PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4108 ~ Miércoles 11 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
"Señor
Jesús que has ofrecido en la cruz tu vida por mí porque me amas. Me has amado
hasta el final, incluso hasta la muerte. Tú has abierto tu corazón para que yo
pueda refugiar en él mi ansiedad, mi desgarramiento, mis sentimientos de culpa.
Te doy gracias por tu amor crucificado que me deja en libertad y me permite
vivir. Te suplico me concedas que yo acoja de tal manera tu amor en mí, que se
derrame a través de mí a las personas con las que cada día tengo contacto.
Permíteme ser permeable a tu amor y experimentar en él el fundamento de mi
existencia. Amén."
(Ansel Grun)
¡Buenos días!
Enséñame a ser generoso
La
generosidad es una virtud que te pone en sintonía con Dios que es todo amor y
donación de sí mismo. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos
pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría
de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.
Señor, enséñame a ser generoso, a dar sin calcular, a
devolver bien por mal, a servir sin esperar recompensa, a acercarme al que
menos me agrada, a hacer el bien al que nada puede retribuirme, a amar siempre
gratuitamente, a trabajar sin preocuparme del reposo. Y, al no tener otra cosa
que dar, a donarme en todo y cada vez más a aquel que necesita de mí esperando
sólo de ti la recompensa. O mejor: esperando que tú mismo seas mi recompensa.
Amén.
El egoísmo
atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás, encuentra su
madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno,
si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los
demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque
la vida sin amor no vale nada.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Col 3, 1-11
♥ Salmo: Sal 144, 2-3. 10-13b
♥ Santo Evangelio: Lc 6,20-26
En aquel tiempo, Jesús alzando los ojos hacia sus
discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de
Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis
cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban
vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y
saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese
modo trataban sus padres a los profetas.
»Pero... ¡Ay de vosotros, los ricos!, porque habéis
recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!,
porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y
llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo
trataban sus padres a los falsos profetas».
♥ Comentario:
Hoy, Jesús señala dónde está la verdadera felicidad.
En la versión de Lucas, las bienaventuranzas vienen acompañadas por unos lamentos
que se duelen por aquellos que no aceptan el mensaje de salvación, sino que se
encierran en una vida autosuficiente y egoísta. Con las bienaventuranzas y los
lamentos, Jesús hace una aplicación de la doctrina de los dos caminos: el
camino de la vida y el camino de la muerte. No hay una tercera posibilidad
neutra: quién no va hacia la vida se encamina hacia la muerte; quién no sigue
la luz, vive en las tinieblas.
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el
Reino de Dios» (Lc 6,20). Esta bienaventuranza es la base de todas las demás,
pues quien es pobre será capaz de recibir el Reino de Dios como un don. Quien
es pobre se dará cuenta de qué cosas ha de tener hambre y sed: no de bienes
materiales, sino de la Palabra de Dios; no de poder, sino de justicia y amor.
Quien es pobre podrá llorar ante el sufrimiento del mundo. Quien es pobre sabrá
que toda su riqueza es Dios y que, por eso, será incomprendido y perseguido por
el mundo.
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis
recibido vuestro consuelo» (Lc 6,24). Esta lamentación es también el fundamento
de todas las que siguen, pues quien es rico y autosuficiente, quien no sabe
poner sus riquezas al servicio de los demás, se encierra en su egoísmo y obra
él mismo su desgracia. Que Dios nos libre del afán de riquezas, de ir detrás de
las promesas del mundo y de poner nuestro corazón en los bienes materiales; que
Dios no permita que nos veamos satisfechos ante las alabanzas y adulaciones
humanas, ya que eso significaría haber puesto el corazón en la gloria del mundo
y no en la de Jesucristo. Nos será provechoso recordar lo que nos dice san
Basilio: «Quien ama al prójimo como a sí mismo no acumula cosas innecesarias
que puedan ser indispensables para otros».
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Rubí, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Juan Gabriel
Perboyre
Presbítero y Mártir
Nació en Montgesty (Mediodía-Pirineos, Francia) en
1802 de familia numerosa; tanto él como sus dos hermanos entraron en la
Congregación de la Misión, y Jean-Gabriel recibió la ordenación sacerdotal en
1826. Comenzó su ministerio en la formación de los seminaristas, pero a la
muerte de su hermano Luis durante su viaje a China, solicitó sustituirlo. Llegó
a China en 1835 y, después de ambientarse y prepararse en Macao, inició su
ministerio. En 1839 se desencadenó la persecución contra la religión cristiana.
El 16 de septiembre de aquel año, fue detenido por un grupo de soldados que,
con amenazas, habían obligado a un catecúmeno a revelar el lugar donde se
escondía el misionero. Así inició su largo calvario, indefenso, a merced de
carceleros y jueces. Lo sometieron a varios procesos y un sinfín de
interrogatorios. Le pidieron que traicionara a sus compañeros de fe, pero
siempre se negó. El 11 de septiembre de 1840 fue llevado junto con siete
delincuentes a una altura de Wuchang (Hebei), donde los estrangularon. San Juan
Pablo II lo canonizó en 1996.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano –
Catholic.net
Pensamiento del día
“No estoy de acuerdo con lo
que dices,
pero defenderé con mi vida
tu derecho a decir lo que
piensas”.
