sábado, 3 de febrero de 2018

Pequeñas Semillitas 3582

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3582 ~ Sábado 3 de Febrero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Amado Señor, en este momento te pido que llenes de valentía y fuerza mi interior para alabarte y bendecirte como te mereces. Quiero renovar mis fuerzas en tu presencia, tener ese mismo celo apostólico que te devoraba por dentro porque no hay nada para Ti más grande que el Amor del Padre. Sabes que te amo, y quiero darte lo mejor de mí. Yo sé que me amas y quieres encontrarte conmigo en el templo de mi alma, pero primero debo limpiarla, purificarla con tu Palabra sanadora y hacerla agradable para que en ella puedas habitar. Derriba de mi corazón cualquier barrera que me impida amarte con mayor profundidad y respetar las cosas divinas que nos has enseñado. Confío plenamente en tu poder y pongo en tus manos todo lo que soy. Quiero ser un verdadero adorador en Espíritu y Verdad, encontrarme con tu compasión a través de la oración y la reflexión profunda con tus enseñanzas. Quiero darte el debido respeto en todos mis actos y manifestar, tanto exterior como interiormente, que en Ti, soy creatura nueva. Amén.
Píldoras de Fe

¡Buenos días!

Dar la cara…
Qué valentía supone buscar con pasión la verdad, sin transigir con las excusas que nos vuelven esclavos de nuestras mentiras. Sólo la verdad nos hará libres, dijo Jesús. Libres y auténticos, al reconocer con sensatez nuestras “fortalezas” y “debilidades”. No es fácil porque vivimos en un entorno de convencionalismos y máscaras.

Una persona refirió que un día dejó el coche aparcado junto al hospital. Al volver, vio que alguien había arrancado el paragolpes y lo había dejado sobre el capó. Había una nota en el parabrisas que decía: “Ha sido una furgoneta, que se fue sin decir nada. Sus datos son... Puedo testificar si lo desea” Y firmaba. La nota la había escrito la madre de un niño con síndrome de Down que esa misma mañana había venido al hospital por una urgencia de su hijo. Esto hace pensar que las personas que sufren la enfermedad de un paciente, son las que más pendientes están de los demás.

La persona honesta es coherente entre lo que hace y lo que dice. Vive de principios. Vive auténticamente como un ser humano. No se justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Se atreve a ir “contra corriente”. Y se abstiene de mentir con firme decisión. Sabe asumir las consecuencias de sus actos, sin excusas. Da la cara.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. (Mc 6,30-34)

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.
Una situación. Los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.
Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa!— encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.
Jesús les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.
Una paradoja. La escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡Sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad —desnuda de quimeras— mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Blas
Obispo de Sebaste y Mártir

Nació en Sebaste (Armenia) en la segunda mitad del siglo III. Según la tradición fue médico y cristiano ejemplar. Lo eligieron obispo de su ciudad natal, y fue pastor prudente y celoso, intrépido protector de sus fieles en las terribles persecuciones del Imperio Romano de principios del siglo IV. Tuvo que huir a las montañas donde se entregó a la penitencia y la contemplación. Lo apresaron, y su traslado ante el prefecto constituyó una apoteosis popular, acompañada de milagros. Ante su negativa a renunciar a la fe, lo sometieron a toda clase de tormentos, y murió decapitado en su ciudad natal, con toda probabilidad el año 316. Su culto se extendió por toda Europa y es invocado como intercesor en las enfermedades de garganta.
Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Palabras del Santo Padre Pío
 
"No tengo nada concreto que reprobar en ti,
fuera de esa inquietud un tanto amarga que se da en ti
y que no te deja gustar toda la dulzura de la cruz [...]
Debes poner toda la confianza sólo en Dios" 

Grandes Biografías:
Carlos Finlay
Carlos J. Finlay nació en la ciudad de Camagüey, Cuba, el 3 de diciembre de 1833, fruto del matrimonio integrado por el doctor Edward Finlay, natural de Escocia, médico graduado de las Universidades de La Habana y Lima, y de Elizabeth de Barrés, nacida en Puerto España, Trinidad Tobago.

Hizo sus estudios secundarios en Rouen, Francia y se graduó de Doctor en Medicina en 1855 en el Jefferson Medical College de Filadelfia. Incorporó su título a la Universidad de La Habana en 1857. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales y el Secretario de su Sección de Ciencias. En esta corporación ocupó muchos cargos y recibió varias distinciones y honores por su trabajo científico.

En 1881 dio a conocer en la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington su teoría sobre el contagio de enfermedades, con la cual resolvió de manera admirable las pugnas y contradicciones entre los defensores del contagionismo y del anticontagionismo.

