PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4109 ~ Jueves 12 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Para
considerar y reflexionar, despojándonos de la arrogancia y vanidad que
caracteriza a nuestra especie, y despertar en el real contexto de la vida, de
nuestro tiempo y posición en el planeta; despertar a la belleza misma de lo
simple, en el esplendor de la sublime sencillez cósmica... siendo hermano de
una bacteria, la fresca hierba o un elefante, así como de una flor, un pajarito
y las caricias...
¡Recuerden!
los dinosaurios reinaron sobre la Tierra 250 millones de años y se
extinguieron, el hombre como tal, de lo que sabemos, lleva tan solo un
millón... y se cree aun ¡el "Rey de la Creación"!
Niños
incautos, dormidos en travesuras peligrosas... ¡que arrogancia!... ¡Qué ironía!
Por
un mundo mejor...
¡Buenos días!
Las tres hijas del rey
“La
justicia con amor te hace justo, sin amor te hace duro. La bondad con amor te
hace amable, sin amor te hace hipócrita. La inteligencia con amor sirve a la
justicia, sin amor te hace cruel. La agudeza con amor te hace capaz de adquirir
la verdad, sin amor te hace agresivo. La autoridad con amor te hace guía y
protector, sin amor te hace déspota.
Un rey tenía tres hijas, y a cada una le pidió una
explicación del valor de su amor por él. La mayor dijo que lo quería tanto como
el pan; la segunda, tanto como el vino, y la tercera, tanto como la sal... El
rey se enojó con su hija menor por haber elegido la sal, y la desterró de su
presencia. La hija permaneció desheredada, hasta que un día el cocinero del
palacio le dio un valioso consejo... Preparó a su padre una de sus comidas
favoritas, pero sin sal, totalmente insípida. Cuando el monarca probó aquel
manjar, nada apetecible porque carecía de sal, comprendió que no podía vivir
sin la sal, y recibió con gusto a su hija, al entender la profundidad de su amor.
La
amistad con amor te hace generoso, sin amor te hace interesado. La alegría con
amor te ayuda a ver a Dios en todo, sin amor te hace un bufón. Tus éxitos con
amor te hacen crecer, sin amor te hacen orgulloso. La vida con amor, lo es
todo, tiene sentido; sin amor, no vale
nada” En verdad, el amor es como la sal: da sabor y gusto a la vida.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Col 3, 12-17
♥ Salmo: Sal 150, 1-6
♥ Santo Evangelio: Lc 6,27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os
digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te
hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto,
no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no
se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros
igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los
pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a
vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si
prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También
los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más
bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a
cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque
Él es bueno con los ingratos y los perversos.
»Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No
juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida,
rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con
que midáis se os medirá».
♥ Comentario:
Hoy en el Evangelio, el Señor nos pide por dos veces
que amemos a los enemigos. Y seguidamente da tres concreciones positivas de
este mandato: haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan,
rogad por los que os difamen. Es un mandato que parece difícil de cumplir:
¿cómo podemos amar a quienes no nos aman? Es más, ¿cómo podemos amar a quienes
sabemos cierto que nos quieren mal? Llegar a amar de este modo es un don de
Dios, pero es preciso que estemos abiertos a él. Bien mirado, amar a los
enemigos es lo más sabio humanamente hablando: el enemigo amado se verá
desarmado; amarlo puede ser la condición de posibilidad para que deje de ser
enemigo. En la misma línea, Jesús continúa diciendo: «Al que te hiera en una
mejilla, preséntale también la otra» (Lc 6,29). Podría parecer un exceso de
mansedumbre. Ahora bien, ¿qué hizo Jesús al ser abofeteado en su pasión?
Ciertamente no contraatacó, pero respondió con una firmeza tal, llena de caridad,
que debió hacer reflexionar a aquel siervo airado: «Si he hablado mal, di en
qué, pero si he hablado como es debido, ¿por qué me pegas?» (Jn 18,22-23).
En todas las religiones hay una máxima de oro: «No
hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti». Jesús es el único que la
formula en positivo: «Lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo
vosotros igualmente» (Lc 6,31). Esta regla de oro es el fundamento de toda la
moral. Comentando este versículo, nos alecciona san Juan Crisóstomo: «Todavía hay
más, porque Jesús no dijo únicamente: ‘desead todo bien para los demás’, sino
‘haced el bien a los demás’»; por eso, la máxima de oro propuesta por Jesús no
se puede quedar en un mero deseo, sino que debe traducirse en obras.
Rev. D. Jaume AYMAR i Ragolta (Badalona, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Fiesta del Santo Nombre
de María
El evangelista san Lucas, en la escena de la
Anunciación, escribe: «Y el nombre de la Virgen era María». Benedicto XVI decía
el 12 de septiembre de 2006: «Celebramos hoy la fiesta del "Nombre de
María". A quienes llevan este nombre quisiera expresarles mi más cordial
felicitación por su onomástico. María, la Madre del Señor, recibió del pueblo
fiel el título de "Abogada", pues es nuestra abogada ante Dios. Desde
las bodas de Caná la conocemos como la mujer benigna, llena de solicitud
materna y de amor, la mujer que percibe las necesidades ajenas y, para ayudar,
las lleva ante el Señor. En el evangelio leemos cómo el Señor la entrega como
Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros. En todas las épocas
los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la
Madre han encontrado siempre la seguridad y la confiada esperanza que nos
llenan de gozo en Dios y en nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a María
como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios.
