PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4097 ~ Miércoles 28 de Agosto de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
“No
tengas miedo de llevar a María a casa", como si temieras que María te
fuera a alejar de Jesús.
¡No,
al contrario! Cuanto más lleves a María a tu hogar, más le permites a Jesús que
te atraiga hacia Él y te guíe por el camino de la santidad. Es más, como si por
tus propias fuerzas pudieras seguirlo fielmente, sin fatigarte, sin
desanimarte, sin detenerte en el camino.
Sin
María no irás tras Jesús, hasta el final del amor que nos mostró en la cruz,
quien “habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo" (Jn13, 1).
María
es el gran secreto del corazón de Jesús.
(Padre Philippe Marie Mossu)
¡Buenos días!
No sólo palabras
La
persona honesta es coherente entre lo que hace y lo que dice. Vive de
principios. Vive auténticamente como un ser humano. No se justifica diciendo
que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es sincero y veraz,
no aparenta una imagen que no corresponde con su vida real. Por ejemplo,
aparentar virtudes que no tiene.
Un candidato a un puesto público de nuestro país
estaba haciendo su campaña, para obtener el mayor número de votos. Uno de los
electores decidió someterlo a una prueba. Una noche, ya tarde, llamó a la
puerta del candidato y le dijo: —Necesito ayuda. Se paró mi coche. ¿No podría
usted hacerme el favor de darme un empujón?
—Por supuesto - se oyó desde el interior de la casa y los dos hombres
salieron rumbo al coche. Al llegar al automóvil, el propietario se subió y dejó
sorprendido al candidato, poniendo enseguida en marcha el motor. Asomándose por
la ventanilla, el elector le dijo al admirado candidato: —Únicamente quería
saber si usted es el tipo de hombre por quien se puede votar.
Para
vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su conducta
honesta. Ser honesto es ser transparente;
Es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para
defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad,
las apariencias son algunas de estas máscaras. Básica tarea para cada
ciudadano.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: 1 Tes 2, 9-13
♥ Salmo: Sal 138, 7-12b
♥ Santo Evangelio: Mt 23,27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados,
que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de
muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos
ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros
de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si nosotros
hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte
con ellos en la sangre de los profetas!’. Con lo cual atestiguáis contra
vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad
también vosotros la medida de vuestros padres!».
♥ Comentario:
Hoy, como en los días anteriores y los que siguen,
contemplamos a Jesús fuera de sí, condenando actitudes incompatibles con un
vivir digno, no solamente cristiano, sino también humano: «Por fuera aparecéis
justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de
iniquidad» (Mt 23,28). Viene a confirmar que la sinceridad, la honradez, la
lealtad, la nobleza..., son virtudes queridas por Dios y, también, muy
apreciadas por los humanos.
Para no caer, pues, en la hipocresía, tengo que ser
muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que
deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo,
conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra
el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con
claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en
Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el
hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con
los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira,
el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza..., y,
por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti,
no lo quieras para nadie».
Estas tres actitudes —que podemos considerar de
sentido común— las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y
hacernos cargo de que necesitamos la gracia santificante, debido al pecado
original ocasionado por el “padre de la mentira”: el demonio. Por esto, haremos
caso de la exhortación de san Josemaría: «A la hora del examen ve prevenido
contra el demonio mudo»; tendremos también presente a Orígenes, que dice: «Toda
santidad fingida yace muerta porque no obra impulsada por Dios», y nos
regiremos, siempre, por el principio elemental y simple propuesto por Jesús:
«Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37).
María no se pasa en palabras, pero su sí al bien, a
la gracia, fue único y veraz; su no al mal, al pecado, fue rotundo y sincero.
+ Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué (Manresa, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Agustín
Obispo y Doctor de la
Iglesia
Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354.
Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres.
Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba
de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de
retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a
la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio. Vuelto a su
patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio
de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34
años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de
sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del
saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor
profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y
sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo. Fomentó
la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.
Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san
Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente
de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamientos de San
Agustín
“No digas que el tiempo
pasado fue mejor que el presente,
las virtudes son las que
hacen los buenos tiempos,
y los vicios los que los
vuelven malos.”
“Dios siempre está tratando
de darnos buenas cosas,
pero nuestras manos están
demasiado llenas para recibirlas.”
“Fue el orgullo lo que
cambió a los ángeles en demonios;
es la humildad lo que hace a
los hombres ángeles.”
Tema del día:
Aprende a ser feliz
Me parece que la primera cosa que tendríamos que
enseñar a toda persona que llega a la adolescencia es que los humanos no
nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que,
en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o
la desgracia. Que no es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda
encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como
una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una
casa.
