PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4087 ~ Domingo 18 de Agosto de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Son
bastantes los cristianos que, profundamente arraigados en una situación de
bienestar, tienden a considerar el cristianismo como una religión que,
invariablemente, debe preocuparse de mantener la ley y el orden establecido.
Por
eso, resulta tan extraño escuchar en boca de Jesús dichos que invitan, no al
inmovilismo y conservadurismo, sino a la transformación profunda y radical de
la sociedad: «He venido a prender fuego en el mundo y ojalá estuviera ya
ardiendo… ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división».
No
nos resulta fácil ver a Jesús como alguien que trae un fuego destinado a
destruir tanta mentira, violencia e injusticia. Un Espíritu capaz de
transformar el mundo, de manera radical, aun a costa de enfrentar y dividir a
las personas.
Necesitamos
una revolución más profunda que las revoluciones económicas. Una revolución que
transforme las conciencias de los hombres y de los pueblos. Quien sigue a
Jesús, vive buscando ardientemente que el fuego encendido por él arda cada vez
más en este mundo. Pero, antes que nada, se exige a sí mismo una transformación
radical: «solo se pide a los cristianos que sean auténticos. Esta es
verdaderamente la revolución» (E. Mounier).
Padre José Antonio Pagola
¡Buenos días!
¿Qué traerá este día?
La
oración humilde y confiada conmueve el corazón de Dios. A nosotros también nos
enternecen los niños cuando con encantadora espontaneidad nos piden que les
ayudemos a hacer un dibujo, a atarles los cordones de los zapatitos, etc., y no
podemos negarnos. Su humilde confianza nos impulsa a prestarles cualquier
servicio.
¡Lo que tú quieras, Señor!, pero te pido fe para mirarte en todo,
esperanza para no desfallecer, caridad perfecta en todo lo que haga, piense y
quiera. Dame paciencia y humildad. Dame desprendimiento y un olvido total de mí
mismo. Dame, Señor, lo que tú sabes me conviene y yo no sé pedir. ¡Que pueda yo
amarte cada vez más y hacerte amar de los que me rodean! ¡Que sea yo grande en
lo pequeño! ¡Que siempre tenga el corazón alerta, el oído atento, la mente
activa y el pie dispuesto! ¡Derrama, Señor, tus gracias sobre todos los que
quiero! Amén.
La
oración que haces al comenzar la jornada y al terminarla, es la expresión de tu
amor y confianza en Dios. Entre estos dos momentos, si amas de verdad a Dios
con toda el alma y con todas las fuerzas, como dice la Palabra, de alguna
manera el recuerdo y la presencia del Señor te acompañarán en las variadas
tareas de tu jornada.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Jer 38, 3-6. 8-10
♥ Salmo: Sal 39, 2-4. 18
♥ Segunda Lectura: Heb 12, 1-4
♥ Santo Evangelio: Lc 12,49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «He
venido a encender fuego en el mundo, ¡y cómo querría que ya estuviera ardiendo!
Tengo que pasar por una terrible prueba ¡y cómo he de sufrir hasta que haya
terminado! ¿Creéis que he venido a traer paz a la tierra? Pues os digo que no,
sino división. Porque, de ahora en adelante, cinco en una familia estarán
divididos, tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra su hijo y
el hijo contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la
suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra».
♥ Comentario:
Hoy -de labios de Jesús- escuchamos afirmaciones estremecedoras:
«He venido a encender fuego en el mundo» (Lc 12,49); «¿creéis que he venido a
traer paz a la tierra? Pues os digo que no, sino división» (Lc 12,51). Y es que
la verdad divide frente a la mentira; la caridad ante el egoísmo, la justicia
frente a la injusticia…
En el mundo -y en nuestro interior- hay mezcla de
bien y de mal; y hemos de tomar partido, optar, siendo conscientes de que la
fidelidad es "incómoda". Parece más fácil contemporizar, pero a la
vez es menos evangélico.
