PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3823 ~ Jueves 15 de Noviembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El
hecho de estar vivos nos invita a actuar en formas frescas e inventivas. Todo lo que necesitamos es concentrar nuestra
visión interna en combinación con la realidad exterior. Los elementos para realizar cualquier tarea
están a nuestro alcance, sólo esperan ser descubiertas.
Cuando
comprendemos que todas las situaciones pueden ser resueltas, nuestra carga se
aligera; ningún misterio tiene por qué dejarnos en la oscuridad durante mucho
tiempo. Tan seguro como que existimos,
existen los elementos que necesitamos para resolver cualquier problema o para
emprender cualquier nueva actividad.
Nuestro
propósito en la vida es seleccionar los elementos que satisfagan esa necesidad. Cada uno de nosotros ha sido dotado con la
capacidad para elegir adecuadamente.
¡Buenos días!
Pensar y sentir con
acierto
Según pienses y sientas en tu corazón, así serás y
así te irá en la vida. Sabiduría tuya será elegir los pensamientos habituales
que estarán en la base de tus decisiones y conductas. Vigila además para que no
se instalen en tu mente ideas negativas que erosionen tus aspiraciones
profundas.
Cuida tus pensamientos
porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras
porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque
se harán costumbres.
Cuida tus costumbres
porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque
formará tu destino.
Y tu destino será tu
vida. (M. Gandhi)
La vida de cada uno es el resultado de sus
pensamientos habituales. Sí tienes pensamientos felices, serás feliz. Si tienes
pensamientos desdichados, serás desdichado. Si tienes pensamientos temerosos,
tendrás miedo. Si piensas en el fracaso, seguramente fracasarás. Según un
hombre piensa en su corazón, así es él. Elige bien. Hasta mañana.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Flm 7-20
♥ Salmo: Sal 145, 7-10
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 17,20-25
En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús
cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: «El Reino de Dios viene sin
dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque el Reino de Dios ya
está entre vosotros».
Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis
ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán:
‘Vedlo aquí, vedlo allá’. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago
fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del
hombre en su día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por
esta generación».
♥ Comentario:
Hoy, los fariseos preguntan a Jesús una cosa que ha
interesado siempre con una mezcla de interés, curiosidad, miedo...: ¿Cuándo
vendrá el Reino de Dios? ¿Cuándo será el día definitivo, el fin del mundo, el
retorno de Cristo para juzgar a los vivos y a los difuntos en el juicio final?
Jesús dijo que eso es imprevisible. Lo único que
sabemos es que vendrá súbitamente, sin avisar: será «como relámpago fulgurante»
(Lc 17,24), un acontecimiento repentino y, a la vez, lleno de luz y de gloria.
En cuanto a las circunstancias, la segunda llegada de Jesús permanece en el
misterio. Pero Jesús nos da una pista auténtica y segura: desde ahora, «el
Reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc 17,21). O bien: «dentro de vosotros».
El gran suceso del último día será un hecho
universal, pero ocurre también en el pequeño microcosmos de cada corazón. Es
ahí donde se ha de ir a buscar el Reino. Es en nuestro interior donde está el
Cielo, donde hemos de encontrar a Jesús.
Este Reino, que comenzará imprevisiblemente “fuera”,
puede comenzar ya ahora “dentro” de nosotros. El último día se configura ahora
ya en el interior de cada uno. Si queremos entrar en el Reino el día final,
hemos de hacer entrar ahora el Reino dentro de nosotros. Si queremos que Jesús
en aquel momento definitivo sea nuestro juez misericordioso, hagamos que Él
ahora sea nuestro amigo y huésped interior.
San Bernardo, en un sermón de Adviento, habla de tres
venidas de Jesús. La primera venida, cuando se hizo hombre; la última, cuando
vendrá como juez. Hay una venida intermedia, que es la que tiene lugar ahora en
el corazón de cada uno. Es ahí donde se hacen presentes, a nivel personal y de
experiencia, la primera y la última venida. La sentencia que pronunciará Jesús
el día del Juicio, será la que ahora resuene en nuestro corazón. Aquello que
todavía no ha llegado, es ya ahora una realidad.
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Alberto Magno
Obispo y Doctor de la
Iglesia
Nació en Lauingen (Baviera) en 1206. Estudió en
Bolonia y en Padua donde vistió el hábito de los dominicos en 1229. Ejerció con
éxito el profesorado en varios centros de Alemania y, a partir de 1245, en
París, donde tuvo como discípulo predilecto a santo Tomás de Aquino. Armonizó
en su persona la sabiduría de los santos y el saber humano y las ciencias de la
naturaleza. Desempeñó cargos importantes en su Orden y, junto con san
Buenaventura, defendió ante el Papa la causa de los mendicantes contra quienes
querían excluirlos de la docencia universitaria. En 1260 fue consagrado obispo
de Ratisbona, donde fue un pastor celoso y austero, que puso todo su empeño en
pacificar pueblos y ciudades. Dos años después renunció para predicar la
cruzada y volver a la docencia. Es autor de muchas e importantes obras de
teología, y también de ciencias naturales. Murió en Colonia el 15 de noviembre
de 1280.
