PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4082 ~ Martes 13 de Agosto de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Había
una vez un mono que andaba saltando de árbol en árbol. Mientras saltaba vio un
bello nogal. Cortó una nuez y la mordió. Como la cáscara estaba amarga, el mono
la tiró y se quedó sin probar el rico bocado que tenía dentro.
En
la vida sucede lo mismo. Existen personas que comienzan a realizar una
actividad: aprender un oficio, tocar un instrumento, comenzar una escultura,
etc. Estas personas, cuando tropiezan con las primeras dificultades, abandonan
la tarea iniciada y, de ese modo, se quedan sin saborear las satisfacciones que
les hubiera deparado el trabajo iniciado, una vez que hubieran superado las
dificultades del comienzo.
Cuando
tengas complicaciones, pide a Dios que te ayude a superarlas. Ten fe y
confianza y no se te ocurra tirar la toalla cuando surjan las primeras
dificultades para conseguir tu objetivo.
¡Buenos días!
¡Vendrá la paz!
A la
obra gigantesca de la paz mundial, tú puedes aportar tu sonrisa, la paz de tu
propio corazón, porque quien está en paz consigo mismo, la irradia a su
alrededor, a la familia, al círculo de amigos, al entorno de su trabajo
cotidiano. Además, trata de evitar toda intolerancia y discriminación. Ahí
tienes un programa, simple y fácil, para ser un constructor eficaz de la paz.
Si tú crees que una sonrisa es más fuerte que un
arma; si tú crees que lo que une a los hombres es más fuerte que lo que los
separa; si tú crees en el poder de una mano extendida; si tú crees que ser
diferente es una riqueza y no un peligro, entonces... ¡Vendrá la paz!
Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor; si
tú sabes preferir la esperanza a la sospecha; si tú estás persuadido que te
corresponde tomar la iniciativa antes que el otro; si todavía la mirada de un
niño llega a desarmar tu corazón, entonces... ¡Vendrá la paz!
Juan
Pablo II, que nos visitó dos veces, dijo: “Los creyentes de todas las
religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier
forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz”.
Bueno, hoy puedes practicar una idea genial y fácil de Madre Teresa de Calcuta:
“La paz comienza con una sonrisa”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Deut 31, 1-8
♥ Salmo: [Sal] Deut 32, 3-4a.
7-9. 12
♥ Santo Evangelio: Mt 18,1-5.10.12-14
En una ocasión, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?». Él llamó a un niño, le
puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como
los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga
pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que
reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de
menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los
cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué os
parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no
dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y
si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que
por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de
vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños».
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio nos vuelve a revelar el corazón de
Dios. Nos hace entender con qué sentimientos actúa el Padre del cielo en
relación con sus hijos. La solicitud más ferviente es para con los pequeños,
aquellos hacia los cuales nadie presta atención, aquellos que no llegan al
lugar donde todo el mundo llega. Sabíamos que el Padre, como Padre bueno que
es, tiene predilección por los hijos pequeños, pero hoy todavía nos damos
cuenta de otro deseo del Padre, que se convierte en obligación para nosotros:
«Si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los
Cielos» (Mt 18,3).
Por tanto, entendemos que aquello que valora el Padre
no es tanto "ser pequeño", sino "hacerse pequeño". «Quien
se haga pequeño (...), ése es el mayor en el Reino de los Cielos» (Mt 18,4).
Por esto, podemos entender nuestra responsabilidad en esta acción de empequeñecernos.
No se trata tanto de haber sido uno creado pequeño o sencillo, limitado o con
más capacidades o menos, sino de saber prescindir de la posible grandeza de
cada uno para mantenernos en el nivel de los más humildes y sencillos. La
verdadera importancia de cada uno está en asemejarnos a uno de estos pequeños
que Jesús mismo presenta con cara y ojos.
