miércoles, 2 de agosto de 2017

Pequeñas Semillitas 3407

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3407 ~ Miércoles 2 de Agosto de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Una infinidad de Ángeles velan por el universo.
Es imposible conocer los nombres de todos estos seres alados que se mueven por el firmamento y de todos aquellos que están entre nosotros.
Únicamente conocemos una pequeña parte de este enorme mundo angelical.
La sencillez de los Ángeles es tan amplia que no desean tener ningún protagonismo entre ellos mismos.
Su amor es incondicional, al igual que su entrega  hacia la humanidad.
Recordemos que todos tenemos un Ángel de la Guarda siempre a nuestro lado. 
No lo olvidemos…

¡Buenos días!

Donando sangre 
Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una  niñita llamada Luz que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, que había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al chiquillo, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermanita. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran aliento y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Luz”. Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonreía mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo cómo retornaba el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció.

Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora empezaré a morirme?  Siendo tan niño, no había comprendido al médico; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermanita. Y aun así se la daba.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.
»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra». (Mt 13,44-46)

Comentario:
Hoy, Mateo pone ante nuestra consideración dos parábolas sobre el Reino de los Cielos. El anuncio del Reino es esencial en la predicación de Jesús y en la esperanza del pueblo elegido. Pero es notorio que la naturaleza de ese Reino no era entendida por la mayoría. No la entendían los sanedritas que le condenaron a muerte, no la entendían Pilatos, ni Herodes, pero tampoco la entendieron en un principio los mismos discípulos. Sólo se encuentra una comprensión como la que Jesús pide en el buen ladrón, clavado junto a Él en la Cruz, cuando le dice: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino» (Lc 23,42). Ambos habían sido acusados como malhechores y estaban a punto de morir; pero, por un motivo que desconocemos, el buen ladrón reconoce a Jesús como Rey de un Reino que vendrá después de aquella terrible muerte. Sólo podía ser un Reino espiritual.
Jesús, en su primera predicación, habla del Reino como de un tesoro escondido cuyo hallazgo causa alegría y estimula a la compra del campo para poder gozar de él para siempre: «Por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel» (Mt 13,44). Pero, al mismo tiempo, alcanzar el Reino requiere buscarlo con interés y esfuerzo, hasta el punto de vender todo lo que uno posee: «Al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra» (Mt 13,46). «¿A propósito de qué se dice buscad y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la perla, perla que adquiere el que lo ha dado todo y ha aceptado perderlo todo» (Orígenes).
El Reino es paz, amor, justicia y libertad. Alcanzarlo es, a la vez, don de Dios y responsabilidad humana. Ante la grandeza del don divino constatamos la imperfección e inestabilidad de nuestros esfuerzos, que a veces quedan destruidos por el pecado, las guerras y la malicia que parecen insuperables. No obstante, debemos tener confianza, pues lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios.
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)

Santoral Católico
Santa María de los Ángeles
La ermita de Santa María de los Ángeles, situada en el paraje llamado Porciúncula, a pocos kilómetros de Asís, fue el lugar sagrado preferido por san Francisco. En la ermita y sus alrededores se desarrollaron muchos hechos decisivos de la vida y obra del Santo. Allí comenzó la Orden Franciscana, allí inició santa Clara su aventura evangélica, allí tenían los frailes su casa solariega, allí murió Francisco. Pero antes, en 1216, obtuvo allí de Cristo, por intercesión de la Virgen, el privilegio del «Perdón de Asís» o «Indulgencia de la Porciúncula», confirmado por Honorio III a partir del 2 de agosto de aquel año, renovado y extendido luego por otros papas. En el siglo XVI, para acoger a los numerosos fieles que acudían a lucrar la indulgencia, se construyó el grandioso templo, que alberga en su centro la humilde ermita, declarado en 1909 basílica patriarcal. Las condiciones para ganar la indulgencia son: visitar una iglesia franciscana, rezar un padrenuestro y un credo, confesar y comulgar y orar por las intenciones del Papa.
Oración: Concédenos, Señor, por intercesión de la Virgen, Reina de los Ángeles, que participemos como ella de la plenitud de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano  

Santoral Católico:
San Eusebio de Vercelli
Obispo
 
Información amplia

Santoral Católico:
San Pedro Julián Eymard
Apóstol de la Eucaristía
 
Informaciónamplia
    
Palabras del Papa Francisco
 
Dios padre de todos nosotros,
de cada uno de tus hijos,
te pido que nos des fortaleza,
que nos des alegría,
que nos enseñes a soñar,
para mirar adelante,
que nos enseñes a ser solidarios,
porque somos hermanos,
y que nos ayudes a defender nuestra dignidad,
Tú eres el Padre de cada uno de nosotros,
bendícenos Padre.
Amén

Tema del día:
“Prohibido Lamentarse”
1)  Para saber
Desde hace días ha venido circulando en las redes sociales y medios de comunicación una foto. Es la de un pequeño cartel con una frase que dice en su parte superior y con letras grandes: “Prohibido lamentarse”, con el signo de la prohibición. La foto tal vez no tendría tanto interés de no ser porque es la foto de un cartel que está en la puerta de la habitación del Papa Francisco.

