jueves, 28 de mayo de 2015

Pequeñas Semillitas 2690

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2690 ~ Jueves 28 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús, ante todo te doy gracias por darme la oportunidad de seguir vivo. Gracias por darme salud, prosperidad, trabajo, amor, unidad familiar y todas esas bendiciones que necesito para estar bien. Pero, sobre todo, gracias por estar en mi vida y hacerme consciente de que pase lo que pase saldré adelante, porque Tú me acompañas y sé que no me dejas ni lo harás. Hoy quiero pedirte de manera muy especial que me ayudes a decidir y a actuar bien. No quiero decir como San Pablo: “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Romanos 7,19). Quiero actuar de manera inteligente y espiritual. Quiero ser disciplinado y tener fuerza de voluntad para hacer lo que he decidido y debo hacer. Te suplico que a lo largo de este día me permitas estar en paz con aquellos a los que amo y que pueda ser bendición para cada uno de ellos. Amén.

¡Buenos días!

El Señor me acompaña
Hay un texto de Isaías que, si lo meditas e interiorizas, acrecentará tu seguridad y autovaloración. Es el mismo Dios que te asegura: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo. No temas, porque yo estoy contigo” (43, 4-5). El amor y la misericordia del Señor te acompañan a lo largo de la vida, especialmente cuando más lo necesitas. Aquí tienes una oración para que abras el corazón ante la presencia del Señor.

Ilumíname, Señor, para que reconozca tu presencia y para que me deje guiar por ti en medio de las oscuridades de mi vida. No dejes que me aparte de tu lado, porque sin ti mi vida pierde su rumbo. Cuando escapo de tu presencia al final todo se vuelve confuso, sin sentido. Toca mi interior con tu Espíritu, para que crea en ti con toda mi alma y confíe en tus promesas. Estarás siempre conmigo y podré salir adelante, aunque hoy no vea, aunque hoy no te sienta, aunque mi pequeñez no te reconozca. Abre mis ojos, Señor, para que te descubra siempre conmigo. Amén.

En esta oración del P. Víctor Fernández hay resonancias de varios salmos, donde Dios es presentado como refugio (91), luz y defensa (27), guardián (121) y buen pastor (23). El don de la fe que recibiste en el bautismo, es una semilla que necesita cuidado, cultivo y esfuerzo. Sólo así producirá maravillosos frutos en tu vida.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino. (Mc 10,46-52)

Comentario
Hoy, Cristo nos sale al encuentro. Todos somos Bartimeo: ese invidente a cuya vera pasó Jesús y saltó gritando hasta que éste le hiciese caso. Quizás tengamos un nombre un poco más agraciado... pero nuestra humana flaqueza (moral) es semejante a la ceguera que sufría nuestro protagonista. Tampoco nosotros logramos ver que Cristo vive en nuestros hermanos y, así, los tratamos como los tratamos. Quizás no alcanzamos a ver en las injusticias sociales, en las estructuras de pecado, una llamada hiriente a nuestros ojos para un compromiso social. Tal vez no vislumbramos que «hay más alegría en dar que en recibir», que «nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15,13). Vemos borroso lo que es nítido: que los espejismos del mundo conducen a la frustración, y que las paradojas del Evangelio, tras la dificultad, producen fruto, realización y vida. Somos verdaderamente débiles visuales, no por eufemismo sino en realidad: nuestra voluntad debilitada por el pecado ofusca la verdad en nuestra inteligencia y escogemos lo que no nos conviene.
Solución: gritarle, es decir, orar humildemente «Jesús, ten compasión de mí» (Mc 10,48). Y gritar más cuanto más te increpen, te desanimen o te desanimes: «Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más…» (Mc 10,48). Gritar que es también pedir: «Maestro, que vea» (cf. Mc 10,51). Solución: dar, como él, un brinco en la fe, creer más allá de nuestras certezas, fiarse de quien nos amó, nos creó, y vino a redimirnos y se quedó con nosotros, en la Eucaristía.
El Papa Juan Pablo II nos lo decía con su vida: sus largas horas de meditación —tantas que su Secretario decía que oraba “demasiado”— nos dicen a las claras que «el que ora cambia la historia».
P. Ramón LOYOLA Paternina LC (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Germán de París
Obispo
Nació en Autun (Borgoña, Francia) a comienzos del siglo VI. Recibió una sólida formación y se ordenó de sacerdote; después ingresó en el monasterio de San Sinforiano de Autun, del que sería abad. Fue hábil administrador de los bienes, promotor de la observancia de la Regla y de la austeridad, protector de los pobres. Lo nombraron obispo de París el año 556. Mientras personalmente conservaba el estilo de vida monástico, alivió la suerte de los pobres, edificó iglesias, trató de frenar las contiendas civiles, denunció los vicios de la corte, rigió su diócesis con sabiduría. Fundó el monasterio que llevaría su nombre: Saint-Germain-des-Prés. Murió el 28 de mayo del año 576. Se enterró en la tumba que se había mandado preparar en san Sinforiano. El abad Lanfrido traslada más tarde sus restos, estando presentes el rey Pipino y su hijo Carlos, a san Vicente que después de la invasión de los normandos se llamó ya san Germán. Hoy reposan allí mismo y se veneran en una urna de plata que mandó hacer a los orfebres el abad Guillermo, en el año 1408.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco

“Ahora, Señor: ¡Ayúdanos Tú! ¡Dónanos Tú la paz, enséñanos Tú la paz, guíanos Tú hacia la paz! Abre nuestros ojos y nuestros corazones y dónanos el coraje de decir: ‘¡Nunca más la guerra!’ ‘¡Con la guerra todo está destruido! Infunde en nosotros el coraje de cumplir gestos concretos para construir la paz. Haznos disponibles para escuchar el grito de nuestros ciudadanos que nos piden que transformemos nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros miedos en confianza y nuestras tensiones en perdón”

Tema del día:
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote
El primer jueves después de Pentecostés celebramos la festividad litúrgica de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.

