PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4127 ~ Lunes 30 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
vida cristiana no es para cobardes, para los que quieren pactar con sus
enemigos y ganar una paz falsa, la paz del derrotado y del esclavo. Con las
armas de la fe, con las armas de la oración, con las armas de la huida de las
ocasiones, en permanente estado de milicia, venceremos bajo la bandera de
nuestro sumo Rey y Capitán Jesucristo. Él nos dijo “No temáis, Yo he vencido al
mundo”.
¡Todos
a luchar detrás de Jesucristo el gran combate de nuestra fidelidad a Él hasta
el fin!
¡Buenos días!
Inesperado pedido
San Jerónimo vivió durante 25 años en la gruta del
nacimiento de Jesús, mientras se dedicaba a la traducción de la Biblia al
latín, por encargo del Papa san Dámaso. Un día hizo esta oración al Divino Niño
de Belén:
— Querido Niño, ¿cómo
podré compensarte, ya que para hacerme feliz, has bajado a esta pobre gruta y
has padecido tanto por mí?
— Alaba a Dios, –oyó que
decía –, y glorifícalo con las palabras: “Gloria a Dios en las alturas”.
— Pero yo, querido Niño,
quiero darte alguna cosa; quiero darte todo mi dinero.
— Dalo a los pobres y
será como si me lo hubieras dado a mí.
— Sí, lo haré; pero, yo
quiero darte alguna cosa también a ti; si no moriré de dolor.
— Entonces dame tus
pecados; los quiero para mí; para borrarlos.
— ¡Oh querido Niño, dijo
el Santo llorando; toma todo lo que es mío y dame todo lo que es tuyo!
“Dame tus pecados”: ¡qué inesperado fue para Jerónimo
el pedido del Divino Niño! Sin embargo nada busca tanto nuestro Salvador como
liberarnos de la pesada carga de nuestras fragilidades y culpas. Un día Jesús
le dijo a santa Faustina Kowalska: “Que no tema acercarse a mí el alma más
débil y pecadora, aunque tuviera más pecados que granos de arena hay en la
tierra. Dile a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a mí; habla
de mi gran misericordia”. Alentador mensaje que nos invita a abrir el corazón a
la confianza en el Señor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Zac 8, 1-8
♥ Salmo: Sal 101, 16-21. 29. 22-23
♥ Santo Evangelio: Lc 9,46-50
En aquel tiempo, se suscitó una discusión entre los
discípulos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que
pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: «El que
reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí,
recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es
mayor».
Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto
a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no
viene con nosotros». Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no
está contra vosotros, está por vosotros».
♥ Comentario:
Hoy, camino de Jerusalén hacia la pasión, «se suscitó
una discusión entre los discípulos sobre quién de ellos sería el mayor» (Lc
9,46). Cada día los medios de comunicación y también nuestras conversaciones
están llenas de comentarios sobre la importancia de las personas: de los otros
y de nosotros mismos. Esta lógica solamente humana produce frecuentemente deseo
de triunfo, de ser reconocido, apreciado, agradecido, y falta de paz, cuando estos
reconocimientos no llegan.
La respuesta de Jesús a estos pensamientos —y quizá
también comentarios— de los discípulos recuerda el estilo de los antiguos
profetas. Antes de las palabras hay los gestos. Jesús «tomó a un niño, le puso
a su lado» (Lc 9,47). Después viene la enseñanza: «El más pequeño de entre
vosotros, ése es mayor» (Lc 9,48). —Jesús, ¿por qué nos cuesta tanto aceptar
que esto no es una utopía para la gente que no está implicada en el tráfico de
una tarea intensa, en la cual no faltan los golpes de unos contra los otros, y
que, con tu gracia, lo podemos vivir todos? Si lo hiciésemos tendríamos más paz
interior y trabajaríamos con más serenidad y alegría.
Esta actitud es también la fuente de donde brota la
alegría, al ver que otros trabajan bien por Dios, con un estilo diferente al
nuestro, pero siempre valiéndose del nombre de Jesús. Los discípulos querían
impedirlo. En cambio, el Maestro defiende a aquellas otras personas.
Nuevamente, el hecho de sentirnos hijos pequeños de Dios nos facilita tener el
corazón abierto hacia todos y crecer en la paz, la alegría y el agradecimiento.
Estas enseñanzas le han valido a santa Teresita de Lisieux el título de
“Doctora de la Iglesia”: en su libro ‘Historia de un alma’, ella admira el
bello jardín de flores que es la Iglesia, y está contenta de saberse una
pequeña flor. Al lado de los grandes santos —rosas y azucenas— están las
pequeñas flores —como las margaritas o las violetas— destinadas a dar placer a
los ojos de Dios, cuando Él dirige su mirada a la tierra.
