domingo, 9 de mayo de 2010

Pequeñas Semillitas 1065

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1065 ~ Domingo 9 de Mayo de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
En algunos países del mundo hoy se celebra el Día de la Madre. Por ese motivo tomamos esta hermosa oportunidad para saludar con amor a todas las Madres del mundo, sin olvidarnos de María Santísima, que es la Madre de Dios y Madre de todos.
A las madres terrenales, les regalamos este poema de José Martí que dice:

Mírame Madre, y por mi amor no llores
Si esclavo de mi amor y mis doctrinas
Tu mártir corazón llené de espinas
Piensa que nacen, entre espinas, flores.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».
(Juan 14, 23-29)

Comentario
Hoy, antes de celebrar la Ascensión y Pentecostés, releemos todavía las palabras del llamado sermón de la Última Cena, en las que debemos ver diversas maneras de presentar un único mensaje, ya que todo brota de la unión de Cristo con el Padre y de la voluntad de Dios de asociarnos a este misterio de amor.
A Santa Teresita del Niño Jesús un día le ofrecieron diversos regalos para que eligiera, y ella —con una gran decisión aun a pesar de su corta edad— dijo: «Lo elijo todo». Ya de mayor entendió que este elegirlo todo se había de concretar en querer ser el amor en la Iglesia, pues un cuerpo sin amor no tendría sentido. Dios es este misterio de amor, un amor concreto, personal, hecho carne en el Hijo Jesús que llega a darlo todo: Él mismo, su vida y sus hechos son el máximo y más claro mensaje de Dios.
Es de este amor que lo abarca todo de donde nace la “paz”. Ésta es hoy una palabra añorada: queremos paz y todo son alarmas y violencias. Sólo conseguiremos la paz si nos volvemos hacia Jesús, ya que es Él quien nos la da como fruto de su amor total. Pero no nos la da como el mundo lo hace (cf. Jn 14,27), pues la paz de Jesús no es la quietud y la despreocupación, sino todo lo contrario: la solidaridad que se hace fraternidad, la capacidad de mirarnos y de mirar a los otros con ojos nuevos como hace el Señor, y así perdonarnos. De ahí nace una gran serenidad que nos hace ver las cosas tal como son, y no como aparecen. Siguiendo por este camino llegaremos a ser felices.
«El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Jn 14,26). En estos últimos días de Pascua pidamos abrirnos al Espíritu: le hemos recibido al ser bautizados y confirmados, pero es necesario que —como ulterior don— rebrote en nosotros y nos haga llegar allá donde no osaríamos.
Rev. D. Francesc CATARINEU i Vilageliu (Sabadell, Barcelona, España)


Santoral Católico
Santa María Mazzarello, Fundadora



Nació el 9 de mayo de 1837 en Mornese, Italia. Siendo una sencilla campesina, pobre e ignorante, llegó a ser la Fundadora de la que es hoy la segunda Comunidad religiosa femenina en el mundo (en cuanto a número de sus religiosas), la Comunidad de Hermanas Salesianas.

Fundó en su pueblo un "Oratorio" o escuela de catecismo para la niñez femenina. Ella y sus amigas les enseñaban costura y otras artes caseras, mientras iban consiguiendo que las jovencitas aprendieran muy bien la religión, observaran excelente comportamiento en casa, fueran a misa y recibieran los sacramentos. Paralelamente, San Juan Bosco utilizaba en Turín una metodología similar, pero aplicada a los varones.

El Padre Pestarino observó que en María Mazzarello y sus amigas había gran caridad para con los necesitados y un enorme amor a Dios, además de fuertes deseos de conseguir la santidad. Entonces las reunió en una Asociación Juvenil que se llamó "De María Inmaculada". El mismo las confesaba, les daba instrucción religiosa.