Para terminar, el Evangelio todavía nos amplía la
lección de hoy. Hay, ¡y muy cerca de nosotros!, unos "pequeños" que a
veces los tenemos más abandonados que a los otros: aquellos que son como ovejas
que se han descarriado; el Padre los busca y, cuando los encuentra, se alegra
porque los hace volver a casa y no se le pierden. Quizá, si contemplásemos a
quienes nos rodean como ovejas buscadas por el Padre y devueltas, más que
ovejas descarriadas, seríamos capaces de ver más frecuentemente y más de cerca
el rostro de Dios. Como dice san Asterio de Amasea: «La parábola de la oveja
perdida y el pastor nos enseña que no hemos de desconfiar precipitadamente de
los hombres, ni desfallecer al ayudar a los que se encuentran con riesgo».
Rev. D. Valentí ALONSO i Roig (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santos Ponciano e
Hipólito
Mártires
Los santos mártires Ponciano, papa del año 230 al año
235, e Hipólito, presbítero de la Iglesia de Roma, fueron desaterrados juntos a
Cerdeña, el año 235, por el emperador Maximino el Tracio, que los condenó a
trabajos forzados en las canteras. Allí cumplieron juntos una condena común y,
al parecer, fueron coronados con una misma corona, la del martirio. Después sus
cuerpos fueron trasladados y enterrados en Roma, Ponciano en el cementerio de
Calixto, Hipólito en el cementerio de la Vía Tiburtina. El pontificado de
Ponciano se vio turbado por la continuación del cisma que había provocado el
famoso escritor Hipólito. En el común cautiverio, ambos se reconciliaron antes
de su muerte. Ponciano renunció el año 235 a la sede de Roma, y dejó expedito
el camino para su sucesor san Antero. Hipólito, fecundo escritor, de tendencias
rigoristas, estuvo en desacuerdo con la elección del papa san Calixto I
(217-222), y él mismo fue elegido antipapa. El desatierro a Cerdeña fue el
camino de la reconciliación en la Iglesia.
Oración: Te
rogamos, Señor, que el glorioso martirio de tus santos aumente en nosotros los
deseos de amarte y fortalezca la fe en nuestros corazones. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento de Benedicto XVI
“La santidad no consiste en
no equivocarse o no pecar nunca.
La santidad crece con la
capacidad de conversión,
de arrepentimiento, de
disponibilidad para volver a comenzar,
y sobre todo con la
capacidad de reconciliación y de perdón.”
Historias:
Belleza interna
Cuando hemos conocido a una persona por un tiempo
considerable, se nos oculta a la vista si ésta es físicamente bonita o no; y
resulta que la belleza o la fealdad de la gente radican en lo que los ojos mortales no ven.
Existe una anécdota del gran pintor, escultor e
inventor Leonardo Da Vinci, acerca de su pintura "La Última Cena",
una de sus obras más copiadas y vendidas en la actualidad. Tardó 20 años en
hacerla debido a que era muy exigente al buscar a las personas que servirían de
modelos. Tuvo problemas en iniciar la pintura porque no encontraba al modelo
para representar a Jesús, quien tenía que reflejar en su rostro pureza, nobleza
y los más bellos sentimientos. Así mismo debía poseer una extraordinaria belleza
varonil. Por fin, encontró a un joven con esas características, fue el primero
que pintó.
Después fue localizando a los 11 apóstoles, a quienes
pintó juntos, dejando pendiente a Judas Iscariote, pues no daba con el modelo adecuado.
Este debía ser una persona de edad madura y mostrar en el rostro las huellas de
la traición y la avaricia. Por lo que el cuadro quedó inconcluso por largo tiempo,
hasta que le hablaron de un terrible criminal que habían apresado. Fue a verlo
y era exactamente el Judas que él quería para terminar su obra, por lo que solicitó
al alcalde de la prisión le permitiera al reo que posara para él. El alcalde
conociendo la fama del maestro Da Vinci, aceptó gustoso y llevaron al reo
custodiado por 2 guardias y encadenado al estudio del pintor.
Durante todo el tiempo el reo no dio muestra de
emoción alguna de que había sido elegido para modelo, mostrándose demasiado
callado y distante. Al final, Da Vinci, satisfecho del resultado, llamó al reo
y le mostró la obra. Cuando el reo la vio, sumamente impresionado, cayó de
rodillas llorando. Da Vinci, extrañado, le preguntó el por qué de su actitud, a
lo que el preso respondió:
- "¿Maestro Da Vinci, es que acaso no me
recuerda?"
