PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2689
~ Miércoles 27 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Cuando tengas algún problema, haz como
la tortuga. Ella entra dentro de sí misma no tanto para huir como por entender que
no puede enfrentar lo externo. El ser humano es capaz de entrar dentro de sí
mismo y observar un mundo de oportunidades.
Estas oportunidades son valores y
cualidades que existen como un recurso infinito dentro de mí. Al darme cuenta
de este recurso, puedo nuevamente salir y enfrentar la situación, ahora con las
armas que me pueden garantizar la victoria.
¡Buenos días!
Avisos con humor
Piensa
que el buen humor ayuda a sobrellevar los contratiempos, problemas, luchas y
tensiones de la vida. Es una herramienta básica para la supervivencia: rompe la
tensión en un momento de crisis, ayuda a encarar situaciones estresantes,
desvanece las preocupaciones... El médico Raimundo Moody escribió un libro
titulado: “Carcajada tras carcajada: el poder curativo del buen humor”. Aquí
tienes más avisos de un avisador parroquial.
- El precio para participar en el cursillo
sobre "oración y ayuno" incluye también las comidas. .
- Por favor, pongan sus limosnas en el sobre,
junto con los difuntos que deseen que recordemos.
- El mes de noviembre terminará con un
responso cantado por todos los difuntos de la parroquia.
- El párroco encenderá su vela en la del
altar. El diácono encenderá la suya en la del párroco, y luego encenderá uno
por uno a todos los fieles de la primera fila.
Considera
además que la risa es un buen factor de relajación para combatir el estrés.
Beneficia la digestión y ayuda a conciliar el sueño. La jovialidad establece y
afianza cálidas y duraderas relaciones humanas. El buen humor nos hace dar a
los acontecimientos y a las personas su verdadera dimensión. Que también el sol
de la alegría ilumine hoy tu vida.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los discípulos iban de
camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban
sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y
comenzó a decirles lo que le iba a suceder: «Mirad que subimos a Jerusalén, y
el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le
condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de Él, le
escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará».
Se acercan a Él Santiago y Juan, los
hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te
pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron:
«Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu
izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que
yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser
bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo
voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que
yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa
mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».
Al oír esto los otros diez, empezaron a
indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que
los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores
absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre
vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será
vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo
de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir
y a dar su vida como rescate por muchos». (Mc 10,32-45)
Comentario
Hoy, el Señor nos enseña cuál debe ser
nuestra actitud ante la Cruz. El amor ardiente a la voluntad de su Padre, para
consumar la salvación del género humano —de cada hombre y mujer— le mueve a ir
deprisa hacia Jerusalén, donde «será entregado (…), le condenarán a muerte (…),
le azotarán y le matarán» (cf. Mc 10,33-34). Aunque a veces no entendamos o,
incluso, tengamos miedo ante el dolor, el sufrimiento o las contradicciones de
cada jornada, procuremos unirnos —por amor a la voluntad salvífica de Dios— con
el ofrecimiento de la cruz de cada día.
La práctica asidua de la oración y los
sacramentos, especialmente el de la Confesión personal de los pecados y el de
la Eucaristía, acrecentarán en nosotros el amor a Dios y a los demás por Dios
de tal modo que seremos capaces de decir «Sí, podemos» (Mc 10,39), a pesar de
nuestras miserias, miedos y pecados. Sí, podremos abrazar la cruz de cada día
(cf. Lc 9,23) por amor, con una sonrisa; esa cruz que se manifiesta en lo
ordinario y cotidiano: la fatiga en el trabajo, las normales dificultades en la
vida familiar y en las relaciones sociales, etc.
Sólo si abrazamos la cruz de cada día,
negando nuestros gustos para servir a los demás, conseguiremos identificarnos
con Cristo, que vino «a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc
10,45). Juan Pablo II explicaba que «el servicio de Jesús llega a su plenitud
con la muerte en Cruz, o sea, con el don total de sí mismo». Imitemos, pues, a
Jesucristo, transformando constantemente nuestro amor a Él en actos de servicio
a todas las personas: ricos o pobres, con mucha o poca cultura, jóvenes o
ancianos, sin distinciones. Actos de servicio para acercarlos a Dios y
liberarlos del pecado.