Prof. Dr. Mons. Lluís CLAVELL (Roma, Italia)
Santoral Católico:
San Jerónimo
Presbítero y Doctor de
la Iglesia
Nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 347.
Estudió en Roma, cultivando con esmero todos los saberes, y llevó una vida
desordenada hasta que se hizo catecúmeno y fue bautizado por el papa Liberio a
los veinte años. Cautivado por la vida contemplativa, marchó a Oriente, se
entregó a la vida ascética cerca de Antioquía y se ordenó de sacerdote. Estuvo
un tiempo en Constantinopla y luego regresó a Roma, donde fue secretario del
papa san Dámaso, que le encargó la traducción de la Biblia al latín, y dirigió
espiritualmente a unas damas de la nobleza que llevaban vida de piedad en común
en la colina Aventina. A la muerte del Papa marchó de nuevo a Oriente y, tras
visitar monasterios de diversas regiones, se estableció en Belén de Judá. Allí
asumió la dirección espiritual de los monasterios fundados por santa Paula, al
tiempo que completó la versión de la Biblia y escribió muchas obras,
especialmente comentarios a la Sagrada Escritura. Participó de modo admirable
en muchas necesidades de la Iglesia. Murió en Belén el 30 de septiembre del año
420.
Oración: Oh
Dios, tú que concediste a san Jerónimo una estima tierna y viva por la Sagrada
Escritura, haz que tu pueblo se alimente de tu palabra con mayor abundancia y
encuentre en ella la fuente de la verdadera vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“El sabio, para hablar, debe
primero muy meditar. [...] No dejar que tus propósitos traicionen tus palabras.
Cuando hables, que ninguno pueda decirte: ¿por qué no pones en práctica aquello
que dices? [...] Ama la Sagrada Escritura y la sabiduría te amará; ámala
tiernamente, y ella te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias. Que ella
sea como para ti tus collares y tus pendientes.”
(San Jerónimo)
Tema del día:
Ser un mártir cotidiano
1) Para saber
Unas señoras hablaban sobre la conveniencia de
permitir que sus hijos vieran las películas de superhéroes donde éstos se
pelean violentamente contra sus enemigos. Una de ellas comentó que su hijo,
después de ver esas películas, salía con el entusiasmo para derrotar fuertes
enemigos, para hacer cosas extraordinarias, para “salvar el mundo”. Pero en
cambio, luego no era capaz de levantarse a tiempo cada mañana. Lo mismo nos
puede suceder: podemos tener grandes ideales, proyectos ambiciosos y, sin
embargo, no cumplir con nuestro pequeño deber cotidiano. Ciertamente no es
fácil lograrlo por el esfuerzo que implica. Hoy se necesita ser un “mártir
cotidiano”, como decía el Papa Francisco, para cumplir nuestros deberes
diarios, que esa es la voluntad de Dios.
El Papa siguiendo con su reflexión sobre el libro de
Los Hechos de los Apóstoles, se detuvo en la figura de San Esteban quien
padeció el martirio a causa de falsas acusaciones.
2) Para pensar
Después de la Ascensión de Jesús, el cristianismo se
expandió con rapidez. Los Apóstoles, para no descuidar su oración y anunciar el
Evangelio, escogieron a siete hombres de buena fama, llenos de Espíritu y
sabiduría (cfr. Hch 6,3). Fueron los primeros diáconos del cristianismo. El
diácono no es un sacerdote de segunda categoría, dice el Papa, pues no está
para el altar, sino para el servicio.
Entre los siete “diáconos” destacaba Esteban, quien
evangelizaba con fuerza y hacía grandes prodigios. Su palabra pronto encontró
resistencia. Algunos judíos, al no poder refutar su predicación y sabiduría, lo
calumniaron, condenaron y apedrearon hasta que muriera. Pero Estaban, muriendo,
perdonó a sus verdugos diciendo una oración maravillosa: “Señor Jesús, recibe
mi espíritu… y no les tengas en cuenta este pecado” (Hch 7,59).
Comenta el Papa, que esos hombres eligieron la
solución más mezquina para aniquilarlo: la calumnia o falso testimonio. La
calumnia siempre mata. Es un “cáncer diabólico”, que destruye la reputación de
una persona. Preguntaba el Papa: ¿Cuál es la peor cizaña que destruye una
comunidad? La cizaña de la murmuración, la cizaña del chismorreo: Cuidemos de
no esparcirla jamás.
