viernes, 26 de septiembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2475

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2475 ~ Viernes 26 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús trata de acercar el reino de Dios a cada aldea, cada familia, cada persona. Por medio de relatos cautivadores (parábolas) va removiendo obstáculos y eliminando resistencia para que estas gentes se abran a la experiencia de un Dios que está llegando a sus vidas.
Sus relatos son una llamada a entender y experimentar la vida de manera completamente diferente. La de Jesús.
Cada parábola es una invitación apremiante a pasar de un mundo viejo, convencional y sin apenas horizonte a un “país nuevo”, lleno de vida, que Jesús está ya experimentando y que él llama “reino de Dios”.
Para nosotros, los cristianos, el seguimiento de Jesús se materializa en la práctica. Las teorías y las palabras, por muy bonitas y conmovedoras que sean, no dejan de ser palabras.  Lo interesante son los hechos. Los auténticos creyentes, hoy y siempre, son quienes hacen vida el Evangelio de Jesús.

¡Buenos días!

El lobo harto y la oveja
Qué valentía supone buscar con pasión la verdad, sin transigir con las excusas que nos vuelven esclavos de nuestras mentiras. Sólo la verdad nos hará libres, dijo Jesús. Libres y auténticos, al reconocer con sensatez nuestras “fortalezas” y “debilidades”. No es fácil porque vivimos en un entorno de convencionalismos y máscaras.

Un lobo hartado de comer vio a una oveja tendida en el suelo. Dándose cuenta que se había desplomado simplemente de terror, se le acercó, y tranquilizándola le prometió dejarla ir si le decía tres verdades. Le dijo entonces la oveja que la primera es que preferiría no haberlo encontrado; la segunda, que como ya lo encontró, hubiera querido encontrarlo ciego; y por tercera verdad le dijo: -¡Ojalá, todos los lobos malvados, murieran de mala muerte, ya que, sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos hacen una guerra cruel! Reconoció el lobo la realidad de aquellas verdades y dejó marchar a la oveja.

Vivir con sinceridad es decidirte a hablar con la verdad en la mano aunque a veces te cueste; a no valerte de una mentira para salir de una dificultad o librarte de una responsabilidad; a no mentir para que los demás piensen algo bueno de ti; a reconocer con honestidad cuando te has equivocado sin tratar de justificarte. He aquí un camino exigente de grandeza moral.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado». Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contestó: «El Cristo de Dios». Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie. Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». (Lc 9,18-22)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, hay dos interrogantes que el mismo Maestro formula a todos. El primer interrogante pide una respuesta estadística, aproximada: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Hace que nos giremos alrededor y contemplemos cómo resuelven la cuestión los otros: los vecinos, los compañeros de trabajo, los amigos, los familiares más cercanos... Miramos al entorno y nos sentimos más o menos responsables o cercanos —depende de los casos— de algunas de estas respuestas que formulan quienes tienen que ver con nosotros y con nuestro ámbito, “la gente”... Y la respuesta nos dice mucho, nos informa, nos sitúa y hace que nos percatemos de aquello que desean, necesitan, buscan los que viven a nuestro lado. Nos ayuda a sintonizar, a descubrir un punto de encuentro con el otro para ir más allá...
Hay una segunda interrogación que pide por nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20). Es una cuestión fundamental que llama a la puerta, que mendiga a cada uno de nosotros: una adhesión o un rechazo; una veneración o una indiferencia; caminar con Él y en Él o finalizar en un acercamiento de simple simpatía... Esta cuestión es delicada, es determinante porque nos afecta. ¿Qué dicen nuestros labios y nuestras actitudes? ¿Queremos ser fieles a Aquel que es y da sentido a nuestro ser? ¿Hay en nosotros una sincera disposición a seguirlo en los caminos de la vida? ¿Estamos dispuestos a acompañarlo a la Jerusalén de la cruz y de la gloria?
«Es un camino de cruz y resurrección (...). La cruz es exaltación de Cristo. Lo dijo Él mismo: ‘Cuando sea levantado, atraeré a todos hacia mí’. (...) La cruz, pues, es gloria y exaltación de Cristo» (San Andrés de Creta). ¿Dispuestos para avanzar hacia Jerusalén? Solamente con Él y en Él, ¿verdad?
Rev. D. Pere OLIVA i March (Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santos Cosme y Damián
Mártires
Santos Cosme y Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, de Augusta Eufratense (hoy Siria), no pidiendo nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos (c. s. III). Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