Rev. D. René PARADA Menéndez (San Salvador, El
Salvador)
Santoral Católico:
San Agustín de
Canterbury
Obispo
El año 596, cuando Agustín era prior del
monasterio benedictino de San Andrés en Roma, fue enviado por el papa san
Gregorio Magno, al mando de unos cuarenta monjes, a evangelizar Inglaterra.
Desembarcó en Thanet y mandó aviso de su llegada al rey Etelberto de Kent. El
rey, que se había casado con Berta, princesa cristiana de la familia real de
los francos, les permitió que se acomodaran en Canterbury, capital de su reino,
y les dio libertad para predicar. Pronto se convirtió el rey, que se bautizó en
junio del 597. La Iglesia se iba consolidando y Agustín marchó a Arlés
(Francia) para ser consagrado arzobispo de la nación británica con sede en
Canterbury. Con ayuda del rey Etelberto, Agustín y sus monjes convirtieron a
muchos a la fe cristiana y fundaron iglesias y monasterios, sobre todo en el
reino de Kent; entre los monasterios, el de los santos Pedro y Pablo. Para
consolidar lo alcanzado y proseguir la expansión de la Iglesia, Agustín creó
los nuevos obispados de Londres y Rochester y nombró los correspondientes
obispos. Murió el 26 de mayo del año 604 ó 605.
Oración: Señor Dios, que por la
predicación de tu obispo san Agustín de Canterbury llevaste a los pueblos de
Inglaterra la luz del Evangelio, concédenos que el fruto de su trabajo
apostólico perdure en tu Iglesia con perenne fecundidad. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Si realmente quieres hacer algo,
encontrarás la manera,
sino... encontrarás una excusa”
Tema del día:
Reportaje al Papa Francisco
Hace dos
días publicamos una entrevista al Cardenal Jorge Bergoglio, realizada en Buenos
Aires en al año 2010. Ahora vamos a transcribir un reportaje realizado hace
unos días al Papa Francisco por el periodista Juan Berretta del diario
argentino “La Voz del Pueblo” de la ciudad de Tres Arroyos, provincia de Buenos
Aires. Esta es la transcripción difundida por la agencia AICA.
¿Soñaba
con ser Papa?
¡¡¡Nunca!!!
Tampoco con ser presidente de la República o general del Ejército. Viste que
hay algunos pibes que sueñan con eso. Yo no.
¿Pero
avanzando en el servicio episcopal tampoco fantaseó con esa posibilidad?
Después de
que estuve 15 años en puestos de mando en los que me fueron poniendo, volví al
llano, a ser confesor, cura... La vida de un religioso, de un jesuita, va
cambiando según las necesidades. Y con respecto a la posibilidad, yo estaba en
la lista de los papables en el otro cónclave… Pero esta vez, la segunda, por la
edad, 76 años, y porque además había gente más valiosa ciertamente... Así que a
mí nadie me nombraba, nadie.
Además
decían que era un "kingmaker" (o hacedor de reyes, como se denomina
aquellos cardenales que debido a su experiencia y autoridad son más capaces que
otros para pesar en el resultado electoral), que podía influir en los
cardenales latinoamericanos para que votaran. Tanto era el asunto que ni una
foto mía salió en los diarios, nadie pensaba en mí. En las casas de apuestas de
Londres estaba en el número 46 (se ríe con ganas). Yo tampoco pensaba en mí, ni
se me ocurría.
¿A pesar
de que en 2005 fue el segundo más votado luego de Ratzinger?
