PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3423 ~ Viernes 18 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
famosa psicóloga norteamericana, de origen suizo, Elisabeth Kübler Ross dice:
Llegó un momento en mi vida en que me di cuenta de que había traído dos hijos
al mundo, les había dado todo el bienestar, una buena educación, pero eran
soberbios y estaban vacíos por dentro, vacíos como una botella de cerveza
recién bebida. Entonces, me dije a mí misma, que debía hacer algo que no fuese
solamente darles cosas materiales. De acuerdo con mi esposo, tomamos como
huésped en mi casa a un anciano de 74 años, al cual los médicos habían
diagnosticado dos meses de vida. Quería que mis hijos estuvieran cerca de él en
su momento final, quería que viesen y tocasen por sí mismos la experiencia más
importante de la vida: La muerte. El huésped no sólo vivió dos meses, vivió dos
años y medio. Era tratado en todo como un miembro más de la familia. Aquella
experiencia dio a mis hijos una increíble riqueza espiritual. En aquel
desconocido, que fue recibido para morir entre nosotros, descubrieron un nuevo
sentido para su vida y maduraron mucho (haciéndose más humildes). Aquel pobre
anciano nos había dado mucho más de lo que nosotros le habíamos dado a él.
Es
bueno conocer la muerte para conocer la vida. Es importante darnos cuenta de lo
poco que somos humanamente y de lo frágil que es la vida para que no seamos
soberbios y podamos vivir humildemente agradecidos a Dios por cada momento de
nuestra existencia, sin tratar de acumular tesoros en este mundo.
¡Buenos días!
Con la mirada en el cielo
Don
Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las realidades de este
mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene fin. Pero trabajó sin
cansancio en cambiar las situaciones de desprotección y abandono de niños y
jóvenes pobres. En sus escritos hay pensamientos que brotaron de su profunda
visión de fe. Son joyas de sólida espiritualidad. He aquí algunos:
La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo
poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de
la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido.
Las espinas de la vida serán las flores de la
eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista.
¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da
limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa
del mundo, sino solamente de Dios. Un rinconcito de paraíso lo arregla todo.
Qué
aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en las homilías
y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en un rincón del patio.
Son pensamientos simples pero nos invitan a pensar en otra dimensión, con
parámetros de eternidad. ¿Por qué no enriquecerte con estas perspectivas de la
vida en abundancia?
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos que, para ponerle a prueba, le
dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?». Él
respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón
y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se
unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre».
Dícenle:
«Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?». Díceles:
«Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar
a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien
repudie a su mujer -no por fornicación- y se case con otra, comete adulterio».
Dícenle
sus discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no
trae cuenta casarse». Pero Él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino
aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del
seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender, que entienda». (Mt 19,3-12)
Comentario:
Hoy,
Jesús contesta a las preguntas de sus contemporáneos acerca del verdadero
significado del matrimonio, subrayando la indisolubilidad del mismo.
Su
respuesta, sin embargo, también proporciona la base adecuada para que los
cristianos podamos responder a aquellos que intentan buscar la ampliación de la
definición de matrimonio para las parejas homosexuales.
Al
hacer retroceder el matrimonio al plan original de Dios, Jesús subraya cuatro
aspectos relevantes por los cuales sólo pueden ser unidos en matrimonio un
hombre y una mujer:
1)
«El Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra» (Mt 19,4). Jesús nos
enseña que, en el plan divino, la masculinidad y la feminidad tienen un gran
significado. Ignorarlo, pues, es ignorar lo que somos.
2)
«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer» (Mt
19,5). El plan de Dios no es que el hombre abandone a sus padres y se vaya con
quien desee, sino con una esposa.
3)
«De manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19,6). Esta unión
corporal va más allá de la poco duradera unión física que ocurre en el acto
conyugal. Se refiere a la unión duradera que se presenta cuando un hombre y una
mujer, a través de su amor, conciben una nueva vida que es el matrimonio
perdurable o unión de sus cuerpos. Es obvio que un hombre con otro hombre, o una
mujer con otra mujer, no pueden considerarse un único cuerpo de esa forma.
4)
«Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre» (Mt 19,6). Dios mismo ha
unido en matrimonio al hombre y a la mujer, y siempre que intentemos separar lo
que Él ha unido, lo estaremos haciendo por nuestra cuenta y a expensas de la
sociedad.
En
su catequesis sobre el Génesis, el Papa San Juan Pablo II dijo: «En su
respuesta a los fariseos, Jesucristo plantea a sus interlocutores la visión
total del hombre, sin la cual no es posible ofrecer una respuesta adecuada a
las preguntas relacionadas con el matrimonio».