En el transcurso de un viaje, el Padre Pestarino se encontró con San Juan Bosco, quien en ese momento se encontraba meditando acerca de la posibilidad de ampliar sus enseñanzas también a las niñas pobres. Pestarino, le contó la obra que realizaba junto con Santa María y lo invitó a conocerla personalmente. Así, el 7 de octubre de 1864, San Juan Bosco fue por primera vez a Mornese. Don Bosco constató que aquellas muchachas que dirigía el Padre Pestarino eran excelentes candidatas para ser religiosas, y con ellas fundó la Comunidad de Hijas de María Auxiliadora, o salesianas, que hoy en día son más de 16.000 en 75 países. El Papa Pío Nono aprobó la nueva congregación, el 5 de agosto de 1572.

María Mazzarello fue superiora general hasta el día de su muerte, el 14 de mayo de 1881. Sus tres grandes amores fueron la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre, a la que educó y salvó.


Palabras de Juan Pablo II


"La Madre de Cristo se presenta ante los hombres
como portavoz de la voluntad del Hijo,
indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse
para que pueda manifestarse el poder salvífico del Mesías"


Tema del día:
La paz en la Iglesia


En el evangelio de Juan podemos leer un conjunto de discursos en los que Jesús se va despidiendo de sus discípulos. Los comentaristas lo llaman "El Discurso de despedida". En él se respira una atmósfera muy especial: los discípulos tienen miedo a quedarse sin su Maestro; Jesús, por su parte, les insiste en que, a pesar de su partida, nunca sentirán su ausencia.

Hasta cinco veces les repite que podrán contar con «el Espíritu Santo». Él los defenderá, pues los mantendrá fieles a su mensaje y a su proyecto. Por eso lo llama «Espíritu de la verdad». En un momento determinado, Jesús les explica mejor cuál será su quehacer: «El Defensor, el Espíritu Santo... será quien les enseñe todo y les vaya recordando todo lo que Yo les he dicho». Este Espíritu será la memoria viva de Jesús.

El horizonte que ofrece a sus discípulos es grandioso. De Jesús nacerá un gran movimiento espiritual de discípulas y discípulos que le seguirán, defendidos por el Espíritu Santo. Se mantendrán en su verdad, pues ese Espíritu les irá enseñando todo lo que Jesús les ha ido comunicando por los caminos de Galilea. Él los defenderá en el futuro del desaliento y de la cobardía.

Jesús desea que capten bien lo que significará para ellos el Espíritu de la verdad y el Defensor de su comunidad: «Les estoy dejando la paz; les estoy dando la paz». No sólo les desea la paz. Les regala su paz. Si viven guiados por el Espíritu, recordando y guardando sus palabras, conocerán la paz.

No es una paz cualquiera. Es su paz. Por eso les dice: «No se la doy yo como la da el mundo». La paz de Jesús no se construye con estrategias inspiradas en la mentira o en la injusticia, sino actuando con el Espíritu de la verdad. Han de hacerse fuertes en Él: «Que no les tiemble el corazón ni se acobarden».

En estos tiempos difíciles de desprestigio y turbación que estamos sufriendo en la Iglesia, sería un grave error pretender ahora defender nuestra credibilidad y autoridad moral actuando sin el Espíritu de la verdad prometido por Jesús. El miedo seguirá penetrando en el cristianismo si buscamos nuestra seguridad y nuestra paz lejos del camino que Él nos ha trazado.

Cuando en la Iglesia se pierde la paz, no es posible recuperarla de cualquier manera. No sirve cualquier estrategia. Con el corazón lleno de resentimiento y ceguera, no es posible introducir en él la paz de Jesús. Es necesario convertirnos humildemente a su verdad, movilizar todas nuestras fuerzas para desandar los caminos equivocados, y dejarnos guiar por el Espíritu que animó la vida entera de Jesús.

