PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3412 ~ Lunes 7 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En
un pueblecito de Suiza, al pie de grandes montañas, un auto había arrollado un
águila real. Esta ave majestuosa, que vuela sobre las nubes, había sido
arrollada por un auto que corre a ras del suelo. ¿Por qué? Porque descubrió en
la carretera un animal muerto y bajó a darse un festín y se olvidó de todo lo
que la rodeaba, no vio el peligro que la amenazaba en tierra, no miraba el sol
refulgente que la invitaba a remontarse...
Pues
bien, nuestra alma es como un águila real llamada a volar por las alturas, no
nos olvidemos de nuestro destino eterno y no vayamos tras la carroña que nos
rodea, como la pornografía, el afán desmedido del dinero, los vicios y todo lo
que nos ata a este mundo. No nos olvidemos que tenemos un alma inmortal, que
desea la inmensidad del cielo azul y aspira a la eternidad de Dios. No seamos
víctimas de nuestra propia mediocridad y de nuestros pecados. Levantemos el
vuelo a las alturas, soñemos con el aire puro de las cimas elevadas y no nos
dejemos encerrar en la cárcel de los vicios y placeres.
¡Buenos días!
El perdón pacifica
“El
que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las
tinieblas. El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar.
Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin
saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido”, 1 Juan 2, 9-11.
Cuenta Teresa de Calcuta:
“Tenemos en Lima casas para los que sufren de SIDA;
la mayoría son jóvenes. Y la mayoría de ellos muere, pero tienen una muerte muy
hermosa, en paz con Dios. Un joven estuvo agonizando por tres días y no podía
morir. La hermana le preguntó: “¿Qué cosa te preocupa?, ¿qué es lo que te
impide morir? Yo deseo ayudarte”. Y el joven dijo: “Hermana, no puedo morir
hasta que no pida perdón a mi padre”. La hermana averiguó dónde vivía el padre
y lo trajo por avión adonde su hijo estaba. Fue una hermosa y viva realidad de
la parábola del hijo pródigo. Fue emocionante ver al joven encontrarse con la
muerte lleno de paz con Dios”.
Entre
los sentimientos que turban la paz del corazón se destaca por su capacidad
destructiva el odio que se niega a perdonar y olvidar. “Señor, tú que eres puro
amor, tú que perdonabas a los que te crucificaban, quita de mi corazón el
veneno de los recuerdos que me llenan de rencor y rabia. Derrama en mi interior
el deseo de perdonar y la gracia del perdón”. Que el Señor te bendiga.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, cuando Jesús recibió la noticia de la muerte de Juan Bautista, se
retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo
supieron las gentes, salieron tras Él viniendo a pie de las ciudades. Al
desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos.
Al
atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «El lugar está deshabitado,
y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos
y se compren comida». Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles
vosotros de comer». Dícenle ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos
peces». Él dijo: «Traédmelos acá».
Y
ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los
dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo
los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron
todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos.
Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y
niños. (Mt
14,13-21)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio toca nuestros “bolsillos mentales”... Por esto, como en tiempos de
Jesús, pueden aparecer las voces de los prudentes para sopesar si vale la pena
tal asunto. Los discípulos, al ver que se hacía tarde y que no sabían cómo
atender a aquel gentío reunido en torno a Jesús, encuentran una salida airosa:
«Que vayan a los pueblos y se compren comida» (Mt 14,15). Poco se esperaban que
su Maestro y Señor les fuera a romper este razonamiento tan prudente,
diciéndoles: «Dadles vosotros de comer» (Mt 14,16).
Un
dicho popular dice: «Quien deja a Dios fuera de sus cuentas, no sabe contar». Y
es cierto, los discípulos —nosotros tampoco— no sabemos contar, porque
olvidamos frecuentemente el sumando de mayor importancia: Dios mismo entre
nosotros.