Nos tienta hacer un "evangelio" y un
"Jesús" a nuestra medida, según nuestros gustos y pasiones. Hemos de
convencernos de que la vida cristiana no puede ser una pura rutina, un "ir
tirando", sin un constante afán de mejorar y de perfección. Benedicto XVI
ha afirmado que «Jesucristo no es una simple convicción privada o una doctrina
abstracta, es una persona real cuya entrada en la historia es capaz de renovar
la vida de todos».
El modelo supremo es Jesús (hemos de "tener la
mirada puesta en Él", especialmente en las dificultades y persecuciones).
Él aceptó voluntariamente el suplicio de la Cruz para reparar nuestra libertad
y recuperar nuestra felicidad: «La libertad de Dios y la libertad del hombre se
han encontrado definitivamente en su carne crucificada» (Benedicto XVI). Si
tenemos presente a Jesús, no nos dejaremos abatir. Su sacrificio representa lo
contrario de la tibieza espiritual en la que frecuentemente nos instalamos
nosotros.
La fidelidad exige valentía y lucha ascética. El
pecado y el mal constantemente nos tientan: por eso se impone la lucha, el
esfuerzo valiente, la participación en la Pasión de Cristo. El odio al pecado
no es cosa pacífica. El reino del cielo exige esfuerzo, lucha y violencia con
nosotros mismos, y quienes hacen este esfuerzo son quienes lo conquistan (cf.
Mt 11,12).
Rev. D. Isidre SALUDES i Rebull (Alforja, Tarragona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“La
Iglesia, en su sabia pedagogía moral, ha invitado siempre a los creyentes a
buscar y a encontrar en los santos y santas, y en primer lugar en la Virgen
Madre de Dios llena de gracia y toda santa, el modelo, la fuerza y la alegría
para vivir una vida según los mandamientos de Dios y las bienaventuranzas del
Evangelio.”
Predicación del
Evangelio:
Significado del fuego
Estamos acostumbrados de pensar en el fuego como
devastador. Cada año las noticias muestran incendios destruyendo casas tanto
como bosques. En estos casos el fuego resulta en ambas la miseria humana y la
erosión de la tierra. Pero el fuego puede llevar beneficios también. Los
guardabosques se aprovechan de quema controlada para limpiar material
combustible acumulado. En el Evangelio hoy Jesús dice que ha venido a traer
fuego a la tierra. Tememos que este fuego sea dañino pero puede tener un gran
beneficio para nosotros.
Si la imagen de Jesús trayendo el fuego no nos
molesta, la idea de él sembrando división lo hará. Dice que dividirá familias y
comunidades. Lo hará por volcar los modos de pensar equivocados. A veces estos
modos que necesitan cambiarse no son patentemente nefastos. De hecho la mayoría
los aceptan como naturales, pero no los consideran así los discípulos de Jesús.
Hay muchas ideas equivocadas pero vamos a enfocarnos sólo en tres.
Muchos piensan que el éxito en la vida depende de
tener una carrera que con gran salario. Por esta razón la competición de entrar
en escuelas de medicina es particularmente fuerte. No solo ganan los médicos
cuatro veces más que los demás trabajadores sino también son muy estimados por
el público. Pero Jesús nos dice algo distinto
sobre salarios y fama. Recuerda a sus discípulos que vale nada ganar el mundo
si pierde a si mismo (Lucas 9,25). Un poema habla de un caballero con tanto
encanto, dinero, y buenas miradas que todo el mundo le admiraba. Sin embargo,
tenía un corazón duro. Termina el poema por decir que este hombre regresó a
casa una tarde y puso una bala en su cabeza. Una vida exitosa no es cuando la
persona tiene un salario siempre creciendo sino cuando él crece un buen
carácter. Eso es, cuando la persona no odia a nadie y trata a todos con la
justicia.
Otro error que muchos interiorizan hoy es pensar que
el sexo es necesario para ser feliz. Sí, el sexo entre los matrimonios tiene
muchos beneficios que incluyen el placer y el sentido de la intimidad. Pero muchos
viven felices sin el sexo. Pueden ser solteros, religiosas, aún los matrimonios
que por una razón u otra no tienen relaciones sexuales. Si la persona busca el
sexo principalmente por la satisfacción carnal, más tarde o más temprano estará
decepcionada. Provee el sexo un placer pasajero que siempre anhela más. La
felicidad, en contraste, es producto de hacer sacrificios para alcanzar una
meta que vale. No disipa pronto el sentido de la felicidad. De hecho, porque es
compartida con otras personas, queda por mucho tiempo. Jesús prohíbe la lujuria
(Mateo 5,27), el constante deseo para relaciones sexuales.
