jueves, 6 de mayo de 2010

Pequeñas Semillitas 1062

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1062 ~ Jueves 6 de Mayo de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Cuando juzgamos lo que conocemos, apreciamos o sentimos nuestro, no siempre somos los mejores jueces. ¿Cómo será con nosotros mismos? Por eso, escuchar la voz de los otros, incluso de aquellos que no nos aprecian, puede darnos pistas sobre qué debemos mejorar o cambiar. No cierres tus oídos ni tu corazón a las críticas o consejos. No peques de soberbia creyéndote por encima de ellos.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado».
(Juan 15, 9-11)

Comentario
Hoy escuchamos nuevamente la íntima confidencia que Jesús nos hizo el Jueves Santo: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros» (Jn 15,9). El amor del Padre al Hijo es inmenso, tierno, entrañable. Lo leemos en el libro de los Proverbios, cuando afirma que, mucho antes de comenzar las obras, «yo estaba allí, como arquitecto, y era yo todos los días su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo» (Prov 8,30). Así nos ama a nosotros y, anunciándolo proféticamente en el mismo libro, añade que «jugando por el orbe de su tierra, mis delicias están con los hijos de los hombres» (Prov 8,31).
El Padre ama al Hijo, y Jesús no deja de decírnoslo: «El que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él» (Jn 8,29). El Padre lo ha proclamado bien alto en el Jordán, cuando escuchamos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido» (Mc 1,11) y, más tarde, en el Tabor: «Éste es mi Hijo amado, escuchadle» (Mc 9,7).
Jesús ha respondido, «Abbá», ¡papá! Ahora nos revela, «como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros». Y, ¿qué haremos nosotros? Pues mantenernos en su amor, observar sus mandamientos, amar la Voluntad del Padre. ¿No es éste el ejemplo que Él nos da?: «Yo hago siempre lo que le agrada a Él».
Pero nosotros, que somos débiles, inconstantes, cobardes y —por qué no decirlo— incluso, malos, ¿perderemos, pues, para siempre su amistad? ¡No, Él no permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas! Pero si alguna vez nos apartásemos de sus mandamientos, pidámosle la gracia de volver corriendo como el hijo pródigo a la casa del Padre y de acudir al sacramento de la Penitencia para recibir el perdón de nuestros pecados. «Yo también os he amado —nos dice Jesús—. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado» (Jn 15,9.11).
Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)


Santoral Católico
Santo Domingo Savio


Entre los miles de alumnos que tuvo el gran educador San Juan Bosco, el más famoso fue Santo Domingo Savio, joven estudiante que murió cuando apenas le faltaban tres semanas para cumplir sus 15 años. Había nacido en Riva de Chieri (Italia) el 2 de abril de 1842. Era el mayor entre cinco hijos de Ángel Savio, un mecánico muy pobre, y de Brígida, una sencilla mujer que ayudaba a la economía familiar haciendo costuras para sus vecinas.

Desde muy pequeño le agradaba mucho ayudar a la Santa Misa como acólito, y cuando llegaba al templo muy de mañana y se encontraba cerrada la puerta, se quedaba allí de rodillas adorando a Jesús Eucaristía, mientras llegaba el sacristán a abrir. El día anterior a su primera confesión fue donde la mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había proporcionado con sus defectos infantiles. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: "Prefiero morir antes que pecar".

A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo. Y fue aceptado. Al recibir tan bella noticia le dijo a su gran educador: "Ud. será el sastre. Yo seré el paño. Y haremos un buen traje de santidad para obsequiárselo a Nuestro Señor". Esto se cumplió admirablemente.

Cada día Domingo iba a visitar al Santísimo Sacramento en el templo, y en la santa Misa después de comulgar se quedaba como en éxtasis hablando con Nuestro Señor. Un día no fue a desayunar ni a almorzar, lo buscaron por toda la casa y lo encontraron en la iglesia, como suspendido en éxtasis. No se había dado cuenta de que ya habían pasado varias horas. Tanto le emocionaba la visita de Jesucristo en la Santa Hostia.

Por tres años se ganó el Premio de Compañerismo, por votación popular entre todos los 800 alumnos. Los compañeros se admiraban de verlo siempre tan alegre, tan amable, y tan servicial con todos. El repetía: "Nosotros demostramos la santidad, estando siempre alegres".

Con los mejores alumnos del colegio fundó una asociación llamada "Compañía de la Inmaculada" para animarse unos a otros a cumplir mejor sus deberes y a dedicarse con más fervor al apostolado. Y es curioso que de los 18 jóvenes con los cuales dos años después fundó San Juan Bosco la Comunidad Salesiana, 11 eran de la asociación fundada por Domingo Savio.

