PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4487 ~ Domingo 1 de Noviembre de 2020Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Luego
de unos breves días de descanso, estamos de regreso con “Pequeñas Semillitas”,
y lo hacemos en este día que la Iglesia dedica a recordar a Todos los Santos,
es decir a todos quienes vivieron una vida de amistad fiel con Jesús y gozan
ahora de su presencia en el cielo eternamente. Ya sea que algunos han sido
canonizados, es decir “reconocidos” oficialmente por la Iglesia, o bien esa
multitud de santos anónimos que pasaron por esta vida y ahora están con Dios en
el cielo.
La
primera lectura tomada del Apocalipsis nos habla de los 144.000 elegidos
(número simbólico) que han sido lavados por la sangre de Jesús en la Cruz.
La
segunda lectura, de la 1ª. carta de San Juan, nos habla del amor que nos hace
reconocernos hijos de Dios.
Y
en el Evangelio, Mateo nos presenta a Jesús proclamando las Bienaventuranzas
como anticipo de la plenitud que gozaremos en el Reino de los cielos.
¡Buenos días! Vidas ejemplares
Hoy celebramos en un solo día a todos los santos del
Cielo. Te hago una propuesta que puede significar mucho para ti: ¿por qué no te
propones leer al menos la vida de un santo por año? Con esta variante: si no
eres aficionado a la lectura, proponte ver al menos la película de un santo/a:
ellos han imitado a Jesús siguiendo con amor sus ejemplos de vida.
Son entretenidas,
interesantes y, con frecuencia, impresionantes, porque son historias verdaderas
de vidas humanas extraordinarias. Mueven a la admiración por el testimonio de
una vida santa. Animan a imitar sus ejemplos, presentándolos accesibles también
al lector. Nos revelan la presencia de Dios, de su amor y de su poder en la
vida de hermanos nuestros. Leer la vida de un santo suele ser tanto o más
eficaz que unos buenos ejercicios espirituales. Además, crean una comunión de
sentimientos entre el santo y su admirador, que fortalecen las buenas
decisiones. Te interpelan y te ves urgido a preguntarte como San Agustín: “Si
éste y aquél lo pudieron, ¿por qué yo no lo podré también?”
Entre los santos hay personas de todas las
profesiones, tareas y situaciones humanas. Hay sabios doctores y mendigos
analfabetos, hay débiles mujeres y valientes soldados, hay reyes y labriegos,
hay personas siempre fieles a Dios y pecadores que, desde sus vicios, se
elevaron a gran santidad. Es enriquecedor y alentador conocer a Cristo en sus
santos.
* Enviado por el P.
Natalio
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Ap 7,2-4.9-14
♥ Salmo: Sal 24 (23):1-6
♥ Segunda Lectura: 1 Jn 3,1-3
♥ Santo Evangelio: Mt 5,1-12a
En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió
al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les
enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es
el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en
herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque
ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos
verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os
injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros
por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en
los cielos».
♥ Comentario:
Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador
expresado en el “credo” y que resulta muy consolador: «Creo en la comunión de
los santos». Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la
vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados, a
quienes Jesús felicita: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos
verán a Dios» (Mt 5,8). Al mismo tiempo, también están en comunión con
nosotros. La fe y la esperanza no pueden unirnos porque ellos ya gozan de la
eterna visión de Dios; pero nos une, en cambio el amor «que no pasa nunca»
(1Cor 13,13); ese amor que nos une con ellos al mismo Padre, al mismo Cristo
Redentor y al mismo Espíritu Santo. El amor que les hace solidarios y solícitos
para con nosotros. Por tanto, no veneramos a los santos solamente por su
ejemplaridad, sino sobre todo por la unidad en el Espíritu de toda la Iglesia,
que se fortalece con la práctica del amor fraterno.
Por esta profunda unidad, hemos de sentirnos cerca de
todos los santos que, anteriormente a nosotros, han creído y esperado lo mismo
que nosotros creemos y esperamos y, sobre todo, han amado al Padre Dios y a sus
hermanos los hombres, procurando imitar el amor de Cristo.
