domingo, 15 de noviembre de 2020

Pequeñas Semillitas 4501

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4501 ~ Domingo 15 de Noviembre de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A pesar de su aparente inocencia, la parábola de los talentos encierra una carga explosiva. Sorprendentemente, el “tercer siervo” es condenado sin haber cometido ninguna acción mala. Su único error consiste en “no hacer nada”: no arriesga su talento, no lo hace fructificar, lo conserva intacto en un lugar seguro.
El mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad. No a una vida estéril, sí a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al trabajo comprometido en abrir caminos al reino de Dios.
El principal quehacer de la Iglesia hoy no puede ser conservar el pasado, sino aprender a comunicar la Buena Noticia de Jesús en una sociedad sacudida por cambios socioculturales sin precedentes.
(P. José Antonio Pagola)
 
¡Buenos días!
Nunca olvides… 
Ser optimista es cultivar una visión serena de la vida que nos lleve descubrir todo lo que hay de bueno, alegre y gratificante en medio de espinas, carencias y calamidades. No pierdas el sentido de la proporción y más bien destaca todo lo positivo, porque son muchos los especializados en detectar todo lo sombrío y difícil de nuestro diario caminar.
 
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido y todo lo que enseñas ahora. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.
 
Una forma concreta de cultivar el optimismo es tratar de “vivir dando gracias a Dios”, precioso consejo que daba san Pablo a los primeros cristianos. Desde luego si empiezas a vivir con el “gracias, Señor”, en los labios, es porque has empezado a descubrir y concentrarte en todo lo que te da satisfacción y alegría.
* Enviado por el P. Natalio
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Proverbios 31:10-13, 19-20, 30-31
 
Salmo: Sal 128:1-5
 
Segunda Lectura: Tesalonicenses 5:1-6
 
Santo Evangelio: Mt 25,14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.
»Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
»Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.
»Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.
»Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo’. Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes’».
 
Comentario:
Hoy, Jesús nos narra otra parábola del juicio. Nos acercamos a la fiesta del Adviento y, por tanto, el final del año litúrgico está cerca.
Dios, dándonos la vida, nos ha entregado también unas posibilidades -más pequeñas o más grandes- de desarrollo personal, ético y religioso. No importa si uno tiene mucho o poco, lo importante es que se ha de hacer rendir lo que hemos recibido. El hombre de nuestra parábola, que esconde su talento por miedo al amo, no ha sabido arriesgarse: «El que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor» (Mt 25,18). Quizá el núcleo de la parábola pueda ser éste: hemos de tener la concepción de un Dios que nos empuja a salir de nosotros mismos, que nos anima a vivir la libertad por el Reino de Dios.
La palabra "talento" de esta parábola -que no es nada más que un peso que denota la cantidad de 30 Kg de plata- ha hecho tanta fortuna, que incluso ya se la emplea en el lenguaje popular para designar las cualidades de una persona. Pero la parábola no excluye que los talentos que Dios nos ha dado no sean sólo nuestras posibilidades, sino también nuestras limitaciones. Lo que somos y lo que tenemos, eso es el material con el que Dios quiere hacer de nosotros una nueva realidad.
La frase «a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará» (Mt 25,29), no es, naturalmente, una máxima para animar al consumo, sino que sólo se puede entender a nivel de amor y de generosidad. Efectivamente, si correspondemos a los dones de Dios confiando en su ayuda, entonces experimentaremos que es Él quien da el incremento: «Las historias de tantas personas sencillas, bondadosas, a las que la fe ha hecho buenas, demuestran que la fe produce efectos muy positivos (…). Y, al revés: también hemos de constatar que la sociedad, con la evaporación de la fe, se ha vuelto más dura…» (Benedicto XVI).
* P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)
 
Palabras de San Pablo VI
“La Iglesia envía seguidores de Cristo, que le entregan todo a él; envía a los jóvenes llenos de fuego y de fantasía, que han intuido la más alta definición de la vida: una aventura de amor divino [...] Todo cristiano debe ser un verdadero cristiano, un perfecto cristiano. ¿Y cómo se llama la vida perfecta de un cristiano? Se llama “santidad”. Por ello, todo cristiano debe ser santo”.
 
Predicación del Evangelio:
¡Hay que arriesgarse!
Hoy con, parte del mundo sumergido en una gran crisis económica, la gente se aprieta el cinturón y, lejos de malgastar, mira y reflexiona sobre lo que es necesario y, deja a un lado, lo secundario. Pero, la vida de un cristiano, haga buen tiempo o malo, vivamos en la opulencia o en la estrechez, ha de estar siempre sazonada por el riesgo. Sí, hermanos y amigos; por el riesgo se ha de notar que quemamos horas, sudor, lágrimas y creatividad para que el Reino de Dios sea una realidad en el mundo.
 
Es más fácil criticar que hacer pero, también es verdad, al final de los tiempos –y esos tiempos llegarán– el Señor se inclinará del lado de aquellos que, con defectos y mil fallos, lejos de estar con los brazos cruzados se implicaron en el rumbo de la historia, intentándola teñir con los sabores del evangelio.
 
¿Qué estoy haciendo yo? ¿Qué puedo hacer yo? ¿Cómo me encuentro yo? Tres interrogantes que, en este domingo, nos puede sugerir la Palabra de Dios.
 
