PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4514 ~ Sábado 28 de Noviembre de 2020Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Vivimos
hoy el último día del tiempo ordinario (ciclo A) que hemos venido recorriendo.
Mañana, con el Domingo I de Adviento, comienza un nuevo año litúrgico, en cuyo
transcurso seguiremos los relatos del Evangelio de San Marcos (ciclo B).
Vamos
a entrar al Adviento, palabra que viene del latín “Adventus” que significa
“venida”, refiriéndose por cierto a la venida de nuestro Señor Jesucristo. La
liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que
preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y
en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
Ojalá
que en estos días seamos capaces de acondicionar en nuestros corazones el mejor
de los sitios para el Niño de Navidad.
¡Buenos días! Bondad de corazón
Un corazón bondadoso es fuente de paz y serenidad
para todos los que conviven con él, y en primer lugar para él mismo. El salmo
128 describe la paz del hogar de un hombre justo. Comienza así: “Dichoso el que
teme al Señor y sigue sus caminos”. Y sigue describiendo la paz de su hogar con
su esposa y sus hijos. Y añade: “Todo le irá bien”. Lee ahora con detención:
Además de razones
poderosas y claras que te aconsejan ser bueno, te conviene serlo hasta por
egoísmo, ya que nunca la dicha y la maldad se vieron juntas. El daño que
causemos a los demás se volverá contra nosotros mismos. Para comprobarlo,
fíjate en lo que te ocurre cuando, por ejemplo, lastimas a un compañero con una
frase grosera. Al poco rato reflexionarás en lo que dijiste; comprenderás que
has procedido mal; preferirías haberte expresado de otro modo. Sólo tienes un
medio para librarte de la pena: ir hacia esa persona que has ofendido y pedirle
disculpa por tus palabras. Mayor será tu amargura si empleas la violencia de
hecho contra alguien. Te dolerá más a ti, pues te dolerá en el alma. Te durará
más el sufrimiento, porque la conciencia te recordará tu crueldad durante meses
y años. Ser bueno es la primera condición para sentirse feliz.
Es verdad que el daño que hacemos a los demás se
vuelve contra nosotros, pero es muy cierto que la bondad que irradiamos también
retorna a nosotros con más alegría, paz y felicidad del corazón. Que pases un
día sembrando cordialidad.
* Enviado por el P.
Natalio
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Apocalipsis 22:1-7
♥ Salmo: Sal 95:1-7
♥ Santo Evangelio: Lc 21,34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por
la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de
improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que
habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo
para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis
estar en pie delante del Hijo del hombre».
♥ Comentario:
Hoy, último día del tiempo ordinario, Jesús nos
advierte con meridiana claridad sobre la suerte de nuestro paso por esta vida.
Si nos empeñamos, obstinadamente, en vivir absortos por la inmediatez de los
afanes de la vida, llegará el último día de nuestra existencia terrena tan de
repente que la misma ceguera de nuestra glotonería nos impedirá reconocer al
mismísimo Dios, que vendrá (porque aquí estamos de paso, ¿lo sabías?) para
llevarnos a la intimidad de su Amor infinito. Será algo así como lo que le
ocurre a un niño malcriado: tan entretenido está con “sus” juguetes, que al
final olvida el cariño de sus padres y la compañía de sus amigos. Cuando se da
cuenta, llora desconsolado por su inesperada soledad.
El antídoto que nos ofrece Jesús es igualmente claro:
«Estad en vela, pues, orando en todo tiempo» (Lc 21,36). Vigilar y orar... El
mismo aviso que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado. La
oración tiene un componente admirable de profecía, muchas veces olvidado en la
predicación, es decir, de pasar del mero “ver” al “mirar” la cotidianeidad en su
más profunda realidad. Como escribió Evagrio Póntico, «la vista es el mejor de
todos los sentidos; la oración es la más divina de todas las virtudes». Los
clásicos de la espiritualidad lo llaman “visión sobrenatural”, mirar con los
ojos de Dios. O lo que es lo mismo, conocer la Verdad: de Dios, del mundo, de
mí mismo. Los profetas fueron, no sólo los que “predecían lo que iba a venir”,
sino también los que sabían interpretar el presente en su justa medida, alcance
y densidad. Resultado: supieron reconducir la historia, con la ayuda de Dios.
Tantas veces nos lamentamos de la situación del
mundo. —¿Adónde iremos a parar?, decimos. Hoy, que es el último día del tiempo
ordinario, es día también de resoluciones definitivas. Quizás ya va siendo hora
de que alguien más esté dispuesto a levantarse de su embriaguez de presente y
se ponga manos a la obra de un futuro mejor. ¿Quieres ser tú? Pues, ¡ánimo!, y
que Dios te bendiga.
* Rev. D. Antoni CAROL i
Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico: Santa Catalina LabouréReligiosa Vicentina Sus padres tuvieron diecisiete hijos de los que
vivieron nueve. Catalina era la séptima. Nació en Fain-les-Moutiers (Francia),
el 2 de Enero del 1806. Ingresó en las Hijas de la Caridad que fundó San
Vicente de Paul. De manera singular honró a la Inmaculada y brilló por su
sencillez, caridad y paciencia, fue la santa que tuvo el honor de que la
Santísima Virgen se le apareciera para recomendarle que hiciera la Medalla
Milagrosa. Muere el 31 de Diciembre del 1876. Fecha de beatificación: 28 de
mayo de 1933 por el Papa Pío Pío XI. Fecha de canonización: 27 de julio de 1947
por el Papa Pío XII.
