lunes, 22 de septiembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2471

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2471 ~ Lunes 22 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Ayer hemos celebrado el Domingo 25 del Tiempo Ordinario, o “durante el año”, y por esa razón no hemos hecho mención al Santoral del día (21 de setiembre): porque los domingos la Liturgia otorga predominio a dicha celebración por sobre la del día del calendario que hubiera correspondido.
Sin embargo no queremos que el día de San Mateo –apóstol y evangelista– quede este año sin recordación, y por ese motivo exaltamos hoy su figura en el tema del día, donde lo presentamos en su decidido y generoso seguimiento a Cristo que lo hizo pasar de publicano a santo.
Mateo, llamado antes Leví, al ser invitado por Jesús para seguirle, dejó su oficio de recaudador de impuestos (publicano) y, elegido entre los apóstoles, escribió un evangelio en el que se proclama principalmente que Jesucristo es hijo de David, hijo de Abrahán, dando plenitud al Antiguo Testamento.

¡Buenos días!

La rosa y el poeta
Una buena poesía es capaz de despertar en ti sentimientos y vivencias profundas. La rutina de todos los días desgasta esa capacidad de admiración que tienen los niños al abrirse al milagro de la creación y de la vida. Los poetas nos ayudan a recuperar esa mirada fresca de la realidad: así podremos disfrutar momentos de gozosa contemplación.

El poeta alemán Rilke vivió un tiempo en París. Al ir a la universidad, pasaba junto con una amiga francesa, por donde una mujer sentada pedía limosna, inmóvil y silenciosa. Rilke nunca le daba nada... pero su amiga, sí. Un día la francesa preguntó al poeta: —¿Por qué nunca le das nada a esta pobrecita? —Le tendríamos que regalar algo a su corazón…, respondió el poeta. Al día siguiente Rilke puso una espléndida rosa en la mano de la mujer. Ésta miró al poeta, se levantó, tomó su mano y la besó... luego se fue, estrechando la rosa contra su cuerpo. Por una semana no apareció. A los ocho días, la anciana estaba sentada en el mismo lugar, como siempre. —¿De qué habrá vivido todos estos días?, preguntó la joven. —De la rosa, respondió el poeta.

Nada eleva tanto al hombre sobre las mezquindades de la vida como la capacidad de maravillarse. Los poetas tienen el talento de deslumbrarnos echando una mirada nueva sobre la realidad de todos los días, vivencia que exalta la alegría de vivir, y que ayuda a superar el posible hastío de las repeticiones diarias.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará». (Lc 8,16-18)

Comentario
Hoy, este Evangelio tan breve es rico en temas que atraen nuestra atención. En primer lugar, “dar luz”: ¡todo es patente ante los ojos de Dios! Segundo gran tema: las Gracias están engarzadas, la fidelidad a una atrae a otras: «Gratiam pro gratia» (Jn 1,16). En fin, es un lenguaje humano para cosas divinas y perdurables.
¡Luz para los que entran en la Iglesia! Desde siglos, las madres cristianas han enseñado en la intimidad a sus hijos con palabras expresivas, pero sobre todo con la “luz” de su buen ejemplo. También han sembrado con la típica cordura popular y evangélica, comprimida en muchos refranes, llenos de sabiduría y de fe a la vez. Uno de ellos es éste: «Iluminar y no difuminar». San Mateo nos dice: «(...) para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres para que, al ver vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5,15-16).
Nuestro examen de conciencia al final del día puede compararse al tendero que repasa la caja para ver el fruto de su trabajo. No empieza preguntando: —¿Cuánto he perdido? Sino más bien: —¿Qué he ganado? Y acto seguido: —¿Cómo podré ganar más mañana, qué puedo hacer para mejorar? El repaso de nuestra jornada acaba con acción de gracias y, por contraste, con un acto de dolor amoroso. —Me duele no haber amado más y espero lleno de ilusión, estrenar mañana el nuevo día para agradar más a Nuestro Señor, que siempre me ve, me acompaña y me ama tanto. —Quiero proporcionar más luz y disminuir el humo del fuego de mi amor.
En las veladas familiares, los padres y abuelos han forjado —y forjan— la personalidad y la piedad de los niños de hoy y hombres de mañana. ¡Merece la pena! ¡Es urgente! María, Estrella de la mañana, Virgen del amanecer que precede a la Luz del Sol-Jesús, nos guía y da la mano. «¡Oh Virgen dichosa! Es imposible que se pierda aquel en quien tú has puesto tu mirada» (San Anselmo).
Rev. D. Joaquim FONT i Gassol (Igualada, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Mauricio
Mártir
En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión (c. 302). Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Las frases de hoy

"Jesús desde su nacimiento nos indica nuestra misión,
que es la de despreciar lo que el mundo ama y busca"

"Ora y espera; no te inquietes.
La inquietud no conduce a nada.
Dios es misericordioso y escuchará tu oración"

"Para que se dé la imitación,
es necesaria la meditación diaria
y la reflexión frecuente sobre la vida de Jesús." 
Santo Padre Pío

Tema del día:
Mateo… de publicano a santo
Mateo, el publicano, tuvo la gran suerte de encontrarse con Cristo y así su vida experimentó un gran cambio hasta convertirse en el gran apóstol y evangelista que conocemos. Experimentó sin duda la angustia y la tristeza del pecado desde su condición de publicano, pero después fue valiente y decidido a la hora de abandonar aquella vida para ponerse de rodillas ante la verdad de Dios que quería su corazón plenamente. Así se operó la conversión: de publicano a santo.

