PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3590 ~ Domingo 11 de Febrero de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El
leproso conocía su enfermedad y sabía que él era incapaz de curarse. Advirtió
que Jesús podía hacerlo, y se lo pidió. También, cuando Gabriel propuso de
parte de Dios a María ser la Madre del Mesías, Ella no contestó que se pondría
a ello, sino que Dios hiciera según su voluntad.
¡Cuántas
veces queremos sacar los asuntos nosotros solos, sin contar con la ayuda de
Dios! Y el resultado es el fracaso y el desánimo. A veces Dios nos deja solos y
permite que nos demos golpes para que –como los niños–, no tengamos más remedio
que acudir a Él. ¡Cuándo aprenderemos que en la vida espiritual no se trata
tanto de hacer sino de dejar hacer en nosotros, de obedecer! ¿Cuándo
permitiremos que Dios haga lo que desea hacer y no empeñarnos en lo que a
nosotros nos parece conveniente, o tratando de hacerlo a nuestro modo, incluso
contra sus designios?
Lo
que ha de llenarse ha de empezar por estar vacío. Si hemos de llenarnos del
bien, habremos de comenzar por echar fuera el mal. El Señor desea limpiar este
vaso de barro que somos cada uno para echar el licor maravilloso de su gracia,
de su presencia. Si queremos, Él puede limpiarnos.
Señor, Tú sabes todo, Tú sabes lo que me viene bien.
Me dejaré cambiar, me dejaré sanar. Entra en mi vida y pon orden. Sé que no
querrás hacer nada en mí si yo no te lo permito; hazme humilde para que vea mis
miserias, mi necesidad, y para que no me oponga a tus a tus curas, que a veces
pueden resultar dolorosas.
P. Jesús Martínez García
¡Buenos días!
El don de la vida
La
vida es un regalo del amor sin límites que Dios nos tiene. Que sepas
agradecerle este magnífico don. Pídele también cuanto necesitas para que tu
vida esté inundada de paz, amor y fuerza para hacer fructificar los talentos
recibidos. Aprovecha esta oración del P. Fernández para expresar tus
sentimientos ante Dios.
Señor amado, soy obra de tus manos de Padre. Tú me
formaste en el seno de mi madre, y mi vida es un regalo de tu amor sin límites.
Te doy gracias por la vida, que es un milagro, y te pido que me bendigas en
abundancia. Entra en mi interior y libérame de toda perturbación, para que conozca
tu paz maravillosa. Derrama en mí tu amor, que sana todas las heridas. Penetra
en mi cuerpo con tu fuerza, y libérame de toda enfermedad. Enséñame a querer a
los demás y a desarrollar todos los dones que me diste. Protégeme de todo mal y
acompáñame siempre con tu ternura de Padre. Amén.
Dos
testimonios: “La oración me salvó la vida. Sin ella estaría loco hace ya mucho
tiempo. Si conseguí salvarme de la desesperación fue gracias a la oración”
Mahatma Gandhi (1869-1948). “Sólo por la
oración podemos alcanzar la completa y armoniosa unificación del cuerpo, mente
y espíritu, que le da a la frágil constitución humana su fortaleza invencible”
Alexis Carrel (1873-1944).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso suplicándole, y, puesto de rodillas,
le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano,
le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra
y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no
digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación
la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Pero él,
así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de
modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que
se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas
partes. (Mc
1,40-45)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio nos invita a contemplar la fe de este leproso. Sabemos que, en
tiempos de Jesús, los leprosos estaban marginados socialmente y considerados
impuros. La curación del leproso es, anticipadamente, una visión de la
salvación propuesta por Jesús a todos, y una llamada a abrirle nuestro corazón
para que Él lo transforme.
La
sucesión de los hechos es clara. Primero, el leproso pide la curación y profesa
su fe: «Si quieres, puedes limpiarme» (Mc 1,40). En segundo lugar, Jesús -que
literalmente se rinde ante nuestra fe- lo cura («Quiero, queda limpio»), y le
pide seguir lo que la ley prescribe, a la vez que le pide silencio. Pero,
finalmente, el leproso se siente impulsado a «pregonar con entusiasmo y a
divulgar la noticia» (Mc 1,45). En cierta manera desobedece a la última
indicación de Jesús, pero el encuentro con el Salvador le provoca un sentimiento
que la boca no puede callar.