Un día hubo un grave desorden en clase. Domingo no participó en él, pero al llegar el profesor, los alumnos más indisciplinados le echaron la culpa de todo. El profesor lo regañó fuertemente y lo castigó. Domingo no dijo ni una verdad, el profesor le preguntó por qué no se había defendido y él respondió: "Es que Nuestro Señor tampoco se defendió cuando lo acusaron injustamente. Y además a los promotores del desorden sí los podían expulsar si sabían que eran ellos, porque ya han cometido faltas. En cambio a mí, como era la primera falta que me castigaban, podía estar seguro de que no me expulsarían". Muchos años después el profesor y los alumnos recordaban todavía con admiración tanta fortaleza en un niño de salud tan débil.

La madre de San Juan Bosco, mamá Margarita, le decía un día a su hijo: "Entre tus alumnos tienes muchos que son maravillosamente buenos. Pero ninguno iguala en virtud y en santidad a Domingo Savio. Nadie tan alegre y tan piadoso como él, y ninguno tan dispuesto siempre a ayudar a todos y en todo".

San Juan Bosco era el santo de la alegría. Nadie lo veía triste jamás, aunque su salud era muy deficiente y sus problemas enormes. Pero un día los alumnos lo vieron extraordinariamente serio. ¿Qué pasaba? Era que se alejaba de su colegio el más amado y santo de todos sus alumnos: Domingo Savio. Los médicos habían dicho que estaba tosiendo demasiado y que se encontraba demasiado débil para seguir estudiando, y que tenía que irse por unas semanas a descansar en su pueblo. Cada mes, en el Retiro Mensual se rezaba un Padrenuestro por aquel que habría de morir primero. Domingo les dijo a los compañeros: "el Padrenuestro de este mes será por mí". Nadie se imaginaba que iba a ser así, y así fue. Cuando Dominguito se despidió de su santo educador que en sólo tres años de bachillerato lo había llevado a tan grande santidad, los alumnos que lo rodeaban comentaban: "Miren, parece que Don Bosco va a llorar". Casi que se podía repetir aquel día lo que la gente decía de Jesús y un amigo suyo: "¡Mirad, cómo lo amaba!".

Domingo Savio estaba preparado para partir hacia la eternidad. Los médicos y especialistas que San Juan Bosco contrató para que lo examinaran comentaban: "El alma de este muchacho tiene unos deseos tan grandes de irse a donde Dios, que el débil cuerpo ya no es capaz de contenerla más. Este jovencito muere de amor, de amor a Dios". Y así fue.

El 9 de marzo de 1857, cuando estaba para cumplir los 15 años, y cursaba el grado 8º de bachillerato, Domingo, después de confesarse y comulgar y recibir la unción de los enfermos, sintió que se iba hacia la eternidad. Llamó a su papá a que le rezara oraciones del devocionario junto a su cama (la mamá no se sintió con fuerzas de acompañarlo en su agonía y su fue a llorar a una habitación cercana). Y a eso de las 9 de la noche exclamó: "Papá, papá, qué cosas tan hermosas veo" y con una sonrisa angelical expiró dulcemente.

A los ocho días su padre sintió en sueños que Domingo se le aparecía para decirle muy contento que se había salvado. Y unos años después se le apareció a San Juan Bosco, rodeado de muchos jóvenes más que están en el cielo. Venía hermosísimo y lleno de alegría. Y le dijo: "Lo que más me consoló a la hora de la muerte fue la presencia de la Santísima Virgen María. Recomiéndele a todos que le recen mucho y con gran fervor. Y dígales a los jóvenes que los espero en el Paraíso".


Pensamiento


"Siento el deseo, la necesidad de hacerme santo;
nunca me hubiera imaginado yo
que pudiese llegar a serlo con tanta facilidad;
pero ahora que he visto que se puede lograrlo estando alegre,
quiero absolutamente hacerme santo"

Santo Domingo Savio


Tema del día:
Mis paquetitos


Tengo unos paquetitos guardados en un rinconcito de mi interior, de vez en cuando los examino para alegrarme el corazón, o para entristecerlo, lo que si, para aprender en el camino de la vida.

Cuando desenvuelvo el de las alegrías, mi corazón se llena de júbilo recordando los instantes felices, los momentos de las risas compartidas, recordando al niño interior que llevo dentro.

Al desenvolver el de las tristezas, recuerdo las ausencias, el dolor, las frustraciones, pero eso, enriquece mi espíritu para seguir en el camino con fe y esperanza.

Tengo uno especialmente atado, es el de las amistades. Cuando lo desato y veo los amigos que siguen conmigo, en mis fallos, mis alegrías, mis fracasos... se me ensancha el corazón de satisfacción al comprobar que pese a todo siguen ahí, confiando en nuestra amistad.