Allí se refirió a la existencia de una corriente demostrable científicamente, diferente al contagionismo y al anticontagionismo, y basada en la transmisión de enfermedades de un individuo enfermo a otro sano por conducto de vectores biológicos. Mediante la aplicación de esta teoría a la propagación de la fiebre amarilla, descubrió que el mosquito Aedes aegypti era el único agente capaz de transmitirla.

Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas de la fiebre amarilla en los seres humanos, lo que no sólo le permitió comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, sino también iniciar el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infecto contagiosas. Formuló las reglas básicas para la erradicación del mosquito, con lo que dio inicio al método sanitario-social conocido como lucha antivectorial que aún se practica.

Finlay fue un científico integral pues, a su trascendental obra en relación con la fiebre amarilla, unió su dedicación al estudio de otras dolencias como la lepra, las enfermedades de la visión, la malaria, el beriberi, la corea, la tuberculosis y el absceso hepático.

Fue él incluso quien primero descubrió la existencia en Cuba de enfermedades como el bocio exoftálmico, la filariasis y la triquinosis; se adelantó a Carl von Rokitansky en la afirmación del origen hídrico del cólera y su observación sobre el tétanos infantil posibilitó hacer descender la mortalidad por dicha causa.

Su gran contribución para liberar al género humano de los terribles estragos de la fiebre amarilla y erradicar otras enfermedades, lo convirtieron en benefactor de la humanidad.

Tras haber fundado y dirigido la organización de la salud pública cubana en los inicios del período republicano en Cuba, falleció en La Habana el 20 de agosto de 1915, a la edad de 82 años.

Después de su muerte, el gobierno cubano creó en su honor el Instituto de Investigación en Medicina Tropical, y el día 3 de diciembre, aniversario de su cumpleaños, se celebra en toda América el "Día de la medicina americana".

Meditaciones
El 13 de julio 1917 la Hermana Lucía recibió tres secretos. El tercero se dio a conocer públicamente el 13 de mayo del año 2000, acompañado de un comentario del intérprete: Como clave de la primera y segunda parte del "secreto", encontramos las palabras: "salvar almas"; del mismo modo, la clave de este "secreto" es un triple grito: "¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!”
Quisiera al final volver aún sobre otra palabra clave del "secreto" que se ha hecho justamente famosa: "Mi Inmaculado Corazón triunfará". ¿Qué significa? El corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y las armas de cualquier tipo. El fiat de María, la palabra de su corazón, cambió la historia del mundo, ya que trajo el Salvador al mundo (...).
El maligno tiene poder sobre este mundo (...) porque nuestra libertad le deja continuamente desviarnos de Dios. Pero desde que Dios mismo tiene un corazón humano (...), la libertad para el mal ya no tiene la última palabra. Desde entonces, las palabras necesarias: "En el mundo tendréis aflicción, pero no os desaniméis; Yo he vencido al mundo"(Jn 16, 33). El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa. 
Un minuto con María

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso de Felipe (padre del autor de esta página), que partió al encuentro del señor hace exactamente once años. Que Dios lo tenga en el Cielo eternamente.

Pedimos oración por el eterno descanso de Jorge Matias Arturo M., de la provincia de Santa Fe, Argentina, que ayer fue llamado a la casa del Padre celestial luego de una larga y cruel enfermedad.

Pedimos oración por tres personas de Buenos Aires, Argentina: por el alma de Marcia, una abuela que partió al cielo ayer; por Matías, un niñito que se está recuperando de un problema de salud; y por Lorena y su familia, para que el Señor los bendiga y puedan ver concretados sus proyectos en unión y amor. A todas estas personas las dejamos en las manos de la Santísima Virgen de Lourdes, para que interceda por sus necesidades.

Pedimos oración para Esperanza, de Ecuador, afectada de cáncer avanzado y próxima a realizar tratamiento de radioterapia, confiando en la infinita misericordia de Dios para que el tratamiento logre detener la enfermedad.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo.  Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Febrero 3
"Ven Espíritu Santo. Hoy quiero pedirte que me ayudes a comunicarme con los demás. Enséñame a decir la palabra justa, a mirar a los demás como ellos necesitan ser mirados, a tener el gesto oportuno.
Todo mi ser está hecho para la comunicación. Por eso te ruego que me liberes de todas las trabas que no me permiten comunicarme bien con los demás.
Con tu agua divina riega todas las cosas buenas que has puesto en mi vida, para que pueda hacer el bien. Enséñame a escuchar, para descubrir lo que los demás esperan de mí, y para que encuentren en mí generosidad y acogida.
Muéstrame la hermosura de abrir el corazón y la propia vida para encontrarme con los demás, y ayúdame a descubrir la belleza del diálogo. Dame la alegría de dar y recibir.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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