Esas son
cosas que se dicen. Lo cierto es que al menos en la otra elección estaba en los
diarios, aparecía entre los papables. Adentro era claro que tenía que ser
Benedicto y hubo casi unanimidad por él y eso a mí me gustó mucho. Era clara su
candidatura, en la segunda no había ningún candidato claro. Había varios
posibles, pero ninguno fuerte. Por eso me vine a Roma con lo puesto y con
pasaje para volver el sábado a la noche y poder estar en Buenos Aires en el
Domingo de Ramos. Incluso dejé hecha mi homilía sobre el escritorio. Nunca
pensé que iba a pasar.
¿Y cuándo
fue elegido qué sintió?
Antes de
la elección definitoria sentí mucha paz. "Si Dios lo quiere...",
pensé. Y me quedé en paz. Mientras que se hacían los escrutinios, que son
eternos, yo rezaba el Rosario, tranquilo. Tenía a mi lado a mi amigo el
cardenal Claudio Hummes, que en una votación anterior a la definitiva me decía,
"no te preocupes eh, que así obra el Espíritu Santo…" (vuelve a
reírse).
¿Y lo
asumió enseguida?
Me
llevaron a la Sacristía, me cambiaron la sotana, y a la cancha. Y ahí dije lo
que me vino.
Fue algo
natural entonces.
Sí, sentí
mucha paz y dije lo que me vino del corazón
¿Reconoce
el magnetismo que genera en la gente? Lo digo por el plus que le da su figura a
la investidura papal.
Y, sí...
Sé que la gente... (duda, hace silencio) Primero no entendía por qué ocurría
eso. Y me cuentan algunos cardenales que la gente dice "le
entendemos". Claro, yo trato de ser plástico en las audiencias, en las
cosas que hablo, como hoy (por la audiencia pública del miércoles) que conté
una anécdota de cuando estaba en cuarto grado. Entonces es como que la gente
entiende lo que quiero decir. Como cuando hablé del caso de los padres
separados, que usan de rehenes a los hijos, algo muy triste, los victimizan, el
papá le habla mal de la mamá, o al revés, y al pobre chico se le arma un corso
a contramano en la cabeza. Trato de ser concreto y eso que vos llamás
magnetismo, ciertos cardenales me dicen que tiene que ver con que la gente me
entiende.
¿Disfruta de
la audiencia pública?
Sí, lo
disfruto en un sentido humano y espiritual, las dos cosas. La gente me hace
bien, me tira buena onda, como se dice. Es como que mi vida se va involucrando
en la gente. Yo, psicológicamente, no puedo vivir sin gente, no sirvo para
monje, por eso me quedé a vivir acá en esta casa (en la residencia de Santa
Marta). Esta es una casa de huéspedes, hay 210 piezas, vivimos 40 personas que
trabajamos en la Santa Sede y los otros son huéspedes, obispos, curas, laicos,
que pasan y se hospedan acá. Y eso a mí me hace muy bien. Venir aquí, comer en
el comedor, donde está toda la gente, tener la misa ésa donde cuatro días a la
semana viene gente de afuera, de las parroquias… Me gusta mucho eso. Yo me hice
cura para estar con la gente. Doy gracias a Dios que eso no se me haya ido.
¿Qué añora
de su vida previa al papado?
Salir a la
calle. Eso sí lo añoro, la tranquilidad de caminar por las calles. O ir a una
pizzería a comer una buena pizza (se ríe).
Puede
pedir un delivery al Vaticano.
Sí, pero
no es lo mismo, la cuestión es ir allí. Yo siempre fui callejero. De cardenal
me encantaba caminar por la calle, ir en colectivo, subte. La ciudad me
encanta, soy ciudadano de alma. No podría vivir en una ciudad como la tuya por
ejemplo, me costaría mucho... No, Tres Arroyos no es tan chico, sí podría vivir
ahí. En el campo no podría vivir.
¿Acá
recorre la ciudad?
Noooo,
(otra vez se ríe con ganas). Voy a las parroquias... Pero no puedo salir.
