PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3416 ~ Viernes 11 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
templanza es la virtud que modera y ordena la atracción de los placeres y
procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la
voluntad sobre los instintos.
Es
la cualidad humana que induce a usar o hacer las cosas con moderación. Y
precisamente, la templanza es una virtud íntimamente ligada con la moderación,
y está muy relacionada con la fortaleza interior que debemos cultivar para
controlar los diversos apetitos.
Esto
atañe a los placeres. Se utiliza, por tanto, en relación a la comida, a la
bebida, al sexo o a cualquier otro divertimento humano. La templanza implica
diferentes virtudes como son: la castidad, la sobriedad, la humildad y la
mansedumbre.
El
ser humano debe ser consciente y racional de encontrar el justo equilibrio de
todas las cosas. Así, el hombre es el único de los seres vivos que puede
sobreponerse a los instintos, que puede dejar de lado los placeres y que puede
desarrollar niveles de placer mucho más elevados a través de actividades no
relacionadas directamente con el placer corporal.
Como
sucede con los metales forjados adecuadamente, es decir, bien templados, el
hombre sereno ha aprendido a conducirse en la vida sin extravagancias que
pueden dañar su cuerpo, su alma o sus bienes
¡Buenos días!
Ofrenda de cariño
San
Juan Bosco decía a los jóvenes: “Amad,
honrad, servid a María. Procurad hacerla conocer, amar y honrar por los demás.
No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta Madre, sino que podrá
aspirar también a una gran corona en el cielo”. Aquí tienes la cariñosa letra
de una canción mariana.
¡Oh Señora y Madre mía!, con filial cariño vengo
a ofrecerte, en este día, cuanto soy y cuanto tengo:
mis ojos para mirarte, mi voz para bendecirte,
mi vida para servirte, mi corazón para amarte.
Acepta, Madre, este don que te ofrenda mi cariño,
y guárdame como a un niño cerca de tu corazón.
Aunque el dolor me taladre y haga de mí un crucifijo,
que yo sepa ser tu hijo, que sienta que eres mi Madre.
En la dicha, en la aflicción, en mi vida, en mi
agonía,
mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.
“María
nos asegura –dice Don Bosco– que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos
suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para
obtenernos después el Paraíso. Si la amamos como hijos, ella nos defenderá como
Madre potente y llena de misericordia”. Que vivas este día con filial afecto.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su
vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues, ¿de
qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O, ¿qué
puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre ha de venir
en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según
su conducta. Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no
gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino». (Mt 16,24-28)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio nos sitúa claramente frente al mundo. Es radical en su
planteamiento, no admite medias tintas: «Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» (Mt 16,24). En numerosas ocasiones,
frente al sufrimiento generado por nosotros mismos o por otros, oímos: «Debemos
soportar la cruz que Dios nos manda... Dios lo quiere así...», y vamos
acumulando sacrificios como cupones pegados en una cartilla, que presentaremos
en la auditoria celestial el día que nos toque rendir cuentas.
El
sufrimiento no tiene valor en sí mismo. Cristo no era un estoico: tenía sed,
hambre, cansancio, no le gustaba que le abandonaran, se dejaba ayudar... Donde
pudo alivió el dolor, físico y moral. ¿Qué pasa entonces?
Antes
de cargar con nuestra “cruz”, lo primero, es seguir a Cristo. No se sufre y
luego se sigue a Cristo... A Cristo se le sigue desde el Amor, y es desde ahí
desde donde se comprende el sacrificio, la negación personal: «Quien quiera
salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará»
(Mt 16,25). Es el amor y la misericordia lo que conduce al sacrificio. Todo
amor verdadero engendra sacrificio de una u otra forma, pero no todo sacrificio
engendra amor. Dios no es sacrificio; Dios es Amor, y sólo desde esta
perspectiva cobra sentido el dolor, el cansancio y las cruces de nuestra
existencia tras el modelo de hombre que el Padre nos revela en Cristo. San
Agustín sentenció: «En aquello que se ama, o no se sufre, o el mismo sufrimiento
es amado».