Los santos apóstoles, los santos mártires, los santos
confesores que han existido a lo largo de la historia son, por tanto, nuestros
hermanos e intercesores; en ellos se han cumplido estas palabras proféticas de
Jesús: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con
mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,11-12). Los tesoros
de su santidad son bienes de familia, con los que podemos contar. Éstos son los
tesoros del cielo que Jesús invita a reunir (cf. Mt 6,20). Como afirma el
Concilio Vaticano II, «su fraterna solicitud ayuda, pues, mucho a nuestra
debilidad» (Lumen gentium, 49). Esta solemnidad nos aporta una noticia
reconfortante que nos invita a la alegría y a la fiesta.
* Mons. F. Xavier
CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)
Palabras de San Juan
Pablo II “La
santidad es una semejanza particular a Cristo. Es una semejanza mediante el
amor. Mediante el amor permanecemos en Cristo, como él mediante el amor
permanecemos en el Padre. La santidad es la semejanza a Cristo que alcanza el
misterio de su unión con el Padre en el Espíritu Santo: su unión con el Padre
mediante el amor [...] La santidad cristiana brota de la contemplación del
Rostro de Cristo, crece a través de un proceso de formación permanente, lleva a
un seguimiento de Jesús cada vez más perfecto y llega a la madurez cuando
testimoniamos fielmente a Cristo y proclamamos su verdad al mundo”.
Predicación del
Evangelio: Todos los Santos Hoy celebra la Iglesia la solemnidad de todos los
santos. Esta palabra “santo” en la Biblia se aplicaba sólo a Dios, pues
significa: sagrado o separado. Pero luego se fue diciendo de todo lo que se
acercaba más a Dios. Así ya san Pablo llama santos a los cristianos por el
hecho de estar unidos a Dios por el bautismo. Después ya sólo se aplicó a
aquellas personas que por su comportamiento están más cerca de Dios.
Especialmente los mártires que, por su muerte gloriosa, se unen para siempre
con Dios.
La Iglesia desde el principio comenzó a honrar a los
mártires en su día propio del martirio; pero ya por el siglo III eran tantos
los mártires que tuvieron que celebrar su fiesta en un día todos juntos, aunque
no tenían un día fijo. El 13 de Mayo del año 609 el papa consagró el panteón romano,
que había sido templo pagano de todos los dioses, para que fuese templo de la
Virgen María y de todos los santos. Unos cien años después la fiesta de todos
los santos quedó fijada para el día 1 de Noviembre.
Hay muchos santos, cuyos nombres conocemos, porque
han sido “canonizados”, es decir declarados santos solemnemente por el papa,
después de haber examinado minuciosamente su vida y sus escritos y normalmente
después de que Dios ha ratificado esa santidad por uno o más milagros. Pero
santos hay muchos más que no conocemos, quizá porque han vivido una vida muy
oculta, pero que gozan con Dios con una gloria semejante. Entre estos santos
habrá familiares y conocidos nuestros. Hoy es el día para festejar a todos y
también para alzar nuestra mirada al cielo para pedir su protección y sobre
todo para desear imitarles y un día poder estar con ellos en el cielo.
Todos estamos llamados a la santidad. Nos lo ha dicho
muchas veces la Iglesia. De una manera especial lo recalcó el concilio Vaticano
II. No es que haya que tener una vida externa diferente de los demás, aunque la
verdad es que hay situaciones que ayudan y hay situaciones que pueden estorbar.
Tenemos que esforzarnos por conseguir siempre ser mejores y tender a un ideal
grande. No es fácil, pero tampoco es imposible. Para ello, Jesucristo nos
enseñó el camino. El principal es la caridad. Sin amor no puede haber verdadera
vida cristiana: Amor dirigido hacia Dios, que es nuestro Padre y nos acompaña,
amor que se expresa especialmente en la oración, y amor hacia los demás, porque
todos somos hermanos.
