PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3318 ~ Viernes 5 de Mayo de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Un
prestigioso cardenal español dijo una vez algo que toca nuestra fe: “Mi madre
no sabía leer ni escribir, pero me enseñó más que todos los libros: me enseñó a
creer, amar y esperar en Dios”. ¡Cuántos cristianos “analfabetos” han enseñado
y pueden seguir enseñando a creer, amar y esperar en Dios!
Con
este enfoque Carlos de Foucauld (foto) realizó su vida de apóstol en el Sahara.
“Mi
apostolado –afirmaba Carlos de Foucauld– debe ser el testimonio de la bondad.
Los que me ven deben decirse: ya que este hombre es tan bueno, su religión debe
ser buena. Y si me preguntan por qué soy manso y bueno, debo decir: porque soy
el servidor de Alguien que es mucho más bueno que yo. ¡Si supieran qué bueno es
mi Maestro Jesús! Quisiera ser bastante bueno para que digan: si el servidor es
así… ¡Cómo será pues el Maestro!... Tratemos de ser una sola cosa con Jesús,
reproduciendo su vida en la nuestra, a través de nuestros pensamientos,
palabras y acciones”.
¡Buenos días!
Despertaré al gigante dormido
Tu
vida es el resultado de tus pensamientos habituales. Sí, si tienes pensamientos
felices, serás feliz. Si tienes pensamientos desdichados, serás desdichado. Si
tienes pensamientos temerosos, tendrás miedo. Si piensas en el fracaso,
seguramente fracasarás. Según pienses en tu corazón, así serás. Aquí te
presento algunas frases estimulantes para alimentar tus pensamientos.
- Creo realmente en mí mismo: en mis habilidades, en
mis talentos, en los grandes dones que el Señor me ha dado. ¡Soy su milagro más
grande!
- Hoy despertaré al gigante dormido que hay dentro de
mí. Floreceré donde Dios me ha plantado, aunque sea en la roca.
- Porque confío en Jesús, tengo nueva vida y se
renuevan mis fuerzas. Tengo alas como las águilas... Camino y no me fatigo.
Corro y no me agoto (Isaías, 40,31).
- La alegría del Señor es mi fuerza: cultivaré la
alegría, la cordialidad, el buen humor.
Estas
frases te las ofrezco para que las repitas y vayas modelando tu pensamiento
habitual, especialmente cuando te asalten emociones negativas que amenazan tu
alegría, tu paz, tu confianza en ti mismo. Vigílate hoy para eliminar desde el
comienzo todo sentimiento negativo. Que pases un día de serena alegría y buena
autoestima.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí y decían: «¿Cómo puede
éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo:
si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis
vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y
yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre
verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo
en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre,
también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como
el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para
siempre». Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm. (Jn 6,52-59)
Comentario:
Hoy,
Jesús hace tres afirmaciones capitales, como son: que se ha de comer la carne
del Hijo del hombre y beber su sangre; que si no se comulga no se puede tener
vida; y que esta vida es la vida eterna y es la condición para la resurrección
(cf. Jn 6,53.58). No hay nada en el Evangelio tan claro, tan rotundo y tan
definitivo como estas afirmaciones de Jesús.
No
siempre los católicos estamos a la altura de lo que merece la Eucaristía: a
veces se pretende “vivir” sin las condiciones de vida señaladas por Jesús y,
sin embargo, como ha escrito San Juan Pablo II, «la Eucaristía es un don
demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones».
“Comer
para vivir”: comer la carne del Hijo del hombre para vivir como el Hijo del
hombre. Este comer se llama “comunión”. Es un “comer”, y decimos “comer” para
que quede clara la necesidad de la asimilación, de la identificación con Jesús.
Se comulga para mantener la unión: para pensar como Él, para hablar como Él,
para amar como Él. A los cristianos nos hacía falta la encíclica eucarística de
Juan Pablo II, La Iglesia vive de la Eucaristía. Es una encíclica apasionada:
es “fuego” porque la Eucaristía es ardiente.
«Vivamente
he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer» (Lc 22,15), decía
Jesús al atardecer del Jueves Santo. Hemos de recuperar el fervor eucarístico.
Ninguna otra religión tiene una iniciativa semejante. Es Dios que baja hasta el
corazón del hombre para establecer ahí una relación misteriosa de amor. Y desde
ahí se construye la Iglesia y se toma parte en el dinamismo apostólico y
eclesial de la Eucaristía.
Estamos
tocando la entraña misma del misterio, como Tomás, que palpaba las heridas de
Cristo resucitado. Los cristianos tendremos que revisar nuestra fidelidad al
hecho eucarístico, tal como Cristo lo ha revelado y la Iglesia nos lo propone.
