sábado, 10 de abril de 2021

Pequeñas Semillitas 4635

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4635 ~ Sábado 10 de Abril de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cuando la semana va tocando a su fin, quiero traer esta reflexión que pertenece a William Ashoka Ross y dice:
“Desarrollar la habilidad de mirar a otra persona a los ojos -no de una manera dura o amenazadora sino suave y confiada- es sumamente eficaz para mejorar nuestra capacidad de amar. Cuando dos personas se miran a los ojos tiene lugar un profundo intercambio, una misteriosa ósmosis. Inténtalo, contempla de cerca los ojos de tu pareja sin retener la respiración, mientras lo hagas, relaja la cara y el cuerpo. Al cabo de poco descubrirás, si aún no lo has descubierto, por qué los ojos se llaman las ventanas del alma.”
 
¡Buenos días María!
En el año 2000, el Papa Juan Pablo II encargó el icono de Nuestra Señora del Trono de la Sabiduría para dedicarlo a los estudiantes de todo el mundo. Desde entonces, el icono que recurre el mundo; ha pasado por todos los continentes para llegar a los jóvenes de la enseñanza superior.
Este icono de “María Trono de la Sabiduría" fue llevado a los países que ha acogido las diversas JMJ (Alemania, España, Brasil...) y cada año un país diferente es elegido para alojarlo. En diciembre del 2015, por un período de un año, los estudiantes franceses tendrán la oportunidad de albergarlo. Este icono, portador de un fuerte sentido simbólico, será honrado en los eventos para los estudiantes y en nuestras diócesis y capellanías.
Ya ha recorrido 10.000 kilómetros en Francia, hacia el encuentro de muchos estudiantes, ya sea en las capellanías o durante grandes reuniones.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hechos 4,13-21
 
Salmo: Sal 118 (117),1.14-15ab.15c.16-18.19-21
 
SANTO EVANGELIO: Marcos 16,9-15
Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos. Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación».
 
Comentario:
Hoy, confiando en Jesús resucitado, hemos de redescubrir el Evangelio como una “buena nueva”. El Evangelio no es una ley que nos oprime. Alguna vez hemos podido caer en la tentación de pensar que los que no son cristianos están más tranquilos que nosotros y hacen lo que quieren, mientras que nosotros tenemos que cumplir una lista de mandamientos. Es una visión de las cosas meramente superficial.
Personalmente, una de mis mayores preocupaciones es que el Evangelio se presente siempre como una buena nueva, una feliz noticia, que nos llene el corazón de alegría y consuelo.
La enseñanza de Jesús es por supuesto exigente, pero Teresa del Niño Jesús nos ayuda a percibirla realmente como una buena nueva, puesto que para ella el Evangelio no es otra cosa que la revelación de la ternura de Dios, de la misericordia de Dios con cada uno de sus hijos, y señala las leyes de la vida que llevan a la felicidad. El centro de la vida cristiana es acoger con reconocimiento la ternura y la bondad de Dios —revelación de su amor misericordioso— y dejarse transformar por dicho amor.
El itinerario espiritual tomado por santa Teresita, el “caminito”, es un auténtico camino de santidad, un camino con cabida para todos, hecho de tal manera que nadie puede desanimarse, ni los más humildes, ni los más pobres, ni los más pecadores. Teresa anticipa así el Concilio Vaticano II que afirma con seguridad que la santidad no es un camino excepcional, sino una llamada para todos los cristianos, de la que nadie debe ser excluido. Hasta el más vulnerable y miserable de los hombres puede responder a la llamada a la santidad.
Esta santidad consiste en un «camino de confianza y amor». Así, «el ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús! (…). Tú, Dios mío, has rebasado mi esperanza, y yo quiero cantar tus misericordias» (Santa Teresa de Lisieux).
* P. Jacques PHILIPPE (Cordes sur Ciel, Francia)
 
Santoral Católico:
Santa Magdalena de Canossa
Virgen y Fundadora
Nació en Verona de una familia aristocrática en 1774. Muy niña quedó huérfana de padre y fue abandonada por la madre, que la confió a una institutriz y se casó de nuevo con un marqués. A los 17 años entró en el Carmelo de Trento y después en el de Cornegliano. Pero tuvo que salir para asumir la administración financiera de su casa principesca, aunque dominada siempre por el deseo de servir a los pobres. Acogió en su palacio a muchachas pobres. En Venecia entró en la Fraternidad Hospitalaria y se consagró a la educación de las niñas abandonadas, extendiendo además su caridad a todas las obras de misericordia. Generosamente entregada a la vida espiritual, tuvo experiencias místicas. Fundó un doble Instituto, Hijos e Hijas de la Caridad, para la educación de jóvenes. Murió en Verona el 10 de abril de 1835.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Catholic.net
 
Pensamiento del día
“Empatía es saber ver el alma del otro sin juzgar nada de lo que está allí, es respetar el espacio y el tiempo de cada uno, y es comprender que los dolores pesan de maneras diferentes dentro de cada persona. No siempre lo que es fácil para ti, también lo será para el otro”.
(Gabriela Freitas)
 
Tema del día:
Táctica del Adversario
Jesús ha dicho en su Evangelio que quien persevere hasta el fin, se salvará. Pero para perseverar debemos tener un motor, un motivo, un objetivo a alcanzar, que nos encienda el deseo de alcanzarlo, para poder poner los medios necesarios para la perseverancia en el bien, en medio de todos los males externos e internos.
 
