domingo, 11 de febrero de 2018

Pequeñas Semillitas 3590

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3590 ~ Domingo 11 de Febrero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El leproso conocía su enfermedad y sabía que él era incapaz de curarse. Advirtió que Jesús podía hacerlo, y se lo pidió. También, cuando Gabriel propuso de parte de Dios a María ser la Madre del Mesías, Ella no contestó que se pondría a ello, sino que Dios hiciera según su voluntad.
¡Cuántas veces queremos sacar los asuntos nosotros solos, sin contar con la ayuda de Dios! Y el resultado es el fracaso y el desánimo. A veces Dios nos deja solos y permite que nos demos golpes para que –como los niños–, no tengamos más remedio que acudir a Él. ¡Cuándo aprenderemos que en la vida espiritual no se trata tanto de hacer sino de dejar hacer en nosotros, de obedecer! ¿Cuándo permitiremos que Dios haga lo que desea hacer y no empeñarnos en lo que a nosotros nos parece conveniente, o tratando de hacerlo a nuestro modo, incluso contra sus designios?
Lo que ha de llenarse ha de empezar por estar vacío. Si hemos de llenarnos del bien, habremos de comenzar por echar fuera el mal. El Señor desea limpiar este vaso de barro que somos cada uno para echar el licor maravilloso de su gracia, de su presencia. Si queremos, Él puede limpiarnos.
Señor, Tú sabes todo, Tú sabes lo que me viene bien. Me dejaré cambiar, me dejaré sanar. Entra en mi vida y pon orden. Sé que no querrás hacer nada en mí si yo no te lo permito; hazme humilde para que vea mis miserias, mi necesidad, y para que no me oponga a tus a tus curas, que a veces pueden resultar dolorosas.
P. Jesús Martínez García

¡Buenos días!

El don de la vida
La vida es un regalo del amor sin límites que Dios nos tiene. Que sepas agradecerle este magnífico don. Pídele también cuanto necesitas para que tu vida esté inundada de paz, amor y fuerza para hacer fructificar los talentos recibidos. Aprovecha esta oración del P. Fernández para expresar tus sentimientos ante Dios.

Señor amado, soy obra de tus manos de Padre. Tú me formaste en el seno de mi madre, y mi vida es un regalo de tu amor sin límites. Te doy gracias por la vida, que es un milagro, y te pido que me bendigas en abundancia. Entra en mi interior y libérame de toda perturbación, para que conozca tu paz maravillosa. Derrama en mí tu amor, que sana todas las heridas. Penetra en mi cuerpo con tu fuerza, y libérame de toda enfermedad. Enséñame a querer a los demás y a desarrollar todos los dones que me diste. Protégeme de todo mal y acompáñame siempre con tu ternura de Padre. Amén.

Dos testimonios: “La oración me salvó la vida. Sin ella estaría loco hace ya mucho tiempo. Si conseguí salvarme de la desesperación fue gracias a la oración” Mahatma Gandhi (1869-1948).  “Sólo por la oración podemos alcanzar la completa y armoniosa unificación del cuerpo, mente y espíritu, que le da a la frágil constitución humana su fortaleza invencible” Alexis Carrel (1873-1944).
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso suplicándole, y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas partes. (Mc 1,40-45)