Vivimos momentos de pasión de la Iglesia. Se exhibe en picota la infidelidad y aberraciones de algunos ministros indignos, como paradigma generalizado y abominable del sacerdocio, que es excelso porque encarna en la tierra al mismo Cristo. Decía, admirado, Pedro de Blois: «Dios, que no ha querido tener ningún cooperador en la obra de la Creación, quiere tenerlo en la obra de la Redención». Y este coadjutor es el sacerdote.

Esta festividad sacrosanta ha de ser para todos los católicos un día intensamente sacerdotal. Un día para amar el sacerdocio de Jesucristo prolongado en sus ministros. Para agradecer a Cristo este don inestimable. Ha de ser una jornada de santidad sacerdotal que nos reúna a todos: pastores y seglares, con un solo corazón y una sola alma, para pedir muchos y santos sacerdotes.

Y ha de ser un día para agradecer a los sacerdotes su entrega absoluta. El sacerdote actúa en la persona de Cristo... Perdona con el perdón de Dios, lleva su Palabra que se encarna en su propia palabra, perpetúa la presencia real de Cristo entre nosotros... Si a veces nos defrauda su insuficiencia personal, pensemos que a Dios no le ha estorbado. Consideremos el peso de la dignidad divina que lleva dentro. ¡Cuántas veces no habremos ayudado a tal o cual sacerdote a superarse! ¡Cuántas lo habremos hundido más aún en el aislamiento, con la incomprensión y la maledicencia!

Es momento de hablar con valentía de la vida sacerdotal como de un valor inestimable y una forma de vida espléndida y privilegiada, porque se funda en la Palabra irrevocable de Dios. Porque el sacerdote está al servicio de todos los hombres. Y porque -parafraseando al cardenal Juan M. Lustiger- su acción no tiene por límite su propia capacidad de obrar, sino que se inscribe en la acción de Dios que obra a través de él.

Querríamos hacer llegar a todos los sacerdotes del mundo el testimonio de nuestro apoyo, de nuestra solidaridad, de nuestro amor... A todos les decimos: ¡Gracias, queridos sacerdotes!

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
sobre María Auxiliadora.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el niño Josué F.A., de 10 años, de La Habana, Cuba. Es encefalópata severo y ha llegado a la edad que tiene gracias al desvelo, amor y cuidado de su familia sobre todo su mamá. Ahora hizo una apendicitis que se ha complicado y dada su patología de base su pronóstico se ensombrece más, Ahora está en fallo multiorgánico. Pedimos a Dios y a la Virgen Maria, que tengan piedad de él y de su familia para que les fortalezca en este duro momento por el que están pasando y les dé el consuelo necesario.

Pedimos oración para Thiago Bautista, niño de 3 años, de la provincia de Buenos Aires, Argentina, que será operado por tercera vez del corazón. Que Jesús Misericordioso lo acompañe para que pueda encontrar solución a su problema.

Pedimos oración por Guillermo, de Buenos Aires, Argentina, operado hace dos años con gastrectomia por cáncer y que volvió con síntomas, por lo que le harán una dilatación de esófago por balón y biopsia. Lo encomendamos a la Santísima Trinidad, para que todo salga bien.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Mes de María
Flor del 28 de mayo: 
María, Reina de los apóstoles
Meditación: “Pondré enemistad entre ti (satanás) y la Mujer (María), entre tu linaje y el suyo; y Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 13,15). El apostolado ha de hacerse en lucha contra el diablo y los suyos, lo que origina persecuciones a toda la Iglesia, tanto en su cuerpo como en cada familia o individualmente. Somos los apóstoles que San Luis de Montfort señaló para este tiempo, que sólo dispone el Eterno. Sin embargo, la Reina y Capitana del pueblo de Dios dará la victoria a sus seguidores leales que la obedezcan y perseveren en el combate.
Oración: ¡Oh María Reina de los apóstoles!. Tú que has enseñado, protegido y alentado a los apóstoles de todos los siglos, has que seamos soldados leales y valientes de tu ejército, siendo apóstoles de tu Divino Hijo y propagando los mensajes del Reino, para que todos lleguemos al Cielo, con el Triunfo de tu Corazón Inmaculado y la vuelta de Cristo Resucitado. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Comprometerse a ser un fiel soldado de María, Capitana del ejército de Jesús. Colocar los deseos de Dios por encima de las necesidades propias, con María como puente seguro y firme frente a las preocupaciones de cada día.
Fuente: www.reinadelcielo.org

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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