domingo, 25 de agosto de 2019

Pequeñas Semillitas 4094

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4094 ~ Domingo 25 de Agosto de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
La pregunta del Evangelio de hoy nos la hemos hecho todos: «¿Son muchos los que se salvan»? Lo primero que hay que decir es que Dios quiere que se salven todos, pues ha venido a redimir a toda la humanidad.
Pero aunque Dios ofrece su redención a todos, no la impone a nadie. Nosotros hemos de aceptarla o rechazarla. Por eso es una utopía eso de creer que todos se salvan. Por desgracia hay quienes rechazan a Dios, y Dios respeta nuestra libertad.
Pero no sólo basta aceptar la redención, también hay que colaborar: «si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos». Muchos dice que quieren salvarse, pero si no guardan los mandamientos, eso que dicen no es verdad.
Aunque la puerta de entrada al cielo es estrecha, Dios nos ayuda a subir la cuesta y a entrar por ella. Dice San Pablo: «Todo lo puedo en aquel que me conforta». Es como ir en una bicicleta de dos plazas, y Dios pedaleando fuerte detrás.
Padre Jorge Loring S. J.

¡Buenos días!
Un amigo es…
¿Qué es la amistad? Es... una puerta que se abre, una mano extendida, una sonrisa que te alienta, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor, una palabra que te anima y una crítica que te mejora. Es... un abrazo de perdón, un encuentro que te regocija, un favor sin recompensa, un dar sin exigir, una entrega sin calcular y un esperar... sin cansancio.

Un amigo es el que siendo leal y sincero, te comprende  El que te acepta como eres y tiene fe en ti. El que sin envidia reconoce tus valores, te estimula y elogia sin adularte. El que te ayuda con desinterés y no abusa de tu bondad. El que con sabios consejos te ayuda a construir y pulir tu personalidad. El que goza con tus alegrías. El que sin herirte te aclara lo que entendiste mal, o te saca del error. El que levanta tu ánimo cuando estás caído. El que te perdona con generosidad, olvidando tu ofensa. El que ve en ti un ser humano con alegrías, esperanzas, debilidades y luchas. "Los amigos son la manera como Dios nos cuida”

“La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido” (R. Tagore). “Para conservar un amigo tres cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente y ayudarlo cuando lo necesite”, (Proverbio italiano). Dios te conceda el tesoro de uno o más amigos.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 66, 18-21

Salmo: Sal 116, 1-2

Segunda Lectura: Heb 12, 5-7. 11-13

Santo Evangelio: Lc 13,22-30
En aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’; y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».

Comentario:
Hoy el evangelio nos sitúa ante el tema de la salvación de las almas. Éste es el núcleo del mensaje de Cristo y la “ley suprema de la Iglesia” (así lo afirma, sin ir más lejos, el mismo Código de Derecho Canónico). La salvación del alma es una realidad en cuanto don de Dios, pero para quienes aún no hemos traspasado las lindes de la muerte es tan solo una posibilidad. ¡Salvarnos o condenarnos!, es decir, aceptar o rechazar la oferta del amor de Dios por toda la eternidad.
Decía san Agustín que «se hizo digno de pena eterna el hombre que aniquiló en sí el bien que pudo ser eterno». En esta vida sólo hay dos posibilidades: o con Dios, o la nada, porque sin Dios nada tiene sentido. Visto así, vida, muerte, alegría, dolor, amor, etc. son conceptos desprovistos de lógica cuando no participan del ser de Dios. El hombre, cuando peca, esquiva la mirada del Creador y la centra sobre sí mismo. Dios mira incesantemente con amor al pecador, y para no forzar su libertad, espera un gesto mínimo de voluntad de retorno.
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Cristo no responde a la interpelación. Quedó entonces la pregunta sin respuesta, y también hoy, pues «es un misterio inescrutable entre la santidad de Dios y la conciencia del hombre. El silencio de la Iglesia es, pues, la única posición oportuna del cristiano» (San Juan Pablo II). La Iglesia no se pronuncia sobre quienes habitan el infierno, pero —basándose en las palabras de Jesucristo— sí que lo hace sobre su existencia y el hecho de que habrá condenados en el juicio final. Y todo aquel que niegue esto, sea clérigo o laico, incurre sin más preámbulos en herejía.
Somos libres para tornar la mirada del alma al Salvador, y somos también libres para obstinarnos en su rechazo. La muerte petrificará esa opción por toda la eternidad...
Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona, España)

Palabras de San Juan Pablo II 
"La Palabra de Dios es digna en todos vuestros esfuerzos.
Abrazarla en toda su pureza e integridad,
y difundirla con el ejemplo y la predicación, es una gran misión.
Esta es vuestra misión hoy, mañana y el resto de vuestras vidas".