Conservo también en este paquetito, los que en un tiempo conté con ellos en la amistad que nos unía, pero..., que se alejaron. Esto también me sirve de aprendizaje, para reflexionar en qué he fallado. Me pregunto: ¿eran realmente amigos?

Después de recrearme en mis pensamientos, los vuelvo a envolver, atándolos cuidadosamente, dejándoles en ese rinconcito de mi corazón hasta otro día...

En el camino de la vida que nos toca vivir nos suceden infinidad de cosas, unas buenas y otras menos buenas, eso nos enseña que no somos perfectos ni nunca lo seremos, pero si, en ese aprendizaje, vamos madurando, y limando las cosas menos buenas.

Aixia


Mayo: Mes de María


Día 6

Un hecho extraordinario se Produjo, en México, durante la mañana del 14 de diciembre de 1921, cuando la Basílica de Guadalupe se encontraba vacía de feligreses.

Luciano Pérez, un gigantesco obrero de la construcción, entró en la iglesia llevando un ramo de flores muy grande, proporcionado a su enorme tamaño. De haberse encontrado en aquellos momentos algún observador en la basílica, quizá se hubiera sorprendido de que Luciano Pérez llevara el ramo con las dos manos y los músculos contraídos, dada la extraordinaria fuerza física que se le atribuía; tanta fuerza tenía, se decía, que le permitía arrojar con facilidad un ladrillo hasta el tercer piso de una casa en construcción. En efecto, le pesaba tanto porque el interior del ramo contenía una pesadísima carga de dinamita.

Luciano Pérez, subió las gradas del altar y depositó a los pies de la Virgen de Guadalupe la ofrenda floral. Se marchó y poco después explotó la potentísima carga de dinamita. El mármol de las gradas del altar quedó hecho añicos, los candelabros y objetos de metal se doblaron y retorcieron como si fueran de goma, todos los cristales se rompieron incluidos los de los edificios vecinos, pero el cristal de la Virgen de Guadalupe ni siquiera se agrietó: "Este hecho -concluyen los expertos- no puede ser explicado científicamente".

¿Por qué Dios quiere estos hechos milagrosos? Para decirnos bien claro que la Virgen existe y que el amor de los cristianos hacia Ella nada podrá destruirlo.

Santa María, ya se ve que Dios tiene interés en dejarnos muy claro a los hombres que Él tiene una predilección grande por Ti. Es incapaz de negarte nada: por algo eres su Madre. Confío en Ti más que en nadie.

Ahora puedes seguir hablando con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)
Tomado del Web Católico de Javier
http://webcatolicodejavier.org/


Pedido de un amigo


Nuestro hermano de España, José Luis Domínguez Pascual, que realiza a través de Internet una devota acción de difusión de las cosas del Señor, ha tenido un inconveniente técnico al cambiar de equipos y ha perdido su libreta de direcciones. Por lo tanto se informa a todas las personas que habitualmente mantenían contacto de correo electrónico con él o recibían sus envíos, que le escriban un correo para que José Luis pueda recuperar sus direcciones. Escribirle a dompas55@hotmail.com


Pedidos de oración


Pedimos oración por Fátima Belén, Fati, niñita de Córdoba, Argentina, de 6 años de edad, en tratamiento por leucemia y con frecuentes complicaciones, internaciones e inconvenientes propios de los procedimientos de la quimioterapia. Que Jesús la fortalezca y la ayude a superar pronto esta enfermedad y que María acompañe a su familia en estos tiempos de dificultades y no permita que la fe decaiga ni aún en los momentos más difíciles.


Pedimos oración por Mía S., de Buenos Aires, Argentina, que nació prematura, se encuetra internada con bajísimo peso, para que por la intercesión de María, Reina de la Paz, se recupere y pronto pueda ir a su casa con sus padres, los cuales ya perdieron tres embarazos pero mantiene la fe intacta.


Pedimos oración por Carlos Javier O. que vive en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, para que el buen Señor le conceda la gracia de un trabajo digno con el cual sostener a su familia.


Pedimos oración por la señora Carmen T. de I. que vive en la ciudad de Boaco, Nicaragua, y está muy delicada de salud. Que Jesús, el Buen Pastor, la tome en sus brazos y la ayude a recuperar su camino de sanidad.


Pedimos oración por Carlos Manuel A. M. que vive en Ensenada, Baja California, México, para que nuestro Padre celestial derrame su luz y su bondad para que pueda salir adelante de la crisis financiera de su negocio que incluso pone en riesgo su misma salud y el sustento económico de varias familias que dependen de él.


Por falta de trabajo, pedimos oración por Lissette, de Guatemala.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, Tú que eres la fuente del agua viva que salta hasta la vida eterna, aumenta más y más mi sed de vida espiritual. Que encuentre mi consuelo en Ti, que has puesto tu morada en mi pobre corazón. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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