Y tenemos que volver a vivir la “ternura” hacia la Eucaristía: genuflexiones
pausadas y bien hechas, incremento del número de comuniones espirituales... Y,
a partir de la Eucaristía, los hombres nos aparecerán sagrados, tal como son. Y
les serviremos con una renovada ternura.
Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)
Santoral Católico:
San Hilario de Arlés
Obispo
San
Hilario nació a principios del siglo V, en una noble familia, y era pariente de
San Honorato, quien había buscado la soledad y el silencio en la abadía de
Lerins, por él fundada. Era su deseo que su pariente Hilario siguiese su misma
vida. Ni corto ni perezoso, Honorato dejó su abadía para intentar convencer a
nuestro santo de que lo siguiese. Pero Hilario no estaba por la labor y no hizo
caso a esta propuesta. Sin embargo, las palabras de Honorato hicieron huella en
Hilario, que empezó a pensar en que, a lo mejor, el Señor lo estaba llamando.
Después de un tiempo de reflexión, se decidió a seguir a su pariente Honorato,
y se presentó en la abadía de Lerins, donde abrazó la vida monástica. Sucedió a
su pariente como segundo abad cuando Honorato fue nombrado obispo de Arles, y
luego, en el año 429, lo sucedió también en la silla episcopal, cuando no había
cumplido aún treinta años.
Desplegó
entonces una actividad frenética por toda su archidiócesis, visitando
monasterios y obispados. Solía recorrer su diócesis descalzo, aunque nevase,
predicaba horas y horas a sabios y a ignorantes, queriendo que todos
compartiesen el tesoro de su fe. Era tierno y compasivo con los pecadores y
duro hasta la denuncia pública y arriesgada con los grandes personajes. Se decía
de él que era muy dedicado en todo, pero en lo que más trabajó fue en la
caridad con los demás. Su ardor era tal que exasperaba a muchos, y le causó no
menos problemas, como la vez que nombró un obispo para una sede que aun no
estaba vacante, sólo porque el obispo titular estaba enfermo, cuando este se
repuso, tuvo que intervenir el Papa para quitar a uno, el nombrado por Hilario,
y así evitar el cisma.
A
pesar de todo, nuestro santo dio toda su vida testimonio de una amor entregado
y apasionado a Jesucristo, hasta su muerte en el año 449.
© Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
"El Señor
Jesús debe ser cada vez más nuestro modelo: modelo de vida, nosotros debemos aprender a comportarnos como
Él se ha comportado. Hacer lo mismo que hacia Jesús. Cristo ha resucitado verdaderamente, y este
es un bonito saludo para darnos los días de Pascua: “¡Cristo ha resucitado!
¡Cristo ha resucitado!”, como muchos pueblos hacen. Recordándonos que Cristo ha
resucitado, está vivo entre nosotros, está vivo y habita en cada uno de
nosotros”.
Temas Médicos:
Dolor articular
El
dolor en las articulaciones es una queja muy común, ya que a menudo está
vinculada a la artritis. De acuerdo con la Fundación de la Artritis, al menos
27 millones de personas en Estados Unidos tienen esta enfermedad crónica, y
sufren de dolores diarios en las rodillas, las caderas, las manos y otras
partes del cuerpo. Es un problema casi inevitable y el riesgo de padecerla se
incrementa a medida que avanza el tiempo.
Las
articulaciones ayudan a conectar los huesos de nuestro cuerpo y nos dan la
suficiente flexibilidad para moverlos juntos en diferentes ángulos. Esto nos
permite hacer los miles de pequeños movimientos que hacemos todos los días.
Cualquier daño a las articulaciones causado por alguna enfermedad o lesión
puede interferir con nuestros movimientos y causar mucho malestar. Una lesión
que afecte a los ligamentos, las bolsas o los tendones que rodean las
articulaciones puede ser muy peligrosa y producir un fuente dolor continuo.
Otras posibles razones para este tipo de dolores en las articulaciones son el
desgaste, la infección ósea y el cáncer.
El
dolor en las articulaciones puede variar desde una leve irritación en los
extremos, que puede durar un día o un par de semanas (aguda), hasta meses, lo
que la hace crónica. Es innecesario decir que el dolor a corto plazo y la
hinchazón en las articulaciones genera un impacto dramático en tu calidad de
vida, pero debe tratarse con cuidado ya que puede convertirse en una enfermedad
crónica. El mayor problema que enfrenta el tratamiento del dolor en las
articulaciones es que hay muchas posibles causas.
Tratamientos
actuales:
En
primer lugar, evita hacer cualquier actividad física repetitiva y agotadora.