En
el devenir de nuestra vida, no busquemos un origen divino para los sacrificios
y las penurias: «¿Por qué Dios me manda esto?», sino que tratemos de encontrar
un “uso divino” para ello: «¿Cómo podré hacer de esto un acto de fe y de
amor?». Es desde esta posición como seguimos a Cristo y como —a buen seguro—
nos hacemos merecedores de la mirada misericordiosa del Padre. La misma mirada
con la que contemplaba a su Hijo en la Cruz.
Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
Santa Clara de Asís
Virgen y Fundadora
Nació
en Asís (Italia) el año 1193 en el seno de una familia noble. Cuando san
Francisco se convirtió a Dios y empezó a predicar, Clara lo escuchaba a gusto y
se entrevistaba con él en secreto. La noche del Domingo de Ramos de 1211 ó
1212, Clara abandonó la casa paterna y se consagró a Dios en la Porciúncula en
manos de Francisco. Acto seguido la acompañaron al monasterio de benedictinas
de San Pablo de Bastia, de donde pasó más tarde a la iglesia del Santo Ángel de
Panzo y luego a San Damián. Pronto la siguieron otras jóvenes, y con ellas,
bajo la guía de Francisco, se formó en San Damián, a las afueras de Asís, la
comunidad que se convertiría en la Orden de las Clarisas. Allí vivió Clara
encerrada, en pobreza, oración y caridad, más de cuarenta años, gran parte de
los cuales estuvo postrada en cama. Fue la madre y formadora, con su ejemplo y
su palabra, de una gran familia monástica, parte esencial del carisma
franciscano. La víspera de su muerte tuvo la alegría de ver aprobada por el
Papa su Regla propia. Murió en San Damián el 11 de agosto de 1253, y la
canonizó Alejandro IV el 15 de agosto de 1255.
Oración: Oh Dios, que infundiste en santa Clara un
profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que,
siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte
en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“Moisés gastó:
40 años pensando que era alguien,
40 años aprendiendo que no era nadie
y 40 años descubriendo lo que Dios puede hacer con un
NADIE”
Tema del día:
Lectura espiritual
Así
como el cuerpo necesita alimentarse para poder mantenerse vivo y desarrollarse,
así también el alma necesita alimentarse para poder sobrevivir y aumentar en
sabiduría.
Y
el alimento del alma es en primer lugar la Eucaristía, en que viene a nosotros
el mismo Dios hecho hombre: Jesucristo, a colmar nuestra hambre y sed
espiritual.
Pero
también debemos alimentar nuestra alma, nuestra inteligencia, con la lectura
espiritual, leyendo y meditando en buenos libros, en primer lugar la Sagrada
Escritura, de preferencia el Evangelio, y también leer vidas de santos y buenos
libros de meditación.
Y
no nos desanimemos porque al leer nos olvidamos de la mayor parte de las cosas
que leemos, pues en el momento oportuno el Espíritu Santo nos las recordará y
hará florecer en buenos pensamientos y acciones, y entonces darán frutos.
Debemos
tener presente que nada de lo que entra en nuestra mente se olvida, sino que
todo queda registrado de alguna manera en el subconsciente y, con el soplo del
Espíritu Santo se puede convertir en frondoso árbol cargado de buenos frutos.
Por
eso también es muy importante, además de leer buenos libros, el no leer malos
libros ni mirar mucha televisión, porque todo lo que entra en nuestra mente e
inteligencia deja siempre una huella más o menos profunda.
Y
un medio maravilloso de alimentar nuestra alma es a través de la oración,
especialmente el Santo Rosario, donde vamos meditando los pasajes de la vida de
Jesús y María y nos vamos haciendo, cada vez que lo rezamos, más semejantes a
Ellos dos.
Oración,
Comunión eucarística y lectura espiritual deben ser los tres alimentos de alma,
inteligencia y corazón, para ser fuertes en esta vida contra las tentaciones y
pruebas que nos pone el Maligno.
