PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3426 ~ Lunes 21 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús
mío, gracias por mostrarme el camino para encontrar la verdad. Gracias por cada
una de las acciones de amor que cada día me regalas en cada gesto de bondad que
noto en las expresiones de los que se cruzan por mi camino. En tu infinito
amor, has decidido quedarte con nosotros y acompañarnos hasta el fin del mundo.
Para otorgarnos la salvación de forma perenne y para profundizar nuestra
relación contigo. Con tu propio cuerpo y tu santísima sangre a través de la
Eucaristía, te conviertes en alimento de poder y de santificación. El mejor de
los viáticos para todos tus seguidores con el que recargamos las baterías de
nuestro espíritu para enfrentar cualquier circunstancia que pensemos que se
saldrá de control. Pan de vida, pan de fortificación y de salvación, que
fecunda los sentidos humanos para agudizarlos en el amor y el servicio. Mi
Señor, eres modelo de vida, modelo de santidad, fortaleza para los enfermos,
Eucaristía de amor y de sanación. Te amo. Ven y transfórmalo todo en mí, para
andar por esa vida como un alma errante de tu amor. Amén
¡Buenos días!
El gozo del corazón
La
Reina de la Paz te invita a decidirte por Dios: descubrir y cumplir con
fidelidad su voluntad es la clave del gozo profundo del corazón. Lee y relee
atentamente este mensaje maternal.
“¡Queridos
hijos! Hoy quisiera agradecerles todos sus sacrificios y todas sus oraciones.
Yo los bendigo con mi especial bendición maternal. Yo los invito a que todos
ustedes se decidan por Dios y a que día a día descubran su voluntad en la
oración. Yo quisiera invitarlos a todos, queridos hijos, a la conversión total
para que el gozo reine en sus corazones. Yo estoy feliz de que tantos de
ustedes estén aquí hoy. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
La
conversión total consiste en la verdadera fe. La fe es auténtica cuando uno ha
sido tocado y sacudido por la experiencia del inmenso y gratuito amor que Dios
nos tiene, y se ha sentido impulsado a organizar su vida como respuesta leal y
generosa a este descubrimiento. La bendición maternal de la Virgen María te
regala hoy esta gracia especial.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, un joven se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer
de bueno para conseguir vida eterna?». Él le dijo: «¿Por qué me preguntas
acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos». «¿Cuáles?» —le dice él—. Y Jesús dijo: «No matarás,
no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre
y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo». Dícele el joven: «Todo
eso lo he guardado; ¿qué más me falta?». Jesús le dijo: «Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro
en los cielos; luego ven, y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se marchó
entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mt 19,16-22)
Comentario:
Hoy
la liturgia de la palabra pone ante nuestra consideración el famoso pasaje del
joven rico, aquel joven que no supo responder ante la mirada de amor con que
Cristo se fijó en él (cf. Mc 10,21). San Juan Pablo II nos recuerda que en
aquel joven podemos reconocer a todo hombre que se acerca a Cristo y le
pregunta sobre el sentido de su propia vida: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno
para conseguir vida eterna?» (Mt 19,16). El Papa comenta que «el interlocutor
de Jesús intuye que hay una conexión entre el bien moral y el pleno cumplimiento
del propio destino».
También
hoy, ¡cuántas personas se hacen esta pregunta! Si miramos a nuestro alrededor,
podemos quizá pensar que son pocas las personas que ven más allá, o bien que el
hombre del siglo XXI no necesita hacerse este tipo de preguntas, ya que las
respuestas no le sirven.
Jesús
le responde: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es el Bueno.
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19,17). No es
solamente legítimo el preguntarse acerca del más allá, sobre el sentido de la
vida, sino que... ¡es necesario hacerlo! El joven le ha preguntado qué tiene que
hacer para alcanzar la vida eterna, y Cristo le responde que tiene que ser
bueno.