Los
discípulos realizaron bien las cuentas; contaron con exactitud el número de
panes y de peces, pero al dividirlos mentalmente entre tanta gente, les salía
casi un cero periódico; por eso optaron por el realismo prudente: «No tenemos aquí
más que cinco panes y dos peces» (Mt 14,17). ¡No se percatan de que tienen a
Jesús —verdadero Dios y verdadero hombre— entre ellos!
Parafraseando
a san Josemaría, no nos iría mal recordar aquí que: «En las empresas de
apostolado, está bien —es un deber— que consideres tus medios terrenos (2 + 2 =
4), pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando:
Dios + 2 + 2...». El optimismo cristiano no se fundamenta en la ausencia de
dificultades, de resistencias y de errores personales, sino en Dios que nos
dice: «He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»
(Mt 28,20).
Sería
bueno que tú y yo, ante las dificultades, antes de dar una sentencia de muerte
a la audacia y al optimismo del espíritu cristiano, contemos con Dios. Ojalá
que podamos decir con san Francisco aquella genial oración: «Allí donde haya
odio que yo ponga amor»; es decir, allí donde no salgan las cuentas, que cuente
con Dios.
Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano (Cervera, Lleida,
España)
Santoral Católico:
San Cayetano de Thiene
Patrono del Pan y el Trabajo
Nació
en Vicenza (Italia) el año 1480. Estudió derecho en Padua y luego marchó a
Roma, donde el papa Julio II lo empleó en la curia como protonotario. Muerto el
Papa dejó la corte pontificia y se ordenó de sacerdote en 1516. Volvió a
Vicenza, se entregó a las obras de religión y misericordia y reorganizó el
Oratorio del Divino Amor. En 1520 pasó a Venecia, donde sirvió a los pobres en
un hospital. Para remediar las carencias que observó en parte del clero, fundó
en Roma la sociedad de los Clérigos Regulares llamados Teatinos, inspirada en
la vida de los Apóstoles, para promover la formación del clero, la predicación,
el confesonario, la atención a los pobres y enfermos, especialmente los
incurables, la digna celebración del culto divino. La Orden no debía tener
bienes ni pedir limosna, confiando en la Providencia. San Cayetano pasó el
último período de su vida en Nápoles, donde desarrolló una extraordinaria labor
de renovación en el clero, en los religiosos y en el pueblo. Murió 7 de agosto
de 1547.
Oración: Señor, Dios nuestro, que concediste a san
Cayetano imitar el modo de vivir de los apóstoles, concédenos, por su
intercesión y ejemplo, poner en ti nuestra confianza y buscar siempre el reino
de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento de San Cayetano
“Una derrota no es un fracaso.
Nuestra lucha contra el mal no está perdida…
Nuestra confianza en Dios, en su Providencia,
nos hace sentir seguridad. No podemos retroceder.
Sólo es cuestión de paciencia.
Debemos seguir rezando y actuando.
Dios no nos abandonará.”
Tema del día:
El poder de la Santa Misa
A
la hora de tu muerte, tu mayor consolación serán las Misas que durante tu vida
oíste.
Cada
Misa que oíste te acompañaran al Tribunal Divino y abogarán para que alcances
el perdón.
Con
cada Misa puedes disminuir el castigo temporal que debas por tus pecados, en
proporción con el FERVOR que la oigas.
Con
la asistencia devota a la Santa Misa rindes el mayor homenaje a la Humanidad
Santísima de Nuestro Señor. La Santa Misa bien oída suple tus mayores
negligencias y omisiones
Por
la Santa Misa bien oída se te perdonan todos los pecados veniales que estás
resuelto a evitar, y muchos otros de que ni siquiera te acuerdas. Por ella
pierde también el demonio el dominio sobre ti.
Además,
ofreces el mayor consuelo a las almas benditas del Purgatorio.
Una
Misa oída mientras vives te aprovechará mucho más que muchas que ofrezcan por
ti después de tu muerte.
