viernes, 30 de agosto de 2019

Pequeñas Semillitas 4099

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4099 ~ Viernes 30 de Agosto de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús misericordioso, no merezco nada y sin embargo lo tengo todo. Gracias Jesús porque sé que me acompañas y me bendices. Perdóname por impacientarme ante tu voluntad, por perder la esperanza y no dejarte actuar en mi vida, perdóname porque en el afán del día olvido verte a ti y dejo de actuar con amor. ¡Quédate con nosotros, Jesús! Y no nos permitas alejarnos de ti, enséñanos a ser buenos como tú lo eres; danos la gracia de ser pacientes ante nuestras dificultades y solícitos ante las de nuestros hermanos. Amén.
(Padre Sam)

¡Buenos días!
La chicharra y la rana
La incomprensión entre las personas es una realidad cotidiana. Entre los mismos miembros de la familia, en las asociaciones apostólicas y grupos humanos sucede lo que la Reina de la Paz señaló en un mensaje: “Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y otros”.

Entre las tupidas hojas de un árbol la chicharra cantaba estridentemente. De repente se calló, dejando sordos a todos su mismo silencio; y la rana aprovechó la ocasión para contestarle con su potente croar. Oyendo esto, la chicharra volvió a chirriar. La rana, ella, siguió, como si tal cosa, y durante horas, ambas cantaron así juntas, sin hacerse caso una a otra. Hasta que, cansadas de tanto gritar, se callaron, exclamando ambas a la vez, en son de crítica: «¡Qué lata tiene!» (Daireaux).

San Pablo a los colosenses los pone en guardia contra las rivalidades, envidias y discordias, obras propias del hombre carnal y terreno. Desea, por el contrario, verlos llenos de los frutos del Espíritu, a saber: amabilidad, bondad, confianza mutua, alegría, amor y paz. Por lo tanto, vigila y ora al Espíritu Santo para que encienda en tu corazón el fuego de su amor.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Cor 10, 17—11, 2

Salmo: Sal 148, 1-2. 11-14

Santo Evangelio: Mt 25,1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis’. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».

Comentario:
Hoy, Viernes XXI del tiempo ordinario, el Señor nos recuerda en el Evangelio que hay que estar siempre vigilantes y preparados para encontrarnos con Él. A media noche, en cualquier momento, pueden llamar a la puerta e invitarnos a salir a recibir al Señor. La muerte no pide cita previa. De hecho, «no sabéis ni el día ni la hora» (Mt 25,13).
Vigilar no significa vivir con miedo y angustia. Quiere decir vivir de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios, nuestra vida de fe, esperanza y caridad. El Señor espera continuamente nuestra respuesta de fe y amor, constantes y pacientes, en medio de las ocupaciones y preocupaciones que van tejiendo nuestro vivir.
Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas de las vírgenes necias: «Es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis» (Mt 25,9). Así, nuestra respuesta a Dios es personal e intransferible.
No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia, como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que hemos de llevar a término.
Que Dios nos conceda la gracia en su gran misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad os digo que no os conozco» (Mt 25,12), es decir, «no habéis tenido ninguna relación ni trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)

Santoral Católico:
Santa Rosa de Lima
Virgen Terciaria Dominica
Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo. Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios. Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad. Murió en Lima el 24 de agosto de 1617. Es patrona de Perú, de América y de Filipinas.
Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que santa Rosa de Lima, encendida en tu amor, se apartara del mundo y se consagrara a ti en la penitencia; concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la verdadera vida, lleguemos a gozar en el cielo de la abundancia de los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día 
“¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia,
qué hermosa, qué noble, qué preciosa,
cuántas riquezas esconde en sí,
cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias!”
(Santa Rosa de Lima)

Tema del día:
La alegría de dar
1)  Para saber
Se cuenta que en cierta ocasión, Gandhi y sus amigos subieron corriendo a un tren ya puesto en marcha. Pero a Gandhi se le soltó una de sus sandalias y cayó en la vía. Gandhi y sus amigos trataron de recuperarla, pero sin éxito, pues el tren ya avanzaba con rapidez. Y ante la sorpresa de todos, Gandhi se descalzó su otra sandalia y desde el tren la arrojó donde estaba la otra. Sus amigos le preguntaron: “¿Por qué haces esto?” Gandhi contestó: “Quien encuentre una sola sandalia no le servirá, pero si tiene el par podrá usarlas”.

Pensar en las necesidades ajenas nos lleva a compartir nuestros bienes. Cuando comenzó el cristianismo, cuenta el libro de Los Hechos de los Apóstoles, los cristianos tenían “un solo corazón y una sola alma” y no consideraban de su propiedad lo que poseían, “sino que todas las cosas las tenían en común” (Hechos 4,32). Ahora el Papa Francisco meditó ese texto, y nos señala que ese modelo de vida tan fuerte nos ayuda a ser generosos y no mezquinos.