Nuestra
vida se parece a la del leproso. A veces vivimos, por el pecado, separados de
Dios y de la comunidad. Pero este Evangelio nos anima ofreciéndonos un modelo:
profesar nuestra fe íntegra en Jesús, abrirle totalmente nuestro corazón, y una
vez curados por el Espíritu, ir a todas partes a proclamar que nos hemos
encontrado con el Señor. Éste es el efecto del sacramento de la Reconciliación,
el sacramento de la alegría.
Como
bien afirma san Anselmo: «El alma debe olvidarse de ella misma y permanecer
totalmente en Jesucristo, que ha muerto para hacernos morir al pecado, y ha
resucitado para hacernos resucitar para las obras de justicia». Jesús quiere
que recorramos el camino con Él, quiere curarnos. ¿Cómo respondemos? Hemos de
ir a encontrarlo con la humildad del leproso y dejar que Él nos ayude a
rechazar el pecado para vivir su Justicia.
Rev. D. Ferran JARABO i Carbonell (Agullana, Girona,
España)
Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes
El 11 de febrero de 1858, tres niñas, Bernadette
Soubirous, de 14 años, su hermana Marie Toinete, de 11 y su amiga Jeanne
Abadie, de 12 salieron de su casa en Lourdes para recoger leña. Camino al río
Gave, pasaron por una gruta natural donde Bernadette escuchó un murmullo y
divisó la figura de una joven vestida de túnica blanca, muy hermosa, ceñida por
una banda azul y con un rosario colgado del brazo. Se acercó y comenzaron a
rezar juntas, para luego desaparecer.
Por un período de cinco meses, la Virgen se le
apareció a la niña, en medio de multitudes que se acercaban para rezar y poder
observar a la hermosa señora, pero la Virgen sólo se le aparecía a la niña. En
reiteradas ocasiones, Bernadette fue víctima de desprecios y burlas por parte
de las autoridades eclesiales y civiles de pueblo, pero la niña se mantuvo
firme en su fe mariana sobre todo en el especial pedido que la Virgen le había
encargado: la construcción de una capilla sobre la gruta y la realización de
una procesión.
Luego de la última aparición ocurrida en 16 de julio,
fiesta de Nuestra Señora del Carmen, Bernadette ingresó a la orden religiosa de
las hermanas enfermeras, a la edad de 22 años, y permaneció allí hasta su
muerte a los 34 años de edad.
Más información haciendo clic acá.
Oración por la salud de los
enfermos:
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y
Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos,
acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para
pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre
nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos
escuchéis: pero acordaos, os diré como vuestro siervo San Bernardo, que jamás
se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado
de Vos. ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por
vuestra mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando
tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro
pobre enfermo…(dígase el nombre del enfermo/a). Alcanzadle de vuestro Divino
Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero
mucho más, alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y
resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro
Dios, prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.
Palabras de San Juan Pablo II
“María,
la Virgen Madre de Dios y de los hombres, no sólo es un modelo que se debe
imitar, sino también una dulce presencia de Madre y hermana en la que se puede
confiar. María es la Virgen que escucha con toda la profundidad de su naturaleza
humana. Elle, la ‘llena de gracia’, también es capaz de comprender a fondo y
acoger con docilidad la palabra del mensaje divino. María es ‘Madre de
Misericordia’ porque es la madre de Jesús, en el que Dios reveló al mundo su
corazón rebosante de amor. María es la ‘Mujer del silencio y de la oración’,
invocada como Madre de la esperanza y de la gracia. La Virgen Santísima, que
lleva en su seno al Hijo concebido por obra del Espíritu Santo, irradia en
torno a sí, gracia y gozo espiritual”
Predicación del Evangelio:
Jesús cercano a los excluidos
Indudablemente
han oído ustedes que la lepra del Evangelio no es como la lepra que conocemos
hoy en día. Ahora la lepra –la enfermedad Hansen– afecta los nervios y la piel
causando gránulos feos. Por falta de la función de los nervios los leprosos a
menudo dañan los dedos. Aunque sea atroz, se puede curar la lepra con
medicinas. De hecho, ya los casos de la
lepra son relativamente pocos.
