PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4088 ~ Lunes 19 de Agosto de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Estamos
en un mundo problemático y nos acosan las dificultades. Mas, no ser optimista
no depende de circunstancias externas, sino de nuestra posición frente a
problemas, conflictos y dificultades.
Cultivemos
la posición de nosotros mismos y acostumbrémonos a imaginar vivamente las
posibilidades de abundancias de bienes, satisfacciones y éxito.
Superamos
el pesimismo y sus terribles efectos, imaginando siempre lo mejor y trabajando
tenazmente por lograrlo.
Debemos
poner todo el potencial de nuestra mente y de nuestra fe en el auxilio de Dios,
al servicio del progreso integral y de la ayuda a los necesitados.
El
optimismo es la fuente perenne en la que podemos saciar nuestra sed de todo lo
positivo de la vida.
¡Buenos días!
“A la sombra de tus alas”
Los
salmos son antiguos cánticos donde vibra el alma del creyente con una gran
riqueza de sentimientos, como asombro, alabanza, contrición, intimidad, dulzura
u otros estados de ánimo. El salmista —por ejemplo— clama a Dios en una situación
angustiosa, usando el tierno símbolo de las alas de un ave maternal para
expresar su amor y confianza en el Señor.
Salmo 17: Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la
sombra de tus alas escóndeme de los malvados que me asaltan, del enemigo mortal
que me cerca. Salmo 57: Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se
refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad.
Salmo 63: A la sombra de tus alas canto con júbilo, mi alma está unida a ti, y
tu diestra me sostiene. Salmo 91: Él te librará de la red del cazador, de la
peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás, su brazo
es escudo y armadura.
El
mismo Jesús usó esta imagen cuando desde el monte de los olivos mirando a sus
pies a la ciudad deicida, lleno de tristeza, exclamó: “¡Jerusalén, Jerusalén,
que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces
quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y
tú no quisiste!”. Tómale gusto a los salmos: te enseñarán a orar a Dios con
sentimientos auténticos.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Jueces 2, 11-19
♥ Salmo: Sal 105, 34-37. 39-40. 43ab. 44
♥ Santo Evangelio: Mt 19,16-22
En aquel tiempo, un joven se acercó a Jesús y le
dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?». Él le
dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». «¿Cuáles?» —le dice él—. Y
Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás
falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a
ti mismo». Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?».
Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a
los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme». Al oír
estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
♥ Comentario:
Hoy la liturgia de la palabra pone ante nuestra
consideración el famoso pasaje del joven rico, aquel joven que no supo
responder ante la mirada de amor con que Cristo se fijó en él (cf. Mc 10,21).
San Juan Pablo II nos recuerda que en aquel joven podemos reconocer a todo
hombre que se acerca a Cristo y le pregunta sobre el sentido de su propia vida:
«Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» (Mt 19,16). El
Papa comenta que «el interlocutor de Jesús intuye que hay una conexión entre el
bien moral y el pleno cumplimiento del propio destino».
También hoy, ¡cuántas personas se hacen esta
pregunta! Si miramos a nuestro alrededor, podemos quizá pensar que son pocas
las personas que ven más allá, o bien que el hombre del siglo XXI no necesita
hacerse este tipo de preguntas, ya que las respuestas no le sirven.
Jesús le responde: «¿Por qué me preguntas acerca de
lo bueno? Uno sólo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos» (Mt 19,17). No es solamente legítimo el preguntarse acerca del
más allá, sobre el sentido de la vida, sino que... ¡es necesario hacerlo! El
joven le ha preguntado qué tiene que hacer para alcanzar la vida eterna, y
Cristo le responde que tiene que ser bueno.
Hoy día, para algunos o para muchos —¡qué más da!—
puede parecer imposible “ser bueno”... O bien, les puede parecer algo sin
sentido: ¡una tontería! Hoy, como hace veinte siglos, Cristo nos sigue
recordando que para entrar en la vida eterna es necesario cumplir los
mandamientos de la ley de Dios: no se trata de un “óptimo”, sino que es el
camino necesario para que el hombre se asemeje a Dios y así pueda entrar en la
vida eterna de manos de su Padre-Dios. En efecto, «Jesús muestra que los
mandamientos no deben ser entendidos como un límite mínimo que no hay que
sobrepasar, sino como una senda abierta para un camino moral y espiritual de
perfección, cuyo impulso interior es el amor» (San Juan Pablo II).