Cada
uno de nosotros está llamado a ser el “eco” de esta Palabra de Dios en nuestro
momento.
Fr. Roger J. LANDRY (Hyannis, Massachusetts, Estados
Unidos)
Santoral Católico:
San Alberto Hurtado
Presbítero Jesuita Chileno
Nació
en Viña del Mar, Chile, el año 1901. La muerte prematura del padre llevó a su
familia a una situación precaria. Una beca le permitió estudiar. Trabajando y
estudiando, hizo la carrera de Derecho. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1923
y luego completó estudios en Argentina, España y Bélgica, donde fue ordenado de
sacerdote en 1933. Regresó a Chile en 1936. Ya en su patria, su celo apostólico
se extendió a todos los campos: enseñanza, publicación de libros, dirección de
ejercicios espirituales, Acción Católica, etc. En 1944 inició una de sus obras
más conocidas: el «Hogar de Cristo», lugar de acogida y educación para los
marginados. Su apostolado se caracterizó por una gran dedicación a los niños
pobres y abandonados, un celo ardiente por la formación de los laicos y un vivo
sentido de justicia social cristiana. Murió en Santiago de Chile el 18 de
agosto de 1952. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2005.
© Directorio Franciscano
Santoral Católico:
Santa Elena
Reina
Es
conocida en especial por ser la madre del emperador Constantino, que dio la paz
y libertad a la Iglesia, y por su peregrinación a Tierra Santa para buscar los
lugares del Nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección. Halló en
Jerusalén la verdadera cruz de Cristo, recuperó los santos lugares del
cristianismo y honró el pesebre y la cruz del Señor construyendo basílicas
dignas de veneración. Nació en Depranum de Bitinia (en la actual Turquía) hacia
el año 255. Contrajo matrimonio con el tribuno militar Constancio Cloro que,
por razones políticas, la repudió. Cuando el hijo de ambos, Constantino, llegó
al poder, la rodeó de honores imperiales y le dio el título más alto a que
podía aspirar una mujer: «Augusta». Se convirtió sinceramente al cristianismo,
apoyó a la Iglesia e influyó en la conversión de su hijo, socorrió a los
pobres, favoreció los monasterios femeninos, acudía a la iglesia piadosamente
confundida entre los fieles. Murió hacia el año 330 y fue sepultada en Roma, en
la Vía Labicana.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“María Santísima. La más bella criatura. Objeto toda
ternura.
Pero su misión no es ser Ella el centro culto,
sino llevarnos a Cristo y por Él al Padre”
San Alberto Hurtado
Temas Médicos:
Daños de la píldora del día después
La
anticoncepción de emergencia provoca daños enormes. Porque bajo esta fórmula
engañosa (“anticoncepción de emergencia”), especialmente con el recurso a la
píldora del día después, se esconde la búsqueda no sólo de impedir la
concepción, sino de destruir la vida del hijo si ya hubiese iniciado a existir.
Hay
mujeres que, después de una relación sexual, recurren a estos métodos porque
tienen miedo de iniciar el embarazo. Pero al actuar así “disparan” de un modo
indiscriminado contra todo lo que pueda ocurrir en su cuerpo.
Este
modo de actuar provoca daños enormes. Ahora sólo queremos poner en evidencia
tres.
El
primero consiste en promover un uso menos responsable la sexualidad.
La
sociedad moderna ha logrado que millones de hombres y mujeres vivan las
riquezas presentes en la propia sexualidad fuera de su contexto plenamente
responsable. Porque tener relaciones sexuales no es simplemente un juego, ni un
normal acto de ternura, ni una expresión de amistad pasajera. Es mucho más,
pues implica a dos personas que, desde su fecundidad, se dan plenamente el uno
al otro y quedan así abiertos a la posible llegada de un hijo. Ese darse
plenamente sólo es correcto en un compromiso completo, en el matrimonio, y con
la actitud responsable de quienes están dispuestos a acoger, cuidar y amar a
los hijos que puedan ser concebidos desde el amor de los esposos.
Si
el sexo es vivido fuera de su sentido profundo, se cae en un sinfín de
deformaciones. Una de ellas consiste en considerar al otro o a la otra
simplemente como objeto de placer, o como cómplice en la búsqueda de mi placer.
Otra consiste en ver la vida sexual como algo desligado del matrimonio, cosa
que ocurre tristemente en tantas personas que aceptan la fornicación o el
adulterio como si así no cometiesen ninguna falta grave. Otra lleva a una mentalidad
antivida, a través del uso de una serie de métodos que “aseguren” que el hijo
no llegará nunca a existir, o que si empieza a vivir será eliminado cuanto
antes.