Hoy en el evangelio se nos propone este ideal por
medio de las bienaventuranzas. Son actitudes o maneras de ser. Son las
condiciones para el seguimiento en el camino del Reino de Dios trazado por
Jesús. Con ellas podemos imitar su misma vida.
Las bienaventuranzas trazan ocho caminos a la
santidad. Todos tienen el matiz de la humildad. El santo no quiere su propia
voluntad sino se somete siempre a la voluntad de Dios. Los pobres de espíritu
no buscan ni en la riqueza ni en la fama sino esperan de Dios como su
recompensa. Los que tienen hambre y sed de justicia no maquinan para obtener su
propio bien sino hacen lo que Dios quiere de ellos. Los limpios de corazón no
tienen ningún motivo más que el deseo de cumplir la voluntad de Dios. Ser santo
es dejar la carrera de hacerse admirado para dar la gloria a Dios con hechos
del amor.
(P. Silverio Velasco – P. Carmelo Mele)
Poesía ¡Oh vida de mi vida,
Cristo santo!¡Oh vida de mi vida, Cristo santo!¿Adónde voy de tu hermosura huyendo?¿Cómo es posible que tu rostro ofendoque me mira bañado en sangre y llanto? A mí mismo me doy confuso espantode ver que me conozco y no me enmiendo;ya el Ángel de mi guarda está diciendoque me avergüence de ofenderte tanto. Detén con esas manos los perdidospasos, mi dulce amor; ¿Mas de qué suertelas pide quien las clava con la suyas? ¡Ay Dios!, ¿Adónde estaban mis sentidos,que las espaldas pude yo volverte,mirando en una cruz por mí las tuyas? -Lope de Vega- Mensaje de María Reina
de la PazMensaje de María Reina
de la Paz del 25 de Octubre de 2020
“¡Queridos hijos! En este tiempo los llamo a regresar
a Dios y a la oración. Invoquen la ayuda de todos los santos a fin de que sean
para ustedes ejemplo y ayuda. Satanás es fuerte y lucha por atraer cuantos
corazones sea posible. Quiere la guerra y el odio. Por eso llevo tanto tiempo
con ustedes, para conducirlos por el camino de la salvación, hacia Aquel que es
el Camino, la Verdad y la Vida. Hijitos, regresen al amor a Dios y Él será su
fuerza y su refugio. Gracias por haber respondido a mi llamado”.
Nuevos vídeos y artículo Hay dos nuevos vídeos subidos al blogde
"Pequeñas Semillitas" en
internet.Para
verlos tienes que ir al final de esta página Hay
nuevo material publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"Puedes
acceder en la dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y
allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por
la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos
por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
♡ Desde Argentina llega un agradecimiento a Dios
y a los que rezaron por Yolanda N.,
a quien extirparon un riñón por tumor, y ya está en su casa. El otro riñón no
está comprometido y por el momento no necesitará quimioterapia ni rayos. En un
tiempo irá nuevamente al hospital para nuevos estudios para descartar
metástasis.
♡ Desde Argentina
también llega el agradecimiento por la curación de David P., de 47 años de edad, que superó el Covid.
♡ Desde Pamplona,
España, Karina quiere expresar su
agradecimiento a Dios y a la Virgen de Lourdes, por la salud recuperada de su
hermana Paola, que hace 4 años fue
operada de cáncer de esófago y anda bien; también por su hermano Alfonso y su esposa Carol, que están bien en España, y
también por tener a sus padres sanos, en Perú, libres de coronavirus, cuyos
nombres son Alfonso y Paquita. Nos sumamos al agradecimiento.
♡ Desde México llega el agradecimiento a Dios y a todos los que rezaron por estas personas que se curaron de sus dolencias: Alejandro P. P.; Alejandra del C.; y la niña Mía C. M. ¡Gracias Señor!
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa Noviembre 1
Los santos se hicieron santos sólo por la oración.
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
todos) 🌸BLOG ”PEQUEÑAS
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FELIPE
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