sábado, 23 de mayo de 2015

Pequeñas Semillitas 2685

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2685 ~ Sábado 23 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El Tiempo Pascual concluye en el quincuagésimo día, con el Domingo de Pentecostés, conmemorativo de la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, de los comienzos de la Iglesia y del inicio de su misión a toda lengua, pueblo y nación. Exhortando a la oración y a la participación en la misión, el misterio de Pentecostés ilumina la piedad popular: también esta es una demostración continua de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. Éste enciende en los corazones la fe, la esperanza y el amor, virtudes excelentes que dan valor a la piedad cristiana. El mismo Espíritu ennoblece las numerosas y variadas formas de transmitir el mensaje cristiano según la cultura y las costumbres de cualquier lugar, en cualquier momento histórico.
Como sucedió en aquel tiempo inicial de la Iglesia… como ocurrió en nuestro Bautismo y se ratificó en nuestra Confirmación… dispongamos el corazón para recibir al Espíritu Santo y que Él nos inunde con la llama del Amor.

¡Buenos días!

La cierva y los cazadores
Hay un refrán que dice: “Salir del sartén para caer en las brasas”. Cuántas veces, ansioso por liberarte de un problema desagradable y ofuscado por zafarte enseguida, tomas una mala decisión, que al poco tiempo lamentarás. Algunos, por ejemplo, que buscaron trabajo en otro país, volvieron enseguida. Muchas veces es necesario un cambio, pero hay que pensarlo bien. Que no te suceda como a la cierva de la fábula.

Una cierva que huía de unos cazadores, llegó a una cueva donde no sabía que moraba un león. Entrando en ella para esconderse, cayó en las garras del león. Viéndose sin remedio perdida, exclamó: —¡Desdichada de mí! Huyendo de los hombres, caí en las garras de un feroz animal.

Para tomar acertadas decisiones necesitas evaluar con lucidez y ponderación los aspectos positivos y negativos. Conviene también escuchar el parecer de personas prudentes. Esta evaluación podría llevarte a un nuevo enfoque para solucionar tu actual situación. Don Bosco aconsejaba: “no tomes decisiones cuando te sientas dominado por una pasión”.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, volviéndose Pedro vio que le seguía aquel discípulo a quién Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?». Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme». Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: «No morirá», sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga».
Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran. (Jn 21,20-25)

Comentario
Hoy leemos el final del Evangelio de san Juan. Se trata propiamente del final del apéndice que la comunidad joánica añadió al texto original. En este caso es un fragmento voluntariamente significativo. El Señor Resucitado se aparece a sus discípulos y los renueva en su seguimiento, particularmente a Pedro. Acto seguido se sitúa el texto que hoy proclamamos en la liturgia.
La figura del discípulo amado es central en este fragmento y aun en todo el Evangelio de san Juan. Puede referirse a una persona concreta —el discípulo Juan— o bien puede ser la figura tras la cual puede situarse todo discípulo amado por el Maestro. Sea cual sea su significación, el texto ayuda a dar un elemento de continuidad a la experiencia de los Apóstoles. El Señor Resucitado asegura su presencia en aquellos que quieran ser seguidores.
«Si quiero que se quede hasta que yo venga» (Jn 21,22) puede indicar más esta continuidad que un elemento cronológico en el espacio y el tiempo. El discípulo amado se convierte en testigo de todo ello en la medida en que es consciente de que el Señor permanece con él en toda ocasión. Ésta es la razón por la que puede escribir y su palabra es verdadera, porque glosa con su pluma la experiencia continuada de aquellos que viven su misión en medio del mundo, experimentando la presencia de Jesucristo. Cada uno de nosotros puede ser el discípulo amado en la medida en que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, que nos ayuda a descubrir esta presencia.
Este texto nos prepara ya para celebrar mañana domingo la Solemnidad de Pentecostés, el Don del Espíritu: «Y el Paráclito vino del cielo: el custodio y santificador de la Iglesia, el administrador de las almas, el piloto de quienes naufragan, el faro de los errantes, el árbitro de quienes luchan y quien corona a los vencedores» (San Cirilo de Jerusalén).
Rev. D. Fidel CATALÁN i Catalán (Terrassa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Juan Bautista de Rossi
Presbítero
Nació en Voltaggio, provincia de Génova (Italia), el año 1698. A los trece años, huérfano de padre, se trasladó a Roma, a casa de un tío suyo sacerdote. Para dar cauce a la vocación sacerdotal que sentía desde pequeño, estudió en el Colegio Romano de los Jesuitas, y en 1721 se ordenó de sacerdote. En el tiempo de estudiante sufrió los primeros ataques de epilepsia, que lo atormentarían toda su vida. Ya presbítero, se entregó con mayor entusiasmo al apostolado que había iniciado con anterioridad entre los estudiantes, los pobres y los marginados, los enfermos y los niños abandonados, a todos los cuales aliviaba y evangelizaba. Al mismo tiempo atendía el confesonario y era un excelente director espiritual. En línea con su empeño pastoral y caritativo fundó la Pía Unión de sacerdotes seculares de Santa Galla, tomando el nombre del Hospital u hospicio de Pobres del que era capellán. Fundó también un hospicio para mujeres sin casa y desamparadas. En los últimos meses de su vida, se agravó la epilepsia y le hizo pasar un calvario. Murió en Roma el 23 de mayo de 1764.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco

