PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3337 ~ Miércoles 24 de Mayo de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mi
experiencia con María comienza en mi infancia, sentado en el regazo de mi
madre, con ella aprendí el Ave María. Cuando estaba en el Seminario Menor, le
consagré mi vocación y aprendí a amarla cada vez más. Al finalizar el Seminario
Menor, le consagré mi vida siguiendo el método de San Luis María Grignion de Monfort,
según su “Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María”; gracias al cual
me preparé.
Tengo
una gran devoción al Rosario, he escrito un “Rosario Meditado” utilizando el
método enseñado por el Papa Juan Pablo II en su encíclica “Rosarium Virginis
Mariae”. La mejor forma de rezar el Rosario, es imaginar a Nuestra Señora
sentada junto a nosotros, explicándonos los misterios de la Redención,
contemplados en esta rica oración que es al mismo tiempo vocal y mental.
Amemos
a esta dulce Madre celestial, nuestra protectora, nuestra seguridad en nuestro
pasaje a la ida eterna. “Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Así sea.”
Don Fernando Arêas Rifan
¡Buenos días!
María Auxiliadora
San
Juan Bosco propagó la devoción a María Auxiliadora. De ella decía: “Amen,
honren, sirvan a María. Procuren hacerla conocer, amar y honrar por los demás.
No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta madre, sino que podrá
aspirar también a una gran corona en el cielo”.
Era el 24 de mayo de 1878, un oficial muy
entristecido se presentó a Don Bosco y le dijo: —Padre, mi esposa está muy
enferma y se teme que llegó su fin. Esto es terrible para mí. Por favor, pida a
Dios le devuelva la salud. El Santo lo alentó y rezó con él a María
Auxiliadora. A la hora el oficial volvió emocionado y dijo a Don Bosco: —¿Sabe
usted, Padre? Mientras estaba aquí con usted, mi esposa, a quien había dejado
moribunda, recobró la salud, se vistió, salió a mi encuentro y me relató lo
sucedido. Sacó del bolsillo un brazalete de oro que entregó a Don Bosco: —Es el
regalo de boda que hice a mi esposa; pero, de común acuerdo, lo ofrezco a María
Auxiliadora. Don Bosco mostró luego a un grupo el brazalete: —Miren, una
ofrenda de gratitud por una nueva curación debida a Maria Auxiliadora. ¡Bendito
sea su dulce nombre!
San
Juan Bosco, con estas o semejantes palabras, alentaba a confiar en María
Santísima: “María nos asegura que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos
suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para
obtenernos después el Paraíso”. Con piedad y cariño reza hoy un avemaría a tu
Madre del cielo.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que
deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la
verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino
que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria,
porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el
Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a
vosotros». (Jn
16,12-15)
Comentario:
Hoy,
Señor, una vez más, nos quieres abrir los ojos para que nos demos cuenta de que
con demasiada frecuencia hacemos las cosas al revés. «El Espíritu de la verdad,
os guiará hasta la verdad completa» (Jn 16,13), aquello que el Padre ha dado a
conocer al Hijo.
¡Es
curioso!: más que dejarnos guiar por el Espíritu (¡qué gran desconocido en
nuestras vidas!), lo que hacemos es, bien pasar de Él, bien “imponerle” las
cosas una vez ya hemos tomado nuestras decisiones. Y lo que hoy se nos dice es
más bien lo contrario: dejar que Él nos guíe.
Pienso,
Señor, en voz alta... Vuelvo a leer el Evangelio de hoy y me vienen a la cabeza
los chicos y chicas que recibirán la Confirmación este año. Veo los que me
rodean y estoy tentado a pensar: —¡Qué verdes están! ¡A éstos, tu Espíritu no
les va ni por delante ni por detrás; y más bien se dejan guiar por todo y por
nada!
A
quienes se nos considera adultos en la fe, haznos instrumentos eficaces de tu
Espíritu para llegar a ser “contagiadores” de tu verdad; para intentar
“guiar-acompañar”, ayudar a abrir los corazones y los oídos de quienes nos
rodean.
«Mucho
tengo todavía que deciros» (Jn 16,12). —¡No te retengas, Señor, en dirigirnos
tu voz para revelarnos nuestras propias identidades! Que tu Espíritu de Verdad
nos lleve a reconocer todo aquello de falso que pueda haber en nuestras vidas y
nos haga valientes para enmendarlo. Que ponga luz en nuestros corazones para
que reconozcamos, también, aquello que de auténtico hay dentro de nosotros y
que ya participa de tu Verdad. Que reconociéndolo sepamos agradecerlo y vivirlo
con alegría.
Espíritu
de Verdad, abre nuestros corazones y nuestras vidas al Evangelio de Cristo: que
sea ésta la luz que ilumine nuestra vida cotidiana. Espíritu Defensor, haznos
fuertes para vivir la verdad de Cristo, dando testimonio a todos.
Rev. D. Santi COLLELL i Aguirre (La Garriga,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
Solemnidad de María Auxiliadora
Advocación Mariana
Celebramos
hoy a la Madre de Dios y Madre nuestra bajo la advocación o el título de “María
Auxilio de los Cristianos”, que expresa la mediación de María respecto de la
humanidad.
Como
Madre del Redentor, por fuerza y mérito de la corredención, Ella es la ayuda de
la humanidad necesitada de redención. Lo es también de cada individuo, porque
es la Madre espiritual de todos.
La
devoción por María Auxiliadora se fundamenta en un pleno abandono confiado en
su acción, aún en los momentos de mayor desesperación. El Papa Pío VII y san
Juan Bosco fueron sus grandes difusores.
María
es Auxiliadora en su vida terrenal:
–
Ayuda de la Trinidad para la encarnación del Verbo.