Imaginate que yo salgo ahí (por la calle) y se arma. Un día salí en el auto
sólo con el chofer y me olvidé de cerrar la ventanilla, estaba abierta y no me
di cuenta. Y se armó un lío... Yo iba en el asiento del acompañante, teníamos
que ir ahí nomás, pero la gente no dejaba avanzar el auto. Claro, que el Papa esté
por la calle...
Eso tiene
que ver con su forma de ser
Es verdad
que acá tengo el apelativo de indisciplinado, el protocolo mucho no lo sigo. El
protocolo es muy frío, aunque hay cosas oficiales a las que me atengo
totalmente.
¿De noche
puede descansar, se desconecta?
Yo tengo
un sueño tan profundo que me tiro en la cama y me quedo dormido. Duermo seis
horas. Normalmente a las nueve estoy en la cama y leo hasta casi las diez,
cuando me empieza a lagrimear un ojo apago la luz y ahí quedé hasta las cuatro
que me despierto solo, es el reloj biológico. Eso sí, después necesito la
siesta. Tengo que dormir de 40 minutos a una hora, ahí me saco los zapatos y me
tiro en la cama. Y también duermo profundamente, y también me despierto solo.
Los días que no duermo la siesta lo siento.
¿Qué lee
antes de dormirse?
Ahora
estoy leyendo sobre San Silvano del Monte Athos, un gran maestro espiritual.
En la
visita que realizó a Manila en el verano, habló de la importancia de llorar.
¿Usted llora?
Cuando veo
dramas humanos. Como el otro día al ver lo que ocurre con los del pueblo
rohingya, que andan arriba de esos barcones en aguas tailandesas y cuando se
acercan a tierra les dan un poco de comida, agua y los echan otra vez al mar.
Eso me conmueve profundamente, ese tipo de dramas. Después, los chicos
enfermos. Cuando veo lo que acá llaman "enfermedades raras", que son
producidas por descuido del ambiente, se me revuelve todo. Cuando veo a esas
criaturas le digo al Señor: "Por qué ellos y no yo". Cuando voy a la
cárcel también me conmuevo.
De los
tres Jueves Santos que tuve, dos fui a cárceles, una vez a una de menores y la
otra a la de Rebibbia. Y después en otras ciudades de Italia que visité fui a
la cárcel, almorcé con ellos, y cuando estaba charlando me venía a la cabeza:
"Pensar que yo podría estar aquí". Es decir, ninguno de nosotros está
seguro de que nunca va a cometer un crimen, una cosa digna de ser encarcelado.
Entonces me digo por qué Dios permitió que yo no esté aquí. Y siento dolor por
ellos y le agradezco a Dios no estar, pero a la vez siento que ese
agradecimiento es de conveniencia también, porque ellos no tuvieron la
oportunidad que tuve yo de no hacer una macana digna de estar encarcelado. Eso
me lleva al llanto interior. Eso lo siento mucho.
¿Pero
llega a llorar con lágrimas?
Públicamente
no lloro. Me pasó dos veces que estuve al límite, pero me pude frenar a tiempo.
Estaba demasiado conmovido, incluso hubo algunas lágrimas que se escaparon,
pero me hice el tonto y después de un rato me pasé la mano por la cara.
¿Por qué
no quería que lo vieran llorar?
No sé, me
pareció que tenía que seguir adelante.
¿Cuáles
fueron esas situaciones?
Recuerdo
una, la otra no. La que me acuerdo tuvo que ver con la persecución de los
cristianos en Irak. Estaba hablando de eso y me conmoví profundamente. Pensar
en los chicos…
¿A qué le
tiene miedo?
En general
no tengo miedo. Soy más bien temerario, me mando sin medir consecuencias. Eso a
veces me da dolores de cabeza porque por ahí se me va una palabra de más (otra
vez se ríe con intensidad). En cuanto a los atentados, yo estoy en manos de
Dios y en mi oración le hablé al Señor y le dije: "Mirá, si eso tiene que
ser, que sea, solamente te pido una gracia, que no me duela" (se ríe),
porque soy cobarde al dolor físico. El dolor moral lo aguanto, pero el físico,
no. Soy muy cobarde en eso, no es que le tenga miedo a una inyección, pero
prefiero no tener problemas con el dolor físico. Soy muy intolerante, lo asumo
como algo que me quedó de la operación de pulmón que me realizaron cuando tenía
19 años.