La foto del cartel la tomó un sacerdote anciano, italiano y antiguo amigo del Papa, a quien le pidió autorización para fotografiarla y difundirla.

La historia del cartel comenzó hace unas semanas, al terminar una audiencia del Papa en la Plaza de San Pedro. Un psicólogo llamado Salvo Noé tuvo la oportunidad de saludar unos instantes al Papa y le regaló un libro, una pulsera y el famoso cartel. El Papa se lo agradeció y le dijo que lo pondría en la puerta de su oficina donde recibe a las personas. Sin embargo, en la oficina no quedaba bien y el Papa decidió colocarlo sobre la puerta de su apartamento.

2) Para pensar
El cartel también tiene otras indicaciones con letra de menor tamaño que podemos tomarlas como un buen consejo: “Prohibido lamentarse. Los transgresores sufren de un síndrome de victimización con el consecuente abajamiento del tono del humor y de la capacidad de resolver problemas. La medida de la sanción será duplicada siempre que la violación (de la norma) se cometa en presencia de niños. Para llegar a ser lo mejor de uno mismo se necesita concentrarse en las propias potencialidades y no en los propios límites. Deja de lamentarte y actúa para mejorar tu vida. Doctor Salvo Noé”, señala el cartel.

Hay una historia conocida sobre un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves".

Nos podemos arrepentir de haber hecho agravios, pero la cicatriz causada perdurará para siempre. Pensemos que una ofensa verbal es tan dañina como la ofensa física. No dañemos a quienes nos escuchan con atención y siempre están dispuestos a abrirnos su corazón.

3) Para vivir
A veces habrá situaciones que nos pueden quitar la paciencia y lo más fácil es explotar y decir las cosas que creemos deben de cambiar, pero lo hacemos enojados. Es entonces que hemos de seguir el consejo que nos da san Josemaría: “Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios” (Camino n.9).
© Pbro. José Martínez Colín

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Meditaciones
Entre todos los homenajes que podemos ofrecerle a Nuestra Madre, yo sostengo que ninguno le agrada tanto como el de que recurramos con frecuencia a su intercesión y le pidamos su ayuda en todas nuestras necesidades particulares, como recibir o dar consejos, en los peligros, en las penas y en las tentaciones, especialmente en las que son contra la castidad.
La Madre de Dios nos librará ciertamente si recurrimos a ella con confianza, ya sea que acudamos a ella con el rezo de la oración, “bajo tu amparo nos acogemos”, o con el Ave María, o sólo con invocar el santísimo nombre de María, que tiene un poder especial para ahuyentar a los demonios.
El beato Santi, franciscano, acudió a María en una tentación impura, y la Virgen se le apareció al instante, le pudo la mano en el pecho y quedó libre de todo peligro. En semejantes casos es bueno besar el escapulario o el rosario, o tenerlos en la mano, o mirar y besar alguna imagen de la Virgen.  Cabe recordar que a este propósito, el Papa Benedicto XIII acordó cincuenta días de indulgencia al que pronuncie los nombres de Jesús y de María.
San Alfonso María de Ligorio

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Pedrito, un niño de 2 años, de Córdoba, Argentina, que está internado hace dos semanas en estudios con probable diagnóstico de leucemia. Le pedimos al Divino Niño Jesús que lo proteja y le conceda la gracia de una pronta recuperación.

Pedimos oración por la bebita Brunella, que va a nacer en Octubre próximo; por Felipe, bebito próximo a nacer también; y por Bruno, un niño que está esperando un trasplante pulmonar. Todos en La Plata, Argentina. Rogamos a la Santísima Virgen, Madre de Jesús y de todos nosotros, que los ampare y los cuide con su amor maternal. 

Pedimos oración para dos personas de Córdoba, Argentina: Matilde, que hoy será operada de cáncer de útero; y Orlando, que será operado de vesícula. Que el buen Jesús los acompañe para que sus respectivas operaciones se realicen con el mayor de los éxitos.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Agosto 2
Jesús redimió al mundo con su entrega a la voluntad del Padre, los sufrimientos de la cruz y la gloria de la resurrección. María, consagrada totalmente a la persona y a la obra de su Hijo, cooperó con fe, esperanza y caridad a la obra de redención.
Unidos a María asumamos nuestra cruz para recibir la gracia de la redención y cooperar al bien de la humanidad. En nuestra cruz, como en la de Jesús, ha de resplandecer la luz de la vida nueva y la esperanza de la resurrección.
Alégrate, Madre dolorosa, porque, después de tanto sufrir, te ves ahora rodeada de gloria y colocada como Reina del universo, al lado de tu Hijo.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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