Aquí
radica el segundo daño de la anticoncepción de emergencia: el que se busque destruir
en el seno de sus madres a sus hijos.
Es
cierto que la mayoría de las veces la anticoncepción de emergencia no actúa
sobre un embrión, porque no todas las relaciones sexuales permiten que inicie
una nueva vida humana. Pero también es cierto que en muchos casos sí se ha dado
la concepción, y entonces la píldora del día después (u otros métodos) condenan
al embrión a una muerte silenciosa y oculta, pero no por ello menos muerte ni
menos injusta.
Lo
anterior lleva, precisamente, a un tercer daño: la angustia y la duda en la que
puede vivir una mujer después de haber recurrido a estos métodos. ¿Cómo saber
si el uso de la píldora del día después provocó la muerte de un hijo, o no tuvo
mayores consecuencias? La duda queda anclada en el corazón de muchas mujeres
que, por no confiar en Dios y por no abrirse al respeto y cariño que merece
cada hijo, “dispararon” un día contra sus cuerpos sin saber con certeza si
estaban matando o no a un hijo muy pequeño.
Quedan
otros daños que podrían señalarse sobre la píldora del día después, como los
peligros para la salud de la mujer, que “bombardea” su cuerpo con sustancias
que buscan que el organismo no funcione bien. Pero el daño más profundo, el más
grave, el que puede dejar secuelas días, meses, y años, es esa duda, esa
incerteza que puede asomarse una y otra vez: ¿habré matado a mi hijo?
Con
una educación seria y objetiva al amor y a la responsabilidad, la
anticoncepción de emergencia dejará de ser un producto tristemente famoso en el
mercado. En su lugar, habrá más jóvenes valientes y decididos a tomar en serio
el amor y a evitar relaciones sexuales antes del matrimonio. Habrá esposos que
vivirán su entrega mutua no con miedo al hijo, sino con esperanza para que, si
Dios así lo quiere, ningún pequeño sea excluido en la casa de sus propios
padres. Habrá compañías farmacéuticas dedicadas a servir a la vida y a ayudar a
la maternidad, y no orientadas a la muerte de los embriones. Habrá, en
definitiva, un mundo más justo y, sobre todo, más decidido a amar, a acoger, a servir
a quienes llenan de alegría nuestra tierra maravillosa: a los hijos, que son
también hijos amados por el Dios de la vida.
©
Fernando Pascual
Meditaciones
En
la puerta de un templo parroquial había cinco carteles. El primer cartel
mostraba a un niño gordito, de esos que anuncian alimentos para bebés, y debajo
habían escrito: "Demasiado pequeño para amar a Dios". El segundo
presentaba a una pareja de enamorados recién casados dándose un besito; el
correspondiente letrero avisaba: "Demasiado felices para amar a
Dios". Le seguía un ejecutivo rodeado de teléfonos y con cara de
desarrollar una tarea febril: "Demasiado ocupado para amar a Dios". A
continuación, un ricachón gordo, con los dedos de las manos llenos de
relucientes anillos de oro y pedrería, un habano en la boca, en el momento de
descender de un cochazo de lujo: "Demasiado seguro de sí mismo para amar a
Dios". Y finalizaba la serie con una sepultura: "Demasiado tarde para
amar a Dios”.
“Si escuchas hoy la voz del Señor, no endurezcas tu
corazón” (Salmo 95)
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Rezamos
especialmente por las víctimas del atentado terrorista de ayer en Barcelona. Que
Dios reciba en el cielo a los fallecidos y recupere a todos los que quedaron
heridos.
Pedimos
oración por las siguientes personas: Jorge
C. M., de la ciudad de México, para que el Señor mejore su situación; Graciela Baquerizo A., de Guayaquil,
Ecuador, para que Jesús sane sus bronquios con la mediación de la Santísima
Virgen; por las intenciones y necesidades de la familia Pérez-Duarte Carrión; por la salud de Jorge Tagle N., de Puebla, México; y por la salud de Fernando G., de la ciudad de México.
Por todos ellos te rogamos Señor.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Agosto 18
Cristo
quiere hacernos vivir plenamente su propia vida. Tal como lo dice San Pablo,
estamos invitados a alcanzar la plenitud -la adultez- de Cristo.
Y
Cristo también quiere que nosotros experimentemos su piedad filial para con
María, a fin de que lleguemos a amar a su Madre, y Madre nuestra, como Él la
amó.
No
te contentes con amar a María con tu corazón; ámala con el Corazón de su Hijo
Jesús, con sus mismos sentimientos.
Virgen María, servidora del Señor, quiero ser tu esclavo
y serlo por amor.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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