“Dos monjes están meditando y uno le dice al otro.
-No sé el motivo por el que siempre estás contento
siendo que los dos realizamos idénticas actividades…
El primero contesta:
-Tú rezas para pedir, en cambio yo rezo para dar gracias”

Temas Médicos:
Beneficios de la zooterapia
La mayoría de los niños se identifican con los animales. Es más fácil enseñar a un niño a sentir empatía por un animal que por un humano. Esto se debe a que es más fácil determinar los sentimientos de un animal a través de lenguaje de su cuerpo que el de una persona.

Los animales ayudan a las personas que tienen una enfermedad mental, que tienen baja autoestima, depresión, etc…, a cambiar el enfoque de su ambiente, logrando que estas personas piensen y hablen de los animales, en vez de sus problemas.

Los animales pueden abrir un cauce de comunicación emocionalmente seguro entre su terapeuta y el paciente. Los animales ayudan a darle un aire de seguridad emocional a las sesiones de las terapias. La presencia de los animales puede abrir el camino hacia una resistencia inicial por parte del paciente a iniciar cualquier terapia. Es muy probable que los pacientes proyecten sus sentimientos y experiencias hacia un animal.

Los animales tienen una manera particular de aceptar a las personas sin calificarlas. Ellos no se detienen a mirar cómo luce una persona o qué cosas dice. La aceptación por parte de un animal no admite ningún tipo de juicio.

La presencia de un animal ofrece, por lo menos, un entretenimiento para las personas. Incluso aquellas que no les gustan los animales, observan sus reacciones y movimientos. Especialmente en instituciones de salud en donde la persona tiene que permanecer por un período largo de tiempo (Ej. asilos, geriátricos) todas las personas, incluyendo al personal, son entretenidas por el animal de alguna manera. Los estudios han demostrado que las visitas que los animales hacen a las instituciones, ofrecen mayor socialización entre las personas que se encuentran en el sitio, las personas se muestran más alegres, más sociales para con los demás, disminuye la ansiedad y estrés, mejora el estado de ánimo.

Su presencia aumenta la sociabilidad entre las personas de tres maneras:
1) Entre los pacientes.
2) Entre los pacientes y el equipo de trabajo.
3) Entre pacientes, equipo de trabajo, familiares y otros.

Los miembros del equipo de trabajo (enfermeras, terapeutas, médicos, etc…) han reportado que es más fácil hablar con los residentes durante y después de las visitas. Los miembros de la familia prefieren hacer las visitas durante la presencia de los animales puesto a que han reportado que es un momento especialmente confortable y placentero, por el ambiente cálido que puede proporcionar este tipo de visita.

La estimulación mental ocurre porque se incrementa la comunicación con otras personas, ayudando a la evocación de recuerdos. En instituciones con pacientes con depresión o que están institucionalizados, la presencia de un animal ayuda a aclarar la atmósfera, incrementando la distracción, alegría y el juego. Estas son distracciones positivas que pueden ayudar a que las personas disminuyan sus sentimientos de aislamiento o alineación.

Mucho se ha estudiado sobre la correlación entre el contacto físico y la salud. Los niños que no tienen un contacto físico permanente, no desarrollan buenas relaciones con otras personas y a menudo fracasan en su crecimiento psicológico. Para algunas personas se les dificulta o no les agrada el contacto físico con otras personas, sin embargo el toque peludo, tibio de un gato o un perro si les agrada.

Existen programas para personas que han sido abusadas física y/o sexualmente en las que, al personal médico se le tiene prohibido el contacto físico, en estos casos, sostener a un animal para tocarlo y/o acariciarlo puede hacer un mundo de diferencia para estas personas que, a diferencia de otras, no tienen un contacto físico positivo y apropiado.

Muchas personas se sienten relajadas cuando los animales están presentes. Cuando las personas interactúan con animales sienten una sensación de unidad con la vida y con la naturaleza; a pesar que es difícil de explicar, algunos autores han descrito las relaciones con los animales como parte de energía de la vida y también como parte de la relación y comunión con Dios.

