PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4106 ~ Lunes 9 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Debemos
enlazar nuestros sueños con lo que está disponible en nuestra circunstancia.
Hay que aprender a ver el lado positivo de todo lo que nos rodea. De esa
manera, el éxito está asegurado.
Asegúrate
de que tus sueños y objetivos estén basados en la realidad. Aquellos basados en
la fantasía son solo eso, ilusiones. Incluso en los sueños basados en la
realidad, debes conocer tus capacidades y tus posibilidades de cumplirlos según
tu situación. ¿Consideras los obstáculos que aparecen en tu vida como un reto?
Entonces tu optimismo es correcto. Si de lo contrario sales corriendo ante el
primer problema, tu optimismo no te llevará a ninguna parte. Los sueños que no
son practicables no se harán realidad por más positivo que seas.
¡Buenos días!
Los niños aprenden lo que viven
“Las
palabras mueven, los ejemplos arrastran”, dice el proverbio. En efecto, nada es
mejor que el testimonio de vida para moldear el carácter de los niños en el
hogar. Por eso es determinante que los padres evalúen su propia conducta para
que todo incida positivamente en sus hijos. Por ejemplo: dominio de si mismos,
sinceridad permanente, prioridad del deber, etc.
Si un niño vive con tolerancia, aprenderá a ser
paciente. Si un niño vive con aliento, aprenderá a tener confianza. Si un niño
vive entre críticas, aprenderá a condenar. Si un niño vive entre hostilidad y
discordia aprenderá a pelear. Si un niño vive con miedo, aprenderá a ser
aprensivo. Si un niño vive con reconocimiento y estímulo, aprenderá a apreciar
y a tener un objetivo. Si un niño vive con seguridad, aprenderá a tener fe. Si
un niño vive con aprobación, aprenderá a quererse a sí mismo y a encontrar amor
en el mundo. Si un niño vive con amor y amistad, aprenderá a amar a los demás.
El
ejemplo debe subrayar lo que inculcas con las palabras. No puedes escribir con
una mano y borrar con la otra. Sólo es posible influir positivamente con la
coherencia total. Por ejemplo, ¿puede un padre o una madre orientar por el
camino de la sinceridad a sus hijos, cuando manda responder a quien pregunta
por teléfono: “Dile que no estoy”?
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Col 1, 24—2, 3
♥ Salmo: Sal 61, 6-7. 9
♥ Santo Evangelio: Lc 6,6-11
Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y
se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban
al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de
qué acusarle. Pero Él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la
mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio». Él, levantándose, se puso allí.
Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien
en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla». Y mirando a
todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo, y quedó restablecida su
mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.
♥ Comentario:
Hoy, Jesús nos da ejemplo de libertad. Tantísimo
hablamos de ella en nuestros días. Pero, a diferencia de lo que hoy se pregona
y hasta se vive como “libertad”, la de Jesús, es una libertad totalmente
asociada y adherida a la acción del Padre. Él mismo dirá: «Os aseguro que el
Hijo del hombre no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer
al Padre; lo que hace el Padre, lo hace el Hijo» (Jn 5,19). Y el Padre sólo
obra, sólo actúa por amor.
El amor no se impone, pero hace actuar, moviliza
devolviendo con amplitud la vida. Aquel mandato de Jesús: «Levántate y ponte
ahí en medio» (Lc 6,8) tiene la fuerza recreadora del que ama, y por la palabra
obra. Más aún, el otro: «Extiende tu mano» (Lc 6,10), que termina logrando el
milagro, restablece definitivamente la fuerza y la vida a lo que estaba débil y
muerto. “Salvar” es arrancar de la muerte, y es la misma palabra que se traduce
por “sanar”. Jesús sanando salva lo que de muerto había en ese pobre hombre
enfermo, y eso es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus criaturas.
Así, en la nueva creación en donde el Hijo no hace otra cosa más que lo que ve
hacer al Padre, la nueva ley que imperará será la del amor que se pone por
obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al
hermano necesitado.
Entonces, libertad y amor conjugados son la clave
para hoy. Libertad y amor conjugados a la manera de Jesús. Aquello de «ama y
haz lo que quieras» de san Agustín tiene hoy vigencia plena, para aprender a
configurarse totalmente con Cristo Salvador.
