miércoles, 27 de septiembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3460

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3460 ~ Miércoles 27 de Setiembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy se celebra la memoria litúrgica de San Vicente de Paúl, y es una buena oportunidad para saludar a todos los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl, distribuidos por el mundo en grupos de trabajo que son las “Conferencias de Caridad”, creadas en 1833 por el hoy beato Federico Ozanam, que era entonces un joven estudiante de la universidad de la Sorbona, en París, inspirado en el apostolado de caridad del santo que hoy recordamos.
La Sociedad de San Vicente de Paúl, desde su inicio se puso bajo la  protección de la Virgen María y el patrocinio del gran santo del que tomó su nombre, quien reunió todos los caracteres de lo que pretende ser una Conferencia: la oración,  la acción para aliviar a los más pobres, y la inquietud de la inteligencia que  los lleva a reflexionar sobre las causas de la pobreza para tratar de superarlas.
Con gran rapidez los grupos se han extendido a través del mundo entero, guiados por esta voluntad fundadora de servir a Cristo en los pobres. En 1846 la SSVP llega a América y ya en 1913 había 8.000 Conferencias que agrupaban a 134.000 miembros en el mundo.
Hoy en día, la SSVP es una  verdadera “multinacional de caridad”, que combate la miseria con sencillez y sin ruido; está ubicada en 146 países, con cerca de 720.000 los socios, quienes conforman 45.440 Conferencias. Las dos terceras partes de las Conferencias (equipos de trabajo) se encuentran en países en vías de  desarrollo, por lo que la Sociedad puede considerarse precursora en cuanto a la  ayuda fraterna en el tercer mundo, en un espíritu de reparto, solidaridad y hermanamiento. Los pobres ayudan a los más pobres. Sus acciones solidarias van desde las visitas a  familias en situación de pobreza, hasta muchas otras actividades como la  entrega de alimentos, ropa, etc.
Elevamos una oración a San Vicente de Paúl, al beato Federico Ozanam, y a la Santísima Virgen María, para que iluminen, acompañen y fortalezcan la gran acción de caridad que realizan los vicentinos en todo el mundo desde hace más de 180 años.

¡Buenos días!

Gime el desierto…
¿Ha perdido “actualidad” la palabra pecado? Pareciera que sí. Sin embargo es una radical experiencia humana. Basta mirar con sinceridad dentro de nosotros para descubrir una cuota de egoísmo y de fragilidad que nos induce a hacer el mal que deberíamos evitar y a no hacer el bien que estamos llamados a practicar.

Refieren los viajeros que, cuando el viento a la caída de la tarde roza la arena del desierto, se oye a lo lejos algo así como un suspiro prolongado: “Escucha” –dice entonces la voz del beduino–  “el desierto se lamenta, porque quisiera ser pradera“. En cuántos hombres, caídos por el pecado, existe la añoranza de lo que podrían ser y no son...

Nunca el hombre es tan grande como cuando cae de rodillas y pide ser purificado, cuando, desde lo profundo del alma grita: “¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad; por tu gran compasión, borra mis faltas!” (Sal 51, 3) ¡Cuánta paz trae una confesión hecha con humilde arrepentimiento!
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos». Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. (Lc 9,1-6)