–
Asociada con Cristo para la redención de los hombres.
Es
la defensora social, sobre todo en los momentos de crisis:
–
medianera y distribuidora universal de todas las gracias.
–
de la Iglesia en cuanto asamblea militante.
–
del Papa, en cuanto jefe visible, de la cristiandad itinerante.
–
de cada cristiano en particular, en cuanto miembro del Cuerpo Místico.
María
Auxiliadora es la guía y patrona de los Salesianos fundados por San Juan Bosco.
© Catholic.net
Pensamientos de Don Bosco
“María ha sido siempre mi guía.
El que pone su confianza en ella
nunca quedará defraudado”
“Es imposible ir hacia Jesús
si no pasas por el Amor a María”.
“Santa María protege a los que están en la necesidad,
anima a quien ha perdido la esperanza,
fortifica las debilidades, ruega por el pueblo,
asiste a los sacerdotes, intercede por las mujeres
consagradas,
que oigan tu materna ternura todos los que suplican tu
ayuda”.
“Si quieres las alas del fervor,
sea la Virgen María tu amor.
Un alma a ella fiel puede al cielo llegar”.
“No gastes tu tiempo,
haz el bien, hazlo sin medidas,
piensa siempre en el amor a María
y no te arrepentirás nunca de lo que has hecho.
Cada momento es un tesoro”.
“En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos
al conocer todo lo que María Auxiliadora
ha hecho por nosotros en la tierra”.
“En todos los peligros yo te invoco Madre mía
porque sé que eres mi escudo protector”.
“Confía en María Auxiliadora
y verás lo que son los milagros”.
“María nuestra Santa Madre,
quiere la realidad no las apariencias.
Camina con los pies en la tierra
pero teniendo la mirada y el corazón en el cielo”.
“María es aquel Milagro que aún esperas”.
Historias de la devoción
a María Auxiliadora
El
primero que llamó a la Virgen María con el título de "Auxiliadora"
fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345. Él dice: " Tú,
María, eres auxilio potentísimo de Dios".
San
Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era
llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban
muchas curaciones.
San
Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria:
"María Auxiliadora, rogad por nosotros". Y repite: la Virgen "es
auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la
salvación".
En
Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde
el año 1030, en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu
de bárbaros paganos.
En
el año 1572, el Papa San Pío V ordenó que en todo el mundo católico se rezara
en las letanías la advocación "María Auxiliadora, rogad, por
nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la
batalla de Lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un
ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En
el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen
de honrarla con el título de Auxiliadora si los libraba de la invasión de los
protestantes y hacía que se terminara la terrible guerra de los 30 años. La
Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de 70 capillas
con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
En
1683 los católicos al obtener inmensa victoria en Viena contra los enemigos de
la religión, fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en
más de 60 países.
En
1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen
que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María
Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de
mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María
Auxiliadora.
En
1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser
honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que
le construya en Turín, Italia, un templo.
Empezó
la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero
fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener
a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica.
El Santo solía decir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un
milagro de la Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a
extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de
los Cristianos.
Sin
duda fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta
advocación mariana encontró el mejor paladín y trampolín para el desarrollo y
popularidad, "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha
salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia -se refería a la gran
Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen
María"...
Pero
será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la
opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos
con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que
tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe
cristiana".
Desde
esa fecha el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra
como "central y sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que
Don Bosco tiene de María. La lectura evangélica que hace de María, la
experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia
eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios".
En
1863 Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital
era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor.
Cinco años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del
templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que
María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí
su patrocinio. Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no
sea señal de alguna gracia".
Hoy,
salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores y a través de las diversas obras que llevan
entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la
evangelización de los pueblos el auxilio que viene de Santa María.
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Meditación
Madre
mía, ¡ojalá nunca deje ser pequeño!
¿Por
qué tantas veces me empeño en levantarme yo solo, en luchar yo solo, en sufrir
yo solo? Que en todas las circunstancias te llame.
Hoy
te pido a ti María Auxiliadora de los cristianos, que tú nunca me sueltes de tu
mano. Que me ayudes a levantarme en cada una de mis caídas.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso de Aída,
de Buenos Aires, Argentina, que hace dos días ha sido llamada por el Padre
celestial a su presencia. Que Él la reciba en el cielo y brille para ella la luz
que no tiene fin.
Pedimos
oración por Teresa V., de Cartago,
Costa Rica, para que el Padre celestial haga su santa voluntad y de fortaleza a
la familia en estos momentos difíciles que están viviendo.
Pedimos oración para Beatriz G., de Colombia, que fue
operada ayer de la columna cervical y se encuentra en la UCI (Unidad de
Cuidados Intensivos); confiando que, con la intercesión de la nuestra Señora de
Lourdes, su recuperación se hará evidente, pues fue una operación supremamente
delicada. Del mismo país, sumamos oraciones para María Edilma T. que está recibiendo radioterapia y está delicada de
salud.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Mayo 24
Invocar
a María como “Auxilio de los cristianos” no es sino expresar con palabras lo
que nuestra Madre celestial hace en nosotros.
En
efecto, María es la gran auxiliadora del pueblo cristiano, que de ella recibe
la protección contra las adversidades, el consuelo en sus penas, la fortaleza
en las desgracias.
Si
el hijo en todo momento de aflicción acude a su madre… ¡Cuánto más no hará el
cristiano invocando a su Madre Santísima en el dolor! A esta celestial Señora
nada le preocupa tanto como ayudar a sus hijos que a ella acuden con sencilla
confianza y profundo amor.
“Madre, yo soy más feliz que tú, porque tú no tienes
una madre que te ame como tú me amas” (Santa Teresita).
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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