Las visitas con animales ayudan a que las personas se sientan menos solas y menos deprimidas. Proporciona un cambio positivo en sus rutinas, comienzan a ser más activas y sensibles, antes, durante y después de las visitas. Ofrece un entretenimiento o una distracción de su dolor o enfermedad. Frecuentemente las personas hablan con sus mascotas y comparten con ellos sus pensamientos y sentimientos. Las visitas les proveen algo por lo que esperar con ansia. Los beneficios continúan aún después de la visita, debido a que ésta deja en sus memorias no sólo la visita, sino una experiencia que en un futuro compartirá con otras personas.

En un reciente documental de televisión, difundido por la red “Animal Planet” a través del mundo mediante el sistema de cable, se dio a la luz pública la capacidad que tienen los animales, especialmente los perros, para detectar cambios bioquímicos en el organismo de sus dueños. Mediante el olfato, variación en el tono de voz, y otras variantes percibidas por dichos animales mediante sus sentidos, se comprobó que éstos pueden detectar cuándo esa persona tan cercana a él o ella, puede estar próxima a sufrir un ataque epiléptico, cardiaco o una baja en los niveles de glucosa que le puedan ocasionar desde un mareo o desmayo, hasta la muerte.

Cada ser humano tiene un tono de voz particular, y también es sabido que cada uno expelemos un aroma particular, basado en la química de nuestros cuerpos. Y como cada ser humano es diferente uno del otro, nuestras mascotas aprenden a identificarnos a través de dicho olor, el cual, al sufrir cualquier cambio bioquímico (subida o bajada de glucosa, alza en los niveles de nuestra presión arterial, etc…) dicho olor cambia a otro muy particular. Igual puede suceder con nuestro acento o tono de voz. Siendo el perro "el mejor amigo del hombre", éste aprende a conocernos al punto de que se acostumbra no sólo a nuestro aroma particular, sino al olor que expelemos específicamente cuando dichos cambios ocurren, o al cambio en el tono o vibraciones de nuestra voz.

Más aún, hay casos documentados de ocasiones en que hasta media hora antes de una persona sufrir un ataque de algún tipo, su perro lo detecta y comienza a "avisarle" a su amo que "algo extraño" le está sucediendo, o está a punto de ocurrirle.
Autor: Verónica García

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Leonor R., 62 años, de Santa Fe, Argentina, afectada de leucemia. Que el Señor Misericordioso le conceda sus gracias de sanación.

Pedimos oración para Carmen B. L., de Querétaro, México, enferma de cáncer, invocando la mediación de María para que ruegue a Jesús por ella. También rezamos por Francisco S., del mismo país, hospitalizado luego de un infarto y paros respiratorios. 

Rezamos por las personas de diversos países del mundo que están sin trabajo o con riesgo de perderlo por las situaciones de crisis que se viven.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Setiembre 26
Hay personas que nos parecen admirables. Pero hay una forma de mirarlas que sólo nos entristece, y hay otra forma de mirarlas que nos estimula. Cuando sólo nos moviliza la envidia, no tenemos futuro. Pero hay otra manera de aprender de los que han salido adelante: descubrir que esa misma energía que gastamos en la envidia, puede ser transformada en una sana admiración que nos alegre por lo que hay de bueno en los demás y nos estimule a desarrollar nuestros propios dones.
Más que sumergirse en una triste contemplación de lo que hacen los demás, se trata de dejar despertar un asombro que nos mueve a sacar lo mejor de nosotros mismos. Si nos detenemos a suspirar por una grandeza que nos deslumbra, eso no hace más que anclarnos y frenarnos. El deseo de ser como otros nos impide enfrentar los cambios reales que podríamos realizar.
Porque muchas veces, como no nos sentimos capaces de cambiar completamente de vida, optamos por quedarnos cómodos en nuestra mediocridad, envidiando a otros. Pero lo que te pide el Señor es ese cambio pequeño que sí puedes hacer, te pide que tomes esa decisión que sí eres capaz de tomar. Él te da la fuerza para hacerlo. No te detengas.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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