sábado, 25 de julio de 2020

Pequeñas Semillitas 4395

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4395 ~ Sábado 25 de Julio de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy, comenzando el fin de semana, relájate y renuncia conscientemente a preocuparte y a organizar todo en tu vida. Todo existe por alguna razón, como parte de la perfecta inteligencia que es el universo. ¡Y de la forma que tú formas parte!
Despreocúpate del futuro y practica el desapego. Asume el compromiso activo de disfrutar de este día un poco más.
Cuesta lograr algo cuando estás pendiente del resultado. Cuando te relajas y calmas, te vuelves inspirado y eficiente.
Con la ayuda de Dios y pensando en la paz que irradia María, nuestra Madre, lo podrás conseguir...
 
¡Buenos días!
Dame paciencia, Señor 
Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la felicidad? De ninguna manera, si sabemos conservar la paz y la  alegría cuando sobrevienen estas contrariedades. Prepárate con esta oración del P. Víctor Fernández.
 
Señor, acepto que hoy no sea un día perfecto, ya he aprendido que esta tierra todavía no es el cielo. Sólo te pido que mi vida no sea inútil, que lo que yo viva hoy sirva para algo. No pretendo que todo sea fascinante en este día, y quiero regalarte con amor todo pequeño cansancio, sufrimiento, contratiempo o dificultad que deba soportar. Te ofrezco, Señor amado, todo lo que me pueda desagradar en esta jornada, te lo entrego con amor, así como tú te entregaste entero, hasta el fin, en la cruz. Dame mucha paciencia, Señor mío, para poder responder al mal con el bien, para no entrar en una espiral de violencia, para aceptar con calma todo lo que me perturbe en mi relación con los demás. Te lo entrego todo a ti. Recíbelo, Señor.
 
Las adversidades, cuando se las ve venir, son menos de temer que cuando nos hieren de improviso. Acéptalas de buen grado. Debemos estar dispuestos a soportar las penas y así parecerán menos duras. Mira al Cielo y, con una mirada de fe, considera estas cruces como una moneda con la que adquieres bienes inmensos. Que el Señor te dé su paz.
* Enviado por el P. Natalio
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hechos 4,33;5,12.27-33;12,2
 
Salmo: Sal 66, 2-3. 5. 7-8
 
Santo Evangelio: Mt 20,20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre».
Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
 
Comentario:
Hoy, el episodio que nos narra este fragmento del Evangelio nos pone frente a una situación que ocurre con mucha frecuencia en las distintas comunidades cristianas. En efecto, Juan y Santiago han sido muy generosos al abandonar su casa y sus redes para seguir a Jesús. Han escuchado que el Señor anuncia un Reino y que ofrece la vida eterna, pero no logran entender todavía la nueva dimensión que presenta el Señor y, por ello, su madre va a pedir algo bueno, pero que se queda en las simples aspiraciones humanas: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino» (Mt 20,21).
De igual manera, nosotros escuchamos y seguimos al Señor, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, pero no siempre logramos entender a cabalidad su mensaje y nos dejamos llevar por intereses personales o ambiciones dentro de la Iglesia. Se nos olvida que al aceptar al Señor, tenemos que entregarnos con confianza y de manera plena a Él, que no podemos pensar en obtener la gloria sin haber aceptado la cruz.
La respuesta que les da Jesús pone precisamente el acento en este aspecto: para participar de su Reino, lo que importa es aceptar beber de su misma «copa» (cf. Mt 20,22), es decir, estar dispuestos a entregar nuestra vida por amor a Dios y dedicarnos al servicio de nuestros hermanos, con la misma actitud de misericordia que tuvo Jesús. El Papa Francisco, en su primera homilía, recalcaba que para seguir a Jesús hay que caminar con la cruz, pues «cuando caminamos sin la cruz, cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor».
Seguir a Jesús exige, por consiguiente, gran humildad de nuestra parte. A partir del bautismo hemos sido llamados a ser testigos suyos para transformar el mundo. Pero esta transformación sólo la lograremos si somos capaces de ser servidores de los demás, con un espíritu de gran generosidad y entrega, pero siempre llenos de gozo por estar siguiendo y haciendo presente al Señor.
* Mons. Octavio RUIZ Arenas Secretario del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización (Città del Vaticano, Vaticano)
 