Comentario:
Hoy vivimos unos tiempos en que nuevas enfermedades mentales alcanzan difusiones insospechadas, como nunca había habido en el curso de la historia. El ritmo de vida actual impone estrés a las personas, carrera para consumir y aparentar más que el vecino, todo ello aliñado con unas fuertes dosis de individualismo, que construyen una persona aislada del resto de los mortales. Esta soledad a la que muchos se ven obligados por conveniencias sociales, por la presión laboral, por convenciones esclavizantes, hace que muchos sucumban a la depresión, las neurosis, las histerias, las esquizofrenias u otros desequilibrios que marcan profundamente el futuro de aquella persona.
«Convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades» (Lc 9,1). Males, éstos, que podemos identificar en el mismo Evangelio como enfermedades mentales.
El encuentro con Cristo, que es la Persona completa y realizada, aporta un equilibrio y una paz que son capaces de serenar los ánimos y de hacer reencontrar a la persona con ella misma, aportándole claridad y luz en su vida, bueno para instruir y enseñar, educar a los jóvenes y a los mayores, y encaminar a las personas por el camino de la vida, aquélla que nunca se ha de marchitar.
Los Apóstoles «recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva» (Lc 9,6). Es ésta también nuestra misión: vivir y meditar el Evangelio, la misma palabra de Jesús, a fin de dejarla penetrar en nuestro interior. Así, poco a poco, podremos encontrar el camino a seguir y la libertad a realizar. Como ha escrito San Juan Pablo II, «la paz ha de realizarse en la verdad (...); ha de hacerse en la libertad».
Que sea el mismo Jesucristo, que nos ha llamado a la fe y a la felicidad eterna, quien nos llene de su esperanza y amor, Él que nos ha dado una nueva vida y un futuro inagotable.
Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Vicente de Paúl
Sacerdote y Fundador
Nació en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos, Francia) el año 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor. Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de Marsella a Narbona, fue vendido como esclavo en Túnez. Liberado y vuelto a su patria, ejerció de párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y, luego, de capellán en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros galeotes. A raíz de sus experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la Congregación de la Misión (Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de los campesinos pobres y a la formación del clero. Fundó también, con la colaboración de santa Luisa de Marillac, la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió en París el 27 de septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono de las obras de caridad.
Oración: Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano 

Pensamientos del día

“No podemos asegurar mejor nuestra felicidad
que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres”

“Denme un hombre de oración, y será capaz de todo”

“Aunque no te des cuenta de ello,
nuestro Señor nunca dejará de santificarte
si te mantienes fiel a Él”
-San Vicente de Paúl-

Tema del día:
La oración de la semilla
Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé. Fue una oración diferente.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

La repetí una y otra vez, hasta que desperté. No comprendí bien su significado hasta que reflexioné en esta parábola:

“Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?" Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas” (Lucas 13:6-9).

Entonces lo supe: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7,16).

Tomé papel, un bolígrafo y escribí.

“La oración de la semilla”

He visto una semilla Señor,
que ha caído en la vereda del camino.
Tú la creaste.
¿Qué hace allí?
Espera la tierra fértil,
La lluvia del invierno
La brisa del verano.
Si no los encuentra,
¿dónde podrá germinar?
Un niño pasa cerca, pero no la ve.
El viento la mueve a su gusto,
de un lado a otro.
Debe germinar, y crecer
y dar frutos. Para eso la creaste.
Soy como esa semilla Señor.
El viento me lleva de un lado a otro
y aún no vivo, según tu voluntad.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos para ti.
Señor yo también quiero germinar y crecer.
Quisiera hacer tantas cosas y no puedo.
Reconozco mi inutilidad.
Sin ti, ¿qué puedo hacer?
Tú lo has dicho: “Sin mí no pueden nada”.
Y yo, sin ti, nada puedo.
Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

Nuevo vídeo
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Meditaciones 
“Nos encontramos hoy, frete al combate más grande que ha visto la humanidad. No pienso que la comunidad cristiana lo haya comprendido completamente. Estamos ante la lucha final entre la Iglesia y la Anti-Iglesia, entre el Evangelio y el Anti-Evangelio” afirmaba el Cardenal Karol Wojtyla el 9 de noviembre de 1976.
Una cosa es cierta, la victoria final es de Dios y eso se confirmará gracias a María, la mujer del Génesis y del Apocalipsis, que combatirá al frente del ejército de sus hijos contra las fuerzas enemigas de Satanás y aplastará la cabeza de la serpiente (Cardenal Ivan Dias).
Debemos permanecer cercanos a María porque Ella es la antorcha que nos ilumina el camino a la salvación.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Los cinco minutos de María
Setiembre 27
El Espíritu viene sobre María y la vivifica con la vida misma de Dios; así ella recibe su “misión maternal”, es decir, una comprensión más completa de su misión en la historia de la salvación.
Poseyendo el Espíritu, María posee el mismo amor de Dios, que la santifica como su morada, y la dota de la fuerza necesaria para vivir su nuevo compromiso como Madre del Mesías.
Nuestra Señora de los pobres y necesitados, acuérdate de ellos y socorre sus necesidades cotidianas y espirituales.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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