Predicación del Evangelio:
Entrar por la puerta estrecha
El Evangelio de hoy da respuesta a una pregunta formulada por uno de los que escuchaban a Jesús: “Señor, ¿serán pocos los que se salvan?”:

- Los seres humanos sentimos una enorme curiosidad por lo que encontraremos después de la muerte. ¿Qué nos espera? Ciertamente, la fe nos dice que veremos a Dios cara a cara, lo cual nos llena de esperanza.
- La pregunta por lo que encontraremos después de la muerte está relacionada con la justicia de Dios: ¿Cómo juzgará lo que hemos hecho? ¿Cómo se articulan la justicia y la misericordia de las cuales nos habla la Biblia? ¿Cuál será la suerte de aquellos personajes de la historia que han sido causantes de tanto dolor, sangre y lágrimas? ¿Cómo serán juzgados los explotadores, los  violadores, los corruptos?
- La pregunta del personaje anónimo del Evangelio de hoy se la está haciendo la humanidad desde hace miles de años.

Jesús da un giro a la pregunta pues, en lugar de referirse al número de los que se salvan, explica cómo hay que obrar para salvarse. Y esto lo hace siguiendo el estilo de predicación que le era propio, las parábolas:

- Jesús les dice: “Hagan el esfuerzo de entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán”
- ¿Por qué Jesús utiliza la metáfora de la “puerta estrecha? El pueblo de Israel pensaba que tenía asegurada la salvación por el simple hecho de ser descendientes de Abrahán y cumplir los preceptos de la ley.
- Jesús corrige esta mentalidad según la cual la salvación es un derecho que se transmite de padres a hijos. No. La salvación no es algo automático que se transmite como si fuera parte del ADN.
- ¿Cuál es el camino de salvación que propone Jesús? Acoger el mensaje del Reino y poner en práctica sus exigencias.
- El Reino de Dios en medio de nosotros es un llamado a la conversión, la cual no consiste en algo teórico, sino que tiene hondas repercusiones prácticas en el comportamiento diario y nos pide que establezcamos un modelo de relación diferente con los demás, con las cosas que nos rodean y con Dios.

Demos un paso adelante en nuestra reflexión y hagamos claridad sobre el alcance de la expresión “puerta estrecha”:

- A lo largo de la historia de la Iglesia han surgido grupos de fieles que pretenden imponer un estilo de vida terriblemente riguroso, estricto, lleno de privaciones, como si el seguimiento de Jesús exigiera renunciar a la alegría de vivir. La alegría propia del Reino de Dios nos motiva para asumir, con paz y realismo, las cruces que van apareciendo en el camino de la vida.
- Esta visión negativa de la religión ha hecho mucho daño pues ha alejado de la Iglesia a numerosas personas de buena voluntad que se sintieron atraídas por el mensaje de Jesús, pero huyeron ante la inhumana respuesta que encontraron en algún ministro de la Iglesia o porque escucharon una catequesis desenfocada.
- El verdadero sentido de la expresión “puerta estrecha” es una invitación a ser coherentes con el mensaje de Jesús, a asumirlo sin ambigüedades, traduciéndolo en hechos concretos en la familia, en el trabajo, en la vida social.

El Concilio Vaticano II nos recuerda que todos los discípulos de Cristo estamos llamados a la santidad, en el estado concreto de vida que hayamos escogido. La santidad no es, pues, un llamado exclusivo para unos cuantos personajes que se retiraron del mundo para dedicarse a la oración, al ayuno y a la penitencia. No. La santidad es un llamado universal para asumir con responsabilidad y amor las tareas diarias.

Además de esta enseñanza sobre la salvación entendida como coherencia en asumir los retos que nos presenta la vida, el evangelio de hoy plantea la universalidad del  mensaje de salvación, tema éste que debió producir inconformidad en los contemporáneos de Jesús:

- El don de Dios, que en una primera etapa de la historia de la salvación estuvo circunscrito a un pueblo particular, se abre a toda la humanidad.
- Ya lo había anunciado el Profeta Isaías, cuyas palabras escuchamos en la primera lectura: “Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua”
- El evangelista retoma este mensaje de apertura: “Vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios. Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos”
- La invitación de Dios no es propiedad de un pueblo particular ni está amarrada a una cultura específica. Cristo dio la vida por todos los seres humanos.
- De ahí surge para la Iglesia un enorme desafío, ya que su predicación debe ser comprensible en todos los contextos culturales. Lo mismo podemos afirmar de las formas litúrgicas. No podemos imponer los esquemas occidentales a culturas muy diferentes.