Rev. D. Óscar MAIXÉ i Altés (Roma, Italia)
Santoral Católico:
San Juan Eudes
Presbítero y Fundador
Nació en Ri, diócesis francesa de Séez (Normandía),
el año 1601. Estudió en los jesuitas y rehusó el matrimonio ventajoso que se le
ofrecía, para consagrarse al Señor. Recibió las órdenes menores e ingresó en la
Congregación del Oratorio fundada por el Card. De Bérulle. Ordenado sacerdote
en 1625, se dedicó de manera intensa a las misiones populares y la predicación
en las parroquias de extensas zonas rurales de Normandía, con mucho fruto de
vida cristiana. Para mejor responder a las urgencias de la Iglesia, dejó el
Oratorio y fundó dos congregaciones religiosas: una dedicada a las misiones
populares y a la formación de los seminaristas, la Congregación de Jesús y
María (los Eudistas); y la otra a la reeducación de las jóvenes extraviadas, la
de Nuestra Señora de la Caridad. En sus escritos nos dejó constancia de su
profundo conocimiento del misterio de Cristo. Fomentó con entusiasmo la
devoción a los Corazones de Jesús y de María. Murió en Caen (Normandía) el 19
de agosto de 1680.
Oración: Oh
Dios, que elegiste a san Juan Eudes para anunciar al mundo las insondables
riquezas del misterio de Cristo, concédenos, te rogamos, que, por su palabra y
su ejemplo, crezcamos en el conocimiento de tu verdad y vivamos según el
Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“La libertad, Sancho, es uno
de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no
pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la
libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el
contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.
(Don Quijote de la
Mancha. Parte 2. Capítulo 58)
Tema del día:
Relato de una mamá adoptiva
Ha sido un día muy cansado, esta tarde festejamos los
cumpleaños de mis dos hijas –de tres y un año– con una gran piñata. Ambas están
ya acostadas y dormidas, soñando con su fiesta, pero la más feliz soy yo, pues
adoro a mis hijas y verlas tan emocionadas me conmueve.
Acudieron muchas de mis amigas de la facultad, todas
con hijos pequeños, y también mamás de las compañeras del kinder de mi hija
mayor, a las que sólo conocía de vista. Como siempre que una mamá conoce por
primera vez a mi familia llega el momento en que se entera que mis hijas son
adoptadas comenzando una serie de preguntas cargadas de muy diferente
intención.
Casi siempre quien acaba de descubrir que mis hijas
son adoptivas las mira como si fuesen marcianas: «¿Son adoptadas?», se pregunta
pensando que es una broma. Quizá espera ver una niña negrita o con rasgos
filipinos, recogida por compasión ante el anuncio de una agencia internacional
que busca salvar a niños desvalidos o abandonados.
En estos años, he comprobado que la cultura de la
adopción está muy poco desarrollada. Normalmente por adopción imaginan a un
matrimonio conmovido ante un bebé abandonado y que decide levantarlo de la
calle o de un bote de basura..., ¡por lástima y compasión! La adopción es algo
totalmente diferente. Se recoge un objeto o un perrito encontrado y se acepta
por lástima, muchas veces sin importarte por qué ni quien lo ha abandonado. Aquí
principalmente interviene el sentimiento, la compasión, la idea de remediar
algo que está mal. Una acción que no sueles meditar ni razonar. Tratas de
aportar una solución a una posible injusticia, para “sentirse mejor”.
La adopción es algo más profunda, nace del alma, del
corazón. Es el espíritu maternal de toda mujer quien exige al matrimonio la
necesidad de tener un bebé en brazos al que amar, cuidar, educar y servir. No
se trata de prolongar los apellidos, de sentirte acompañada, de auto realizarte,
de garantizar el cuidado propio en la vejez..., todas esas razones descansan en
el egoísmo, en mirarte a ti misma. Un hijo no es una prolongación de tu
persona, sino un ser nuevo, diferente, autónomo, al que deseas amar plenamente,
y quieres educar y guiar para que sea libre y haga su propia vida.