Sí, el que cree nunca está solo».
Oración: Te
pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos el nombre glorioso de
santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu misericordia. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“¡Dulce Madre, María! Haz
que tu nombre, de hoy en adelante, sea la respiración de mi vida. No tardes,
Señora en auxiliarme cada vez que te llame. Pues en cada tentación que me
combata, y en cualquier necesidad que experimente, quiero llamarte sin cesar: ¡María!”
Tema del día:
Oración para invocar el
nombre de María
¡Madre de Dios y Madre mía María!
Yo no soy digno de pronunciar tu nombre; pero tú que
deseas y quieres mi salvación, me has de otorgar, aunque mi lengua no es pura, que
pueda llamar en mi socorro tu santo y poderoso nombre, que es ayuda en la vida
y salvación al morir.
¡Dulce Madre, María! haz que tu nombre, de hoy en
adelante, sea la respiración de mi vida.
No tardes, Señora, en auxiliarme cada vez que te
llame.
Pues en cada tentación que me combata, y en cualquier
necesidad que experimente, quiero llamarte sin cesar; ¡María!
Así espero hacerlo en la vida, y así, sobre todo, en
la última hora, para alabar, siempre en el cielo tu nombre amado: “¡Oh
clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!”
¡Qué aliento, dulzura y confianza, qué ternura siento
con sólo nombrarte y pensar en ti!
Doy gracias a nuestro Señor y Dios, que nos ha dado
para nuestro bien, este nombre tan dulce, tan amable y poderoso.
Señora, no me contento con sólo pronunciar tu nombre;
quiero que tu amor me recuerde que debo llamarte a cada instante; y que pueda
exclamar con san Anselmo: “¡Oh nombre de la Madre de Dios, tú eres el amor
mío!”
Amada María y amado Jesús mío, que vivan siempre en
mi corazón y en el de todos, vuestros nombres salvadores.
Que se olvide mi mente de cualquier otro nombre, para
acordarme sólo y siempre, de invocar vuestros nombres adorados.
Jesús, Redentor mío, y Madre mía María, cuando llegue
la hora de dejar esta vida, concédeme entonces la gracia de deciros: “Os amo,
Jesús y María; Jesús y María, os doy el corazón y el alma mía”.
Biblioteca de archivos
Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas
Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la
columna lateral derecha, hay un enlace con la misma imagen que ves arriba de
este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando
allí encontrarás una selección de los mejores artículos publicados en “Pequeñas
Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Entre los archivos de texto (pdf) están en forma
completa los documentos papales: "Lumen
Fidei", "Evangelii Gaudium",
"Misericordiae Vultus" y
"Laudato Si". También está
el Diario de Santa Faustina, hay enlaces para ver películas con la vida de
grandes santos de la Iglesia y numerosos artículos más, de gran interés para
los lectores.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
A veces estamos acostumbrados a decir oraciones ya
hechas y repetirlas muchas veces como en el rezo del Santo Rosario, y eso está
muy bien. Pero no debemos olvidar que a veces nos puede suceder que necesitemos
desahogar nuestro corazón con Dios de forma directa y sencilla, contándole lo
que nos pasa, e incluso rezando sin palabras, sino con una simple mirada al
Señor, a una imagen suya, o elevando los ojos al Cielo y también con llanto en
los ojos.
Tenemos que practicar este modo de oración personal
con Jesús, porque la oración nos ayuda a unirnos al Señor, y no interesa tanto
con qué oración nos unimos a Él, sino que lo que importa es que nos unamos, ya
sea de una manera o de otra.
Hay veces que estamos abatidos y no podemos rezar
oraciones hechas, y ni siquiera podemos hablar, por el gran dolor que nos
embarga o por el grave problema en que estamos. Es entonces cuando debemos
recostar la cabeza sobre el pecho de Jesús resucitado que está a nuestro lado
siempre, y descansar en él y tomar fuerzas de ese Corazón Sagrado, para seguir
en el combate de la vida y no claudicar ni ser arrastrados por el mal y la
desgracia, y recibir una caricia suya.
También habrá días en los que de tan cansados que
estamos no podemos ni elevar una oración al Señor. Pues bien, aunque no recemos
oraciones prefijadas, digámosle a Jesús, espontáneamente lo que sentimos, y así
estaremos rezando y muy bien.
“Debes hablarle a Jesús,
no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones
debes hablarle solo con el corazón” (San Padre Pío de Pietrelcina)
(Portal de Oración)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 12
Cuando se nos pregunta con qué fundamentos nosotros
creemos, esperamos y gozamos por adelantado de la eterna felicidad, deberemos
responder: Apoyándonos en el Padre
celestial, que se ha dignado hacernos sus hijos.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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