En
el tiempo bíblico el término “la lepra” significaba enfermedades de la piel más
genéricas. Sea la enfermedad Hansen o sea un sarpullido común, la lepra causaba
mucha congoja entre la gente. La dificultad era de dos tipos. En primer lugar
las enfermedades de la piel siempre han sido contagiosas. Se ha podido contraer
la lepra simplemente por asociarse con un leproso. Por esta razón los leprosos
eran aislados y no podían relacionarse ni con sus propios familiares. La
soledad que sentían los leprosos creaba la segunda dificultad. La gente les
tenía miedo. Si por casualidad otra persona tocaría a un leproso, también él se
puso inmundo. Por eso, la acción de Jesús en el Evangelio hoy causaría un
escándalo si se hubiera conocido.
Pero
no por esta razón Jesús manda al leproso curado que no diga nada a nadie. Más
bien Jesús ha venido para rescatar al mundo de sus pecados por su muerte en la
cruz. El tiempo para su pasión todavía no ha llegado, y él no quiere que nada
lo estorbe cuando llegue. No le interesaba a Jesús ser coronado como el rey del
pueblo. No, él quiere ver al pueblo liberado del pecado de modo que anden con
el amor.
Ahora
podemos entender el verdadero significado de la lepra. Es el pecado que nos ata
a actitudes y acciones destructivas. Como la lepra el pecado nos hace feos por
el espíritu. En tiempo la gente no va a compartir abiertamente con nosotros
causando el sentido de aislamiento. Una persona queda en el hospital ahora
miserable. Por toda su vida insistía que las otras personas se conformaran a su
manera de ver las cosas. Pero ya no puede mandar a sus familiares y amigos. Ha
hecho cosas buenas en su vida, pero perece que ya paga por su voluntad
imperativa.
El
miércoles vamos a comenzar un tiempo dichoso en la vida católica. Tendremos
cuarenta días para reconocer nuestros pecados y pedir la liberación que Jesús
ofrece. Es cierto que podríamos hacer esto todos los días del año. Pero por
siete semanas vamos a escuchar la voz fuerte de la Iglesia llamándonos al
arrepentimiento. En el mundo hoy muchos andan de manera frenética de modo que
se olviden quienes son. Ya Dios nos llama al conocimiento que somos Suyos, no
feos sino bellos en su vista. Por
arrepentirnos de nuestros pecados nos reclamamos como bellos en su vista.
© Padre Carmelo Mele O.P.
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden
trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan
en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún
mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ De la ciudad de Córdoba, Argentina, Marta Cecilia “Chechu” manifiesta su agradecimiento a Dios, a la
Santísima Virgen y a todos los que rezaron, pues sus exámenes oncológicos de
control han salido todos bien, está totalmente limpia de tumor, y seguirá su
vida normal con nuevos controles programados para antes de fin de año. Nos
sumamos al agradecimiento.
♡ Damos gracias también por Raúl Luis, de la ciudad de Córdoba, que ya está en su casa luego de
su cuarta cirugía abdominal en un año (tres de urgencia), por una patología del
colon. El Señor escuchó las oraciones y ahora viene un período de recuperación
física y emocional con la meta puesta en volver a la total normalidad. Lo
seguimos encomendando (especialmente en este día) a la maternal intercesión de
la Virgen de Lourdes.
♡ Desde Buenos Aires, Argentina, recibimos este mensaje de
Ana María: “Este mensaje es para agradecer a Pequeñas Semillitas, en nombre de
la familia de Eulalia, abuela que
fue intervenida quirúrgicamente por cáncer de mama, todo el acompañamiento con
las oraciones rogando por su salud. El viernes 7, víspera de su cumpleaños
número 85, recibimos la maravillosa noticia de que la biopsia marca sin
carcinoma que necesite quimioterapia o rayos. ¡Gracias a Dios y a Nuestra Madre
Celestial por la recuperación de Eulalia y por sus juveniles 85 años, dando y recibiendo
amor a manos llenas!”
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Febrero 11
"Espíritu
Santo, yo sé que eres más grande y más bello que todos mis sentimientos y
emociones, que no te puedo abarcar con mi sensibilidad herida.
Tú
no eres como yo te siento a veces, porque eres incapaz de hacerme daño, de
absorberme o de dominarme a la fuerza. Eres una infinita delicadeza.
Espíritu
Santo, a veces experimento mi pequeñez ante tanta grandeza, y escapo de ti como
si pudieras hacerme daño. Perdona esas tonterías de mi corazón pequeño.
Olvido
que tu poder es el que me hace fuerte, que me da la vida y me sostiene, y que
todo viene de tu amor divino.
Dame
la gracia de dejarte actuar, para que pueda gozar de tus delicias, para que
pueda cantar de gozo en tu presencia.
Ven
Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.