Por supuesto que en una adopción tienes presente la
idea de acoger al desvalido y servir al necesitado, pero la razón principal
será siempre el amor al hijo, amor que está presente desde hace muchos años,
que has ido madurando poco a poco, que ha ido preparando a la pareja para ese
encuentro. El hijo –biológico o adoptivo– no aparece de repente a la puerta de
la casa, sino que es precedido de un largo proceso, de un auténtico embarazo en
el interior de la mamá, en tu pancita o en tu corazón.
Todavía me duele profundamente el comentario de un
conocido de nuestra familia. Mi primera hija estaba enferma y nosotros muy
angustiados porque los doctores no podían bajarle la fiebre. Al vernos en ese
estado, esa persona me dijo que me tranquilizase, pues ya sabíamos a donde
podríamos acudir a pedir otro..., como si fuese cambiar de computadora...
El hijo adoptivo es tu hijo, deseado, amado,
esperado, suplicado tantas noches al Dios de la Vida. Unos aretes o una casa se
cambian, un perro se sustituye..., tu hijo no puedes escogerlo, ni cambiarlo,
ni nadie lo podrá suplir. Los nuevos hijos son eso, otros, estupendos, pero
nunca un sustituto.
A mucha gente quizá nadie le ha explicado nunca que
adoptar es otra forma de crear tu propia familia. Otros están llenos de
prejuicios y sinrazones, viven atados a sus esquemas sin posibilidad de cambio.
Algunos, simplemente no quieren entenderlo...
Mónica Bouillé de Gilio
"Pequeñas
Semillitas" por email
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lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo
electrónico. Las suscripciones son totalmente gratuitas y solo tienes que
solicitarlas dirigiéndote por e-mail a info@pequesemillitas.com
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todos los que las reciben, los invito a que compartan las "Pequeñas
Semillitas" reenviándolas a sus contactos, y de ese modo ayudan a sembrar
en el mundo la alegría del Evangelio.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Una de las esclavitudes más fuertes es la del odio.
Hay muchas personas en el mundo que no quieren perdonar a quienes les han
ofendido y el odio, que tienen por dentro, los lleva a ser violentos y a
vengarse en los que les han hecho daño o en otras personas que encuentran en su
camino. Y lo peor de todo es que la falta de perdón produce en muchos casos
serias enfermedades, que aumenta su infelicidad. El odio los esclaviza, los
enferma y les impide ser felices. Pero muchos prefieren vivir con esa cadena a sentirse
tontos o débiles por perdonar.
La cultura pagana del ambiente en que vivimos nos
invita a la venganza a través de tontas películas, donde se confunde el amor
con el sexo, la fortaleza con la venganza y el perdón con la debilidad. Y
muchos jóvenes se contagian de este sida espiritual que nos rodea. Les faltan
defensas ante tantos ataques al amor y al perdón. Están desprotegidos por la
falta de Dios en su vida y caen en las redes de cualquier líder sectario o
mago, que les pide venganza y les enseña cómo realizarlas. ¡Cuántos acuden a brujos
para que hagan daño a otras personas!
(Padre Ángel Peña)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta
de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Amilcar Jesús, de Córdoba, Argentina,
que ha sido llamado por el Padre a la casa celestial. Que la Santísima Virgen
conceda a su familia cristiana resignación con la fe viva en la resurrección
final.
Pedimos oración para Mara y Gustavo, de Guanajuato, México, que sufrieron un accidente
de automóvil en una carretera y están graves, por lo que rogamos al Señor que
se recuperen y pronto estén bien.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Agosto 19
En el colmo de la
admiración decían: todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los
mudos.
Así se dijo del Maestro y así debe poder decirse del
discípulo, que eres tú: “Todo lo ha hecho bien”.
Hacer bien todo, no solamente las cosas más
importantes de la vida, sino también las cosas más sencillas; la perfección es
el resultado de todas esas cosas sencillas y humildes que realizamos cada día;
esa cosas son las que debemos “hacer bien”, a imitación de Jesús.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
🌸
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
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