PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3334 ~ Domingo 21 de Mayo de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En
el Evangelio del VI Domingo de Pascua la Iglesia nos invita a reflexionar sobre
el final del discurso de despedida que Jesús hace con sus discípulos en la
Última Cena.
Este
texto evangélico tomado del capítulo 14 de San Juan, nos ofrece un retrato espiritual
implícito de la Virgen María, donde Jesús dice: “El que me ama guardará mi
palabra y mi Padre lo amará, iremos a él y habitaremos en él” (Jn 14, 23).
Estas expresiones van dirigidas a los discípulos, pero se pueden aplicar en
sumo grado precisamente a Aquella que es la primera y perfecta discípula de
Jesús.
En
efecto, María fue la primera que guardó plenamente la Palabra de su Hijo,
demostrando así que lo amaba no sólo como madre, sino antes aún como sierva
humilde y obediente; por esto Dios Padre la amó y en Ella puso su morada la
Santísima Trinidad.
Además,
donde Jesús promete a sus amigos que el Espíritu Santo los asistirá ayudándoles
a recordar cada palabra suya y a comprenderla profundamente (cf. Jn 14, 26),
¿cómo no pensar en María que en su corazón, templo del Espíritu, meditaba e
interpretaba fielmente todo lo que su Hijo decía y hacía? De este modo, ya
antes y sobre todo después de la Pascua, la Madre de Jesús se convirtió también
en la Madre y el modelo de la Iglesia.
¡Buenos días!
El asno engreído
Todos
corremos el peligro de obrar para recibir la aprobación de los demás. Es como
decirse a sí mismo: “Verán lo que yo soy
capaz de hacer”. Jesús nos precave de toda ostentación. Al referirse a la
limosna, dijo: “Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la
derecha, así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto,
te recompensará”.
Una vez le tocó a un asno cargar la imagen de un dios
por las calles de una ciudad para ser llevada a su templo. Y por donde él
pasaba, la multitud se postraba ante la imagen. El asno, pensando que se
postraban por respeto hacia él, se erguía orgullosamente, dándose aires y
negándose a dar un paso más. El conductor, viendo su decidida parada, lanzó su
látigo sobre sus espaldas y le dijo: —¡Oh, cabeza hueca, todavía no ha llegado
la hora en que los hombres adoren a los asnos! (Esopo).
La
humildad consiste en el reconocimiento de que Dios es el autor de todo bien. De
él proviene todo cuanto tenemos y somos. Y también cuanto tiene y es nuestro
prójimo. Por eso no cabe el sentido competitivo de la vida, que está en el
fondo de la actitud soberbia y envidiosa. Que intentes vivir en lo concreto de
cada día esta sólida verdad.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis
mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con
vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede
recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros. No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros. Dentro de poco el
mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis, porque yo vivo y también
vosotros viviréis. Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros
en mí y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el
que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me
manifestaré a él». (Jn 14,15-21)
Comentario
Hoy,
Jesús —como lo hizo entonces con sus discípulos— se despide, pues vuelve al
Padre para ser glorificado. Parece ser que esto entristece a los discípulos
que, aún le miran con la sola mirada física, humana, que cree, acepta y se
aferra a lo que únicamente ve y toca. Esta sensación de los seguidores, que
también se da hoy en muchos cristianos, le hace asegurar al Señor que «nos os
dejaré huérfanos» (Jn 14,18), pues Él pedirá al Padre que nos envíe «otro
Paráclito» (Auxiliador, Intercesor: Jn 14,16), «el Espíritu de la verdad» (Jn
14,17); además, aunque el mundo no le vaya a “ver”, «vosotros sí me veréis,
porque yo vivo y también vosotros viviréis» (Jn 14,19). Así, la confianza y la
comprensión en estas palabras de Jesús suscitarán en el verdadero discípulo el
amor, que se mostrará claramente en el “tener sus mandamientos” y “guardarlos”
(cf. v. 21). Y más todavía: quien eso vive, será amado de igual forma por el
Padre, y Él —el Hijo— a su discípulo fiel le amará y se le manifestará (cf. v.
21).
¡Cuántas
palabras de aliento, confianza y promesa llegan a nosotros este Domingo! En
medio de las preocupaciones cotidianas —donde nuestro corazón es abrumado por
las sombras de la duda, de la desesperación y del cansancio por las cosas que
parecen no tener solución o haber entrado en un camino sin salida— Jesús nos
invita a sentirle siempre presente, a saber descubrir que está vivo y nos ama,
y a la vez, al que da el paso firme de vivir sus mandamientos, le garantiza
manifestársele en la plenitud de la vida nueva y resucitada.
Hoy,
se nos manifiesta vivo y presente, en las enseñanzas de las Escrituras que
escuchamos, y en la Eucaristía que recibiremos. —Que tu respuesta sea la de una
vida nueva que se entrega en la vivencia de sus mandamientos, en particular el
del amor.