Hay una tendencia, realmente lamentable, de minimizar
el valor de los sacramentos. Muchos católicos –por ejemplo– opinan ya que la
Eucaristía no es verdaderamente el cuerpo de Cristo. Esta gente no reconoce el
poder de los sacramentos para salvarnos. Piensa que no importan mucho. Tenemos
que admitir que el Espíritu Santo entrega la gracia de la salvación como él vea
apropiado. Sin embargo, Jesús fundó los sacramentos como los medios ordinarios
de la salvación. ¿Qué es la salvación? Al principio del Evangelio de San Lucas,
Simeón sosteniendo al bebé Jesús en sus brazos, reza a Dios. Dice: “’Ahora,
Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz, porque
ya he visto la salvación…’” La salvación es ser como Jesús: libre de pecado y
empeñado a darse en el amor. En cada sacramento
encontramos a Jesús ayudándonos vivir el propósito del sacramento
particular. En la Eucaristía, por ejemplo, lo encontramos como la comida que
nos nutre para vivir como santos.
En el Evangelio hoy Jesús habla también del bautismo
que va a sufrir en Jerusalén. Está refiriendo a su pasión, muerte, y
resurrección. Como dice la segunda lectura, recordando este evento nosotros tenemos
la fortaleza para sufrir las pruebas de nuestras propias vidas. Sí nos cuesta
vivir contrario a las ideas de la mayoría. Sin embargo, estamos en buena
compañía cuando lo hacemos. Allí se encuentran a Jesús mismo y también “la
multitud de antepasados nuestros” como lo expresa la segunda lectura. Vale la
pena estar con ellos.
Padre Carmelo Mele O. P.
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a info@pequesemillitas.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y
allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por
la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos
por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
Lamentablemente esta semana no ha llegado ningún agradecimiento.
Un minuto con María
El padre Franck-Stéphane Yapi es un sacerdote de la
diócesis de Agboville en el sur de Costa de Marfil. Fundador de la
"Academia del amor", una célula de oración virtual para
comprometidos, casados, divorciados y viudos que se dedica a la pastoral de las
parejas. Habla sobre la importancia de la oración para estas:
"Creo que el matrimonio es una trinidad, la tercera
persona es Dios. Por tanto, los cónyuges deben permitirle que sea parte
integral de su matrimonio para que él conozca todo su desarrollo. La oración es
la respiración espiritual de la pareja cristiana porque coloca a Dios en el
corazón de la vida conyugal.
Hay muchas maneras de orar juntos. Por mi parte, les
aconsejo el Rosario. Primero, porque los católicos buscan mucho la intercesión
de la Santísima Virgen y el Rosario es la oración favorita de los católicos
después de la Misa. Segundo, porque, en la celebración del sacramento del
Matrimonio, hay una etapa al final de la Misa en la que la pareja se encomienda
a la oración de la Virgen María a quien ofrece un ramo de flores.
También creo que rezar juntos el Rosario puede facilitar la
oración dentro de la pareja. Rezando el Rosario con María nuestra madre por las
parejas, se me ocurrió pedir la intercesión de la santa pareja, María y José,
para tocar el corazón de Jesús. Para mí la vida de la pareja es un Rosario”.
Cinco minutos con Jesús
Agosto 18
Cuando lo externo no responde a un verdadero espíritu
interno, lo externo no tiene sentido, pero cuando lo externo es una
manifestación exigida por la vitalidad de lo interno, entonces lo externo con
sus manifestaciones visibles es algo hermoso y digno, porque es algo vital.
Es el corazón el que tiene que estar siempre en
comunión con Jesús, el corazón con su adhesión y su afecto, el corazón con su
entrega y su generosidad, el corazón con la sinceridad y la hondura de su amor.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
🌸
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
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