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos invita a contemplar la fe de este leproso. Sabemos que, en tiempos de Jesús, los leprosos estaban marginados socialmente y considerados impuros. La curación del leproso es, anticipadamente, una visión de la salvación propuesta por Jesús a todos, y una llamada a abrirle nuestro corazón para que Él lo transforme.
La sucesión de los hechos es clara. Primero, el leproso pide la curación y profesa su fe: «Si quieres, puedes limpiarme» (Mc 1,40). En segundo lugar, Jesús -que literalmente se rinde ante nuestra fe- lo cura («Quiero, queda limpio»), y le pide seguir lo que la ley prescribe, a la vez que le pide silencio. Pero, finalmente, el leproso se siente impulsado a «pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia» (Mc 1,45). En cierta manera desobedece a la última indicación de Jesús, pero el encuentro con el Salvador le provoca un sentimiento que la boca no puede callar.
Nuestra vida se parece a la del leproso. A veces vivimos, por el pecado, separados de Dios y de la comunidad. Pero este Evangelio nos anima ofreciéndonos un modelo: profesar nuestra fe íntegra en Jesús, abrirle totalmente nuestro corazón, y una vez curados por el Espíritu, ir a todas partes a proclamar que nos hemos encontrado con el Señor. Éste es el efecto del sacramento de la Reconciliación, el sacramento de la alegría.
Como bien afirma san Anselmo: «El alma debe olvidarse de ella misma y permanecer totalmente en Jesucristo, que ha muerto para hacernos morir al pecado, y ha resucitado para hacernos resucitar para las obras de justicia». Jesús quiere que recorramos el camino con Él, quiere curarnos. ¿Cómo respondemos? Hemos de ir a encontrarlo con la humildad del leproso y dejar que Él nos ayude a rechazar el pecado para vivir su Justicia.
Rev. D. Ferran JARABO i Carbonell (Agullana, Girona, España)

Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes
El 11 de febrero de 1858, tres niñas, Bernadette Soubirous, de 14 años, su hermana Marie Toinete, de 11 y su amiga Jeanne Abadie, de 12 salieron de su casa en Lourdes para recoger leña. Camino al río Gave, pasaron por una gruta natural donde Bernadette escuchó un murmullo y divisó la figura de una joven vestida de túnica blanca, muy hermosa, ceñida por una banda azul y con un rosario colgado del brazo. Se acercó y comenzaron a rezar juntas, para luego desaparecer.

Por un período de cinco meses, la Virgen se le apareció a la niña, en medio de multitudes que se acercaban para rezar y poder observar a la hermosa señora, pero la Virgen sólo se le aparecía a la niña. En reiteradas ocasiones, Bernadette fue víctima de desprecios y burlas por parte de las autoridades eclesiales y civiles de pueblo, pero la niña se mantuvo firme en su fe mariana sobre todo en el especial pedido que la Virgen le había encargado: la construcción de una capilla sobre la gruta y la realización de una procesión.

Luego de la última aparición ocurrida en 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmen, Bernadette ingresó a la orden religiosa de las hermanas enfermeras, a la edad de 22 años, y permaneció allí hasta su muerte a los 34 años de edad.

Más información haciendo clic acá.

Oración por la salud de los enfermos:
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré como vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos. ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo…(dígase el nombre del enfermo/a). Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más, alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios, prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.

Palabras de San Juan Pablo II
“María, la Virgen Madre de Dios y de los hombres, no sólo es un modelo que se debe imitar, sino también una dulce presencia de Madre y hermana en la que se puede confiar. María es la Virgen que escucha con toda la profundidad de su naturaleza humana. Elle, la ‘llena de gracia’, también es capaz de comprender a fondo y acoger con docilidad la palabra del mensaje divino. María es ‘Madre de Misericordia’ porque es la madre de Jesús, en el que Dios reveló al mundo su corazón rebosante de amor. María es la ‘Mujer del silencio y de la oración’, invocada como Madre de la esperanza y de la gracia. La Virgen Santísima, que lleva en su seno al Hijo concebido por obra del Espíritu Santo, irradia en torno a sí, gracia y gozo espiritual”

Predicación del Evangelio:
Jesús cercano a los excluidos
Indudablemente han oído ustedes que la lepra del Evangelio no es como la lepra que conocemos hoy en día. Ahora la lepra –la enfermedad Hansen– afecta los nervios y la piel causando gránulos feos. Por falta de la función de los nervios los leprosos a menudo dañan los dedos. Aunque sea atroz, se puede curar la lepra con medicinas.  De hecho, ya los casos de la lepra son relativamente pocos. 

En el tiempo bíblico el término “la lepra” significaba enfermedades de la piel más genéricas. Sea la enfermedad Hansen o sea un sarpullido común, la lepra causaba mucha congoja entre la gente. La dificultad era de dos tipos. En primer lugar las enfermedades de la piel siempre han sido contagiosas. Se ha podido contraer la lepra simplemente por asociarse con un leproso. Por esta razón los leprosos eran aislados y no podían relacionarse ni con sus propios familiares. La soledad que sentían los leprosos creaba la segunda dificultad. La gente les tenía miedo. Si por casualidad otra persona tocaría a un leproso, también él se puso inmundo. Por eso, la acción de Jesús en el Evangelio hoy causaría un escándalo si se hubiera conocido.