Te
libras de muchos peligros y desgracias, en los cuales quizás caerías si no
fuera por la Santa Misa.
Acuérdate
también de que con ella acortas tu purgatorio.
Con
cada Misa aumentas tus grados de gloria en el Cielo. En ella recibes la
bendición del Sacerdote, que Dios ratifica en el cielo.
Durante
la Misa te arrodillas en medio de una multitud de ángeles que asisten
invisiblemente al Santo Sacrificio con suma reverencia.
Consigues
bendiciones en tus negocios y asuntos temporales.
Cuando
oímos Misa en honor de algún Santo Particular, dando gracias a Dios por los
favores pedidos a este Santo no podemos menos de ganarnos su protección y
especial amor, por el primer gozo y felicidad que de nuestra buena obra se le
sigue.
Todos
los días que oímos Misa estaría bien que, además de las otras intenciones,
tuviéramos la de honrar al Santo del día.
© Juan J. Clennon - Arzobispo de St. Louis
Meditaciones
Un
cierto día, la profesora le pregunto a los niños si alguien puede explicar
quién era Dios. Uno de los niños levanto
el brazo y dijo: Dios es nuestro padre, el hizo la tierra, el mar y todo lo que
existe en Él. Él nos hizo sus hijos.
La
profesora queriendo buscar más respuestas, fue más lejos. Como ustedes saben si
Dios existe, ¿si nunca lo vieron? La sala se quedó en silencio. Pedro, un niño
muy tímido, levanto la mano y dijo: Mi mamá me dijo que Dios es como el azúcar
en mi leche, que ella prepara todas las mañanas, yo no veo la azúcar que está
mezclado con mi leche, pero si ella es quitada, mi leche quedara sin sabor.
Dios
existe, y está siempre en medio de nosotros, solo que no lo vemos, pero si Él
se aparta de nosotros, nuestra vida se queda… ¡Sin sabor!
La
profesora sonrió y le dijo: Muy bien Pedro, yo les he enseñado muchas cosas a
ustedes, pero tú me has enseñado algo más profundo de todo lo que yo ya sabía.
Yo ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que esta todos los días endulzando
nuestras vidas. Ella le dio un beso, y salió sorprendía con la respuesta de
aquel niño.
La
sabiduría no está en el conocimiento, pero si en la vivencia de Dios en
nuestras vidas. Teorías existen muchas, pero la dulzura como la de Dios no
existe, ni en las mejores azucares.
Tenga
un buen Día y no se olvide colocar azúcar en su vida…
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso de Anahí,
niña de Buenos Aires de 16 años de edad, secuestrada y asesinada la semana
pasada. Que el Señor reciba su alma en el cielo y que la Santísima Virgen María
consuele a sus familiares en la tierra.
Pedimos
oración por el eterno descanso del alma de Nelly
Teresita S., de Córdoba, Argentina, que ha sido llamada por el Padre a la
casa celestial.
En el día de San Cayetano, pedimos por pan, paz
y trabajo para todas las personas.
Pedimos
oración para Cecilia Inés A., 36
años, de Buenos Aires, Argentina, afectada de una trombosis venosa profunda,
rogando para ella la intercesión de nuestra Señora de Lourdes para que Jesús le
conceda una pronta recuperación.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Agosto 7
Así
fue el Corazón de la Virgen: un Corazón de Virgen y de Madre con todas sus
bellas cualidades: en un grado elevadísimo y sin ningún defecto. Un Corazón
poseído por completo por el amor de Dios y el amor a los hombres, sus hermanos.
Así
como invocamos al Corazón de Jesús diciendo: “Sacratísimo Corazón de Jesús, haz
mi corazón semejante al tuyo”; digámosle a María: “Corazón Inmaculado de María,
sé tú mi salvación”.
Virgen, rosa preferida del jardín de Dios, haz que el
Espíritu Santo tenga en mí sus complacencias.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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