¿Siente
presión?
Las
presiones existen. Toda persona de gobierno siente presiones. En este momento
lo que más me cuesta es la intensidad que hay de trabajo. Estoy llevando un
ritmo de trabajo muy fuerte, es el síndrome del fin del año escolar, que acá
termina a fin de junio. Y entonces se juntan mil cosas, y problemas hay... Y
después están los problemas que te arman, con que dije o no dije... Los medios
de comunicación también toman una palabra y por ahí la descontextualizan. El
otro día en la parroquia de Ostia, cerca de Roma, voy saludando a la gente, y
habían puesto a los ancianos y a los enfermos en el gimnasio. Estaban sentados
y yo pasaba y los saludaba. Entonces dije: "Miren qué divertido, acá donde
jugaban los chicos están los ancianos y los enfermos. Yo los comprendo a
ustedes porque también soy anciano y también tengo mis achaques, soy un poco
enfermo". Al otro día salió en los diarios: "El Papa confesó que
estaba enfermo". Contra ese enemigo no podés.
¿Y está
encima de todo lo que se publica?
No, no.
Diario leo solamente uno, La Repubblica, que es un diario para sectores medios.
Lo hago a la mañana y no me lleva más de 10 minutos ojearlo. Televisión no veo
desde el año 1990 (se toma el tiempo para responder). Es una promesa que le
hice a la Virgen del Carmen en la noche del 15 de julio de 1990.
¿Por un
motivo en particular?
No, no, me
dije esto "no es para mí".
¿No ve los
partidos de San Lorenzo?
No veo
nada.
¿Cómo se
entera de los resultados?
Hay un
guardia suizo que todas las semanas me deja los resultados y cómo va en la
tabla.
Usted,
entre los Papas, ¿sería un Messi o un Mascherano?
No sabría
decirte porque no sé distinguir el estilo de los dos porque no veo fútbol.
Messi vino dos veces acá y nada más, no lo he visto.
¿Navega
por Internet?
Nada. Y
dar entrevistas jamás, ahora se me ha dado, es el estado de gracia. Antes
enfrentarme a un periodista me daba pánico.
¿Cómo ve a
la Argentina desde el Vaticano?
Como un
país de muchas posibilidades y de tantas oportunidades perdidas. Como decía el
cardenal Quarracino. Y es verdad. Somos un país que ha perdido tantas
oportunidades a lo largo de la historia. Algo pasa, con toda la riqueza que
tenemos. Como el cuento de los embajadores de los países que se fueron a quejar
a Dios porque a los argentinos le habían dado tantas riquezas y a ellos
solamente una, o la agricultura o la minería. Dios los escuchó y les contestó:
"No, perdón, para balancear les di los argentinos".
¿Sigue la
evolución de la política en Argentina?
No, para
nada, corté acá la recepción de políticos porque me di cuenta de que algunos
usaban eso y mi foto, aunque también es cierto que algún otro ni dijo que había
estado conmigo y ni se sacó la foto. Pero para evitar eso, los políticos en
audiencia privada, no. Si vienen van a las audiencias generales, los saludo.
Pero no sé cómo van las elecciones ni quiénes son los candidatos. Me imagino
quiénes deben ser los principales, pero no sé tampoco cómo van las tensiones.
Sé que en las PASO de Buenos Aires ganó el PRO porque lo vi en el diario, salió
hasta en La Repubblica.
¿Le gusta
que lo cataloguen como el Papa pobre?