Habría también que enseñarles que la felicidad nunca
es completa en este mundo, pero que, aun así, hay raciones más que suficientes
de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves
está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que
poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera.
Sería también necesario decirles que no hay «recetas»
para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay una sola, sino muchas
felicidades y que cada persona debe construir la suya, que puede ser muy
diferente de la de sus vecinos. Y porque, en segundo lugar, una de las claves
para ser felices está en descubrir «qué» clase de felicidad es la mía propia.
Añadir después que, aunque no haya recetas
infalibles, sí hay una serie de caminos por los que, con certeza, se puede
caminar hacia ella. A mí se me ocurren, así de repente, unos cuantos:
- Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra
alma. Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos. No tener que esperar
a encontramos con un ciego para enterarnos de lo hermosos e importantes que son
nuestros ojos.
- Asumir después serenamente las partes negativas o
deficitarias de nuestra existencia.
- Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es
preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasarnos la vida
desconfiando de los demás.
- Tener un gran ideal, algo que centre nuestra
existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestras energías.
- Creer descaradamente en el bien. Tener confianza en
que a la larga -y a veces muy a la larga- terminará siempre por imponerse.
- En el amor, preocuparse más por amar que por ser
amados.
- Elegir, si se puede, un trabajo que nos guste. Y si
esto es imposible, tratar de amar el trabajo que tenemos.
- Revisar constantemente nuestras escalas de valores.
Cuidar de que el dinero no se apodera de nuestro corazón, pues es un ídolo
difícil de arrancar de el cuando nos ha hecho sus esclavos.
- Descubrir que Dios es alegre.
- Procurar sonreír con ganas o sin ellas.
La lista podría ser más larga. Pero creo que, tal
vez, esas pocas lecciones podrían servir para iniciar el estudio de la
asignatura más importante de nuestra carrera de hombres: la construcción de la
felicidad.
Autor: Padre José Luis Martín Descalzo
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
¿Hace mucho que no vamos al cementerio? Deberíamos ir
más frecuentemente, para recordar y tener bien presente dónde terminará nuestra
vida en este mundo. Porque a veces vivimos como si jamás fuéramos a morir.
Muchos de los que están en las tumbas nos podrían decir que ellos tampoco
pensaban que un día morirían.
¿Qué haríamos si nos dijeran que tenemos un mal
incurable y que deberemos morir dentro de una semana? ¡Cuántas cosas haríamos y
arreglaríamos en esa semana! ¡Cuántos perdones y reconciliaciones obraríamos!
Pero como parece que la muerte está muy lejos, entonces seguimos viviendo igual
que siempre, adormecidos por Satanás, que juega con nosotros escondiéndonos tal
vez la inminencia de la muerte.
Muchos buscan en el Cristianismo y el Catolicismo la
“novedad”, y no se dan cuenta de que lo que realmente importa es meditar
siempre las cosas ya sabidas, porque el querer buscar siempre lo nuevo, no
viene de Dios, sino del Maligno. En cambio el meditar en las verdades de
siempre, nos trae un profundo conocimiento de la vida humana y nos predispone a
vivir bien este tiempo de destierro que es la vida en el mundo.
Vivamos cada día como si fuera el último, y estaremos
más cerca de la verdad, porque efectivamente uno de esos días será realmente el
último para nosotros.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para el joven Tomás Santiago, de Colombia, quien atraviesa por una situación
familiar delicada; ni papá, ni mamá desean hacerse cargo de él, sólo recibe
desprecio y rechazo; su tía abuela se ha encargado de él y por supuesto el
Estado ha dejado su custodia a ella. Oramos por él y la bondad de su tía
abuela, quien iluminada por el Espíritu Santo dará lo mejor de sí para que
Tomás Santiago continúe su vida con amor y motivación. Oramos también por sus
padres para que el Señor les perdone y logren la conversión y consciencia de su
verdadera responsabilidad.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Agosto 28
Juan el Bautista reconoció que convenía que él
disminuyera, para que Cristo creciera (Jn 3,30); destruir nuestro yo, solamente
para anular la propia personalidad sería no evangélico, ni humano, pero
destruir el yo, para elevar a ese yo a la identificación con Cristo, no es
propiamente destrucción del yo, sino sublimación.
Esa negación de sí mismo es necesaria para todo
cristiano... Al fin y al cabo, el mismo camino de renuncia a sí mismo, de
sufrimiento y de muerte, que siguió el Maestro, debe recorrer el que pretende
ser su discípulo.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
🌸
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
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