3) Para vivir
Como a San Esteban, hemos de ser testigos de Cristo
en medio del mundo, dar testimonio de nuestra identidad cristiana. Cada uno en
su lugar: el hijo siendo buen amigo, el padre en su trabajo siendo honesto,
fiel y limpio, la madre con su familia y sus amigas sin criticar o mentir en
sus conversaciones, etc.
San Josemaría Escrivá hacía la siguiente
consideración: “En alguna ocasión me he preguntado qué martirio es mayor: el
del que recibe la muerte por la fe, de manos de los enemigos de Dios; o del que
gasta sus años trabajando sin otra mira que servir a la Iglesia y a las almas,
y envejece sonriendo, y pasa inadvertido… Para mí, el martirio sin espectáculo
es más heroico… Ese es el camino tuyo” (Vía Crucis, VII Estación).
“Pidamos también nosotros al Señor que, mirando a los
mártires de ayer y de hoy, aprendamos a vivir una vida plena, acogiendo el
martirio de la fidelidad cotidiana al Evangelio y de la conformación a Cristo”,
exhortó el Papa al término de su catequesis.
Pbro. José Martínez Colín
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Semillitas" por e-mail
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lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas
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dirigiéndote por e-mail a info@pequesemillitas.com
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todos los que las reciben, los invito a que compartan las "Pequeñas Semillitas" reenviándolas a sus contactos, y de
ese modo ayudan a sembrar en el mundo la alegría del Evangelio.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
En la vida pasamos por momentos difíciles que a lo
mejor dejaron una herida profunda en tu corazón, puede ser que tú no tuviste el
amor de un padre o una madre ni estuvo contigo en los momentos que más lo
necesitaste o la necesitaste, puede ser que tu familia te dio la espalda en un
momento determinado, puede ser que tuviste problemas con una persona por la
cual sentías un cariño especial y que sin duda te afectó mucho, puede ser que
te traicionó quien menos te lo esperabas y eso hizo que en tu corazón quedaran
partículas de resentimiento, o puede ser que no tuviste una infancia agradable.
Hay tantas circunstancias en la vida que pudieron marcar de una manera profunda
nuestros corazones, y es que hay heridas que sólo Dios puede sanar pero que
también depende de ti para que esto ocurra porque muchas veces no dejamos que
nuestro Dios actué.
Hay momentos en los que vienen a tu mente esos
recuerdos desagradables que viviste y que provocaron esa herida tan difícil de
sanar, y es que no sé por qué los seres humanos tenemos esa mala costumbre de
recordar lo pasado, de empeñamos en traerlos a nuestro presente pues no nos
dejan ser del todo felices.
Pero Dios te dice en esta hora que no importa que tan
profunda haya sido esa herida que aún está ahí y que por tanto tiempo te ha
estado lastimando. Porque este día viene a ti para consolarte, para sanarte,
para liberarte, para llenarte y para que tú puedas sentir ese amor único y
especial que sólo Él te puede dar.
Dale la oportunidad a Dios de que sane tu alma por
completo y ya no sientas más esas heridas que tanto mal te han hecho hasta el
día de hoy.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con
el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Jorge Guillermo L. F., de Guatemala, a quien le dio un derrame,
para que la Virgencita de Lourdes sea su consuelo, lo pueda levantar y le dé
fortaleza a su familia y a él, y que estos momentos sean un medio para
acercarse más a Dios.
Pedimos oración para Julián Ulises G. S., de Colombia, que fue intervenido hace algunos
días de una apendicectomía y además sufre problemas pancreáticos. El Señor pose
sus Santas y Misericordiosas Manos sobre él, siempre con la segura intercesión
de nuestra Madre, la Virgen María.
Pedimos oración para estas personas de México: por la
salud de Fernando G.; por la
recuperación de Martha y Mariela T.;
y por el resultado de los estudios de René
R. M. Por todos ellos, te rogamos Señor.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 30
Jesús toma sobre sí nuestros dolores por su propio
sufrimiento; siglos antes ya lo afirmó Isaías: Sobre él recayó el castigo que
nos da la paz y por sus heridas fuimos sanados (Is 53,5).
Pero entendamos que el Señor Jesús no solamente ha
venido a dar un sentido redentor a nuestros sufrimientos, sino, sobre todo, a
tomar sobre sí la expiación de nuestros pecados.
Esas son propiamente las enfermedades que ha venido a
curarnos: las enfermedades del alma; él asumió ante el Padre la responsabilidad
de pagar por nuestros pecados. Por eso es nuestro Redentor, nuestro Salvador.
Cuando el camino se te haga difícil, duro o pesado,
levanta tu vista y lo verás a él, allá delante de ti, invitándote, dándote
fuerzas.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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