La
buena formación diaria es necesaria, porque en un campo donde no se mantiene la
tierra ni se la cuida, muy pronto aparecen plantas nocivas y plagas. Que no suceda
esto con nuestra alma. Cuidémosla y alimentémosla.
© Sitio Santísima Virgen
Oración por la Patria
Jesucristo,
Señor de la historia, te necesitamos.
Nos
sentimos heridos y agobiados.
Precisamos
tu alivio y fortaleza.
Queremos
ser nación, una nación cuya identidad
sea
la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Danos
la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para
amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando
a los pobres y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo
el odio y construyendo la paz.
Concédenos
la sabiduría del diálogo
y
la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú
nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos
a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina!
¡Canta y camina!
Jesucristo,
Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
Meditaciones
Si
eres pequeño, alégrate, porque tu pequeñez sirve de contraste a otros en el
Universo, porque esa pequeñez constituye la razón esencial de su grandeza;
porque para ser ellos grandes han necesitado que tú seas pequeño, como la
montaña para culminar necesita alzarse entre colinas, lomas y cerros.
Si
eres grande, alégrate, porque lo Invisible se manifestó en ti de manera más
excelente; porque eres un éxito del Artista eterno.
Si
eres sano, alégrate, porque en ti las fuerzas de la naturaleza han llegado a la
ponderación y a la armonía.
Si
eres enfermo, alégrate, porque luchan en tu organismo fuerzas contrarias que
acaso buscan una resultante belleza; porque en ti se ensaya ese divino
alquimista, que se llama el Dolor.
Si
eres rico, alégrate, por toda la fuerza que el Destino ha puesto en tus manos,
para que la derrames ...
Si
eres pobre, alégrate, porque tus alas serán más ligeras; porque la vida te
sujetará menos; porque el Padre realizará en ti más directamente que en el rico
el amable prodigio periódico del pan cotidiano ...
Alégrate
si amas, porque eres más semejante a Dios que los otros.
Alégrate
si eres amado, porque hay en esto una predestinación maravillosa.
Alégrate
si eres pequeño, alégrate si eres grande; alégrate si tienes salud; alégrate si
la has perdido; alégrate si eres rico; si eres pobre; alégrate; alégrate si te
aman; si amas, alégrate; alégrate siempre, siempre, siempre.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Christopher R., en Nueva
York, a quien los médicos después de 6 meses no han logrado diagnosticarlo y
por consiguiente, tratarlo. Que el Espíritu Santo ilumine a los profesionales
de la salud para encontrar el motivo de su enfermedad y que el Medico Divino le
cure su cuerpo y su alma.
Pedimos
oración por dos queridas personas amigas que están siendo tratadas con
quimioterapia por afecciones oncológicas: Marina
Ruiz, de Málaga, España, y Raúl Luis
P., de Córdoba, Argentina. Los encomendamos a la Santísima Virgen para que
ella les dé esperanzas y los fortalezca ante los inconvenientes que a veces
traen estos tratamientos; y que pronto puedan estar en la mejor forma.
Pedimos
oración para el señor Carlos Ll. B.,
de Argentina, afectado de cáncer de próstata. Que Dios Misericordioso le
conceda todas sus gracias de sanación.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Te rogamos Señor que nos concedas las gracias que
confiadamente estamos solicitando
y todas aquellas que quedan en lo profundo de
nuestros corazones y Tú conoces.
Amén.
Los cinco minutos de María
Agosto 11
La
pincelada más acertada para el retrato de la Virgen la dio el ángel al saludar
a María como la “llena de gracia”.
Este
es su rasgo característico, el que diseña su fisonomía interna y la diferencia
de todas las demás personas. Su nombre específico, que sólo a ella se puede
aplicar, porque expresa una excelsa realidad: María estaba llena de gracia
porque Dios estaba en ella.
Virgen, sol refulgente en medio del cielo, que
recuerde siempre las palabras de Jesús: “Ustedes son la luz del mundo”.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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