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza, Argentina)
Santoral Católico:
San Pedro Claver
Esclavo de los esclavos
[Murió el 8 de septiembre y su memoria se celebra el
9 del mismo mes]. Nació en Verdú, provincia de Lérida en España, el año 1580. A
los 22 años, cuando estudiaba filosofía en la Universidad de Barcelona, ingresó
en la Compañía de Jesús. Hechos los votos, lo enviaron al colegio de Mallorca,
donde sintió la vocación misional por obra, en particular, de san Alonso
Rodríguez, portero del colegio. Partió de Sevilla hacia Colombia en 1610.
Ordenado sacerdote en 1616 en Cartagena de Colombia, ejercitó allí mismo hasta
su muerte el apostolado entre los esclavos negros, llevados desde África para
ser vendidos. En 1622 hizo el voto de ser esclavo de los «etíopes», o sea, los
negros. Llevó una vida heroica en el servicio a los esclavos, a quienes atendía
fueron católicos o no. Bautizó a muchísimos. Sembró paz y caridad, y el Señor
lo acreditó con el don de milagros. Tras una larga enfermedad, murió en la
misma Cartagena el 8 de septiembre de 1654. León XIII lo declaró patrono
especial de las misiones entre los pueblos negros.
Oración: Oh
Dios, que fortaleciste a san Pedro Claver con admirable caridad y paciencia
para ser esclavo de los esclavos; concédenos por su intercesión buscar lo que
es de Jesucristo amando a nuestros hermanos con obras y de verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
"Los jóvenes responden
con diligencia cuando se les propone con sinceridad y verdad el encuentro con
Jesucristo, único redentor de la humanidad. Ellos regresan ahora a sus casas
como misioneros del Evangelio, «arraigados y cimentados en Cristo, firmes en la
fe», y necesitarán ayuda en su camino". (Benedicto XVI)
Tema del día:
Todo bajo control
Detrás de lo imprevisible, detrás de las mil
sorpresas de la vida, sigue la mano de Dios.
Muchos tenemos el deseo de controlar el presente y el
futuro, y hacemos todo lo posible para lograr esta meta.
Preparar bien los detalles de un viaje, ir a una
revisión médica, hablar con un experto de negocios para que nos ayude a
invertir bien nuestro dinero, evitar los peligros de un accidente o de un robo.
Son actos que realizamos para que no nos sorprenda un imprevisto, para que un
mal paso no ponga nuestra vida, débil, frágil, vulnerable, en situaciones que
quisiéramos ver lo más lejos posible de nuestro camino cotidiano.
Pero la vida nos sorprende. Escapa y corre mucho más
allá y más rápido que nuestras previsiones. Aquel médico que nos dijo que todo
estaba bien no pudo prever que al salir del hospital caería sobre nosotros una
garrapata de esas que provocan enfermedades muy molestas. El psicólogo que
certificó la salud emocional del hijo no había sido capaz de descubrir lo que
iba a iniciar cuando un grupo de amigos le invitasen a aspirar un poco de
hachís. El amigo que nos aseguró que este banco era seguro al cien por cien no
pudo imaginar que al ir a llevar nuestro dinero a la sucursal nos iban a
recibir no los cajeros, sino unos ladrones “profesionales” y bien armados.
No se trata, desde luego, de ver peligros en todas
partes, ni de dejar de tomar precauciones para evitar males que, con un poco de
atención, podemos alejar de nuestras vidas. La previsión y el análisis atento
de la realidad son parte de la virtud de la prudencia, esa virtud que los
filósofos consideraban la reina de las virtudes, pues todo lo demás depende de
ella.
Pero también es parte de la misma prudencia y del
realismo de la vida el reconocer que hay una enorme cantidad de eventos y de
cosas que escapan a nuestro control. Como también es realismo abandonar
cualquier obsesión quisquillosa que nos paralice precisamente porque queremos
tener todos los hilos en la mano, todo bajo control.
Hemos de reconocer esta sencilla verdad: no podemos
tener todo bajo control. La vida en la tierra, por su misma naturaleza, nos
lleva al riesgo y a la aventura, a lo imprevisible, a lo inesperado. También,
hay que decirlo, con sorpresas felices: aquella enfermedad que para la medicina
era incurable, de repente ha dejado de existir. La falta de dinero en la
familia se soluciona (a alguno le tiene que tocar) con el premio de la lotería.