Es hora de terminar nuestra meditación dominical. La liturgia de hoy sacude a aquellos católicos cuya pertenencia a la Iglesia es simplemente sociológica, pues solamente participan en los ritos (bautismo, primera comunión, quizás el matrimonio, las exequias). Ellos son los primeros destinatarios de este mensaje sobre la “puerta estrecha”. La fe en Cristo pide un cambio en la vida. El segundo mensaje tiene que ver con la universalidad de la salvación, que exige una gran apertura. La casa de Dios nuestro Padre está abierta a todos sin excepción.
Padre Jorge Humberto Peláez S. J.

Poesía 
¡Oh mi adorada niña!
Te diré la verdad:
tus ojos me parecen
brasas tras un cristal;
tus rizos, negro luto,
y tu boca sin par,
la ensangrentada huella
del filo de un puñal.
(Rubén Darío)

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a info@pequesemillitas.com
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde San Luis, Argentina, Kari escribe para agradecer por la recuperación de su hija Alma María. Dice: “Quiero agradecer a Jesús, Maria y a San Juan Bautista, a quienes he orado mucho, a todos y cada uno que han puesto en oración a mi hija Alma María. Fuimos a buscar la fecha de cirugía de columna vertebral al Hospital y para enorme sorpresa del cirujano, que hace más de 20 años opera estos inconvenientes, la curvatura de Almi ha disminuido casi 20 grados. Sin saber qué decir decidieron posponer la operación por seis meses y probar con un corset especial que están fabricando para ella”.

Desde San Francisco, Córdoba, Argentina, Adolfo C. agradece a Dios y a las personas que rezaron por los estudios de nefrología que estaba realizándose y cuyos resultados no han resultado peligrosos, continuando ahora tratamiento hasta la normalización de la creatinina.

Desde Barcelona, España, llega el agradecimiento de Mirian D., con cáncer de estómago, que está con quimioterapia y ahora ha podido comenzar a ingerir alimentos. Nos sumamos dando gracias a Dios.

Desde Bogotá, Colombia, nos escribe Carlos para manifestar el agradecimiento porque han sido escuchadas las oraciones hechas en favor de las siguientes personas: María Trinidad; William P. A.; Olga V.; Luz Helena V.; Elizabeth S.; Jefferson Samir G.; Leda D.; Elsa Q.; Carlos y María Paula. Todos ellos han manifestado su gratitud pues el Señor ha sido misericordioso con los diversos pedidos realizados.

Un minuto con María
La señora Raissa Maritain (1883-1960), judía de Francia, describió en el periódico Témoignage Chrétien, en 1946, las etapas de su conversión y la de su esposo, Jacques, escritor y embajador ante la Santa Sede.
"Un día, cuando estaba sufriendo terriblemente, la Sra. Bloy (esposa del autor católico francés Leon Bloy) vino a verme y se sentó en mi cama. Me dijo que orara y que me iba a dar una medalla de la Santísima Virgen.
No podía hablar, pero me sentí muy molesta porque me pareció una grave indiscreción de su parte. Jeanne Bloy como no tuvo una respuesta, me puso la medalla en el cuello. En un segundo y sin darme cuenta realmente de lo que estaba haciendo, me dirigí a la Santísima Virgen con confianza y dormí un sueño dulce y reparador. Mi recuperación comenzó entonces...".
Algún tiempo después, Jacques y Raissa Maritain se bautizaron en Montmartre (París, Francia). 

Cinco minutos con Jesús
Agosto 25
Los discípulos pasaron de la ceguera a la iluminación paulatina, respecto a la persona y a la misión de Jesús.
También nosotros necesitamos ser curados de nuestra ceguera. Esa ceguera que luego se apodera de nosotros y que nos impide ver a Dios no sólo en los hombres sino también en las cosas, en los acontecimientos, en los signos de los tiempos.
Pero la visión, producida por el contacto con el Señor, nos permitirá ver todas las cosas en su verdadera dimensión de salvación; si tratamos de ver las cosas como medios salvíficos, estaremos cerca de Dios, porque ellas nos conducirán a Dios.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
🌸
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”

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