quien dice a las mujeres en la mañana de Pascua,
después de levantarse del sepulcro: «No tengáis miedo». Nosotros, por el
testimonio de los Apóstoles, sabemos de su victoria sobre los enemigos del
hombre, el pecado y la muerte. Por esto, hoy, sus palabras resuenan en nuestro
corazón con una fuerza especial, porque son las palabras de Alguien que está
vivo.
Las mismas palabras que Jesús dirigía a Pedro y a los
Apóstoles las repetía Juan Pablo II, sucesor de Pedro, al inicio de su
pontificado: «No tengáis miedo». Era una llamada a abrir el corazón, la propia
existencia al Redentor para que con Él no temamos ante los embates de los
enemigos de Cristo.
Ante la personal fragilidad para llevar a buen puerto las
misiones que el Señor nos pide (una vocación, un proyecto apostólico, un
servicio...), nos consuela saber que María también —criatura como nosotros— oyó
las mismas palabras de parte del ángel antes de afrontar la misión que el Señor
le tenía encomendada. Aprendamos de ella a acoger la invitación de Jesús cada
día, en cada circunstancia.
Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez (Sitges, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
Beata María de la Encarnación
Avrillot
Madre y fundadora del Carmelo
Teresiano en Francia
Nació en París el año 1566 de familia noble. De niña fue
encomendada a las religiosas de Longchamp para su educación. Frustrados sus
anhelos de vida religiosa, tuvo que acceder al deseo de sus padres y contraer
matrimonio con el vizconde de Villemor, del que tuvo seis hijos. Fue su
director espiritual san Francisco de Sales. Madre de familia ejemplar y mujer
sumamente devota, conoció en 1601 los escritos de santa Teresa de Jesús, y
quedó tan impresionada, que decidió introducir en Francia a las Carmelitas
descalzas. El primer Carmelo francés surgió en París en 1604, y le siguieron
los de Pointoise, Dijon y Amiens. Sus tres hijas se hicieron carmelitas.
También ella en 1614, ya viuda, entró en el monasterio de Amiens. A finales de
1616, por su delicado estado de salud, fue enviada al de Pontoise, cerca de
París, y allí murió santamente en 1618.
Oración: Señor, tú concediste a la beata María de la
Encarnación, insigne propagadora del Carmelo teresiano, una fortaleza singular
para servirte en los diversos estados de la vida cristiana y superar todas las
dificultades, haz que también nosotros sepamos vencer todo obstáculo y nos
mantengamos fieles en tu servicio, amándote con corazón sincero. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“Obedecer [a Dios] es tener la valentía de cambiar de
camino, cuando el Señor nos lo pida. Quién obedece tiene la vida eterna,
mientras que quien no obedece la ira de Dios permanece en él… Hay que obedecer
a Dios antes que a los hombres”
Tema del día:
Dale las gracias a Dios
Si te pones a pensar, te darás cuenta que los motivos
para que le agradezcas a Dios, son muchos. A menudo pasamos “por alto” los
pequeños pero grandes detalles que Él tiene para con cada uno nosotros de
manera muy personalizada. Nos enfocamos en pedir... pedir... y pedir; y no nos
percatamos de los grandes favores inmerecidos recibidos hasta la fecha. Son
muchos los favores que no meremos, pero mencionaré algunos para que los
tengamos en cuenta siempre, y seamos agradecidos.
Dale las gracias a
Dios
Porque te ha creado exclusivamente para él. Te ha creado
con propósitos eternos.
Porque se hizo hombre en la persona de Jesucristo para
morir por tus pecados y salvarte de la condenación eterna.
Porque siempre te da la Palabra justa y precisa que estás
necesitando. Siempre te ha llegado a tiempo el consejo o respuesta oportuna.
¿Verdad que si?
Porque su presencia real y activa, te envuelve todos los
días de tu vida aunque tú no te percates de ello.
Dale las gracias a
Dios
Porque hasta el día de hoy te ha preservado en medio de
todos los peligros y amenazas diversas que te rodean.
Porque en su soberanía, mueve todos los acontecimientos
externos con el propósito de favorecerte.
Porque no ha permitido, hasta la fecha, que nada ni nadie
estorbe el cumplimiento de sus propósitos eternos en tu vida.
Dale las gracias a
Dios
Porque te seguirá abriendo caminos donde no los hay. Él
sabe qué hará y cómo procederá para que suceda.
Porque así como te ha dado nuevas oportunidades siempre
que has fallado, así también lo seguirá haciendo a pesar de no merecerlo.
Porque al ver tu corazón arrepentido, ha decidido
transformar para bien, las malas consecuencias que propiciaste en el pasado.
¿Acaso todo esto no son motivos suficientes para que le
des gracias a Dios?
Humor:
Los amigos y la edad
Un grupo de amigos cuarentones
se encuentran para elegir el sitio donde van a cenar todos juntos. Finalmente
se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque las
camareras son guapas y atractivas.
Diez años después, los mismos amigos, ya cincuentones, se reúnen de nuevo para
elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar
en el restaurante del Café Central, porque el menú es muy bueno y hay una
magnífica carta de vinos.
Diez años después, los mismos amigos, ya sesentones, se reúnen de nuevo para
elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar
en el restaurante del Café Central, porque es un sitio tranquilo, sin ruidos y
tiene salón para no fumadores.
Diez años después, los mismos amigos, ya setentones, se reúnen de nuevo para
elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar
en el restaurante del Café Central, porque el restaurante tiene acceso para
minusválidos e incluso hay ascensor.
Diez años después, los mismos amigos, ya octogenarios, se reúnen de nuevo para
elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar
en el restaurante del Café Central y todos coinciden en que es una gran idea
porque nunca han cenado allí.
Sí, vayamos acostumbrándonos... Lo importante es seguir
quedando y seguir viéndose... La amistad no debe perderse nunca.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre
y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Rafael
Alejandro S. L., que vive en Tegucigalpa, Honduras, y está privado de su
libertad, rogando al Señor que permita que se haga justicia con su situación
legal.
Pedimos oración para dos personas de México que son: la
señora Adela C. F. que el lunes será
intervenida para colocar un marcapasos cardíaco, y la señora Rosa R. G. para que Dios le dé
tranquilidad y paz en medio de su edad avanzada y la afección senil que padece.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
Si en el Cielo las almas solo vieran a la Santísima
Virgen, ya serían plenamente bienaventurados, porque María es tan Hermosa que
uno al verla queda arrebatado de su belleza. Pensemos que la belleza de María
arrebató el Corazón al mismo Dios, que es la Belleza infinita; así que tratemos
de imaginar qué clase de belleza posee la Virgen. Dios está enamorado de Ella,
y nosotros, en la tierra, debemos tratar de cumplir los Diez Mandamientos para
merecer el Cielo e ir a gozar de Dios y de María para siempre en la eternidad.
¿Qué será cuando entremos al Cielo y salga a recibirnos nuestra Madre Celestial
y nos dé un tierno y amoroso abrazo? Allí comprenderemos cuánto Ella ha hecho
por nosotros y estaremos tan contentos que más no podríamos estarlo. Suspiremos
por ese momento que perdurará para toda la eternidad.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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