Pero no por esta razón Jesús manda al leproso curado que no diga nada a nadie. Más bien Jesús ha venido para rescatar al mundo de sus pecados por su muerte en la cruz. El tiempo para su pasión todavía no ha llegado, y él no quiere que nada lo estorbe cuando llegue. No le interesaba a Jesús ser coronado como el rey del pueblo. No, él quiere ver al pueblo liberado del pecado de modo que anden con el amor.

Ahora podemos entender el verdadero significado de la lepra. Es el pecado que nos ata a actitudes y acciones destructivas. Como la lepra el pecado nos hace feos por el espíritu. En tiempo la gente no va a compartir abiertamente con nosotros causando el sentido de aislamiento. Una persona queda en el hospital ahora miserable. Por toda su vida insistía que las otras personas se conformaran a su manera de ver las cosas. Pero ya no puede mandar a sus familiares y amigos. Ha hecho cosas buenas en su vida, pero perece que ya paga por su voluntad imperativa.

El miércoles vamos a comenzar un tiempo dichoso en la vida católica. Tendremos cuarenta días para reconocer nuestros pecados y pedir la liberación que Jesús ofrece. Es cierto que podríamos hacer esto todos los días del año. Pero por siete semanas vamos a escuchar la voz fuerte de la Iglesia llamándonos al arrepentimiento. En el mundo hoy muchos andan de manera frenética de modo que se olviden quienes son. Ya Dios nos llama al conocimiento que somos Suyos, no feos sino bellos en su vista.  Por arrepentirnos de nuestros pecados nos reclamamos como bellos en su vista.
© Padre Carmelo Mele O.P.

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

De la ciudad de Córdoba, Argentina, Marta Cecilia “Chechu” manifiesta su agradecimiento a Dios, a la Santísima Virgen y a todos los que rezaron, pues sus exámenes oncológicos de control han salido todos bien, está totalmente limpia de tumor, y seguirá su vida normal con nuevos controles programados para antes de fin de año. Nos sumamos al agradecimiento.

Damos gracias también por Raúl Luis, de la ciudad de Córdoba, que ya está en su casa luego de su cuarta cirugía abdominal en un año (tres de urgencia), por una patología del colon. El Señor escuchó las oraciones y ahora viene un período de recuperación física y emocional con la meta puesta en volver a la total normalidad. Lo seguimos encomendando (especialmente en este día) a la maternal intercesión de la Virgen de Lourdes.

Desde Buenos Aires, Argentina, recibimos este mensaje de Ana María: “Este mensaje es para agradecer a Pequeñas Semillitas, en nombre de la familia de Eulalia, abuela que fue intervenida quirúrgicamente por cáncer de mama, todo el acompañamiento con las oraciones rogando por su salud. El viernes 7, víspera de su cumpleaños número 85, recibimos la maravillosa noticia de que la biopsia marca sin carcinoma que necesite quimioterapia o rayos. ¡Gracias a Dios y a Nuestra Madre Celestial por la recuperación de Eulalia y por sus juveniles 85 años, dando y recibiendo amor a manos llenas!”

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Febrero 11
"Espíritu Santo, yo sé que eres más grande y más bello que todos mis sentimientos y emociones, que no te puedo abarcar con mi sensibilidad herida.
Tú no eres como yo te siento a veces, porque eres incapaz de hacerme daño, de absorberme o de dominarme a la fuerza. Eres una infinita delicadeza.
Espíritu Santo, a veces experimento mi pequeñez ante tanta grandeza, y escapo de ti como si pudieras hacerme daño. Perdona esas tonterías de mi corazón pequeño.
Olvido que tu poder es el que me hace fuerte, que me da la vida y me sostiene, y que todo viene de tu amor divino.
Dame la gracia de dejarte actuar, para que pueda gozar de tus delicias, para que pueda cantar de gozo en tu presencia.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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