PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2468 ~ Viernes
19 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Si estás enojado con alguien, y nadie hace nada por
arreglar la situación... arréglala tú. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera
ser tu amiga, y si no la arreglas, tal vez mañana puede ser muy tarde.
Si estás enamorado de alguien, pero esa persona no lo
sabe... díselo. Tal vez hoy, esa persona también esté enamorada de ti y si no
lo dices hoy, tal vez mañana puede ser muy
tarde.
Si te mueres con ganas por darle un beso a alguien...
dáselo. Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy,
tal vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado... díselo. Tal vez esa persona
siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si necesitas un abrazo de un amigo... Pídeselo. Tal vez
ellos lo necesitan más que tú, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.
Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias...
díselo. Tal vez también te aprecian, y si se van o se alejan, tal vez mañana
puede ser muy tarde.
Si quieres a tus papás, y nunca has tenido la oportunidad
de demostrarlo... hazlo. Tal vez hoy, tienes ahí para demostrárselos, pero si
se van, tal vez mañana puede ser muy tarde.
¡Buenos días!
Juan Pablo II y las vocaciones
«Vale la pena
dedicarse a la causa de Cristo, que quiere corazones valientes y decididos.
Vale la pena dedicarse a ayudar al hombre en el camino hacia la eternidad. Vale
la pena hacer la opción por un ideal que proporciona grandes alegrías, aunque
exija no pocos sacrificios». Juan Pablo II, (México, 30-1-1979). Del mismo Papa es esta oración:
Señor Jesús, te pedimos por los muchachos y
chicas que invitas a seguirte de cerca; haz que sean capaces de desapegarse de
las cosas de este mundo y abran su corazón a la voz que los llama.; que sientan
el coraje de dedicarse por toda la vida, con un corazón no dividido, a ti y a
la Iglesia; que crean que la gracia les dará la fuerza para tal donación y vean
la belleza y la grandeza de la vida sacerdotal, religiosa y misionera. Haz,
Señor, que los jóvenes sepan acoger con coherente aplicación las exigencias del
llamado para el sacerdocio y para las otras formas de vida consagrada;
bendícelos con la misericordia infinita de tu corazón. Amén.
La vocación es
una llamada que Dios hace a quien él quiere, y que exige una gran renuncia de
sí mismo para poder amar a todos. Es un servicio, es un testimonio, es amor. Es
en definitiva, una llamada a vivir plenamente la gracia bautismal. Es vivir un
riesgo absurdo a los ojos de los hombres, pero maravilloso a la luz de la fe.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús iba por ciudades y pueblos,
proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los
Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y
enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que
les servían con sus bienes. (Lc 8,1-3)
Comentario
Hoy, nos fijamos en el Evangelio en lo que sería una
jornada corriente de los tres años de vida pública de Jesús. San Lucas nos lo
narra con pocas palabras: «Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y
anunciando la Buena Nueva» (Lc 8,1). Es lo que contemplamos en el tercer
misterio de Luz del Santo Rosario.
Comentando este misterio dice el Papa Juan Pablo II:
«Misterio de luz es la predicación con la que Jesús anuncia la llegada del
Reino de Dios e invita a la conversión, perdonando los pecados de quien se
acerca a Él con fe humilde, iniciando así el misterio de misericordia que Él
continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del
sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia».
Jesús continúa pasando cerca de nosotros ofreciéndonos
sus bienes sobrenaturales: cuando hacemos oración, cuando leemos y meditamos El
Evangelio para conocerlo y amarlo más e imitar su vida, cuando recibimos algún
sacramento, especialmente la Eucaristía y la Penitencia, cuando nos dedicamos
con esfuerzo y constancia al trabajo de cada día, cuando tratamos con la
familia, los amigos o los vecinos, cuando ayudamos a aquella persona necesitada
material o espiritualmente, cuando descansamos o nos divertimos... En todas
estas circunstancias podemos encontrar a Jesús y seguirlo como aquellos doce y
aquellas santas mujeres.
Pero, además, cada uno de nosotros es llamado por Dios a
ser también “Jesús que pasa”, para hablar —con nuestras obras y nuestras
palabras— a quienes tratamos acerca de la fe que llena de sentido nuestra
existencia, de la esperanza que nos mueve a seguir adelante por los caminos de
la vida fiados del Señor, y de la caridad que guía todo nuestro actuar.
La primera en seguir a Jesús y en “ser Jesús” es María.
¡Que Ella con su ejemplo y su intercesión nos ayude! Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)
Santoral Católico:
San Jenaro
Obispo y Mártir
Información amplia sobre su vida y el milagro de la
licuefacción de su sangre todos los años en Nápoles, Italia, haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Las frases de hoy
"Vuestro futuro está dispuesto por Dios con
admirable bondad siempre para bien: sólo os falta resignaros a los que Dios
disponga y bendecir su mano que llama, abraza, acaricia y, si algunas veces
castiga con dureza, lo hace porque es la mano de un padre"
"Cuando a Él le plazca colocarnos en la cruz, es
decir, tenernos en cama enfermos, agradezcámosle y sintámonos afortunados por
tanto honor recibido, sabiendo que estar en la cruz con Jesús es un acto
sumamente más perfecto que el de sólo contemplarlo en ella"
"El maligno quiere convencerte de que eres víctima
de sus ataques y del abandono divino; no le creas, porque te quiere engañar;
desprécialo en nombre de Jesús y de su Santísima Madre"
Santo Padre Pío
Tema del día:
Celebrar el domingo
Es urgente rescatar el domingo, dar a ese día su sentido
auténticamente humano y cristiano.