Tales acciones pueden ser perjudiciales para las articulaciones. Es por eso que
muchos atletas son comúnmente afectados por esta enfermedad.
Otro
problema que aumenta dramáticamente el riesgo a sufrir de dolor en las
articulaciones es el exceso de peso, lo que producirá daños devastadores en las
rodillas y tobillos. Por lo que perder peso es, a menudo, una excelente manera
para reducir el dolor articular; incluso si el sobrepeso no es el problema,
siempre menos peso pondrá menos presión sobre las articulaciones. Asegúrate de
mantener una dieta baja en grasa y hablar con un experto nutricionista si
sientes alguno de estos síntomas.
Los
medicamentos y suplementos tales como medicinas antiinflamatorias no esteroides
(AINE) están diseñadas para combatir la inflamación que contribuye al dolor en
las articulaciones. Los miembros más destacados de este grupo de fármacos son
la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno. Algunas cremas tópicas también
ayudan, pero es importante tener en cuenta que sólo se ocupará del dolor como
tal en las articulaciones y no en la raíz del problema. Esta es sólo una
solución temporal.
El
ejercicio es crucial para las personas que sufren de dolores en las
articulaciones, aumentar la fuerza y la flexibilidad, reduce los niveles de
dolor y ayuda a combatir la fatiga muscular en el cuerpo. Se podría pensar que
el ejercicio no hará sino agravar el dolor en las articulaciones, pero en
realidad es la falta de ejercicio lo que hace que tus articulaciones estén más
rígidas y dolorosas. Es importante consultar con un médico o profesional en
acondicionamiento físico sobre los tipos de ejercicios que puedes emplear.
Nuevas
y naturales soluciones para el dolor articular:
Tristemente,
algunas veces los dolores en las articulaciones son difíciles de evitar, ya que
es difícil tratar dolores en las articulaciones, pero esto no significa que es
imposible. Ahora más que nunca los nuevos avances en el campo de la medicina
pueden ayudarte a lidiar con el dolor y los problemas de las articulaciones.
Pero
asegúrate de elegir el método correcto, uno que tenga una fuerte investigación
y resultados probados detrás de él. Si no estás seguro de cuál escoger, te
recomendamos iniciar la búsqueda de una solución, de gama alta, para el alivio
del dolor en las articulaciones, que te ayude a reducir la inflamación y
aumentar el rendimiento del cuerpo.
Debes
tener en claro que el dolor en las articulaciones no va a desaparecer en corto plazo, pues a medida que envejecemos el
desgaste que ponemos en nuestras articulaciones se hace más grande, fuerte y el
dolor mucho más severo. Las técnicas actuales en su mayoría se ocupan del
dolor, no en el problema real, mientras que algunas soluciones nuevas y
naturales son prometedoras. Espero que esto, al igual que algunas otras enfermedades
crónicas, se convierta algún día en cosa
del pasado
Mensaje de María Reina de la Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de mayo de
2017
“Queridos
hijos, os invito a orar, no pidiendo sino ofreciendo sacrificios,
sacrificándoos. Os invito al anuncio de la verdad y del amor misericordioso.
Oro a mi Hijo por vosotros, por vuestra fe, que en vuestros corazones disminuye
cada vez más. Le pido a Él que os ayude con el Espíritu Divino, como también yo
deseo ayudaros con el espíritu materno. Hijos míos, debéis ser mejores; solo
los que son puros, humildes y llenos de amor sostienen el mundo, se salvan a sí
mismos y al mundo. Hijos míos, mi Hijo es el corazón del mundo; es necesario
amarlo y orarle a Él, y no traicionarlo siempre de nuevo. Por eso vosotros,
apóstoles de mi amor, difundid la fe en los corazones de los hombres con
vuestro ejemplo, con la oración y con el amor misericordioso. Yo estoy a
vuestro lado y os ayudaré. Orad para que vuestros pastores tengan cada vez más
luz, para que puedan iluminar a todos aquellos que viven en las tinieblas. Os
doy las gracias.”
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Los cinco minutos de María
Mayo 5
“No
te pido, Madre, el don de las lágrimas, que es angustia disuelta ya en
consuelo; que hay también un dolor del pensamiento que tiene una más clara
austeridad.
Yo
te pido esas claras ideas de mi indignidad, que son como las lentas lágrimas
interiores del alma.
Mi
corazón, Madre, es un vaso frágil y pequeño y no caben en él las cosas
infinitas. Mi corazón está sucio y cansado de tanto amar las cosas; no me sirve
para sentir tu angustia callada; para tu angustia, Señora, quiero reservar la
intacta y serena amplitud de mi pensamiento” (José María Pemán)
Madre santa, santifica mi vida.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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