Y un amigo nos avisa que están buscando un nuevo empleado en esta empresa,
precisamente dos días después de que nos dieron de baja en nuestra oficina de
trabajo.
Detrás de lo imprevisible, detrás de las mil
sorpresas de la vida, sigue la mano de Dios. Un Dios que es Padre, que nos
hizo, que nos llama, que arriesga mucho con cada vida humana. Un Dios que me
conoce y que me invita a la confianza. Aunque muchas cosas no estén, según mi
pobre punto de vista, bajo control.
Dios sabe por qué pasa lo que pasa. A mí me pide
poner lo que esté de mi parte para que todo salga de la mejor manera posible, y
confiar por completo en Dios para dejarle llevar adelante el trayecto de mi
vida.
La última palabra se escribirá cuando el corazón se
pare y llegue, irremediable, la muerte. Será una palabra de amor y de
esperanza, será un encuentro con un Dios que tenía “todo bajo control”,
discretamente, misteriosamente, con un amor que supera en mucho todas las
ilusiones humanas.
P. Fernando Pascual (Catholic.net)
"Pequeñas
Semillitas" por email
Si
lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas
Semillitas" por correo electrónico.
Las
suscripciones son totalmente gratuitas y solo tienes que solicitarlas
dirigiéndote por e-mail a info@pequesemillitas.com
A
todos los que las reciben, los invito a que compartan las "Pequeñas Semillitas" reenviándolas a sus contactos, y de
ese modo ayudan a sembrar en el mundo la alegría del Evangelio.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Siempre podemos sanar nuestros patrones de
pensamiento y lograr cambios favorables en nuestra salud. No merecemos estar
con dolores de cabeza crónicos o ser susceptibles de alergias. La enfermedad es
una manera en que el cuerpo nos dice que tenemos una falsa idea en nuestro
subconsciente y que no la hemos resuelto. Esta es una gran oportunidad de
voltear a verlo y a observar cómo estamos tratándonos a nosotros mismos. El
cuerpo nos está diciendo que no estamos pensando, diciendo o haciendo algo en
nuestro más elevado bien. Así que, cuando comiences a sentirte enfermo,
recuerda que es probable que tu cuerpo te esté diciendo que prestes más
atención. Cuidarse a sí mismo es muy necesario.
Ahora bien, cuando aliviamos ese dolor o esos
síntomas a nivel físico únicamente, no quiere decir que se irán para siempre.
Esta es la razón por la cual muchas personas tienen enfermedades crónicas.
Curar la enfermedad a nivel físico no nos va a traer un completo estado de
plenitud y salud. Cuando sanamos a nivel emocional y espiritual es cuando
verdaderamente sanamos.
La salud total está relacionada con la mente, el
cuerpo y el espíritu. Con los tres juntos. Moverte de la enfermedad al
bienestar es algo que se logra únicamente a través de cuidarte adecuadamente,
tener la alimentación apropiada y descansar suficiente. Pero también practicar
el pensamiento positivo y reflexionar temas emocionales y espirituales.
Y tener presente que la sanidad definitiva y absoluta
solo procede de Dios.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma del
señor Osvaldo Antonio F., de San
Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que con 88 años de edad, dejó este mundo para
regresar a la Casa del Padre.
Pedimos oración para las siguientes personas de Mëxico: Martha Z., que hace ocho días ha sufrido un derrame cerebral; la bebita Laura Z., de dos meses, con problemas respiratorios; y por la salud física y espiritual de Martha Angélica T. N. Por todos ellos, te rogamos Señor.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 9
No debo ocultarme a mí mismo que el seguimiento de
Cristo no es algo fácil; todo lo contrario, es dificultoso.
Este convencimiento de la dificultad que me espera
para poder vivir en plenitud el Evangelio de mi vida consagrada al Señor,
deberá llevarme a recordar de continuo aquella advertencia del Señor: Sin mí, no pueden hacer nada. (Jn 15,5).
También tendré que fundamentar mi confianza en la
otra afirmación no menos cierta: Todo lo
puedo en aquel que me conforta (Flp 4,13)
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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