(Voltaire)
Tema del día:
La vocación
Cuando en nuestra vida diaria nos damos a la tarea de
buscar una opción preferencial, comúnmente los jóvenes nos encontramos con un
gran dilema: ¡No sabemos para dónde orientar nuestra vida!
Y comenzamos a vivir una de las crisis más fuertes de
la vida, pues de esta decisión dependerá nuestro futuro, próximo y remoto. Se
nos ofrecen una gama de elementos que nos llevan a vislumbrar las facilidades
que nos ofrece el mundo, y empezamos por recorrer planes de estudio, nos
interesamos por alguna carreras especialmente por aquellas que nos ayuden a una
realización humana; conforme la sociedad lo necesita; pero lo cierto es que
muchas de ellas, al terminarlas, nos dejan con una sensación de vacío; no nos
llevan a la realización que esperábamos.
¿Por qué sucede esto?, la respuesta en muy sencilla,
el hombre lo que va a buscar, por naturaleza, es su propia satisfacción; pero
olvidamos que el hombre es un ser religioso, que está ligado a un ser supremo,
a alguien a quien podemos llamar Dios, aquí no importa el credo, la condición
social, el nivel económico.
Ese “Alguien” nos llama a compartir con él la vida,
pero si lo que nos preocupa es la realización humana, luego entonces ese
“alguien” queda excluido de nuestros proyectos, nos queremos realizar como
profesionales, pero... ¿Cómo nos podremos desarrollar humanamente, si estamos
dejando aún lado un campo de la persona muy importante, como lo es el
espiritual, lo que concierne a la fe?
En el momento en que nos arriesgamos a pensar, no
solamente en lo económico, en la realización humana conforme el mundo lo
quiere, sino también en mi felicidad, en mi realización como persona, en donde
lo que importe no es tanto el obtener un bien material, sino el descubrir que
por lo que he optado, me realiza a mí y a otros junto conmigo, que no sólo yo
obtengo beneficios de mi opción, sino también otros resultan beneficiados, es
ahí donde estamos entrando en el ámbito del servicio, en el ámbito de la
donación de la persona misma, en el ámbito, ya no de una profesión, sino de una
VOCACIÓN, exactamente esta es la parte donde nosotros le damos cavidad a ese
“alguien” de quien hablamos hace un momento y lo invitamos a ser parte de nuestra
realización, es aquí donde nos descubrimos como personas y los vacíos quedan
saciados, la vocación nos ayuda a la realización personal desde la perspectiva
de la fe.
Pero, ¿qué queremos decir con esto? La vocación y la
profesión no están peleadas entre sí, al contrario se unen mutuamente para que
la persona se descubra y se realice; pero bueno, aquí podríamos plantear un
interrogante ¿Qué es en sí la vocación?
La vocación es un llamado hecho por ese “alguien”
(Dios), que nos invita a transformar nuestra realidad, podríamos decir que es
un diálogo con Dios, pero es un diálogo con una clave, que es el amor; podemos
decir, pues, que también es un diálogo amoroso con Dios; este diálogo nos
cuestiona, nos empuja a dar una respuesta; y esa respuesta debe estar dada en
una realidad y contexto histórico concreto, sí, en nuestra propia realidad Dios
nos llama, nos interpela, nos invita a participar en algo; y ese algo se
constituirá nuestra misión, la respuesta dada es parte de la misión que todos
tenemos que dar, no como obligación sino acción de agradecimiento a ese diálogo
con quien nos habla en clave de amor con nosotros.
Fuente: Catholic.net
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Un niño muy educado y formal subió a un avión, buscó
su asiento y se sentó. El niño abrió su cuaderno de pintar y empezó a
colorearlo. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el
avión.
Durante un buen rato, hubo tormenta y mucha
turbulencia. En un determinado momento hubo una sacudida fuerte, y todos se
pusieron muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo
momento.
¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué estaba tan calmado? Una
mujer frenética le preguntó:
-Niño: ¿no tienes miedo?
-No señora-, contestó el niño y mirando su cuaderno
de pintar le dijo:
-"Mi padre es el piloto".
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos
sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y
nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos dónde agarrarnos, y no nos
sentimos seguros. En esos momentos hay que recordar que nuestro Padre Celestial
es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas
en el creador del cielo y la tierra.
Esa es la fe, la que nos alienta y nos da confianza
en los momentos difíciles. Démosle gracias a Dios por la fe que nos ha regalado
y pidámosle que nos la conserve y se la dé a aquellos que pasan por momentos de
prueba…
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 11
La humildad y el servicio son las mayores excelencias
en el Espíritu de Jesús. El máximo servicio, como expresión del máximo amor, lo
da el que llega a morir por los demás.
Una forma de morir es entregar la vida en un acto de
generosidad heroica, como el soldado que muere por la patria, o como el
sacerdote que cae bajo las balas de un pelotón por guardar fidelidad a su
compromiso sacerdotal.
Pero hay otra forma de morir: poco a poco, gota a
gota, día a día, momento tras momento, deshilachándose en el cumplimiento de un
deber monótono y persistente.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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