Si ponen
después otra palabra, sí. "Pobre tipo", por ejemplo... (se vuelve a
reír con ganas). La pobreza es el centro del Evangelio. Jesús vino a predicar a
los pobres, si vos sacás la pobreza del Evangelio no entendés nada, le sacás la
médula.
¿No es
utópico pensar en que se puede erradicar la pobreza?
Sí, pero
las utopías nos tiran para adelante. Sería triste que un joven o una joven no
las tuviera. Hay tres cosas que tenemos que tener todos en la vida: memoria,
capacidad de ver el presente y utopía para el futuro. La memoria no hay que
perderla. Cuando los pueblos pierden su memoria está el gran drama de descuidar
a los ancianos. Capacidad de hermenéutica frente al presente, interpretarlo y
saber por dónde hay que ir con esa memoria, con esas raíces que traigo, cómo la
juego en el presente, y ahí está la vida de los jóvenes y adultos. Y el futuro,
ahí está la de los jóvenes sobre todo y la de los niños. Con memoria, con
capacidad de gestión en el presente, de discernimiento y la utopía hacia el
futuro, que ahí se involucran los jóvenes. Por eso el futuro de un pueblo se
manifiesta en el cuidado de los ancianos, que son la memoria, y de los niños y
jóvenes, que son los que van a llevarla adelante. Los adultos tenemos que
recibir esa memoria, trabajarla en el futuro y darla a los hijos. Una vez leí
algo muy lindo: "El presente, el mundo que hemos recibido, no es sólo una
herencia de los mayores sino más bien un préstamo que nos hacen nuestros hijos
para que se lo devolvamos mejor". Si yo corto mis raíces y me desmemorizo
me va a pasar lo que le pasa a toda planta, me voy a morir; si yo vivo
solamente un presente sin mirar la previsión a futuro, me va a pasar lo que le
pasa a todo mal administrador que no sabe proyectar. La contaminación ambiental
es un fenómeno de ese estilo. Tienen que ir las tres juntas, cuando falta
alguna un pueblo empieza a decaer.
¿Cuáles
son los peores males que aquejan al mundo hoy?
Pobreza,
corrupción, trata de personas... Me puedo equivocar en la estadística, pero qué
me decís si te pregunto ¿qué ítem viene en gasto en el mundo después de
alimentación, vestido y medicina? El cuarto son los cosméticos y el quinto las
mascotas. Es grave eso, eh. El cuidado de las mascotas es como el amor un poco
programado, es decir, yo puedo programar la respuesta amorosa de un perro o de
una gatita, y ya no necesito tener la experiencia de un amor de reciprocidad
humana. Estoy exagerando, que no se tome textual, pero es para preocuparse.
¿Por qué
siempre repite "recen por mí"?
Porque lo
necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad
interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo.
¿Cómo le
gustaría que lo recuerden?
Como un
buen tipo. Que digan: "Este era un buen tipo que trató de hacer el
bien". No tengo otra pretensión.
¿Qué
recuerdos tiene del fútbol y de San Lorenzo en su infancia?
Me acuerdo
como si fuera hoy la campaña del 46, nosotros íbamos al Gasómetro todos los
domingos. Íbamos en familia, hasta ese momento iba mi mamá también. Después del
partido salíamos y comprábamos caracoles en salsa, unas cuantas pizzas y
volvíamos a casa. Era todo una fiesta familiar. Lo seguíamos de local nada más,
y algunas veces cuando jugaba en Ferro, pero si no, a otras canchas no íbamos.
¿Le
gustaría que Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo, sea presidente de la AFA?
A Tinelli
lo vi dos veces. Una sin saber que era él, no lo conocía, lo saludé en el
amistoso Argentina-Italia, y después me dijeron: "Ese que saludó tercero
es Tinelli". Y la segunda vez que lo vi fue cuando me trajo la Copa. Pero
no sé cómo está la situación allá, no tengo idea qué pasa.
¿Qué
opinión tiene de lo que pasó en el Boca-River?