Al pasar vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: "Sígueme" (Mt 9,9). La misión de Cristo fue siempre la de salvar al hombre de la esclavitud del mal. Parece que siempre está comprometido en esta lucha.

Cristo siempre pasa, y siempre se encuentra con alguien: con Zaqueo, con la Samaritana, con la pecadora pública. Al pasar se encuentra con Mateo, un publicano, un ser señalado por los judíos que se creían buenos, un hombre de mala reputación, un pecador. Cristo se dirige a él y le ofrece otro camino: cambiar la mesa de los impuestos por una vida de entrega generosa y desinteresada a los demás, cambiar la vida de pecado por una vida de amistad con Dios, cambiar en definitiva el corazón. Una auténtica conversión. Él acepta esta invitación, porque la mirada de aquel hombre le había hecho comprender su pobreza interior, la pobreza que siempre conlleva el pecado.

"Él se levantó y le siguió" (Mt 9,9). Admira la prontitud con que Mateo abandona su vida de pecado para abrazar el amor de Dios. No hace consideraciones, no calcula las consecuencias, no regatea a Cristo. Deja absolutamente todo y comienza una nueva vida al lado de Cristo. Realiza dos gestos, sintetizados en dos palabras: "Se levantó", como si se dijera que abandona aquella mesa, símbolo de su vida pasada y de su pecado; y es que para salir del pecado siempre hay que abandonar algo propio, personal. Y "le siguió", es decir, abrazó una nueva vida, una vida junto a Dios, una vida centrada en otros valores, una vida nueva en Cristo. No fue sin duda fácil para Mateo esta decisión, pero bien valía la pena probar otro camino distinto de aquel que se había convertido para él en tantos momentos de dolor, de angustia y de remordimiento.

"No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mt 9,13). Jesús aceptó la invitación de Mateo a comer en su casa, casa que se llenó enseguida de publicanos y pecadores. Los fariseos preguntaron a los discípulos por qué comía su Maestro con publicanos y pecadores. Pero fue Jesús el que les respondió: "No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio" (Mt 9, 10-13).

Es maravilloso el comprender cómo el Corazón de Dios busca la oveja perdida y cómo se llena de alegría verdadera y profunda cuando la encuentra. Por eso se enfrenta con estas palabras tan consoladoras a aquellos fariseos que se extrañaban de que el Maestro se sentara a la mesa con los pecadores. No sabían aquellos hombres que Cristo había venido a salvar precisamente a aquellos que ellos despreciaban y, más aún, ignoraban los fariseos que tal vez era más fácil sacar del abismo del mal a personas que se aceptaban pecadoras que a ellos mismos que se consideraban justos.
Autor: P. Juan J. Ferrán | Fuente: Catholic.net | Imagen: Google

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud física, psíquica y espiritual de Idania, de Cuba, y para que el Señor encamine con bien todos los pasos en su vida.

Pedimos oración por Francisco B., que vive habitualmente en Neuquén, Argentina, y actualmente está internado en Buenos Aires en la última etapa de la quimioterapia, sufriendo hace días complicaciones por fiebre alta. Que el Señor Misericordioso lo ayude con su amor y su poder de sanación.

Pedimos oración para Marco Antonio S., que vive en Guatemala, que ha sufrido el fracaso de un trasplante renal y ahora deben extraer el órgano y esperar una nueva oportunidad, mientras vuelve a diálisis. Que la Santísima Virgen lo proteja y el buen Jesús lo ayude a superar este momento difícil.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Setiembre 22
Cuenta Santa Teresita que una hermana de su comunidad le resultaba muy antipática. Dice en su diario: “Todo en ella me desagrada mucho”. Pero no cedió a ese sentimiento negativo, y se propuso tratarla con amor: “Decidí portarme con esa hermana como me hubiera portado con la persona que más quiero”. Para eso intentó mirarla como Jesús la miraba. Así, lograba descubrir las cosa buenas de esa monja y le daba gracias a Jesús por esas cosas positivas que encontraba: “Me daba cuenta de que con eso agradaba a Jesús, porque no hay artista a quien no le guste recibir alabanzas por sus obras”.
Pero además hizo todos los esfuerzos por tratarla bien, hasta el punto que esa hermana un día le dijo que le llamaba la atención que la tratara tan bien, y le preguntó qué le atraía de su persona. Por dentro Teresita respondía: “Lo que me atraía era Jesús escondido en el fondo de su alma. Jesús que hace dulce lo que hay de más amargo”.
Espero que tu relación con Jesús también te ayude de esa manera a superar tus dificultades de convivencia.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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