PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4104 ~ Miércoles 4 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dice
el Padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita de Córdoba, Argentina, en su libro
"Semillas de Cielo y Tierra":
"Cada
cristiano es responsable del hambre del otro: sea de amistad, de pan material,
de comprensión, de justicia, de una palabra bien dicha, de perdón, de una
caricia que suavice el dolor. No podemos pasar distraídos por esta vida sin
hacernos cargo de las pequeñas o grandes multitudes que Dios nos ha puesto al
lado para que cuidemos".
Ciertamente
una reflexión profunda y hermosa para que la pensemos y la pongamos en práctica.
¡Buenos días!
El guerrero y su esposa
La
tormenta es un buen símbolo de nuestras crisis, angustias, pérdidas, fracasos…
En fin de todo lo que se presenta como algo doloroso, funesto e indeseable en
tu vida. Pero son inevitables. Lo bueno es encontrar en todas ellas el lado
positivo. Muy expresivamente escribió Luis Veuillot: “Hay bendiciones de Dios
que entran en casa rompiendo los cristales”.
Un valiente guerrero regresó a su pueblo después de
haber combatido por su patria. Al llegar a casa, su alma se derrumbó cuando le
dijeron que su amada esposa había muerto. Abatido por el dolor, fue a consultar
a un sabio anciano y, entre otras cosas, le preguntó: —¿Qué puedo hacer para no
olvidarme de mi querida esposa? —Construye un pozo en el desierto: -dijo el
anciano-. Así, todas las caravanas darán gracias a Dios por calmar la sed y por
tu amada esposa. Hizo el pozo y descubrió el apenado guerrero que había ganado
la batalla más importante de la vida: Había derrotado la desesperación y al
pesimismo.
“La
lección más significativa que puede aprender el hombre en su vida no es que en
el mundo hay dolor, sino que depende de nosotros sacar provecho de él, pues se
nos ha permitido transformarlo en gozo” (R. Tagore). Bien recibido y madurado,
el dolor acrecentará tu caudal de sabiduría, paz y amor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Col 1, 1-8
♥ Salmo: Sal 51, 10-11
♥ Santo Evangelio: Lc 4,38-44
En aquel tiempo, saliendo de la sinagoga, Jesús entró
en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron
por ella. Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó;
ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos
cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo Él
las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de
muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él, conminaba y no
les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.
Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar
solitario. La gente le andaba buscando y, llegando donde Él, trataban de
retenerle para que no les dejara. Pero Él les dijo: «También a otras ciudades
tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido
enviado». E iba predicando por las sinagogas de Judea.
♥ Comentario:
Hoy nos encontramos ante un claro contraste: la gente
que busca a Jesús y Él que cura toda “enfermedad” (comenzando por la suegra de
Simón Pedro); a la vez, «salían también demonios de muchos, gritando» (Lc
4,41). Es decir: bien y paz, por un lado; mal y desesperación, por otro.
No es la primera ocasión que aparece el diablo
“saliendo”, es decir, huyendo de la presencia de Dios entre gritos y
exclamaciones. Recordemos también el endemoniado de Gerasa (cf. Lc 8,26-39).
Sorprende que el propio diablo “reconozca” a Jesús y que, como en el caso del
de Gerasa, es él mismo quien sale al encuentro de Jesús (eso sí, muy rabioso y
molesto porque la presencia de Dios perturbaba su vergonzosa tranquilidad).
¡Tantas veces también nosotros pensamos que
encontrarnos con Jesús es un estorbo! Nos estorba tener que ir a Misa el
domingo; nos inquieta pensar que hace mucho que no dedicamos un tiempo a la
oración; nos avergonzamos de nuestros errores, en lugar de ir al Médico de
nuestra alma a pedirle sencillamente perdón... ¡Pensemos si no es el Señor
quien tiene que venir a encontrarnos, pues nosotros nos hacemos rogar para
dejar nuestra pequeña “cueva” y salir al encuentro de quien es el Pastor de
nuestras vidas! A esto se le llama, sencillamente, tibieza.
Hay un diagnóstico para esto: atonía, falta de
tensión en el alma, angustia, curiosidad desordenada, hiperactividad, pereza
espiritual con las cosas de la fe, pusilanimidad, ganas de estar solo con uno
mismo... Y hay también un antídoto: dejar de mirarse a uno mismo y ponerse
manos a la obra. Hacer el pequeño compromiso de dedicar un rato cada día a
mirar y a escuchar a Jesús (lo que se entiende por oración): Jesús lo hacía, ya
que «al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario» (Lc 4,42). Hacer
el pequeño compromiso de vencer el egoísmo en una pequeña cosa cada día por el
bien de los otros (a eso se le llama amar). Hacer el pequeño-gran compromiso de
vivir cada día en coherencia con nuestra vida cristiana.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Rosalía
Virgen Ermitaña
"Guirnalda de rosas", en latín; quizá
derivado del germánico Rosalinda: "Escudo del honor". Vivió en el
siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos sobre su patria y
vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a una cueva del monte
Coscina y luego a otra del monte Pellegrino, cercano a Palermo. En la Edad
Media se le dedicaron varias iglesias y se le consideró Protectora y Patrona de
Palermo. Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la
incluyó como santa en el Martirologio. Se le invoca como abogada contra la
peste y los terremotos. La iconografía la presenta como ermitaña o bien
revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de
rosas, en alusión a su nombre; y un crucifico y una calavera, por su ascesis.