Fue una
pena. Son esas salvajadas propias de la persona que la pasión lo desborda, y
también la prepotencia y la no sociabilidad, la incapacidad de vivir en
sociedad. La verdad que es lamentable que en nuestro pueblo existan cosas como
las barras bravas, sé que en otros países también existen. Acá en Italia
también hubo problemas entre barrabravas, que no necesariamente luchan por el
club, la mayoría son mercenarios. Es lamentable. Yo viví el tiempo del fútbol
amateur, en la campaña del 46 yo tenía 9 años y siempre iba a la tribuna, nunca
a la platea. Lo peor que se le decía al árbitro era vendido, infeliz, idiota, y
de ahí no subía. O patadura a alguno que no había agarrado bien la pelota, o
dormido... No es esa catarata tan colorida de insultos de ahora. Ha cambiado el
ambiente y es lamentable.
Durante la
audiencia general del miércoles por la mañana, en la que se refirió a los
valores de la familia y a la educación de los hijos, Francisco contó en
italiano una anécdota de cuarto grado. Por la tarde, la repitió en castellano
en la entrevista con el periodista de La Voz del Pueblo: "Yo estaba en la
preadolescencia, tenía unos 10 u 11 años, y la maestra no recuerdo qué dijo y
yo largué un término que no correspondía. Y me escuchó. Cuando salimos al
recreo me dijo: 'Eso no se dice, así que te voy a mandar una nota para que
venga tu mamá mañana'".
"Mi
mamá fue, la maestra salió del aula y me mandaron a llamar. Y mi mamá muy
tranquila me comentó: 'Lo que le dijiste a la maestra no se dice, ella trabaja
para enseñarte, para hacerte hombre, así que pedile perdón'. Le pedí perdón a
la maestra, me dio un beso y me dijo que volviera al aula. Y un poco dije, 'ya
está, la pasé'. Pero ése fue el primer capítulo, el segundo fue cuando llegué a
casa. Ahí sí cobré lindo...
"Y es
verdad, hoy día los métodos de castigo a los chicos cambiaron, hay otra
sensibilidad. En aquella época te daban dos cachetazos y listo. Siempre digo:
'Nunca le den un cachetazo en la cara a un chico porque la cara es sagrada,
pero dos o tres palmadas en el traste no vienen mal'. Eso mismo lo dije en la
audiencia una vez y algunos países me criticaron. Son países que tienen leyes
de protección al menor muy estrictas... El Papa no puede decir eso. Pero
curiosamente esos países, que incluso castigan al padre o a la madre que le
pega al menor, tienen leyes que les permiten matar a los chicos antes de que
nazcan. Esas son las contradicciones que vivimos ahora".
Mes de María
Flor del 27 de
mayo: María Rosa Mística
♥Meditación: ¡Quien puede dejar de admirar la perfección de la Rosa que el
Señor nos dio! De pequeña un capullo tierno bajado del Cielo que guardaba
silencio y era la alegría de los que con Ella vivían. Al Templo la entregaron
no sabiendo que Ella era un Templo Sagrado. Llena de pureza crecía, y aquella
Virgen Bendita a Dios le consagraba su vida, sin advertir que el Señor su alma
inmaculada miraba, haciéndola Su Esposa amada. La Rosa más hermosa se abría y
en su corola escondido estaría el Mesías. Nueve meses los perfumes de aquella
Flor abrigarían al Redentor, para darle permanentemente su amor como eterna
oblación. Aquella pequeña Rosa excelsa nos guía como Rosa Mística, pues es
María Madre de la Iglesia.
♥Oración: ¡Oh María Rosa Mística, preciosísima! Muéstranos la pureza de
corazón para agradar a Dios como lo hiciste vos, y haznos templos perfectos del
Espíritu Santo para que seamos por El guiados. Amén.
♥Decena del
Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y
Gloria).
♥Florecilla
para este día: Colocar en cada hogar un pequeño
altar consagrado a María, como regalo a Su Hijo que busca que la amemos como El
la ama.
Fuente: www.reinadelcielo.org
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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