PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 10 - Número 2675 ~ Martes
5 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy la introducción de “Pequeñas Semillitas” es distinta de lo habitual, porque tengo la necesidad de agradecer los
muchísimos saludos recibidos ayer con motivo de mi cumpleaños, que por
distintos medios han llegado en tal cantidad que no solamente no he podido (ni
podré) responderlos individualmente, sino que además debo decir que aún tengo
cientos sin haberlos podido leer.
Esta hermosa tarea de acercar la Palabra de Jesús a
través de internet, no solamente produce para quien la hace una gran paz interior
y alegría espiritual, sino además una cantidad de reconocimientos y elogios
absolutamente inmerecidos, porque en lo que hago lo valioso es el mensaje y no el mensajero, pero que igual tocan el
corazón y acarician el alma.
Muchas gracias a todos y mi compromiso renovado de seguir
difundiendo la alegría del Evangelio con la fuerza y el entusiasmo que nos
contagia el Papa Francisco en cada una de sus intervenciones y mensajes.
¡Buenos días!
Alerta, jóvenes
Alguien escribió
bellamente: “Una juventud sin ideales, es un cielo sin estrellas”. No bien
encuentres el sentido de tu vida, percibirás que creces como persona. Eso es
tener una estrella que orienta y estimula a jugarse por algo que merece la
pena. Entonces sabrás seleccionar amigos, diversiones, lecturas, programas… con
sabiduría. Tomarás decisiones responsables y coherentes que te acercarán a la
meta soñada.
¡Ay de ustedes! muchachos y chicas que ahora
profanan el amor, porque después lo lamentarán, ustedes y sus hijos, en el
matrimonio. ¡Ay de ustedes! muchachos y chicas que ahora se despreocupan de las
responsabilidades estudiantiles, laborales y sociales, porque después la vida
se volverá contra ustedes. ¡Ay de ustedes! muchachos y chicas, cuyas
preocupaciones no pasan los límites de la patota, el baile, la salida o la
cancha, porque un día se sentirán solos, vacíos y desgraciados, y la Patria los
demandará. (Mons. Vicente Zaspe)
Leonardo da Vinci
escribió: “El que tiene los ojos fijos en un estrella no se vuelve atrás”. Ésa
es precisamente la fuerza irresistible que tiene una vocación o ideal que ha
movilizado el corazón de un joven. Otro escritor sugiere: “Si quieres mantener
tu surco derecho, ata tu arado a una estrella”. ‘Surco derecho’ hace pensar en
una vida recta, honesta, sin extravíos…
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Os
dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe
vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré
a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el
Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando
suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el
Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo
que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado». (Jn
14,27-31a)
Comentario
Hoy, Jesús nos habla indirectamente de la cruz: nos
dejará la paz, pero al precio de su dolorosa salida de este mundo. Hoy leemos
sus palabras dichas antes del sacrificio de la Cruz y que fueron escritas
después de su Resurrección. En la Cruz, con su muerte venció a la muerte y al
miedo. No nos da la paz «como la da el mundo» (cf. Jn 14,27), sino que lo hace
pasando por el dolor y la humillación: así demostró su amor misericordioso al
ser humano.
En la vida de los hombres es inevitable el sufrimiento, a
partir del día en que el pecado entró en el mundo. Unas veces es dolor físico;
otras, moral; en otras ocasiones se trata de un dolor espiritual..., y a todos
nos llega la muerte. Pero Dios, en su infinito amor, nos ha dado el remedio
para tener paz en medio del dolor: Él ha aceptado “marcharse” de este mundo con
una “salida” sufriente y envuelta de serenidad.
¿Por qué lo hizo así? Porque, de este modo, el dolor
humano —unido al de Cristo— se convierte en un sacrificio que salva del pecado.
«En la Cruz de Cristo (...), el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido»
(Juan Pablo II). Jesucristo sufre con serenidad porque complace al Padre
celestial con un acto de costosa obediencia, mediante el cual se ofrece voluntariamente
por nuestra salvación.
Un autor desconocido del siglo II pone en boca de Cristo
las siguientes palabras: «Mira los salivazos de mi rostro, que recibí por ti,
para restituirte el primitivo aliento de vida que inspiré en tu rostro. Mira
las bofetadas de mis mejillas, que soporté para reformar a imagen mía tu
aspecto deteriorado. Mira los azotes de mi espalda, que recibí para quitarte de
la espalda el peso de tus pecados. Mira mis manos, fuertemente sujetas con
clavos en el árbol de la cruz, por ti, que en otro tiempo extendiste
funestamente una de tus manos hacia el árbol prohibido».
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Hilario de Arlés
Obispo
Nació en torno al año 401 y, cursados los primeros
estudios, fue funcionario imperial. Por influencia de un pariente suyo, san
Honorato, entró en el monasterio de Lerins. Cuando Honorato fue elegido obispo
de Arlés (Provenza, Francia), se lo llevó consigo, y, cuando Honorato murió, lo
eligieron para sucederle. En su vida de obispo siguió observando la austeridad
y pobreza monacales, trabajando con sus propias manos, vistiendo una sola
túnica tanto en verano como en invierno y viajando a pie, manifestó a todos su
amor por la pobreza. Entregado a la oración, los ayunos y las vigilias, y
perseverando en una predicación continua, mostró la misericordia de Dios a los
pecadores, acogió a los huérfanos y no dudó en destinar para la redención de
los cautivos todos los objetos de plata que se conservaban en la basílica de la
ciudad. Murió el año 449.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“No se puede vivir la Pascua sin entrar en el misterio.