Oración: Señor,
tú que has hecho insigne al obispo san Alberto Magno, porque supo conciliar de
modo admirable la ciencia divina con la sabiduría humana, concédenos a nosotros
aceptar de tal forma su magisterio que, por medio del progreso de las ciencias,
lleguemos a conocerte y a amarte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Hay quienes prefieren
volar, hay, quienes prefieren soñar.
Hay, quienes saben que
vivir, es más que comprar y comer.
La libertad, es una
decisión, es una búsqueda, un viaje…
Una aventura para encontrar,
tu propósito.
Volar más alto Alcanzar tus
metas.
Nuevos horizontes. Nuevos
pensamientos. Nuevas preguntas.
La libertad es una decisión,
no la desperdicies"
(Juan Salvador
Gaviota)
Tema del día:
Decálogo de la serenidad
San Juan XXIII, un Papa visionario de alma joven que
lanzó a la Iglesia a la aventura del Concilio Vaticano II, dejó a los jóvenes
algunos consejos prácticos para vivir con intensidad:
1. Solo por hoy trataré de vivir exclusivamente al
día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez.
2. Solo por hoy tendré el máximo cuidado de mi
aspecto; seré cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé
criticar o castigar a nadie, sino a mí mismo.
3. Solo por hoy seré feliz con la certeza de que he
sido creado para encontrar la felicidad, no solo en el otro mundo sino en éste
también.
4. Solo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin
pretender que las circunstancias se adapten a todos mis caprichos y deseos.
5. Solo por hoy dedicaré diez minutos a una buena
lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo,
así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Solo por hoy haré una buena acción y no lo diré a
nadie.
7. Solo por hoy haré por lo menos una cosa que no
deseo hacer; y si me sintiere ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie
se entere.
8. Solo por hoy me haré un programa detallado para
llenar mi día. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me
guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Solo por hoy creeré firmemente, aunque las
circunstancias me demuestren lo contrario, que la buena Providencia de Dios se
ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
10. Solo por hoy no tendré temores. De manera
particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
Este decálogo de la serenidad, cuyo autor es San Juan
XXIII, se le conoce también con el nombre de decálogo de la cotidianeidad.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Cuando alguien te dé una rama con espinas, en vez de
tomarla con indignación y correr el riesgo de pincharte las manos, recíbela con
serenidad y plántala en el jardín de tu vida. Mas, cuando recojas las rosas, no
te olvides de mandar por lo menos una para ese alguien. A fin de cuentas, fue
ese alguien quien te dio la rama.
Cuando alguien te dé un puntapié, en vez de
devolvérselo, recuerda que diste un paso al frente, en tanto que él quedó un
paso atrás.
Cuando alguien te grite, no respondas con otro grito,
para no correr el riesgo de quedarte también ronco.
Cuando alguien te escupa, recuerda que un poco de
agua y saliva harán que quedes aún más limpio que antes, mientras que el
escupidor perdió un poco de saliva que actuaría
benéficamente en su digestión.
Cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese
alguien. Al final, él precisa mucho más una sonrisa.
Cuando alguien querido no llame, ni escriba, hazlo
tú, pues es importante para ti y él necesita que estés pendiente (todo el mundo
se cansa de ser siempre el que busca... ¿verdad?)
Agustín González
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Pilar S., de España, que ha iniciado un tratamiento anticancerígeno
para un tumor glandular. Con absoluta confianza en Dios, la encomendamos a los
maternales cuidados de la Santísima Virgen para el éxito de estos
procedimientos.
Seguimos orando por la salud de Marina R., de España, que está internada por una descompensación de
un cuadro respiratorio en el marco de varias afecciones que viene padeciendo
desde hace bastante tiempo. Rogamos a Dios misericordioso que la ayude una vez
más a superar su situación.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Noviembre 15
El Papa Juan XXIII inició una maravillosa reforma de
la Iglesia. Aunque lo eligieron cuando ya tenía una edad avanzada, gracias a él
la Iglesia comenzó una gran renovación.
Pero él decía que el autor de esa obra era el
Espíritu Santo, que quería transformar su Iglesia. Las primeras noches después
de ser elegido, no podía dormir pensando en su tremenda responsabilidad.
Entonces se preguntó: “¿Quién guía la Iglesia, yo o el Espíritu Santo?”. Y se
respondió: “El Espíritu Santo, por supuesto”. Entonces pudo dormir tranquilo.
Utilicemos sus palabras para invocar al Espíritu
Santo, y hagámoslo con la misma confianza que él tenía:
“Espíritu Santo, ven a
perfeccionar la obra que Jesús comenzó en mí.
Que llegue pronto el
tiempo de una vida llena de tu Espíritu.
Derrota toda presunción
natural que encuentres en mí.
Quiero ser sencillo,
lleno del amor de Dios, y constantemente generoso.
Que ninguna fuerza
humana me impida hacer honor a mi vocación cristiana.
Que ningún interés, por
descuido mío, vaya contra la justicia.
Que ningún egoísmo
disminuya en mí los espacios infinitos de tu amor.
Que todo sea grande en
mí.
También el culto a la
verdad y la prontitud en mi deber hasta la muerte.
Que la efusión del
Espíritu de amor venga sobre mí, sobre la Iglesia, y sobre el mundo entero.
Amén.”
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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