“Una difundida mentalidad de lo útil, de la ‘cultura del descarte’, que hoy esclaviza los corazones y las inteligencias de tantos, tiene un altísimo costo: exige eliminar seres humanos, sobre todo si física o socialmente son más débiles. Nuestra respuesta a esta mentalidad es un ‘sí’ decidido y sin vacilaciones a la vida. Las cosas tienen un precio y se pueden vender, pero las personas tienen una dignidad, valen más que las cosas y no tienen precio”

Tema del día:
Ven Espíritu Santo 
Ven, Espíritu Creador
visita las almas de tus fíeles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.

Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu Amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne,

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.,

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén.

V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos 
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre 
el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.

Beatificación de Monseñor Romero
Hoy en la ciudad de San Salvador (El Salvador, Centro América), será beatificado Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917 – 1980), conocido como Monseñor Romero, que fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (entre 1977 y 1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos y por haber muerto asesinado durante la celebración de la misa un 24 de marzo de 1980.

Monseñor Romero quien fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 a la edad de 24 años, fue un hombre que cambió la historia de El Salvador, transformó las percepciones de la región y que provocó cambios en políticas internacionales. Como arzobispo, fue un incansable luchador por los derechos humanos, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos, abría las puertas de la Iglesia a los campesinos desplazados y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia católica se lo consideró un obispo que defendía la «opción preferencial por los pobres». En una de sus homilías, monseñor Romero afirmó: «La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación» (11 de noviembre de 1977).

El proceso de la causa de beatificación de Monseñor Romero se inició el 24 de marzo de 1990. En 1994 se presentó formalmente la solicitud para su canonización a su sucesor Arturo Rivera y Damas. A partir de este proceso, Monseñor Romero ha recibido el título de Siervo de Dios. El 3 de febrero de 2015 fue reconocido como mártir «por odio a la fe» por parte de la Iglesia católica, al ser aprobado por el papa Francisco el decreto de martirio correspondiente y promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos.

La ceremonia de la beatificación será presidida por el Cardenal Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede, quien y se encuentra en El Salvador.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud física, psíquica y espiritual de Antonella, de Córdoba, Argentina, y para que nuestro Señor Jesucristo fortalezca a toda la familia y les permita superar un trance muy difícil que atraviesan. 

Pedimos oración para Sofía Andrea Carolina, de Perú, que tiene 15 años de edad, sufre de asma bronquial y ahora le han detectado dermoides teratoma (es un tumor). La encomendamos a la Santísima Virgen para que Ella interceda ante Jesús por esta niña.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Mes de María
Flor del 23 de mayo: 
María, la alegría del Pentecostés
Meditación: En el gran día del Pentecostés, el Espíritu Divino descendió cubriendo a todos con el Fuego del Amor y la Purificación, de Dones los llenó y María llena de alegría vio a los discípulos de su Divino Hijo así bendecidos. Espiritual alegría debe tener toda alma, cuando vea descender Gracias del Cielo sobre sus hermanos, anticipando para Gloria de Dios y bien de la Iglesia, la gran Fiesta.
Oración: ¡Oh Virgen Santa, Madre de alabanza, que descienda sobre todos tus hijos el Espíritu Divino, para que seamos guiados por El y veamos al Rey! Amén.
Repetir tres veces: Ven Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Invocar a través del Inmaculado Corazón de María, Esposa del Espíritu Divino, la venida del Santo Espíritu sobre nosotros.
Fuente: www.reinadelcielo.org

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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