PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2476 ~ Sábado
27 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Cierto día, iba paseando por una calle cuando de repente
vi a un niño hambriento, sucio y tiritando de frío dentro de sus harapos. Me encolericé y le dije a Dios:
-¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada
para ayudar a ese pobre niño?
Esperé la respuesta, pero fue en vano.
Sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba,
Dios respondió a mis preguntas airadas:
-Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti.
(No busques culpabilizar a los demás, encuentra
soluciones en ti mismo)
Anthony de Mello
¡Buenos días!
La cosecha es abundante
Hay llamadas de
Dios que exigen un cambio fundamental en la vida, pero otras más sutiles sólo
significan una nueva orientación dentro de tus habituales ocupaciones. Lo
importante es vivir siempre alerta al Espíritu de Dios que nos hace llegar
inspiraciones y mociones para vivir una vida más plena y satisfactoria, más
generosa y entregada.
Oh Dios y Padre de Jesucristo, elevando
nuestras miradas vemos en el mundo entero grandes multitudes de personas, como
campos inmensos de trigo ya maduro para la cosecha, pero faltan los obreros.
Siendo Tú el agricultor y el dueño de la cosecha, te pedimos con confianza:
“¡mándanos obreros! Despierta en tu Iglesia siempre nuevas vocaciones:
vocaciones sacerdotales, vocaciones religiosas, vocaciones misioneras y
vocaciones de laicos muy comprometidos”. Amén.
En tu vida, como
en la de cualquier hombre, hay días decisivos en los que ves abrirse ante ti un
horizonte nuevo donde vislumbras más paz y felicidad. Es el momento de
discernir con sabiduría y hacer una buena opción. Pide iluminación al Señor
para no dejar pasar en vano su gracia, si es él quien golpea la puerta de tu
corazón.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las
cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas
palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero
ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo
comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto. (Lc 9,43b-45)
Comentario
Hoy, más de dos mil años después, el anuncio de la pasión
de Jesús continúa provocándonos. Que el Autor de la Vida anuncie su entrega a
manos de aquéllos por quienes ha venido a darlo todo es una clara provocación.
Se podría decir que no era necesario, que fue una exageración. Olvidamos, una y
otra vez, el peso que abruma el corazón de Cristo, nuestro pecado, el más
radical de los males, la causa y el efecto de ponernos en el lugar de Dios. Más
aún, de no dejarnos amar por Dios, y de empeñarnos en permanecer dentro de
nuestras cortas categorías y de la inmediatez de la vida presente. Se nos hace
tan necesario reconocer que somos pecadores como necesario es admitir que Dios
nos ama en su Hijo Jesucristo. Al fin y al cabo, somos como los discípulos,
«ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo
comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto» (Lc 9,45).
Por decirlo con una imagen: podremos encontrar en el
Cielo todos los vicios y pecados, menos la soberbia, puesto que el soberbio no
reconoce nunca su pecado y no se deja perdonar por un Dios que ama hasta el
punto de morir por nosotros. Y en el infierno podremos encontrar todas las
virtudes, menos la humildad, pues el humilde se conoce tal como es y sabe muy
bien que sin la gracia de Dios no puede dejar de ofenderlo, así como tampoco
puede corresponder a su Bondad.
Una de las claves de la sabiduría cristiana es el reconocimiento
de la grandeza y de la inmensidad del Amor de Dios, al mismo tiempo que
admitimos nuestra pequeñez y la vileza de nuestro pecado. ¡Somos tan tardos en
entenderlo! El día que descubramos que tenemos el Amor de Dios tan al alcance,
aquel día diremos como san Agustín, con lágrimas de Amor: «¡Tarde te amé, Dios
mío!». Aquel día puede ser hoy. Puede ser hoy. Puede ser.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Vicente de Paul
Presbítero y Fundador
Memoria de San Vicente Paul, presbítero, que lleno de
espíritu sacerdotal y entregado en París al servicio de los pobres, veía el
rostro del Señor en cada persona doliente. Fundó la Congregación de la Misión
(Paúles), al modo de la primitiva Iglesia, para formar santamente al clero y
subvenir a los necesitados, y con la cooperación de santa Luisa de Marillac,
fundó también la Congregación de Hijas de la Caridad (1660). Beatificado por el
Papa Benedicto XIII el 13 de agosto de 1729, fue canonizado por Clemente XII el
16 de junio de 1737.
Información amplia haciendo clic acá.
Oración:
Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes
apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl, para que entregara su vida al
servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que,
impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus
enseñanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Palabras del Papa Francisco
“Ser parte de la Iglesia apostólica quiere decir ser
consciente de que nuestra fe está anclada en el anuncio y en el testimonio de
los mismos Apóstoles de Jesús.… Pidamos que nuestro testimonio de cristianos
sea portador de la visita de Dios a su pueblo, es decir, de la cercanía que
siembra la esperanza”
Papa Francisco
Tema del día:
El servicio a los pobres
Nosotros no debemos estimar a los pobres por su
apariencia externa o su modo de vestir, ni tampoco por sus cualidades
personales, ya que, con frecuencia, son rudos e incultos. Por el contrario, si
consideráis a los pobres a la luz de la fe, os daréis cuenta de que representan
el papel del Hijo de Dios, ya que él quiso también ser pobre. Y así, aun cuando
en su pasión perdió casi la apariencia humana, haciéndose necio para los
gentiles y escándalo para los judíos, sin embargo, se presentó a éstos como
evangelizador de los pobres: Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los
pobres. También nosotros debemos estar imbuidos de estos sentimientos e imitar
lo que Cristo hizo, cuidando de los pobres, consolándolos, ayudándolos y
apoyándolos.