Para más información hacer clic acá.
© EWTN – Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día
"No me importa que me
humillen con tal de que todo sea para gloria de Dios y verdadero bien mío, para
santificación de mi espíritu [...] A propósito de la humildad, evitaré en
cuanto sea posible el hablar de mí en primera persona" (San Juan XXIII)
Tema del día:
Contento Señor, contento
Este jesuita chileno contemporáneo tenía como lema:
“Contento, Señor, contento”, Frase que San Alberto la dirigía en primer lugar a
Jesús: Contento, Señor, con Vos.
Hurtado no estaba contento consigo mismo, en primer
lugar, ni con el mundo que le tocó vivir, sino contento con Jesús. Y en Jesús,
sí: contento con todo lo demás. No era la suya una de esas frases positivas de
la autoayuda sino algo más profundo.
Si miramos la fuente de ese estar siempre contento
vemos que es Cristo: “Cristo es la fuente de nuestra alegría. En la medida que
vivamos en Él viviremos felices”.
Para San Alberto: “En la vida no hay dificultades,
sólo hay circunstancias. Dios lo conduce todo, y todo lo conduce bien. No hay
más que abandonarse (en sus manos), y servir a cada instante en la medida de lo
posible.”
Claro, esta manera de mirar los problemas cambia
todo, permite mantener la paz y la alegría en medio de las dificultades…
Renovamos, pues, la petición de estar contentos con
el Señor: Contentos, Jesús, contigo. Y en vos, contentos con todo lo demás. Con
nuestros hermanos más pequeños. Contentos de poder decirles: Sí, Patroncito,
sintiendo que le estamos diciendo que sí a nuestro Padre. Contentos con vos,
Jesús, y en vos, contentos con nuestros hermanos y compañeros de trabajos,
contentos con el puesto que nos has asignado y con las tareas que afrontamos,
contentos incluso con las dificultades. ¡Contentos, Señor, muy contentos!
También me gustaría que nos detuviéramos en otra
frase de San Alberto que a fuerza de ser repetida a veces uno piensa que ya
sabe lo que quiere decir: “el pobre es Cristo”:
“El prójimo, el pobre en especial, es Cristo en persona. Lo que
hiciereis al menor de mis pequeñuelos a ‘mí’ me lo hacéis”.
Hurtado precisaba bien esto del evangelio y lo bajaba
a la realidad de la calle: “El pobre cartonero, el lustrabotas... La mujercita
con tuberculosis, la que tiene piojos, es Cristo. El borracho... no nos
escandalicemos... ¡Es Cristo! ¡Insultarlo! Burlarse de él, despreciarlo... ¡Es
despreciar a Cristo!
¡Lo que hiciereis al menor, a mí me lo hacéis! Esta
es la razón del nombre “Hogar de Cristo”, en la obra que él impulsó.
Mensaje de María Reina
de la Paz
Mensaje de María Reina
de la Paz del 2 de setiembre de 2019
“Queridos hijos, ¡orad! Rezad el Rosario cada día,
esa corona de flores que me enlaza directamente, como Madre, con vuestros
dolores, sufrimientos, deseos y esperanzas.
Apóstoles de mi amor, estoy con vosotros por la
gracia y el amor de mi Hijo, y os pido oraciones. El mundo tiene mucha
necesidad de vuestras oraciones para que las almas se conviertan. Abrid con
total confianza vuestros corazones a mi Hijo, y Él escribirá en ellos un
resumen de Su palabra: eso es el amor. Vivid un vínculo indisoluble con el
Sagrado Corazón de Mi Hijo. Hijos míos, como Madre os digo que ya es hora de
que os arrodilléis ante mi Hijo, que lo reconozcáis como vuestro Dios, el
centro de vuestra vida. Ofrecedle dones, lo que Él más ama es el amor al
prójimo, la misericordia y un corazón puro.
Apóstoles de mi amor, muchos de mis hijos aún no
reconocen a mi Hijo como su Dios, aún no han conocido Su amor. Pero vosotros,
con vuestra oración pronunciada desde un corazón puro y abierto, con los dones
que ofrecéis a mi Hijo, haréis que se abran, incluso los corazones más
endurecidos.
Apóstoles de mi amor, el poder de la oración,
pronunciada desde el corazón -la poderosa oración llena de amor-, cambia el mundo.
Por eso, hijos míos, orad, orad, orad. Yo estoy con vosotros. ¡Os doy las
gracias!”
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Un maestro quería enseñarles una lección especial a
sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes:
uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.
A los que escogieron el de treinta les puso una
"C", sin importar que hubieran contestado correctamente todas las
preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una "B", aún
cuando más de la mitad de las respuestas estuvieran mal. Y a los que escogieron
el de cincuenta les puso una "A", aunque se hubieran equivocado en
casi todas.
Como los estudiantes no entendían nada, el maestro
les explicó: "Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba
examinando su conocimiento sino su voluntad de apuntar a lo alto".
Nuestra meta como seres humanos debe ser siempre
apuntar a lo alto, no solamente en nuestros proyectos de vida tales como
profesión, estudios, negocios etc., sino también fijarnos la meta en aquello
que tiene aún más valor.
(Extraído del libro “La culpa es de la
vaca” de Jaime Lopera Gutiérrez y Martha Inés Bernal Trujillo)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 4
Ser cristiano es unirse a Cristo, como a alguien...
...a quien se conoce íntimamente.
...a quien se ama apasionadamente.
...a quien se sirve heroicamente.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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