domingo, 21 de septiembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2470

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2470 ~ Domingo 21 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
Saliste, Señor, en la madrugada de la historia a buscar obreros para tu viña.
Y dejaste la plaza vacía, ofreciendo a todos, trabajo y vida -salario, dignidad y justicia-
Saliste a media mañana, saliste a mediodía y a primera hora de la tarde volviste a recorrerla entera.
Saliste, por fin, cuando el sol declinaba, y a los que nadie había contratado te los llevaste a tu viña, porque se te revolvieron las entrañas viendo tanto trabajo en tu hacienda, viendo a  tantos parados que querían trabajo -salario, dignidad y justicia- y estaban condenados todo el día a no hacer nada.
Al anochecer cumpliste tu palabra. A todos diste salario digno y justo, según el corazón y las necesidades te dictaban.
Quienes menos se lo esperaban fueron los primeros en ver sus manos llenas; y aunque algunos murmuraron, no cambiaste tu política evangélica.
Señor, sé, como siempre, justo y generoso, compasivo y rico en misericordia, enemigo de prejuicios y clases, y espléndido en tus dones.
Gracias por darme trabajo y vida, dignidad y justicia a tu manera... no a la mía.
Florentino Ulibarri

¡Buenos días!

Vive con sabiduría
Vivir es vibrar a cada instante ante la emoción de percibir las maravillas de la creación que nos rodea. Vivir es entender que cada minuto que transcurre no volverá. Es atraparlo intensamente, porque forma parte del tiempo, que sabemos ha quedado en el ayer. Vivir es saber dar lo mejor de nosotros, llevando a su máxima expresión nuestra capacidad de ser.

La vida es una oportunidad: aprovéchala. La vida es belleza: admírala. La vida es un sueño: hazlo realidad. La vida es un reto: afróntalo. La vida es un deber: cúmplelo. La vida es un juego: juégalo. La vida es preciosa: cuídala. La vida es riqueza: consérvala. La vida es amor: gózala. La vida es un misterio: descúbrelo. La vida es tristeza: supérala. La vida es un himno: acéptalo. La vida es una tragedia: domínala. La vida es una aventura: vívela. La vida es felicidad: merécela. La vida es la vida: defiéndela.  Madre Teresa de Calcuta

Vivir es gozar los momentos bellos, y desafiarse a sí mismo ante las adversidades. Vivir es contemplar la alegría de un niño, escuchar al adolescente y aceptar sus inquietudes sin protestar, acompañar con gratitud al anciano en su soledad. Vivir es aprender más cada día, es evolucionar para hacer de ti un ser mejor que ayer.  Vive con sabiduría.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido’. Ellos fueron.
»Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ‘¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?’. Le respondieron: ‘Nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña’.
»Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: ‘Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros’. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: ‘Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno’. Él replicó a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?’. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos». (Mt 20,1-16)

Comentario
Hoy el evangelista continúa haciendo la descripción del Reino de Dios según la enseñanza de Jesús, tal como va siendo proclamado durante estos domingos de verano en nuestras asambleas eucarísticas.
En el fondo del relato de hoy, la viña, imagen profética del pueblo de Israel en el Primer Testamento, y ahora del nuevo pueblo de Dios que nace del costado abierto del Señor en la cruz. La cuestión: la pertenencia a este pueblo, que viene dada por una llamada personal hecha a cada uno: «No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros» (Jn 15,16), y por la voluntad del Padre del cielo, de hacer extensiva esta llamada a todos los hombres, movido por su voluntad generosa de salvación.
Resalta, en esta parábola, la protesta de los trabajadores de primera hora. Son la imagen paralela del hermano mayor de la parábola del hijo pródigo. Los que viven su trabajo por el Reino de Dios (el trabajo en la viña) como una carga pesada («hemos aguantado el peso del día y el bochorno»: Mt 20,12) y no como un privilegio que Dios les dispensa; no trabajan desde el gozo filial, sino con el malhumor de los siervos.
Para ellos la fe es algo que ata y esclaviza y, calladamente, tienen envidia de quienes “viven la vida”, ya que conciben la conciencia cristiana como un freno, y no como unas alas que dan vuelo divino a la vida humana. Piensan que es mejor permanecer desocupados espiritualmente, antes que vivir a la luz de la palabra de Dios. Sienten que la salvación les es debida y son celosos de ella. Contrasta notablemente su espíritu mezquino con la generosidad del Padre, que «quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tim 2,4), y por eso llama a su viña, «Él que es bueno con todos, y ama con ternura todo lo que ha creado» (Sal 145,9).
Rev. D. Jaume GONZÁLEZ i Padrós (Barcelona, España)