Cristo, en efecto, quiso nacer pobre, llamó junto a sí a
unos discípulos pobres, se hizo él mismo servidor de los pobres, y de tal modo
se identificó con ellos, que dijo que consideraría como hecho a él mismo todo
el bien o el mal que se hiciera a los pobres. Porque Dios ama a los pobres y,
por lo mismo, ama también a los que aman a los pobres ya que, cuando alguien
tiene un afecto especial a una persona, extiende este afecto a los que dan a
aquella persona muestras de amistad o de servicio. Por esto, nosotros tenemos
la esperanza de que Dios nos ame, en atención los pobres. Por esto, al
visitarlos, esforcémonos en cuidar del pobre y desvalido, compartiendo sus
sentimientos, de manera que podamos decir como el Apóstol: Me he hecho todo a
todos. Por lo cual, todo nuestro esfuerzo ha de tender a que, conmovidos por
las inquietudes y miserias del prójimo, roguemos a Dios que infunda en nosotros
sentimientos de misericordia y compasión, de manera que nuestros corazones
estén siempre llenos de estos sentimientos.
El servicio a los pobres ha de ser preferido a todo, y
hay que prestarlo sin demora. Por esto, si en el momento de la oración hay que
llevar a algún pobre un medicamento o un auxilio cualquiera, id a él con el
ánimo bien tranquilo y haced lo que convenga, ofreciéndolo a Dios como una
prolongación de la oración. Y no tengáis ningún escrúpulo ni remordimiento de
conciencia si, por prestar algún servicio a los pobres, habéis dejado la oración;
salir de la presencia de Dios por alguna de las causas enumeradas no es ningún
desprecio a Dios, ya que es por él por quien lo hacemos.
Así pues, si dejáis la oración para acudir con presteza
en ayuda de algún pobre, recordad que aquel servicio lo prestáis al mismo Dios.
La caridad, en efecto, es la máxima norma, a la que todo debe tender: ella es
una ilustre señora, y hay que cumplir lo que ordena. Renovemos, pues, nuestro
espíritu de servicio a los pobres, principalmente para con los abandonados y desamparados,
ya que ellos nos han sido dados para que los sirvamos como a señores.
San Vicente de Paúl
Mensaje de María Reina de la
Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de setiembre de
2014
“Queridos hijos! También hoy los invito para que ustedes,
del mismo modo, sean como las estrellas, que con su resplandor dan luz y
belleza a los demás, para que se alegren. Hijitos, sean también ustedes
resplandor, hermosura, alegría y paz, y especialmente oración para todos
aquellos que están lejos de mi amor y del amor de mi Hijo Jesús. Hijitos,
testimonien su fe y oración en alegría, en la alegría de la fe que está en sus
corazones y oren por la paz que es un don precioso de Dios. Gracias por haber
respondido a mi llamado. ”
Humor:
En el psiquiatra…
El psiquiatra incentiva al paciente:
- Cuénteme desde el principio...
- Y bien, doctor… Al principio yo creé el cielo y la
tierra…
- ¿Sabe cómo diferenciar al psiquiatra de su paciente?
- El psiquiatra es aquel que tiene la llave del
consultorio
El paciente llega al psiquiatra tímido y cabizbajo:
- Doctor, tengo doble personalidad.
- No se preocupe... Siéntese que vamos a conversar los
cuatro...
En el consultorio psiquiátrico:
- Doctor, le voy a contar un secreto: ¡Yo soy un gallo!
El psiquiatra resuelve profundizar el interrogatorio:
- ¿Y desde cuándo es que cree que es un gallo?
- Ah, desde que era un pollito.
Psiquiatra al paciente borracho:
- Ud. va a parar de tomar cerveza; durante un año sólo
beberá leche.
- ¿Otra vez, doctor?
- ¿Cómo, Ud. ya hizo ese tratamiento?
- Sí, durante los primeros meses de mi vida...
- Doctor, doctor, veo elefantes azules por todas partes.
- ¿Ha visto ya a un psicólogo?
- No, solo elefantes azules.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por las personas sin trabajo y por
quienes están en riesgo de perderlo en estos momentos de tanta crisis en todo
el mundo.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Francisco S., de México, que ha partido al encuentro del Padre celestial.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Francisco S., de México, que ha partido al encuentro del Padre celestial.
Pedimos oración por dos niñas: Liliana G., de 18 meses de vida, de USA, que todavía no camina; su
médico dice que no tiene nada y que sólo hay que esperar. Y por Felicitas, 5 años, de Buenos Aires,
Argentina, rogando al Señor que la toque y fortalezca su sistema inmunológico.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Setiembre 27
“Señor, vengo a pedirte que entres en lo más íntimo de mi
ser y te hagas presente con tu poder sanador y con tu fuerza liberadora. A
veces sufro inútilmente por cosas que no comprendo, brotan en mí tristezas,
angustias y sentimientos negativos que no sé de dónde vienen. Podría disfrutar
muchas cosas de la vida y hacer mucho bien, pero esos estados de ánimo me
perjudican.
Yo no tengo poder para sanar ese mundo escondido dentro
de mí, pero tú tienes ese poder. Tú que me creaste de la nada y me regalaste la
vida, también puedes curarme. Sólo tú puedes llegar allí donde nadie puede
entrar.
Por eso quiero permitirte que penetres en esas profundidades,
que penetres con tu fuerza de vida, paz y salud, y que sanes toda enfermedad
espiritual, toda raíz de tristeza, de angustia, de soledad, de temor.
Toca, Señor, transforma, cicatriza, acaricia, libera.
Realiza esa obra que sólo tú puedes realizar. Confío en ti, Señor, y espero en
ti. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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