2)  Para pensar
En el desarrollo de la Iglesia ha sido muy importante la experiencia de la koinonía, dice el Papa Francisco, pero ¿qué quiere decir esta palabra rara? Es una palabra griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, “comunicar”, ser como una comunidad. La koinonía se refería a participar en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso decimos que “comulgamos” o que recibimos la “Sagrada Comunión”, es decir, entramos en comunión con Jesús y desde ahí a la comunión con nuestros hermanos y hermanas.

Un testimonio de la santa Madre Teresa de Calcuta nos muestra que hay más alegría en dar que en recibir: “Tuve mi mayor experiencia de amor precisamente con una familia hindú. Un señor muy amable vino a decirme: ‘Hay una familia que no tiene qué comer. Haga algo’. Entonces tomé un poco de arroz y me dirigí inmediatamente a su casa. Vi a los niños -sus ojos brillaban de hambre-… La madre de esos niños tomó el arroz que le di, y salió de su casa. Cuando volvió, le pregunté: ‘¿Adónde ha ido?’ Me respondió con sencillez: ‘Ellos también tenían hambre’. Me impresionó que fue a compartirlo con una familia musulmana”. Y concluye: “No les llevé más arroz pues quería que disfrutaran de la alegría de compartir. La alegría de esos niños que compartían su felicidad y la paz de una madre que, con un amor sin límites, era capaz de eso, suponía la confirmación de que el amor se comienza a aprender en el seno de la familia”.

3)  Para vivir
Es hermoso ver a todas las personas del voluntariado en que comparten su tiempo, o las visitas a los enfermos o los pobres, dice el Papa Francisco. Es el modo adecuado de ser cristiano, compartiendo, que es una forma de amar. Al inicio del cristianismo llegó a ser tan manifiesto que los paganos que miraban a los cristianos decían: “¡Mirad cómo se aman!”. Un amor con obras.

Un poco en broma, pero también en serio, el Papa Francisco afirmó que la señal de que nuestro corazón se ha convertido es cuando la conversión llega al bolsillo: allí es donde se ve si uno es generoso, si uno ayuda a los débiles y a los pobres. Si se quedara sólo en palabras, no es una buena conversión. Ser creyentes en Jesús nos hace a todos corresponsables los unos de los otros.
Pbro. José Martínez Colín

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Es curioso que cuando los Apóstoles discutían entre sí a ver quién de ellos era el mayor en el Reino de Dios, Cristo les mostró que el mayor es quien se hace como un niño. Por eso si queremos llegar a un elevado puesto en el Paraíso, tenemos que hacernos pequeños en el mundo.
Porque efectivamente quien quiso hacerse adulto: el demonio, perdió el puesto más elevado y cayó a lo más hondo del infierno.
Entonces nosotros tenemos que hacernos pequeños, para que el Señor, a su debido tiempo nos eleve, ya que quien se humilla será elevado, y quien se eleva será humillado.
Pero no busquemos los puestos elevados en el Cielo por gloria humana, sino más bien porque en esos puestos estaremos más cerca del Señor y de su Madre, y conoceremos mejor a Dios y estaremos más llenos de amor. Pues en el Cielo no hay competencias ni celos, sino sólo amor y admiración de unos a otros.
Y a esos puestos de honor en el Paraíso se llega de manera inversa a como los hombres quieren escalar puestos en la tierra. Efectivamente en el mundo los hombres buscan trepar a los puestos de honor y poder; en cambio nosotros tenemos que elegir los puestos más humildes en la tierra, para que en el otro mundo estemos en lo alto de la gloria, muy cerca del Corazón de Dios.
Sobre esto tendremos más reflexiones en el Evangelio del próximo domingo...

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Gino B., de 24 años de edad, de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que por causa de un accidente ha fallecido y rogamos para él que el Señor lo reciba en su Reino y que la Santísima Virgen otorgue fortaleza y consuelo a la familia.

Pedimos oración para Raúl L., de 47 años de edad, de la provincia de Córdoba, Argentina, afectado de cáncer en situación complicada. Que Jesús, con su infinita Misericordia, le conceda sus gracias de sanación.

Pedimos oración para dos personas de México que son: Ricardo Alfonso A. A., de Mérida, afectado de cáncer de páncreas; y Gerardo T. R., de ciudad de México, que tiene leucemia. Que la Virgen de Guadalupe interceda por ellos para su recuperación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Cinco minutos con Jesús
Agosto 30
Nuestra vida, entregada al Señor y a los hermanos; nuestra preocupación por dar a conocer a Cristo y hacerlo amar por todos los hermanos; no pensar sino en Cristo, no hablar sino de Cristo, no tener otro ideal sino Cristo... Nadie lo podrá entender, si no es mirándola con proyección escatológica.
Es el esfuerzo que hacemos para que el Reino de Dios, que es Reino de justicia, de verdad, de amor y de paz, se adelante ya a nuestros días, a nuestro mundo, a nuestro hoy y a nuestro aquí.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
🌸
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”

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