PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3458 ~ Lunes 25 de Setiembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Día
lunes… Inicio de la semana laboral y/o de estudios para muchos.
Que
esta semana este llena de salud, amor y paz para todos y que la luz y la
armonía llenen todos los rincones.
Que las tiernas manos de Dios nos sostengan hasta que encontremos la plenitud de
nuestras almas.
Que el Señor habite en nuestros corazones y no nos abandone nunca.
Y
que el amor siempre esté en el mundo y la alegría llene nuestros corazones. Amén.
¡Buenos días!
Las invitaciones de Dios
A
lo largo de tu vida Dios se hace presente invitándote a dar pasos hacia una
misión que te ha preparado para hacerte feliz. Está atento para captar estos
llamados del Señor, porque aparecen de la manera menos pensada. El famoso
escritor y teólogo alemán, Romano Guardini, nos cuenta cómo fue invitado por
Dios a dar un paso decisivo.
«Un domingo fui a misa a la iglesia de los dominicos
de la calle Oldenburger. Me encontraba en un estado crítico. Cuando vi a un
hermano lego encargado de la colecta pasar con el rostro tranquilo y portando
su alcancía tintineante, me dio mucha envidia y pensé de repente: ¿No podrías
tú llegar a ser como él? Entonces tendrías paz. Y luego me dije: ¡Podría ser
sacerdote! Y entonces fue como si todo adquiriese tranquilidad y claridad.
Volví a casa con un sentimiento de felicidad que desde hacía mucho tiempo no
había vuelto a sentir»
Para
discernir estos llamados de Dios fíjate en un detalle de la narración que
acabas de leer. Guardini pasaba por una crisis espiritual marcada por la
sensación de inquietud y malestar. Cuando se le abrió un nuevo horizonte “todo
adquirió tranquilidad y claridad”. Este es un indicio de la presencia de Dios:
la paz del corazón. Que el Señor te guíe y te ilumine.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con
una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero,
para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede
manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad,
pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que
crea tener se le quitará». (Lc 8,16-18)
Comentario:
Hoy,
este Evangelio tan breve es rico en temas que atraen nuestra atención. En
primer lugar, “dar luz”: ¡todo es patente ante los ojos de Dios! Segundo gran
tema: las Gracias están engarzadas, la fidelidad a una atrae a otras: «Gratiam
pro gratia» (Jn 1,16). En fin, es un lenguaje humano para cosas divinas y
perdurables.
¡Luz
para los que entran en la Iglesia! Desde siglos, las madres cristianas han
enseñado en la intimidad a sus hijos con palabras expresivas, pero sobre todo
con la “luz” de su buen ejemplo. También han sembrado con la típica cordura
popular y evangélica, comprimida en muchos refranes, llenos de sabiduría y de
fe a la vez. Uno de ellos es éste: «Iluminar y no difuminar». San Mateo nos
dice: «(...) para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra
luz delante de los hombres para que, al ver vuestras buenas obras, den gloria a
vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5,15-16).
Nuestro
examen de conciencia al final del día puede compararse al tendero que repasa la
caja para ver el fruto de su trabajo. No empieza preguntando: —¿Cuánto he
perdido? Sino más bien: —¿Qué he ganado? Y acto seguido: —¿Cómo podré ganar más
mañana, qué puedo hacer para mejorar? El repaso de nuestra jornada acaba con
acción de gracias y, por contraste, con un acto de dolor amoroso. —Me duele no
haber amado más y espero lleno de ilusión, estrenar mañana el nuevo día para
agradar más a Nuestro Señor, que siempre me ve, me acompaña y me ama tanto.
—Quiero proporcionar más luz y disminuir el humo del fuego de mi amor.
En
las veladas familiares, los padres y abuelos han forjado —y forjan— la
personalidad y la piedad de los niños de hoy y hombres de mañana. ¡Merece la
pena! ¡Es urgente! María, Estrella de la mañana, Virgen del amanecer que
precede a la Luz del Sol-Jesús, nos guía y da la mano. «¡Oh Virgen dichosa! Es
imposible que se pierda aquel en quien tú has puesto tu mirada» (San Anselmo).