José Antonio Pagola


Mayo: Mes de María


Día 9

Año 1531. Ciudad de México. Caminaba el indio Juan Diego por la falda de Tepeyac, una pequeña colina junto a la ciudad, al norte. De pronto, oyó que le llamaban. Volvió la cabeza y vio a una Señora bellísima que la miraba cariñosamente. De pies a cabeza resplandecía. Tras un breve silencio escuchó: Yo soy la Virgen María, Madre de Dios. Y añadió que era su deseo que Juan Diego pidiera al Obispo que levantase allí mismo, donde ellos estaban, un templo en su honor: la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

Juan Diego se dirigió al obispo y, después de mucho esperar, cuando pudo hablar con él se lo contó; pero éste no le creyó. Volviendo a casa con gran desánimo se encontró de nuevo con la Virgen, la cual le dijo que siguiera insistiendo.

Después de la segunda visita, alegre porque el obispo le había hecho caso, se encaminó al cerro y se lo contó a la Virgen. Al día siguiente, de madrugada, el indio tuvo que ir a la ciudad en busca de un sacerdote, ya que un tío suyo se encontraba muy grave. No quiso acercarse al cerro para no retrasarse por si se encontraba con la Señora, porque Ésta le prometió el día anterior darle una señal para entregársela al obispo. Al llegar cerca del cerro, el indio Juan Diego la vio bajar y se acercó hacia él. La Señora le dijo: ¿Qué te ocurre, hijo mío? ¿Adónde vas? Él le contó la enfermedad de su tío y la Virgen le enseñó a acogerse a su protección y a confiar en Ella, pues era su Madre. Tu tío ya está recuperado, le dijo la Señora. Y a continuación le pidió: Antes de ir a la casa del obispo, sube al cerro y recoge las rosas que allí veas. Juan Diego subió sin dudar, aunque era imposible que en la cima de aquel cerro, en el mes de diciembre pudieran florecer rosas. Al llegar arriba quedó sorprendido, pues toda la cumbre estaba llena de preciosas flores, difundiendo un olor suavísimo. El indio cortó todas las rosas que pudo, las recogió en su túnica, doblándola en su regazo y poniéndola en forma de bolsa. Al bajar del cerro, se las enseñó a la Virgen, que las tomó en sus manos y las volvió a dejar.

Cuando Juan Diego llegó a casa del obispo, pasó al despacho de éste y soltó la túnica. Las flores cayeron al suelo, y todos los que miraron se sorprendieron, porque en la túnica del indio estaba milagrosamente grabada la imagen de la Virgen Santísima, tal como está ahora en el templo de Guadalupe.

Ése era el deseo de María: un templo dedicado a Ella. Es lógico, pues esas "casas" de María son ocasión para que muchos hijos suyos vayan a buscarla. Y es verdad que la Virgen agradece que vayamos a esos templos marianos, y le visitemos, y allí hablemos más confiadamente con Ella.

Madre mía, en cualquier sitio puedo hablar contigo. Pero voy a procurar durante este mes ir algún día, o algunos días, a verte a un Santuario, Iglesia o ermita dedicado a Ti. ¡Te lo aseguro!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)
Tomado del Web Católico de Javier
http://webcatolicodejavier.org/


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Desde México agradecen a Dios y a las personas que rezaron por Felipe L. S. que el día 3 de este mes fue operado con exito y ahora se está recuperando satisfactoriamente.


Claudio O., Susana y sus hijos, que viven en Ezeiza, Buenos Aires, Argentina, agradecen a la Imagen Peregrina de la Sagrada Familia que viniendo desde Tierra Santa está recorriendo los hogares de la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Valle, por las bendiciones recibidas para fortalecer el vínculo de amor en su familia, y desean que lo mismo suceda en todos los hogares.


El autor de esta página, Felipe, quiere expresar su gratitud a Dios y a la Santísima Virgen de Lourdes, por sus 25 años de matrimonio con Adriana, que han celebrado el pasado martes 4 y que tuvo como expresión más hermosa una misa con bendición de esponsales que celebró para nosotros el Padre Pedro en nuestra parroquia.


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Felipe de Urca
pequesemillitas@gmail.com


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo que irrumpes intensamente, pero con infinita suavidad en mi alma, que pueda comprender como los santos tu inmenso amor y que sepa corresponder eternamente al mismo, como María. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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