¿Qué celebramos el domingo? Celebramos el día del Señor,
recordamos la acción creadora de Dios. Existimos porque nos ama, vivimos para
amarle. Por eso le damos gracias con todo el corazón, con cánticos e himnos,
con el trabajo y el servicio a los demás.
Celebramos el "día de Cristo". El Hijo de Dios
vino a salvarnos, murió en una cruz por nosotros, resucitó un domingo, envió su
Espíritu, está presente en los Sacramentos, nos acompaña a lo largo del camino
de la historia.
Celebramos el "día de la Iglesia". Es el
momento para reunirnos, como hermanos en la misma fe, unidos bajo la misma
esperanza, encendidos de la misma caridad.
Celebramos el día del hombre, en la alegría que nace
cuando descubrimos el amor que Dios nos tiene, en el compromiso para vivir el
mandamiento de la caridad y de la entrega al prójimo sin medida.
Celebramos el "día de los días", en el que
miramos a Cristo como Señor del tiempo y de la historia, como plenitud y
cumplimiento de las máximas aspiraciones que Dios mismo ha sembrado en el
corazón humano.
Es un día maravillo que necesitamos vivir en toda su
riqueza. Es un día "que constituye el centro mismo de la vida
cristiana", como explicaba el Papa Juan Pablo II en la carta apostólica "Dies Domini", sobre la
santificación del domingo (31 de mayo de 1998).
Esa carta, escrita hace ya 16 años, conserva toda su
actualidad y toda su riqueza. Es una invitación, desde el corazón del Papa,
para rescatar el domingo de presiones que quieren ahogar a los hombres en lo
inmediato e intranscendente. Con un domingo vivido "como Dios quiere"
será posible abrir el corazón a lo más genuino de nuestra vocación humana y
cristiana.
Vale la pela releer la carta "Dies Domini". Vale la pena escuchar de nuevo, en
nuestros corazones, la invitación de Juan Pablo II: "quisiera hoy invitar
a todos con fuerza a descubrir de nuevo el domingo: ¡No tengáis miedo de dar
vuestro tiempo a Cristo! Sí, abramos nuestro tiempo a Cristo para que Él lo
pueda iluminar y dirigir. Él es quien conoce el secreto del tiempo y el secreto
de la eternidad, y nos entrega «su día» como un don siempre nuevo de su amor.
El descubrimiento de este día es una gracia que se ha de pedir, no sólo para
vivir en plenitud las exigencias propias de la fe, sino también para dar una
respuesta concreta a los anhelos íntimos y auténticos de cada ser humano"
("Dies Domini" n. 8).
Autor: P. Fernando Pascual LC / Fuente: Catholic.net /
Imagen: Google
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Fátima
Belén (Fati), de Córdoba, Argentina. Esta niña está por cumplir 11 años de
edad y hace cinco años, desde estas mismas páginas, pedíamos oración por ella
cuando se le diagnosticó una forma de leucemia.
Gracias a Dios y a tantas plegarias, Fati evolucionó bien con los
tratamientos, y ahora sólo le hacen controles para el alta. Tiene que hacerse
una punción medular y por eso elevamos oraciones para que todos los resultados
sigan siendo buenos y encaminados al alta definitiva. Para los más memoriosos,
la foto es de Fati hace cinco años.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Setiembre 19
El agradecimiento es parte de cualquier relación sana,
porque el amor nos hace sensibles para reconocer lo que el ser amado hace por
nosotros. Su sola presencia que nos acompaña en la vida nos despierta el
sentimiento de gratitud, de seguridad, nos da la certeza de no estar solos en
este mundo.
Cuando damos gracias a Dios es porque descubrimos que la
vida misma es un regalo, que todo es un don, y que hay muchas cosas buenas en
el mundo. Pero cuando nos volvemos muy orgullosos y egocéntricos, creemos que
somos dignos de todo, que todo lo hemos merecido, que Dios los demás tienen la
obligación de darnos todo y de girar a nuestro alrededor. Entonces estamos más
pendientes de lo que no nos dan y así nos volvemos amargos y negativos.
Si tenemos ese espíritu de orgullo y de negatividad es
imposible que podamos dar gracias con un corazón sincero. Y cuando en la
oración nunca damos gracias, significa claramente que nuestra relación con Dios
es muy superficial y enfermiza. Lo mismo sucede en la relación con los demás.
¿Estás desarrollando el hábito de dar gracias a Dios y a
los demás? Por lo menos inténtalo.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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