Da Vinci observándolo le contesta:
- "No, nunca antes te había visto".
Llorando y pidiendo perdón a Dios el reo le dijo:
- "Maestro, yo soy aquel joven que hace 19 años usted
escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro…"
Por más belleza física que se posea, es la belleza
interna la que al fin sale a relucir a través del tiempo. Todo lo bueno y lo
bello de la vida que necesitas lo llevas dentro de ti, simplemente déjalo salir.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Se dice que en cierta ocasión el Emperador Napoleón I
se encontraba delante de un grupo de soldados, cuando de repente su caballo se
desbocó; entonces un soldado raso se lanzó hacia el caballo, y, tomando el
freno del caballo, pudo pronto detenerlo.
Se dice que Napoleón saludó al soldado raso y le
dijo: "Gracias, mi capitán". El soldado se sorprendió al oír a
Napoleón decirle "capitán", pues él era un simple soldado raso, pero
inmediatamente pensó que se encontraba delante de Napoleón, y que si él quería,
podía hacerlo capitán.
Así que, saludó a su Emperador y le preguntó:
"¿De qué regimiento, mi Emperador?" El emperador le contestó:
"De mi guardia personal."
Aquel soldado raso se presentó como capitán ante el
jefe de la guardia personal de Napoleón; el oficial, viéndolo con uniforme de
soldado raso, le preguntó: "¿Capitán, por órdenes de quién" -
"Por órdenes de mi Emperador, Napoleón I."
En ese momento dejó de ser soldado raso y llegó a ser
capitán. Si este soldado raso no hubiese tenido fe, hubiera dicho: "Mi
Emperador me dice capitán, pero yo no soy más que un soldado raso. Por el susto
que le dio el caballo, se equivocó y me dijo capitán", y se hubiera ido a
tomar su lugar y habría permanecido soldado raso toda su vida.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para dos personas de Colombia que
son: Leda D., a quien han practicado
una artroscopia de rodilla y se encuentra en proceso de recuperación; y Javier G., que atraviesa una difícil
situación emocional y nerviosa por problemas en su trabajo. Para ambos, rogamos
la acción sanadora de Jesús, con plena confianza en la intercesión de nuestra
Madre la Virgen María.
Pedimos oración para las siguientes personas: Lourdes María, de México, de 78 años de
edad, que se encuentra ingresada al hospital por un colapso cerebro vascular; Hugo T., de Perú, 79 años, que dentro
de pocos días debe realizarse estudios de vejiga y posterior cirugía, con
antecedente de cáncer de próstata; por el viaje de Katia y Kristi, para que
sean protegidas en toda la duración del mismo; Debbie, de Canadá, 63 años de edad, con aneurisma cerebral que ha
dejado secuelas en su estado de conciencia y en la visión; Elba, de Argentina, 99 años, con deterioro de su salud física,
mental y espiritual; Vicky, de
Argentina, 30 años de edad, para que recupere la audición y por salud física y
mental; y Selim, de Argentina, 34
años, con tumor en la cabeza y secuelas cerebro vasculares. Por todos ellos...
¡Te rogamos Señor!
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Agosto 13
Jesús es verdaderamente el Enviado del Padre para la
salvación del mundo y ahora Jesús te envía a ti para que colabores en su misión
salvífica.
La certeza de ser enviado de Jesús te ha de dar la
seguridad, ya que no vas asegurado ni por tus méritos, ni por tus cualidades,
ni talentos, sino únicamente por la virtud del que te envía.
Cuando realices alguna obra de apostolado, ten
confianza en ti mismo, pero no por ti mismo, sino por la misión que llevas, por
la fuerza de la gracia que llevas, por la moción del Espíritu de Jesús que te
acompañará y te moverá a hablar, poniendo en tu boca las palabras que deberás
decir en esa circunstancia determinada.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
PÁGINAS
DE FELIPE DE URCA:
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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