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza,
Argentina)
Palabras de San Juan Pablo II
“María,
criatura nueva plasmada por el Espíritu Santo, hace crecer en nosotros la
virtud de la esperanza… María es Madre de la gracia divina… María está
totalmente envuelta en el resplandor de la gracia divina… María se abandona
libre y conscientemente a la iniciativa de Dios que realizará en ella sus
maravillas… María: ¡Danos a Jesús! Haz que lo sigamos y lo amemos. Él es la
esperanza de la Iglesia. Contigo decimos: Ven
Señor Jesús”
Predicación del Evangelio:
El Espíritu de la verdad
Jesús
se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y abatidos. Pronto no lo
tendrán con él. ¿Quién podrá llenar su vacío? Hasta ahora ha sido él quien ha
cuidado de ellos, los ha defendido de los escribas y fariseos, ha sostenido su
fe débil y vacilante, les ha ido descubriendo la verdad de Dios y los ha
iniciado en su proyecto humanizador.
Jesús
les habla apasionadamente del Espíritu. No los quiere dejar huérfanos. Él mismo
pedirá al Padre que no los abandone, que les dé “otro defensor” para que “esté
siempre con ellos”. Jesús lo llama “el Espíritu de la verdad”. ¿Qué se esconde
en estas palabras de Jesús?
Este
“Espíritu de la verdad” no hay que confundirlo con una doctrina. Esta verdad no
hay que buscarla en los libros de los teólogos ni en los documentos de la jerarquía.
Es algo mucho más profundo. Jesús dice que “vive con nosotros y está en
nosotros”. Es aliento, fuerza, luz, amor... que nos llega del misterio último
de Dios. Lo hemos de acoger con corazón sencillo y confiado.
Este
“Espíritu de la verdad” no nos convierte en “propietarios” de la verdad. No
viene para que impongamos a otros nuestra fe ni para que controlemos su
ortodoxia. Viene para no dejarnos huérfanos de Jesús, y nos invita a abrirnos a
su verdad, escuchando, acogiendo y viviendo su Evangelio.
Este
“Espíritu de la verdad” no nos hace tampoco “guardianes” de la verdad, sino
testigos. Nuestro quehacer no es disputar, combatir ni derrotar adversarios,
sino vivir la verdad del Evangelio y “amar a Jesús guardando sus mandatos”.
Este
“Espíritu de la verdad” está en el interior de cada uno de nosotros
defendiéndonos de todo lo que nos puede apartar de Jesús. Nos invita abrirnos
con sencillez al misterio de un Dios, Amigo de la vida. Quien busca a este Dios
con honradez y verdad no está lejos de él. Jesús dijo en cierta ocasión: “Todo
el que es de la verdad, escucha mi voz”. Es cierto.
Este
“Espíritu de la verdad” nos invita a vivir en la verdad de Jesús en medio de
una sociedad donde con frecuencia a la mentira se le llama estrategia; a la
explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia,
orden establecido; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto,
sinceridad...
¿Qué
sentido puede tener la Iglesia de Jesús si dejamos que se pierda en nuestras
comunidades el “Espíritu de la verdad”? ¿Quién podrá salvarla del autoengaño,
las desviaciones y la mediocridad generalizada? ¿Quién anunciará la Buena
Noticia de Jesús en una sociedad tan necesitada de aliento y esperanza?
©
José Antonio Pagola
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
Desde
ciudad de México nos llega para su publicación este breve pero sentido mensaje:
“Gracias Dios mío y Virgen del Rosario de Fátima porque Pilar M. salió muy bien de
su cirugía” Nos sumamos a la acción de gracias.
Desde
Buenos Aires, Argentina, llega también un agradecimiento a Dios y a todos los
que rezaron por la recuperación de Samuel, un bebé de menos de un mes que
estaba internado y ya ha sido dado de alta con regreso a su casa.
Meditación
Había
una vez un árabe que viajaba de noche. Sus esclavos, a la hora del descanso, se
encontraron que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos.
Cuando consultaron al amo, éste les dijo: “Simulen que clavan una estaca.
Cuando lleguen al camello número 20, creerá que está atado." Así lo
hicieron y, efectivamente, a la mañana siguiente todos los camellos estaban en
su sitio, y el número 20, al lado de lo que se imaginaba, sin moverse de allí.
Al desatarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el número
20 que seguía quieto sin moverse. Entonces el amo dijo: "Hagan el gesto de
desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto aún se cree atado". Así lo
hicieron, y el camello entonces se paró y se puso a caminar con los demás.
¿Cuáles
son las falsas ataduras que te impiden ser tú mismo? Eres una persona única
salida de las manos de Dios. Él te valora, hazlo tú también. Recuerda que los
demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. Desarrolla tus
potencialidades. ¡Decídete a cambiar y a progresar para que no se aplique el
cuento del camello a ti mismo!
Los cinco minutos de María
Mayo 21
Como
elemento de cohesión en su Iglesia, Dios ha puesto a María Santísima, para que
ella borre todas las diferencias que nos separan y nos alejan; lo puramente
humano puede fallar, y por consiguiente, no llegar a unirnos de modo total y
definitivo.
La
unión estable solamente la da Dios: el amor al Padre Dios y al amor a la Madre
celestial, María.
Por
eso la unión de los hombres sigue siendo una utopía, porque no se la quiere
fundamentar en Dios, en la fidelidad al amor de Dios y al amor de María.
Trabajemos,
para que esa unión deje de ser utopía y se convierta en realidad.
Madre, de ti vino la salvación del mundo. Acércanos a
tu Hijo, que es nuestra salvación.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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