Hoy
día, para algunos o para muchos —¡qué más da!— puede parecer imposible “ser
bueno”... O bien, les puede parecer algo sin sentido: ¡una tontería! Hoy, como
hace veinte siglos, Cristo nos sigue recordando que para entrar en la vida
eterna es necesario cumplir los mandamientos de la ley de Dios: no se trata de
un “óptimo”, sino que es el camino necesario para que el hombre se asemeje a
Dios y así pueda entrar en la vida eterna de manos de su Padre-Dios. En efecto,
«Jesús muestra que los mandamientos no deben ser entendidos como un límite
mínimo que no hay que sobrepasar, sino como una senda abierta para un camino
moral y espiritual de perfección, cuyo impulso interior es el amor» (Juan Pablo
II).
Rev. D. Óscar MAIXÉ i Altés (Roma, Italia)
Santoral Católico:
San Pío X
Papa
[Murió
el 20 de agosto y su memoria se celebra el 21 del mismo mes]. José Sarto, que
ese era su nombre de pila, nació en Riese (Treviso, Italia) el año 1835, de
familia campesina. Estudió en el seminario de Padua y se ordenó de sacerdote en
1858. Ejerció diversos ministerios en su diócesis hasta que, en 1884, fue
nombrado obispo de Mantua, y más tarde patriarca de Venecia. En 1903 fue
elegido papa. Adoptó como lema de su pontificado «Instaurar todas las cosas en
Cristo», consigna que, llevada a la práctica con espíritu de sencillez, pobreza
y fortaleza, dio grandes frutos: impulsó la lectura de la Sagrada Escritura en
lengua vulgar, alentó la participación en las celebraciones litúrgicas para las
que renovó los libros y la música, promovió la acción misionera de los laicos,
fomentó la primera comunión en edad temprana, publicó su Catecismo predicado
antes por él mismo, simplificó la organización de la Curia, atajó los errores
de su tiempo, combatió el modernismo. Murió en Roma el 20 de agosto de 1914.
Oración: Señor, Dios nuestro, que, para defender la
fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al papa san Pío de
sabiduría divina y fortaleza apostólica, concédenos que, siguiendo su ejemplo y
su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“Indudablemente la compasión que mostramos hacia los
pobres, aliviando sus necesidades, es muy encomiada por Dios, pero ¿quién
negará que ocupa un puesto mucho más eminente el celo y el esfuerzo que se
endereza a instruir y a persuadir, y de ese modo colmar a las almas, no de los
bienes pasajeros de la tierra, sino de aquellos que duran para siempre?
Tema del día:
Día del Catequista
La
Iglesia Católica celebra cada 21 de agosto, el Día del Catequista, en
conmemoración del Papa Pío X, Santo, quien tuvo actuación decisiva a favor de
la catequesis e hizo posible entre otras cosas que los niños se acerquen a los
sacramentos a edad temprana.
Los
catequistas no están guiados sólo por su buena voluntad sino que tienen el
mandato misionero para mostrar a todos en nombre de la Iglesia “el rostro
misericordioso de un Dios que es siempre padre”. Son muchos los caminos que
llevan a ser catequista y, en todos los casos, suelen surgir muchas preguntas
en torno a la tarea.
Sin
embargo al ir entrando en el mundo de la catequesis, las preocupaciones van
cambiando. Se comprende que lo más importante es transmitir con amor el mensaje
de Jesús y compartir con los demás la experiencia del encuentro con Jesús. Así,
el catequista se convierte, definitivamente, en una persona que cree y sigue a
Jesús viviendo la alegría de ser su testigo. Lo escucha en la oración y en la
lectura del Evangelio y lo descubre en el discernimiento comunitario y en la
vida cotidiana intentando ver a las personas, las cosas, las situaciones, tal y
como Jesús las vería hoy.