Y es aquí donde viene el Maligno, el Adversario, y de un zarpazo nos borra el objetivo, nos quiere hacer creer que no ganaremos el Cielo, que el Paraíso no es para nosotros, que el mal está triunfando en todas partes, que ya no hay nada que hacer, que está todo perdido...
 
¡Ay de nosotros si nos dejamos embaucar por esta astucia realmente diabólica! Porque entonces, al no tener la esperanza de alcanzar la felicidad, de que el amor venza el odio, de que el Bien venza al mal, entonces nos desanimamos, ¿y quién puede perseverar en estas condiciones?
 
Sepamos que la victoria no será del demonio, sino de Dios y de su Madre, porque el demonio ya está vencido, ya fue vencido por Cristo en la Cruz. No nos desanimemos al ver los coletazos del mal en el mundo, ni nos quedemos hipnotizados por sus aparentes prodigios y triunfos, porque es un vencido, es el gran Vencido, y Dios es el Vencedor eterno.
 
Así que renovemos nuestro ánimo maltrecho, y aumentemos nuestra esperanza y confianza en Dios y en su Madre, porque Ellos son y serán quienes venzan, y nosotros venceremos con Ellos.
 
Si no hacemos así, es lógico que nos desanimemos, y un ejército desanimado va a la derrota. Es necesario arengar a la tropa de los cristianos, y convencernos nosotros mismos de que el Corazón Inmaculado de María triunfará, como lo ha prometido la Virgen, y el Reino de Dios vendrá a la tierra, y nosotros, con nuestro buen obrar y nuestra oración, seremos quienes lo traeremos a este mundo.
 
Con este objetivo, que sabemos se cumplirá a su tiempo, avancemos confiados y con la luz de la esperanza en el corazón, perseverando cada día en el bien y la verdad, en la gracia de Dios.
(Sitio Santísima Virgen)
 
De los envíos del P. Natalio
Maledicencias
“Cuando te hiera la maledicencia, —dice Cicerón— consuélate pensando que no son los peores frutos los que pican las avispas”. Nos sucede que somos excesivamente perspicaces para detectar los mínimos defectos ajenos, pero nos volvemos muy ciegos para descubrir nuestras propias debilidades y falencias y, si las vemos, somos hábiles en disculparlas.
 
Mientras desfilaba la majada, al salir del corral, un carnero que caminaba solo, escuchaba la conversación de dos ovejas que iban detrás de él. Hablaban de sus compañeras y criticaban sin piedad a todas las que pasaban cerca de ellas. «¡Qué facha! ¡Qué modo de caminar! ¡Qué lana fea! ¡Qué gorda! ¡Qué flaca!» y mil otras cosas peores, algunas. El carnero, pensando al oírlas, que quienes así hablaban no podían ser sino un compendio de la hermosura ovejuna, se dio vuelta, dispuesto a admirar, y se encontró con dos ovejas horrorosas que casi lo asustaron (G. Daireaux).
 
“Encontré a un hombre de buenas cualidades —relata el Padre Alfonso Milagro— que casi las maldecía. Le pregunté por qué y me respondió: “Porque hacen sombra y eso no me lo perdonan”. Casi siempre detrás de la crítica está la envidia “por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos para nosotros” (D. Laercio).
* Padre Natalio
 
Humor de sábados 
Casi al final de la misa dominical el sacerdote preguntó:
- ¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?
El 80 por ciento de los fieles levantó la mano.
El sacerdote insistió con la pregunta… Todos respondieron esta vez, excepto una viejecita.
- Señora Josefa... ¿No está dispuesta a perdonar a sus enemigos?
- Yo no tengo enemigos, respondió dulcemente.
- Sra. Josefa eso es muy raro ¿Cuántos años tiene usted?
- 99 respondió.
La congregación se levantó y la aplaudió.
- ¿Puede pasar al frente y decirnos cómo llegó a los 99 años sin tener enemigos?
La señora Josefa pasó al frente, se dirigió a la congregación y dijo:
- ¡Porque ya se murieron todos esos desgraciados!
 
Biblioteca de archivos
Recuerda que tenemos una Biblioteca de archivos que ya ha cumplido seis años. Ingresando en ella encontrarás una selección de más de 150 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En la alegría como en la tristeza, Santa Celia Martin (madre de Santa Teresa del Niño Jesús), - nacida en 1831, falleció en 1877, fue canonizada el 18 de octubre de 2015 por el Papa Francisco - se dirigió a María, la “Virgen de la Sonrisa”. Ella sabía que la Madre de Dios acompaña cada evento familiar, que ella sana, consuela y sostiene a los que la invocan cuando llegan pruebas graves como el cáncer.
Cuando Celia descubre su enfermedad, después del impacto de la noticia decide entrar progresivamente en el abandono. Esposa y madre, vive esta prueba como una ocasión extraordinaria de la renovación interior. Cada instante la acerca cada vez más a Jesús.
A lo largo de su enfermedad se confió a la intercesión de Nuestra Señora. Irá a Lourdes a confiarle su salud. De regreso comprendiendo que la fecundidad de su vida es entrar en la vía de una oblación aún más total al Padre, Celia experimenta una alegría auténtica, la verdadera felicidad. Sus días van a iluminar a aquellos que la rodean y la luz del Cielo tomará el lugar de la noche.
Santa Celia puede convertirse, para aquel que se ve afectado por la enfermedad, en una amiga y una ayuda preciosa para vivir el tiempo de la prueba con Jesús y María.
 
Año de San José
 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Abril 10
San José te pedimos muy encarecidamente no nos dejes morir sin el auxilio espiritual de la santa Unción de los enfermos, que alivia la enfermedad corporal y alimenta el alma, preparándola para el eterno descanso. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf) 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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