Las frases de hoy

“Si Jesús se manifiesta a vosotros, dadle gracias;
si se os oculta, dadle gracias.
Todo esto es un juego de amor
para traernos dulcemente hacia el Padre.
Perseverad hasta la muerte,
hasta la muerte con Cristo en la Cruz”

“Permaneced como la Virgen,
al pie de la Cruz, y seréis consolados.
Ni siquiera allí María se sentía abandonada.
Por el contrario, su Hijo la amó aún más por sus sufrimientos”

“En tus diarias infidelidades, humíllate, humíllate, humíllate siempre.
Cuando el Señor te vea humillado hasta el suelo,
te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él.
Has construido mal; destruye y reconstruye bien”
 
Santo Padre Pío

Tema del día:
Una mirada enferma
Jesús había hablado a sus discípulos con claridad: “Buscad el reino de Dios y su justicia”. Para él esto era lo esencial. Sin embargo, no le veían buscar esa justicia de Dios cumpliendo las leyes y tradiciones de Israel como otros maestros. Incluso en cierta ocasión les hizo una grave advertencia: “Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de Dios”. ¿Cómo entendía Jesús la justicia de Dios?

La parábola que les contó los dejó desconcertados. El dueño de una viña salió repetidamente a la plaza del pueblo a contratar obreros. No quería ver a nadie sin trabajo. El primer grupo trabajó duramente doce horas. Los últimos en llegar sólo trabajaron sesenta minutos.

Sin embargo, al final de la jornada, el dueño ordena que todos reciban un denario: ninguna familia se quedará sin cenar esa noche. La decisión sorprende a todos. ¿Cómo calificar la actuación de este señor que ofrece una recompensa igual por un trabajo tan desigual? ¿No es razonable la protesta de quienes han trabajado durante toda la jornada?

Estos obreros reciben el denario estipulado, pero al ver el trato tan generoso que han recibido los últimos, se sienten con derecho a exigir más. No aceptan la igualdad. Esta es su queja: «los has tratado igual que a nosotros». El dueño de la viña responde con estas palabras al portavoz del grupo: «¿Va ser tu ojo malo porque yo soy bueno?». Esta frase recoge la enseñanza principal de la parábola.

Según Jesús, hay una mirada mala, enferma y dañosa, que nos impide captar la bondad de Dios y alegrarnos con su misericordia infinita hacia todos. Nos resistimos a creer que la justicia de Dios consiste precisamente en tratarnos con un amor que está por encima de todos nuestros cálculos.

Esta es la Gran Noticia revelada por Jesús, lo que nunca hubiéramos sospechado y lo que tanto necesitábamos oír. Que nadie se presente ante Dios con méritos o derechos adquiridos. Todos somos acogidos y salvados, no por nuestros esfuerzos sino por su misericordia insondable.

A Jesús le preocupaba que sus discípulos vivieran con una mirada incapaz de creer en esa Bondad. En cierta ocasión les dijo así: “Si tu ojo es malo, toda tu persona estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!”. Los cristianos lo hemos olvidado. ¡Qué luz penetraría en la Iglesia si nos atreviéramos a creer en la Bondad de Dios sin recortarla con nuestra mirada enferma! ¡Qué alegría inundaría los corazones creyentes! ¡Con qué fuerza seguiríamos a Jesús!
José Antonio Pagola

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Nunca olvidemos agradecer
Una vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Nos llega un agradecimiento a Dios Nuestro Señor y a nuestra Madre Santísima por el pedido hecho oportunamente sobre Nachito de Rosario, Argentina, quien ha cursado quimioterapia y ahora que se ha reducido el tumor será operado para terminar con este flagelo. Recemos un poquito más para que pronto Nachito de 2 años, pueda volver a hacer una vida normal.

Un estímulo todos los días
Setiembre 21
Es cierto que la esperanza nos ayuda a sobrevivir en los momentos difíciles. No sólo a sobrevivir, sino a vivir bien. Porque cuando tenemos la confianza de que las cosas cambiarán, eso nos da ánimo y entusiasmo para enfrentar los problemas y para buscar una solución con creatividad, hasta encontrar la salida que Dios nos está proponiendo a través de la vida. Por eso la esperanza es una chispa de gozo en medio de la angustia. Como si escucháramos a Dios que nos dice:
“Levántate, amada mía, esposa mía, y ven. Ya pasará el invierno, cesarán las lluvias y aparecerán las flores sobre la tierra. Volverá el tiempo de las canciones (cf. Ct 2,10-12).
A ti también el Señor te dice: “Levántate. Hay una esperanza, hay un camino, hay una nueva meta. Levántate que yo voy contigo”.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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