El
catequista se reconoce en búsqueda, en camino; no se cree ni dueño de la verdad
ni el “maestro” que llega para esclarecer a los demás sino un instrumento que
el mismo Jesús, presente en la comunidad, envía, sostiene y da fuerza para
superar las oscuridades y dificultades. Es parte de la gran marcha de creyentes
que han recorrido y aún recorren la historia. Marcha que fue iniciada por el
pueblo de Israel y ha continuado en la Iglesia y, a través de ella, ha llegado
hasta nosotros.
Decálogo para el Catequista
I.
Cuidar mi vocación de catequista con la oración y la formación permanente.
II.
Estudiar y amar la Palabra de Dios como fuente principal de la catequesis.
III.
Crecer en el amor a Cristo, a la Iglesia y a cada hermano.
IV.
Desarrollar mi vida espiritual con la vivencia de los sacramentos y la
participación activa a favor de la comunidad cristiana.
V.
Dar testimonio de Cristo en toda circunstancia.
VI.
Trabajar en común unión con los sacerdotes y mis hermanos en la fe.
VII.
Preparar con seriedad y creatividad todos los encuentros catequísticos.
VIII.
Participar con entusiasmo en los encuentros de formación, de oración y de
programación de las catequesis.
IX.
Servir con humildad y respeto, confiando más en la acción del Espíritu Santo
que en mis méritos.
X.
Revisar y purificar mis motivaciones para evitar la rutina y la
autosuficiencia.
Meditaciones
María
fue preservada, y el Evangelio da fe de ello. En él ella no aparece nunca ni
parlanchina di presuntuosa.
En
el texto completo de los cuatro Evangelios, si la memoria no me falla, no se
menciona más de cuatro veces la palabra de María. La primera vez ella se dirige
al ángel pero solo después que él le hablara dos veces. Enseguida, es en casa
de Isabel, cuando su voz hace estremecerse a Juan el Bautista en el vientre de
su madre y que elogiada por su prima, ella misma se da prisa en alabar al
Señor. La tercera vez, ella le habla a su Hijo de doce años, y se queja de que
ella y su padre e preocupados debieron buscarlo.
La
última vez, fue en las bodas de Caná, cuando ella se dirige a su Hijo y a los
que servían el vino, y durante esas veces sus palabras tienen la marca
autentica de su bondad natural y de su recato virginal. Haciendo suya la
dificultad del otro, no se puede abstener y decide advertir a su Hijo que el
vino falta; cuando Él la reprende, la mansedumbre y la humildad le impiden
responderle y sin embargo, sin desconcierto ella compromete a los sirvientes a
hacer lo que su Hijo les dirá. (San
Bernardo de Claraval)
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso del alma de Úrsula
y su familia. Ella era una joven española llena de vida y ha fallecido en
un accidente. Que el Padre celestial la reciba en su reino.
Pedimos
oración para las siguientes personas de Medellín, Colombia: Agustina B., tiene un tumor en el
cerebro que se lo van a extirpar; Ana S.
de E., muy delicada de salud por su avanzada edad; Rodrigo C., con cáncer de próstata; Alberto G., con problemas renales; el padre Carlos Y., con aneurisma, padre Carlos M., con cáncer de garganta; Alberto A., con problemas cardiacos, y Virgelina S., con problemas renales, la dializan y espera un trasplante
de riñon. Que el Señor, con su misericordia infinita, atienda las necesidades
de todas estas personas.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Agosto 21
Hay
innumerables riquezas en la vivencia de nuestra unión a Cristo y entre ellas
una de las más propias para entusiasmarnos es la devoción a María, considerada
como una participación y continuación en nosotros de la piedad filial de Jesús
para con su Madre.
Nadie
conoció a Jesús como ella; nadie mejor que ella puede ser nuestra guía; nadie
como ella nos puede enseñar el amor de Jesús.
Virgen Santísima, condúceme siempre por el camino que
lleva a la unión a Jesús y los hermanos.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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