Rev. D. Joaquim FONT i Gassol (Igualada, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Cleofás
Discípulo del Señor
La
Iglesia conmemora hoy a este discípulo del Señor, a quien se refiere el
Evangelio de san Lucas al hablar de «los discípulos de Emaús». La tarde del día
de Pascua, Cleofás y el otro discípulo de Jesús iban a Emaús. En el camino se
les apareció Cristo que les fue explicando las Escrituras. Sus corazones
ardían. Al llegar al pueblo, Jesús hizo además de seguir adelante, pero ellos
lo detuvieron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece». Puestos a la
mesa, el Señor tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo fue dando. Ellos entonces
lo reconocieron, volvieron a Jerusalén y contaron a los Apóstoles lo que les
había pasado (Lc 24,13-35). © Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“A Dios se le busca en los libros,
se le encuentra en la meditación.
Sed vigilantes cuando meditéis.
Generalmente los que se entregan a la meditación,
lo hacen con una especie de arrogancia,
tan ansiosos están por encontrar
el sujeto susceptible de consolar su espíritu,
y esto es suficiente para impedirles encontrar lo que
buscan”
Santo Padre Pío
Tema del día:
Para vencer las tentaciones
El
maestro de espiritualidad san Juan de Ávila (1499-1569), doctor de la Iglesia,
ofrece en sus obras diferentes consejos para vencer las tentaciones. Fue
coetáneo de santos tan importantes como san Ignacio de Loyola, san Juan de
Dios, santa Teresa de Jesús Ávila, santo Tomás de Villanueva o san Pedro de
Alcántara. El misionero laico Christian Huerta, responsable de la iniciativa de
evangelización Semper Fiat, ofrece sus comentarios en este sencillo decálogo,
que ha recogido Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo en el semanario Alfa y Omega.
1. Practica estos remedios.
Como
un entrenamiento, estas prácticas te ayudarán sobre todo si las ejercitas en
los tiempos en que no estás especialmente tentado.
2. Considera el poder de la Cruz, del Nombre del
Señor, de la Santa Determinación.
“Señor,
no te vendo yo tan barato. Señor, Tú vales más, y te quiero más a Ti”,
recomienda san Juan de Ávila cuando te viene una tentación. Haz la señal de la
cruz en la frente y sobre el corazón, invocando el nombre de Jesucristo. El
demonio no soporta la Cruz ni el nombre de Jesús: Jesús significa “Dios salva”.
El solo nombre de Jesús pronunciado con amor es la mejor oración, tiene poder.
Pero esto no es superstición o pronunciar una palabra mágica, es unirnos a su
Pasión y abrazar su Cruz. San Juan de Ávila pide pronunciar el nombre de Jesús
con devoción, incluso cuando no estamos siendo tentados, pronunciar el nombre de
Jesús espontáneamente, por la calle o después de comulgar… No es un mantra, es
invocar al amigo.
3. Medita en el infierno.
“Si
con esto no se quita, baja al infierno con el pensamiento” para mirar el
sufrimiento de los que allí penan. El deleite que te da la tentación es un
momento, pero el pago a cambio es la eternidad.
4. Medita en el cielo.
“Sube
al cielo con el pensamiento y en cómo no puede entrar allí bestia alguna, para
aborrecer aquí lo que allí se aborrece por Dios”, dice el santo. ¿Vas a dejar
el cielo por un infiernito?
5. Piensa que estás en la sepultura y en “cuan
hediondos están allí los cuerpos”.
Cuando
estés mal piensa en la muerte, en la vida eterna. Como cuando cortan un árbol,
uno cuando se muere va a donde esté inclinado. Entonces procura vivir bien
inclinado.
6. Usa los sacramentales.
Son
recursos que nos ayudan a vivir de mejor manera los sacramentos: el agua
bendita, el crucifijo, una estampa… “Acude a Jesucristo en la Cruz, y atado a
la columna y azotado, y dile: ‘Tu divino cuerpo está tan atormentado y
ensangrentado, ¿y quiero yo deleites para el mío? No quiero disfrutar a tu
costa, Señor”. Un buen crucifijo es la mejor inversión que puedes hacer.