Santoral Católico:
San Santiago el Mayor
Apóstol – Patrón de España
Nació en Betsaida; era hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Juan. Jesús, pasando junto al lago de Galilea, vio a los dos hermanos, que estaban repasando las redes, y los llamó a su seguimiento. Junto con su hermano y Pedro, Santiago fue uno de los tres discípulos más cercanos a Jesús, en la curación de la hija de Jairo (Mc 5,37), en la Transfiguración (Mt 17,1), en Getsemaní. Por su carácter pronto e impetuoso, el Señor le impuso a él y a su hermano el sobrenombre de «hijos del trueno» (Mc 3,17). Fue decapitado por Herodes Agripa en Jerusalén el año 44. Desde la antigüedad está muy difundida la persuasión de que Santiago predicó el Evangelio en los confines de Occidente, o sea, en España, y de que sus discípulos recogieron sus restos en Jerusalén y vinieron a enterrarlos en lo que hoy es Compostela. Su sepulcro, a lo largo de la Edad Media y hasta nuestros días, es meta de innumerables peregrinaciones de toda la Cristiandad.
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Palabras del Santo Padre Pío
“La ansiedad vana e inútil os fatigará espiritualmente, y vuestro espíritu no podrá dominar su sujeto. Hay que liberarse de toda ansiedad, porque ella es la peor enemiga de la devoción sincera y auténtica. Y esto principalmente cuando se ora. Recordad que la gracia y el gusto de la oración no provienen de la tierra sino del cielo”.
 
Humor de sábados
Como irritar a un médico en 12 pasos
1) Comience la consulta reclamando por la demora, aunque haya sido atendido rápidamente.
 
2) Después, diga al médico que él es el tercero que usted consulta por el mismo motivo y que "solo está queriendo una opinión más, pues no confía mucho en los médicos". Diga también aquella frase clásica: "Cada médico opina una cosa diferente".
 
3) Nunca responda directamente las preguntas. En caso que le pregunte si usted tuvo fiebre, diga que tuvo tos. Cuente todo detalladamente, comenzando, si es posible, desde su infancia...
 
4) Lleve siempre 3 niños con usted (no es preciso que sean sus hijos). Especialmente aquellos que tocan todo, se suben a los muebles y hacen preguntas en el medio de la consulta. Combine, previamente, con uno de ellos, para jugar permanentemente con la balanza
 
5) Pida receta de un medicamento de venta controlada. Diga que no es para usted, sino para una vecina muy amiga. No se olvide de decir que ella toma esos remedios hace muchos años y que no sobrevive sin ellos. Que usted está queriendo retribuir un favor para ella.
 
6) Cuando el médico le pregunte qué remedio está usted tomando, diga que no recuerda el nombre, pero "que es un comprimido blanco" y que usted está pensando en parar porque no está funcionando y que "le está atacando el estómago" como todos los comprimidos que usted toma. Aproveche para pedir "una inyección".
 
7) Cuando el médico se está despidiendo de usted, en la sala de espera, diga bien alto, para que los otros escuchen: "¡Vamos a ver si ahora la pega, Doctor…!"
 
8) Cuando retorne a una segunda consulta, inicie con: "Estoy peor que antes". Aproveche para incluir nuevas quejas. Diga que usted pasó por un farmacéutico, muy antiguo y de mucho concepto en el barrio donde vive su tía, y que el resolvió cambiarle los remedios.
 
9) Insista para que el médico intente descubrir la causa de aquel dolor de estómago que usted tuvo seis meses atrás, y que desapareció misteriosamente. Insista también en contar los síntomas con riqueza de detalles.
 
10) Traiga todas las pruebas solicitadas por médicos de otras especialidades. Si él es un clínico general, consiga un electroencefalograma para mostrarle. Pregunte también si él le haría el favor de ver la mamografía de su vecina.
 
11) Descubra dónde su médico trabaja a la noche y sólo pase a consultarlo allá. De preferencia en hospitales públicos, donde él no gana por la consulta.
 
12) Al final de la consulta, pregunte si él no le haría el favor de darle un certificado, pues usted "no estuvo en condiciones de trabajar hoy". Diga que usted tenía que resolver unas problemitas personales y no daba para ir a trabajar.
 
Y si finalmente logra irritarlo… compruebe que no solo no tiene vocación, sino que además tiene muy poca paciencia...
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Un niño muy educado y formal subió a un avión, buscó su asiento y se sentó. El niño abrió su cuaderno de pintar y empezó a colorearlo. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.
Durante un buen rato, hubo tormenta y mucha turbulencia. En un determinado momento hubo una sacudida fuerte, y todos se pusieron muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento. ¿Cómo lo hacía? ¿Por qué estaba tan calmado? Una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora, -contestó el niño y mirando su cuaderno de pintar le dijo-: "Mi padre es el piloto".
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos dónde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. En esos momentos hay que recordar que nuestro Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Esa es la fe, la que nos alienta y nos da confianza en los momentos difíciles.
Démosle gracias a Dios por la fe que nos ha regalado y pidámosle que nos la conserve y se la dé a aquellos que pasan por momentos de prueba…
 
¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Julio 25
Enseñarás a volar pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen, estará la semilla del camino enseñado y aprendido.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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2 comentarios:

  1. Brillante y entusiasta pequeñas Semillitas, Hoy especialmente humor de los sábados imperdible y las frases de la Santa Madre Teresa. Gracias hermano Felipe por esta frescura de las mañanas.- Esto último me lo dijo un joven de 28 años que me pidió le mandara todos los día esta revista..."gracias por la frescura,.....".-

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  2. Muchas gracias por tu comentario. ¡Lástima que no has puesto tu nombre y tu ciudad y país de residencia!

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