Para más información hacer clic acá.
* Aciprensa –
Catholic.net
Palabras del Santo Padre
Pío “Sé capaz de soportar las amarguras durante toda tu
vida para poder participar de los sufrimientos de Cristo
[...] Yo no deseo otra cosa que morir o amar a Dios: o la
muerte o el amor”
Tema del día: No tener miedo Adán y Eva, después del pecado, tuvieron miedo de
Dios y se escondieron de Él. Es que el pecado infunde miedo en el alma. Pero el
miedo no viene de Dios sino que lo infunde Satanás, que primero nos hace pecar
y después nos infunde miedo a Dios para que huyamos de Él que es nuestra
salvación.
Por eso debemos estar atentos y vivir siempre en
gracia de Dios, cumpliendo los Diez Mandamientos. Pero, si tenemos la desgracia
de pecar gravemente, no huyamos de Dios, sino todo lo contrario, vayamos a sus
pies y digámosle humildemente: “Señor, pequé. Ten misericordia de Mí.” Y
confesémonos con un sacerdote, entonces volverá la paz a nuestra alma y el
pecado será destruido y Dios no se acordará más de él.
Recordemos cuando Jesús estaba dormido sobre la barca
en medio del lago y se levantó una fuerte tormenta. Los apóstoles tenían miedo
y Jesús, al despertarse, increpó al viento y al mar y estos se calmaron; pero
Jesús les echó en cara a los apóstoles el haber tenido miedo. A Jesús no le
gustan los cobardes, por eso nosotros tenemos que acostumbrarnos a confiar en
el Señor y a no tener miedo a nada, porque estando con Dios ¿qué nos pude pasar
que no esté querido o permitido por Dios? Entonces a ser corajudos y a caminar
seguros por este mundo. No debemos ser temerarios e imprudentes, pero sí
tenemos que ser valientes, porque así nos quiere Cristo.
Hoy el mal, con Satanás a la cabeza y todos los
demonios y hombres malvados, se han vuelto muy osados porque nadie les opone
resistencia, y entonces están atrevidos y actúan por todas partes, tratando de
llevar al miedo y a la desesperación. Nosotros estemos firmes en la fe y en la
esperanza, y confiemos, confiemos, confiemos en Dios y en su Madre, y no
tengamos miedo, porque en el momento de la prueba la Virgen estará a nuestro
lado junto con Jesús, y estando con ellos no hay nada que temer.
(Sitio Santísima Virgen)
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Humor de sábados Examen en medicina En la facultad de Medicina, el profesor se dirige a
un alumno y le pregunta:
—“¿Cuántos riñones tenemos?”
—“¡Cuatro!”, responde el alumno.
—“¿Cuatro?”, replica el profesor, arrogante, de esos
que sienten placer en pisotear los errores de los alumnos.
—“Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en
la sala”, le ordena el profesor a su auxiliar.
—“¡Y para mí un cafecito!”, replicó el alumno al
auxiliar del maestro.
El profesor se enojó y expulsó al alumno de la sala.
El alumno era, por cierto, el humorista Aparicio Torelly Aporelly (1895-1971),
más conocido como el “Barón de Itararé”.
Al salir de la sala, todavía el alumno tuvo la
audacia de corregir al furioso maestro:
“Usted me preguntó cuántos riñones ‘tenemos’.
‘Tenemos’ cuatro: dos míos y dos suyos. ‘Tenemos’ es una expresión usada para
el plural. Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto”.
La vida exige mucho más comprensión que conocimiento.
A veces, las personas, por tener un poco más de conocimiento o ‘creer’ que lo
tienen, se sienten con derecho de subestimar a los demás.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas” Cualquier persona medianamente interesada por el
resto de sus semejantes, se ha planteado en más de una ocasión esta pregunta:
¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo? En la actualidad, raro es el día en que
las noticias no incitan a cuestionarse el propio comportamiento: ¿cómo puedo
seguir llevando este estilo de vida cuando la gente está muriendo de hambre en
Somalia, cuando los habitantes de un país se matan entre sí, cuando el color de
la piel o la carencia de pasaporte es un estigma que conduce a la muerte,
cuando...?
Y la respuesta no suele ser otra que una desconsoladora
confesión de impotencia. ¿Qué voy a hacer yo frente a problemas de tales
dimensiones? Por eso razonamos de la siguiente manera: no estoy en condiciones
de arreglar nada. ¡Falaz razonamiento! Aunque cueste creerlo, hay que contestar
que SÍ. No se me pide que logre detener todas las guerras, sólo que siembre un
poco de amor a mi alrededor; no se me exige que calme la necesidad de todos los
hambrientos, tan sólo que destine una buena parte de mis ahorros a quienes los
necesiten; nadie me obliga a consolar a los millones de seres que necesitan
apoyo, únicamente se me pide que sea un poco de alivio para cuantos están cerca
de mí. Nada más se me puede exigir, y tampoco nada menos. Y con estas acciones
conseguiremos hacer recapacitar a los que nos contemplan y quizá cunda el
ejemplo...
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa Noviembre 28
El abandono
total incluye la confianza amorosa. Una persona no se puede abandonar
por entero si no confía amorosa y totalmente. Jesús confió en su Padre porque
lo conocía, conocía su amor. “El Padre y yo somos uno”. “No estoy solo, el
Padre está conmigo”. “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”.
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
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¡Buenos días!
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Palabras del Santo Padre
Pío
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“Pequeñas Semillitas”
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
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