7. Medita en la pureza de María.
Representa
delante de ti a la limpísima Virgen María”, dice el doctor de la Iglesia. Si
tienes abierto el corazón puedes decir: “Yo quiero ser como Ella”.
8. Practica el recogimiento.
“Si
sabes cerrar la puerta del entendimiento en oración, hallarás con facilidad el
socorro”. La tentación entra en nuestra vida por los sentidos, hay que
acostumbrarlos a obedecer a tu razón, y cuidar de que los sentidos no estén
alborotados. No hay nadie que desparrame sus sentidos y sea también una persona
de oración. Lee la Biblia a menudo, escucha buena música, sea o no
explícitamente católica… Muchos pecados comienzan cuando tienes los sentidos
dispersos, al aire de tantos mensajes contrarios a Dios.
9. Ten vida sacramental.
“Recibe
con la debida preparación el santo Cuerpo de Jesucristo Nuestro Señor”, pide el
santo español, “así nos tendríamos como relicarios preciosos y huiríamos de
toda suciedad”. ¿Cómo va a salir de mi cuerpo un Sí a la tentación, si mi
cuerpo lo ha tocado Cristo? Pero si lo recibimos mal, no hay forma más fácil de
continuar en pecado que comulgar en pecado. Para evitarlo está la Confesión
frecuente, que te da Comunión frecuente, incluso todos los días, lo que te da
una fuerza muy especial.
10. Ejercita las penitencias corporales.
“Y
si con todas estas consideraciones, la carne no se sosiega, debes tratarla como
una bestia”, dice san Juan de Ávila. Ayuna, ten actos de mortificación de
cualquier tipo de placer, renuncia a un alimento que te gusta por un tiempo…
¿Hablas mucho y escuchas poco? Pues escucha más. Véncete. Ayuno, poco sueño, disciplina…
que tu cuerpo se mortifique un poco.
©
Religión en Libertad
Meditaciones
El
Rosario era el modo habitual del Padre Pío de conversar con la Virgen María.
Llamaba a su Rosario su "arma", que le permitió vencer y obtener
todo.
Agradecer
a la Virgen María fue para él el camino necesario para dar gracias a Dios. Él
mismo fue favorecido con una gracia especial. En agosto de 1959, después de un
viaje por varias ciudades italianas, la estatua de Nuestra Señora de Fátima
llegó a San Giovanni. Una multitud inmensa estaba presente. Apenas la estatua
había entrado en la iglesia cuando el Padre Pío fue a su encuentro. Con
lágrimas en los ojos, la besó cariñosamente y le puso su rosario en las manos.
Muy enfermo, volvió enseguida a su celda, desde donde observó cómo la estatua
salía de ahí en helicóptero.
Entonces
exclamó: «Mamá mía, cuando entraste en Italia caí enfermo. Por favor, no te
marches dejándome enfermo.” Inclinando la cabeza, se sintió inmediatamente
curado. Ella que le había obtenido tantas gracias había cumplido con su
petición. Y a él como ministro de la reconciliación, le gustaba decir: "Me
gustaría tener una voz suficientemente fuerte para invitar a los pecadores del
mundo a amar a la Santísima Virgen".
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Seguimos
rezando por las víctimas de los huracanes en el Caribe. Particularmente pedimos
por la aparición sano y salvo de Manuel
López, que reside en Puerto Rico y hace varios días no se tienen noticias
de él. Que Jesús, el Buen Pastor, lo encuentre y vuelva pronto a sus
familiares, amigos y a sus actividades habituales.
Pedimos oración por la salud
de Héctor Tagle N., de ciudad de
México, a quien operan hoy de la cadera, rogando al Señor que todo salga bien y
se recupere pronto.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Setiembre 25
Si
cuantos nos preciamos de amar a la Virgen nos empeñáramos en imitarla,
ofreciendo al mundo la auténtica imagen de María, la del Evangelio, la haríamos
atrayente y contribuiríamos a acrecentar su devoción entre los fieles
cristianos.
A
medida que vayamos comprendiendo en toda su pureza la persona de María, su
presencia en el Nuevo Testamento y en la Iglesia hoy, iremos viviendo más a
conciencia la grandeza de nuestra vida cristiana.
Nuestra Señora de la luz, enciende en nuestro caminar
la antorcha de la fe.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.