1.- ¿Qué estoy haciendo yo por Jesús? ¿Dar la cara por El, o avergonzarme de ser cristiano? ¿Aprovechar, cristianamente el tiempo, o simplemente vivirlo para uno mismo y en beneficio de uno mismo? El Señor, dueño del tiempo, nos lo ha dado no para controlarlo con un bonito reloj de muñeca y sí para que lo utilicemos con conciencia de lo que somos: hijos de Dios y fructificando en algo que merezca la pena.
 
2.- ¿Qué puedo hacer yo? Ni más ni menos que, sacando lo mejor de mí mismo, de nosotros mismos, ponerlo en movimiento. Invertir, genio y figura, actitudes y temperamento, inteligencia y reflexión. ¿Todo ello para qué? Para hacer felices a los demás y, por supuesto, para no decepcionar a Dios. Y es que, Dios, es un gran “inversor”. El capital somos nosotros, el gran banco es el mundo y, los intereses, vendrán al final de los tiempos cuando, al prensar la uva, se vea el buen mosto que fuimos o el vinagre que derramamos a nuestro paso. ¿Qué puedo hacer yo? ¿Tal vez algo más? ¿Tal vez aquello que más me cuesta? ¿Tal vez servirme menos y servir un poco más?
 
3.- ¿Cómo me encuentro yo? Vamos terminando el ciclo litúrgico. El domingo de Cristo Rey, resumirá perfectamente todo lo que hemos compartido, vivido y escuchado durante estos meses. En Él se centraliza el mundo, principio y fin de todo. ¿Hemos acogido su Palabra? ¿Me encuentro más lleno de Dios o con más y más trastos del escaparate del mundo? Hay que poner en danza los talentos que Dios nos ha dado. El “yo no sirvo para eso”, en más de una ocasión, es síntoma de justificación o de una fe descafeinada.
 
Cada día más se necesitan, hombres y mujeres, que con su intuición y discurrir, caminen hacia la autofinanciación plena. No podemos permitir, por comodidad, falta de ideas o ausencia de marketing, que la Iglesia sea totalmente dependiente de los poderes establecidos. También los creyentes, en ese sentido, no nos podemos quedar de brazos cruzados. Es la hora de valorar mucho más a nuestra Iglesia Diocesana, de ayudarle en sus necesidades y de huir de un gran peligro: la orfandad eclesial. No estamos solos; caminamos con la Iglesia; unidos a la Iglesia y comprometidos con ella.
 
Y también, nuestra Iglesia, tendrá que hacer un esfuerzo por no desaprovechar a personas con capacidad demostrada, con entusiasmo en la acción evangelizadora y con ímpetu para que, sigamos avanzando en la Nueva Evangelización de la que tanto nos hablaba San Juan Pablo II.
 
Y también, nuestra Iglesia, sin miedo y arriesgándose, tendrá que soltar algún que otro lastre que la paraliza, que la enmudece o que, simplemente, le hace aparecer ante la pantalla del mundo con claros síntomas de falta de ideas o empuje. Una Iglesia que, como Madre, ha de buscar –entre sus hijos e hijas– carismas y dones para que, lejos de enterrar o despreciar lo mucho que podemos hacer por ella, sea aprovechado. Cuando el Señor vuelva, también a algunos, les pedirá cuenta de los talentos que, por distintas razones, abortaron y dejaron a un lado.
 
(Padre Javier Leoz)
 
Poesía
Unidad cristiana
 
Es muy bueno y delicioso
habitar en comunión;
es divino, es hermoso
ser de un solo corazón.
 
No buscando ya lo nuestro
sino el bien de los demás;
el ejemplo del Maestro,
imitarlo más y más.
 
Perdonando las ofensas
y olvidándolas también
deben ya quedar suspensas
procurémonos el bien.
 
Reduciendo a la memoria
al Divino y buen Jesús:
no buscó jamás su gloria
prefiriendo aun la cruz.
 
El pecado dividiónos,
tristes huellas nos dejó,
mas el Cristo restaurónos,
con su amor nos vinculó.
 
-Arturo Borja Anderson-
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
Desde USA llega el agradecimiento a Dios y a las personas que rezaron por Luis Miguel S., que fue operado de cadera el pasado día 9 y dicha cirugía ha sido exitosa. Rezamos ahora por su pronta rehabilitación.
 
Desde Banfield, Buenos Aires, Argentina, Liliana agradece al Altísimo y a la Virgen María, nuestra Madre, que han bendecido la operación de hernia inguinal de su hija Natalia Jimena, que se realizó con todo éxito y al día siguiente ya estaba en su casa.
 
Desde Córdoba, Argentina, agradecemos la recuperación de Claudia P., joven mujer de 41 años de edad que ha salido ya de la internación que tuvo por Covid 19 y ahora seguirá en su casa, siempre bajo el maternal amparo de la Virgen de Lourdes, a la que habíamos invocado durante el período más crítico de su enfermedad.
 
Desde Córdoba, Argentina, el autor de “Pequeñas Semillitas” agradece a Dios, a la Virgen de Lourdes, a San José y a San Juan Pablo II, por haber llegado a las 4500 publicaciones de este boletín diario en internet y las redes sociales.
 
¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Noviembre 15
Pienso que hoy faltan vocaciones porque en las familias se ora poco; también porque hay demasiada riqueza, demasiada comodidad, no sólo en las familias, sino también en la vida religiosa... El acontecimiento más importante que he experimentado en mi vida es mi encuentro con Cristo. Él es mi apoyo... Tenemos que dar nuestro sí a Dios sin ninguna reserva.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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~AMDG~

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