«Entrar en el misterio» significa capacidad de asombro, de contemplación;
capacidad de escuchar el silencio y sentir el susurro de ese hilo de silencio
sonoro en el que Dios nos habla (cf. 1 Re 19,12). Para entrar en el misterio se
necesita humildad, la humildad de abajarse, de apearse del pedestal de nuestro
yo, tan orgulloso, de nuestra presunción; la humildad para redimensionar la
propia estima, reconociendo lo que realmente somos: criaturas con virtudes y
defectos, pecadores necesitados de perdón. Para entrar en el misterio hace
falta este abajamiento, que es impotencia, vaciándonos de las propias
idolatrías... adoración. Sin adorar no se puede entrar en el misterio”
Tema del día:
María cerca de nosotros
Esta poesía de María -el «Magníficat»- es totalmente
original; sin embargo, al mismo tiempo, es un "tejido" hecho
completamente con "hilos" del Antiguo Testamento, hecho de palabra de
Dios.
Se puede ver que María, por decirlo así, "se sentía
como en su casa" en la palabra de Dios, vivía de la palabra de Dios,
estaba penetrada de la palabra de Dios. En efecto, hablaba con palabras de
Dios, pensaba con palabras de Dios; sus pensamientos eran los pensamientos de
Dios; sus palabras eran las palabras de Dios. Estaba penetrada de la luz divina;
por eso era tan espléndida, tan buena; por eso irradiaba amor y bondad.
María vivía de la palabra de Dios; estaba impregnada de
la palabra de Dios. Al estar inmersa en la palabra de Dios, al tener tanta
familiaridad con la palabra de Dios, recibía también la luz interior de la
sabiduría. Quien piensa con Dios, piensa bien; y quien habla con Dios, habla
bien, tiene criterios de juicio válidos para todas las cosas del mundo, se hace
sabio, prudente y, al mismo tiempo, bueno; también se hace fuerte y valiente,
con la fuerza de Dios, que resiste al mal y promueve el bien en el mundo.
Así, María habla con nosotros, nos habla a nosotros, nos
invita a conocer la palabra de Dios, a amar la palabra de Dios, a vivir con la
palabra de Dios, a pensar con la palabra de Dios. Y podemos hacerlo de muy
diversas maneras: leyendo la sagrada Escritura, sobre todo participando en la
liturgia, en la que a lo largo del año la santa Iglesia nos abre todo el libro
de la sagrada Escritura. Lo abre a nuestra vida y lo hace presente en nuestra
vida.
Pero pienso también en el «Compendio del Catecismo de la
Iglesia Católica», en el que la palabra de Dios se aplica a nuestra vida,
interpreta la realidad de nuestra vida, nos ayuda a entrar en el gran
"templo" de la palabra de Dios, a aprender a amarla y a impregnarnos,
como María, de esta palabra. Así la vida resulta luminosa y tenemos el criterio
para juzgar, recibimos bondad y fuerza al mismo tiempo.
María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo,
y con Dios es reina del cielo y de la tierra. ¿Acaso así está alejada de
nosotros? Al contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy
cerca de cada uno de nosotros.
Cuando estaba en la tierra, sólo podía estar cerca de
algunas personas. Al estar en Dios, que está cerca de nosotros, más aún, que
está "dentro" de todos nosotros, María participa de esta cercanía de
Dios.
Al estar en Dios y con Dios, María está cerca de cada uno
de nosotros, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede
ayudarnos con su bondad materna. Nos ha sido dada como "madre" -así
lo dijo el Señor-, a la que podemos dirigirnos en cada momento. Ella nos
escucha siempre, siempre está cerca de nosotros; y, siendo Madre del Hijo,
participa del poder del Hijo, de su bondad. Podemos poner siempre toda nuestra
vida en manos de esta Madre, que siempre está cerca de cada uno de nosotros.
© SS Benedicto XVI
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien
común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos
ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Mes de María
Flor del 5 de Mayo: Madre de
la Divina Gracia
♥Meditación:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo, después dijo al discípulo, he ahí a tu Madre”
(Juan 19,26-27). Madre no sólo adoptiva sino que nos da la Vida, nos da a
Cristo, más exactamente nos da la gracia santificante, la vida sobrenatural,
algo físico y real que consiste en la unión con Cristo.
♥Oración:
¡Oh Madre de la Divina Gracia, que nos llevas a la Vida!. Muéstranos como
Manantial de Gracia el camino hacia la verdadera Patria. Tu, llena de Gracia,
sed la Salvación de nuestras pobres almas. Amén.
♥Decena
del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
♥Florecilla
para este día: Poner los medios para estar en gracia de Dios.
Fuente: www.reinadelcielo.org
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.